Este asunto tiene mal olor, señor Inspector. Aquí tengo un informe forense sobre esa extraña muerte en el hotel para parejas. La víctima tenía un problema cardiovascular e hizo un paro cardíaco. Aparentemente debido al cansancio y la excitación de una prolongada actividad sexual. Si, se habían dado como en la guerra. No, no se encontró ningún otro signo o rastro de violencia. Considere usted señor Inspector que en momentos de producirse el deceso iban por el tercer turno, es decir alrededor de cinco horas en la habitación. Hay más, las cinco horas no las pasaron durmiendo ni hablando de política. Las mucamas atestiguaron que durante todo ese tiempo se escucharon, palabras apasionadas gemidos, lamentos, suspiros y otros sonidos propios de la actividad sexual. Eran de los que transmiten el partido, ¿no? je, je. ¿Cómo dice señor Inspector?... Si, si, era una pareja muy despareja, ella veinticinco años, el sesenta y nueve, y mal llevados. Del análisis de sangre que mandamos a laboratorio surgió que él tomaba un estimulante sexual, posiblemente Viagra. Un elemento importante a considerar, como si fueran pocos, es que pidieron dos vueltas de whisky a la habitación. El conserje no recuerda quien de ellos lo hizo. Además hay otro detalle curioso, la víctima había contratado recientemente un seguro de vida por quinientos mil dólares. Y a que no adivina a nombre de quien está la póliza. Acertó, ¿se da cuenta señor Inspector? Si, si, muy sugestivo, pero también muy difícil de probar. Seguramente al Juez le encantará examinar el arma homicida. Ya sabemos como son algunos jueces, je, je...Bueno, bueno no se enoje fue una broma señor Inspector, disculpe. Pero insisto señor Inspector, no quisiera estar en el lugar del fiscal a la hora de presentar una acusación de homicidio, se le van a matar de risa en la cara. Del interrogatorio al administrador surge que eran clientes habituales del hotel. A ella, siempre se la veía alegre y rozagante. Él, en cambio, solía salir del cuarto muy pálido y demacrado como si viniera de correr la maratón de los barrios. A veces hasta le costaba caminar. Se la jugaba con todo el veterano, je, je... ¿no, señor Inspector? El asunto es como diablos se puede probar una cosa así, señor Inspector. La víctima entró al hotel por su propia voluntad y sabiendo a lo que iba. Además, muy abrazados y riendo. Que disfrutó todo el tiempo del acto, o los actos, sexuales, está en la declaración del personal de limpieza. Utilizaron no menos de siete preservativos..., ¿que tal, señor Inspector?, ¿quien pudiera, no?, je, je. Aunque haya habido intencionalidad, es decir un plan, para liquidar a la víctima sabiendo que no andaba bien del bobo, y luego cobrar la póliza, ¿cómo lo demostramos? Creo que cualquier abogadito recién salido de la facultad nos haría pasar un gran papelón en el juicio. Como si no fuera bastante, señor Inspector, no los unía ninguna relación estable. Como suele decirse, era un asunto por zurda. Una trampa. Y nunca más válido el término. Él, arquitecto retirado, viudo hace tres años luego de cuarenta de matrimonio. Juntado posteriormente con una maestra jubilada. Tres hijos varones ya egresados de la Universidad, arquitectos como el padre, y casados. Ella, farmacéutica, mujer muy independiente, con farmacia, departamento y auto propios. Lo que se dice una mujer de mundo. Muy conveniente, ¿no, Jefe?, el fulano se llenaba el botiquín al mejor precio. Con razón era una maquinita, ¿no?, je.je. ¿Cómo, que porqué el seguro de vida? ¡Y yo que sé, señor Inspector!, vaya Dios a saber el verso que le habrá hecho. La estupidez humana no tiene límites. Mire señor Inspector, aquí no habría absolutamente nada que sospechar sino fuera por el asunto del medio palo verde. Y creo que lamentablemente estamos ante un crimen llevado a cabo con premeditación y alevosía, pero con gran imaginación. Yo diría, perfecto.
¿Sabe una cosa, señor Inspector?, si un día me matan, espero que sea así. Lo bueno sería poder elegir a mi asesina. Y que se esmere bien para matarme, je, je. ¿Decía, señor Inspector? Ah si, tomamos conocimiento del hecho por intermedio del administrador del hotel que hizo un llamado a la Seccional, diciendo que tenían problemas en una habitación, dónde se habría descompuesto una persona. Cuando llegó el patrullero, se encontró con el cadáver, desnudo, pero cubierto con una sábana. Lo demás se lo imagina, el teatro de siempre, llanto, ataques de nervios y todo eso. Si lo simuló, fue una obra maestra de la representación escénica. Y sí, el revuelo en el hotel fue inevitable. Hubo que tomar varias declaraciones y algunos clientes se pusieron muy nerviosos. Usted sabe como es esto señor Inspector, siempre tienen algo que esconder, y lo primero que piensan es que van a salir por televisión. Así las cosas, señor Inspector, no tenemos nada. ¿Cómo que YO no tendré nada?... Qué, ¿usted tiene algo?... ¿cómo?..., la orden de arresto emitida por el Juez a cargo de la causa. ¿Qué ya la caratuló homicidio simple y con presunción de dolo? Pero, dígame señor Inspector, ¿en base a qué?...Ahá... ¿de manera que sabía que la víctima sufría del corazón y que hay un testigo al respecto... y que se han reunido elementos como para presumir intencionalidad, mire usted... Ve Jefe, usted siempre hace lo mismo, me deja hablar, me hace preguntas y después resulta que sabe más que yo. En realidad, sabe todo. Bueno, lo que digo siempre, por algo usted es Inspector y yo apenas Principal, nunca me entero de nada. Bueno, ¿entonces procedo, señor Inspector?... Me manda la orden por fax. Bien, bien... quédese tranquilo, lo tengo al tanto señor Inspector. Hasta luego señor Inspector.
¡Sargento Sánchez! Acaba de llamar el señor Inspector. Prepare el patrullero, tiene una comisión. Ahora va a llegar por fax una orden de arresto del Juez Varinelli contra Antonio Bárcena. Si, el jovato al que se le murió la pendeja en el telo. Parece que la mató, ¡y como la mató!, para cobrar un seguro de medio palo.... ¿Quiere que le diga algo sargento? Yo a ese tipo lo admiro. ¡Estos son asesinos, no esos papanatas que andan pegando tiros y puñaladas por ahí!
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