A pesar del cansancio, no conseguía conciliar el sueño.
La luz del alba entraba ya por la ventana.
En su cabeza sentía, cada remordimiento y cada lágrima.
Ella le quería, se había enamorado, para él sin embargo, era otra más, un amor de verano.
sentía dentro de sí un vacío enorme, era como si le hubieran arrancado el corazón salvajemente, sin piedad. No sangraba, no estaba parado, pero para ella era como si no latiera.
¿Cómo era posible que algo tan bonito que estaba tan alto, cayera tan empicado en tan solo un segundo?
Que una vida maravillosa, pasara a ser un infierno.
¿Cómo alguien que decía quererla tanto, podía hacer tanto daño en tan poco tiempo?
No podía sentir, todo le era indiferente, oscuro, no brillaba el sol.
No quería volver a enamorarse, no creía en el amor, él le había enseñado que todo era una farsa.
La vida era solo aguantar, estar con quien no quieres, y desear a quien no debes. Añorar lo que no tienes, perder sin llegar a jugar, odiar después de amar.
Así era la vida para ella, porque él hacía que así lo fuera.
Pero ella le quería, y le querría siempre con el más sincero de los amores.