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Mi transformación de Bufón a Juglar y el pasaje del rebusque a la tarea comienza allá por la década del 60 en un teatro a cielo abierto con 30.000 personas - 30.000 entradas pagas -. Luminarias del Folcklore Argentino, triunfadores, con varios discos de pasta grabados, y algunos long plays, varios de ellos amigos míos y uno de ellos, que era conocido como Gardel, me dice, a mi, que siempre canto en lugares chiquitos y que nunca me han escuchado mas de 10 personas:
- ¿Por qué no te venís?, estaban Los Chalchaleros, Los Fronterizos, Los Hnos. Abalos, Los Quilla Huasi, y otros. Tipos que me enorgullecen en mi oficio de cantor y decidor. Y yo me digo: "La pucha, yo soy de ese mismo gremio", Entonces le digo a mi amigo: "¿Vos crees que la gente me querrá escuchar, mira que por ahí desafino, me enojo y digo cosas de protesta?". -Vos venite-, me contestó. Pero soy guapo, me la creo, como no me voy a animar. Enfunde la viola, y otros papeles que siempre me acompañan y salí una vez más a ganarme el mango.

Había un público enfervorizado, de esos que cuando no están a gusto, son imparables, como las Madres de Plaza de Mayo. ¿ Quien para éso ?. El locutor anuncia las figuras que ya estaban en el estadio, y se escucha una ovación como si fuese un gol en la cancha de Boca en un partido con River. Todos están por los otros. Yo ni anunciado.

Con un gesto generoso el locutor-presentador me invita a comenzar. Salgo y durante 10 ó 15 minutos me tiran monedas, me insultan. ¿ cómo pararlos ?. Un infierno. No sé cómo no me revientan. Las monedas pegan en el micrófono. Hasta con los vasitos de gaseosa me tiran. Me gritan, "negro" cosa que no se equivocan, "mugriento", "comunista". No se dónde meterme. Mi canto ni se escucha por los gritos, era lógico esperaban algunas de las figuras anunciadas.

Los Chalcha y Los Fronte, son amigos míos y les gusta mucho como canto. . Interpreto temas del Cuchi Leguizamón y del Chango Rodríguez, ellos sí sabrían cómo parar este lío. Yo lo único que quiero es irme del escenario. Entre las caras de mis amigos veo la de mi madre, que deslumbrada por los otros artistas, ella, ni se ha dado cuenta que yo ya estoy en el escenario. En cuanto amagué a escaparme alguien me dice que no con el dedo y gesticula: "Cantá, no te achiques, ahora no te podés bajar".
Me quedo. ¿ Se cansarán de gritar ?. No lo podrán hacer continuamente... Sigo pensando que en algún momento llegaría el silencio.....ja ja, que iluso. Algunos empiezan a decir: "está bien, hacete 1 o 2 canciones más". Otros chistan y dicen: " Shhh, acábenla que cante y se vaya". Ya no les quedan monedas , ni vasos, ni chapitas".

Estaba anunciado que detrás de mí subían, Los Fronterizos, un pianista llamado Ariel Ramirez con el percusionista Domingo Cura, y que iban a estrenar la Misa Criolla. Dos veces miro el cielo ... ¿viste esos cielos que los sentís?... y me dije: "acá estas, no jodas, ahora a trabajar". Pienso: todo está en orden, las estrellas en su lugar, algunos de mis parientes merecen el insulto del público. Periodistas y radios esperando hacer sus notas con esos genios del canto y la música, seguramente lo de ellos va a ser un éxito y aunque lo mío sea un fracaso, también tengo mi lugar y mi tiempo.

Sentí que había como una figura de forma humana a mi lado, con la categoría de ese cielo: DIOS. No había nadie que lo tocara, ni Herodes, ni un pueblo entero pudo con El. Yo me siento bien, me siento mal, pero esto es un exorcismo. Me castigaron y con razón. No pude llegar a ellos porque no tenía con qué llegar; no encontraba canción, ni poema para llegar al corazón de mis hermanos. No la encontré nunca, no soy Neruda, una sola línea de Neruda me conmueve hasta las lágrimas. No pude. Entonces dije a la masa: " Recién me iba a bajar y me hicieron seña de que no me bajara ", …había que hacer tiempo. Sobre el escenario había un montón de micrófonos y atriles. Tenía una Biblia en la funda de mi guitarra, acerqué un atril al micrófono, apoye la Biblia y dejé que se abriera al azar: el Eclesiastés. Leo: “ acá dice que todo tiene su tiempo, hay tiempo de hablar, un tiempo de escuchar y un tiempo de callar”. El tiempo que tuvieron ustedes lo usaron para gritar, mi tiempo de hablar lo uso para cantar. ¡ No tengo nada que decir !. ¿ Qué voy decirles, cómo me llamo, de dónde vengo, a quién le importa eso ?. Yo los escuche, me gritaron durante 15 ó 20 minutos. Sigo leyendo a ver que más dice: "tiempo de vivir, tiempo de morir, tiempo de sembrar, tiempo de cosechar". Cada tiempo ya está decidido. ¿ Por qué me voy a preocupar ?. Ahora voy a utilizar mi tiempo para que ustedes me escuchen. Entonces tomé mi guitarra para cantar "De mi Madre" una zamba del Chango Rodríguez, y se la dedique a todas las madres e hijos presentes.

Volveré, volveré, /me espera la noche vestida de azul,/ y hasta el arroyito que baja del cerro/ traerá recuerdos de mi juventud. Volveré, volveré/ donde esta mi madre esperándome/ de nuevo en sus brazos volver a ser niño/ vivir como solo se vive una vez.
( estribillo ) Azahar de blancos jazmines/ que aroman el patio del viejo jardín, un beso de luna me espera en los Valles/ mi rancho mi madre, todo mi sentir.
Volveré, volveré, /por ese camino que ayer me alejó/ al rumbo del ave que vuelve a su nido/ buscando un alivio para su dolor. Volveré, volveré / y lejos la noche repite mi voz/  la voz de un cariño que lejos se siente / y llama al ausente de su corazón. (sigue al estribillo)

Hubo algunos aplausos, pero más dominó el silencio. El locutor hizo señas como que debía continuar... haciendo tiempo.

Sigo con la Biblia, cambio de página al azar y leo San Mateo: el Sermón de la Montaña. Me congelé. Siempre fue mi texto de la Biblia. Lo había conocido por un viejito de Mar del Plata, que me dijo: “vos estás solo pero hay un programa de vida para que estés acompañado por el Universo, ponelo en ejecución y vas a ser un tipo feliz como yo”. Jamás se me había cruzado en mi mente que ese era un texto fenómeno para el aplauso. Nunca lo había leído en voz alta, uno lee siempre en silencio para si. Y lo estaba leyendo, bajo un cielo de impresionante belleza cósmica, por el brillo de su luna y las estrellas. Los chiflidos se habían callado, el silencio profundo era palpable. Se podía haber fotografiado a ese silencio, era una cosa física.

La mayoría no conocía el Sermón, terminé de leerlo y ahí terminó mi tiempo en el escenario. El locutor-presentador levantó el pulgar, como símbolo de aprobación. Y dije a todos: “Hoy me voy feliz porque hoy sí les dejo algo que vale la pena. Esta noche descubrí mi oficio, que no es el de cantor. Lo que me llevo es para la eternidad. Esta noche descubrí mi oficio por los silbidos de ustedes. Nada es en vano. El tiempo de violencia trajo a mi corazón el tiempo de paz. Como un gran amigo me dijo una vez “quizás nos veamos en otras vidas “ .

Enfundé mi guitarra y la Biblia, no había hecho ni dos pasos cuando las 30.000 personas se pararon e hicieron temblar el estadio. Pocas veces escuché algo igual. Fue como si Maradona en una final de la Copa del Mundo, hubiese tirado una pelota de media cancha y golpeara en el travesaño. La cancha hizo: ¡ Ohhhhhhh ¡ pocos conocían ese texto.

Cruzamos toda la cancha con mi madre rumbo al hotel, cuando llegamos, me confesó que había sentido lo mismo que yo cuando estaba en el escenario. Ella tenía mayor experiencia de vida. Y dijo: “ sentí que DIOS estaba actuando allí, junto a ti, hijo ”.

Le pedí que esa noche no terminara, me sentí orgulloso de ser pobre, nunca nadie me lo había hecho notar. ¡ DIOS, sabés qué regalo me diste !. Ojalá te pueda tener presente cuando llegue el día.

Se escuchaba desde mi cama, la música que llegaba del estadio y el canto de la Misa Criolla. Tal vez nunca más cante, ni escriba para el público, por eso desde ese día mi oficio es ser: JUGLAR del CIELO.


7 de abril de 2005



Texto agregado el 18-04-2005, y leído por 953 visitantes. (9 votos)


Lectores Opinan
25-09-2014 Muy hermoso. He leído la Biblia muchas veces y Dios te regaló hermosas palabras. Te regalo cinco estrellas. girouette-
21-05-2014 una magia me trajo hasta aquí, para dejarte mis estrella+++++++++++++++++s yosoyasi2
01-09-2012 Me gustó por la enseñanza que deja, por el estilo de su prosa por la alabanza al Señor y porque toca las fibras del corazón del lector. Felicidades. Mi estrella. elpinero
23-09-2006 Un texto bárbaro. Transmites infinitas sensaciones. Hay momentos que se toca el cielo con los dedos. En esta ocasión transmites magia de un juglar, de un trovador con el público más exquisito: Tu señora madre. Ciertamente no deja indiferente. Mis estrellas todas******** --Danae--
23-08-2005 Que oficio tan dificil y honroso es el del personaje central! Buen cuento! ME gusto en verdad. Saludos callitlitzin
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