Café
Oh! suave amargo,
que deleita el alma
como el mejor trago
que produce calma
Me refiero al café
que convertido en tinto
embriaga los instintos
de quien a sorbos lo bebe
como el más exquisito placer
que en el instante se tiene
cuando se ama una mujer
miserable el individuo
que embuido en su poder
le niega dicho placer
al hombre o la mujer
saboriar en el trabajo
un tinto bien fresquitico
aumenta la seducción
de trabajar con arraigo
la labor encomendada
sin que se perjudique en nada
lo que insinua el bufón
Oh! café que siempre extraño
en mi jornada de trabajo
que sin causar ningún daño
un avivato tacaño
que con infulas de patrón
nos acbo la ilusión
de compartir un tinto
en nuestra diaria labor
solo te pido que vuelvas
acompañar nuestra briega
donde todos compartimos
un tinto bien cargadito
con aroma de mujer...
Texto agregado el 19-04-2005, y leído por 124
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
25-06-2005
aunque no ingiero cafe, logré sentir hasta el aroma, con unas mulatas bailando, mientras lo consumia. muy bueno Herv
19-04-2005
Debes ser colombiano hombre (ya miro). Comparto tu pasión por ésa bebida y da vueltas en mi cabeza un cuento al respecto. Excelente tu texto. Gracias por hacerme recordar esa exquisita amargura, esa herida al paladar. Yo decapitaría al jefe. Saludos. Calamitatum
19-04-2005
Ah que patrón tan desgraciado. Hoy en día así son los directores y gerentes en las empresas restringen los centavos y se gastan los miles en comidas. En fin, ve el lado bueno; el café hace mucho daño. Me gustó la manera tan sublime de protestar por el café. Saludos Peter_6
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