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Inicio / Cuenteros Locales / la_columna / LOS JOVENES – ¿Dónde está la rebeldía idealista? (de la columna de los lunes de Carloel22) por Neus_de_juan

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Feria de Valencia.
13 de abril de 2005
Formaempleo@2005
10.00 am

Se abren las puertas.
De los autobuses bajan centenas de jóvenes.
La horda entra. Irrumpe en los pabellones. Reciben información, catálogos, souvenir´s. Bolsas con revistas informativas, bolígrafos, globos, pelotas de plásticos. Inmediatamente buscan donde “descansar” de tan agitado quehacer. Además, es hora de almorzar.
Invaden las salas de descanso, las escaleras, como si fueran hormigas irrumpen por todos los rincones, los habilitados y los no habilitados.
De las mochilas extraen bolsitas con sándwiches, latas de Coca Cola y Fanta, zumos, caramelos, cerveza. Fuman. Se divierten.
En pocos minutos cambia la fisonomía de la Feria.


En un diámetro superior a los dos metros, los restos van acumulándose: papeles, trozos de pan, jamón, queso, chicles, zumo o refresco pero ya sin el recipiente que lo contiene, revistas y folletos, bolígrafos rotos, globos explotados, colillas, colillas y más colillas, de cigarrillos y porros, el olor a hierba arremete y marea. Curiosamente, las papeleras y los ceniceros están a menos del diámetro elegido por los jóvenes para arrojar los desperdicios, pero ellos los ignoran, prefieren el suelo, los peldaños, los maceteros.
Los limpiadores no dan abasto, y deben luchar contra la desidia y la mala educación que les lleva a los chicos a arrojar como proyectiles la basura a su paso, especialmente en los lugares que acaban de limpiar. Burlas y risas a sus espaldas.

REFLEXIÓN 1:

La apatía en el adolescente es natural. Se supone que si hay un cenicero a dos metros, él no se levantará para llevar su colilla. Eso es medianamente aceptable.
Pero… ¿no podría…
recoger en una bolsita los desperdicios?
no arrojar el sobrante de los zumos y cocas colas en el piso?
no escupir en banco y cristales?
no destripar los sándwiches y dejarlos a medio comer en cualquier sitio?
no burlarse de quien está trabajando juntando la basura que él arroja?

Creo que esto va más allá de lo aceptable en cuanto a apatía adolescente. Esto va a un exceso de esa trasgresión que las generaciones jóvenes necesitan para afirmarse en sus rebeldías, que posteriormente deberían ser encauzadas a luchas idealistas.

Profesores y sicólogos de Institutos Secundarios coinciden en que:

1) Faltan valores.
2) Faltan ideales.
3) Faltan modelos a seguir.
4) Falta interés en la actualidad.
5) Falta interés en los problemas del país.
6) Falta interés en las soluciones a dichos problemas.
7) Falta interés en la historia.
8) Falta educación.

REFLEXIÓN 2:

¿De dónde deben recibir los jóvenes esta base educativa? ¿De las escuelas? De los institutos? ¿Del hogar?

Sin dudar, la respuesta es del hogar.

Quizá vivimos en un mundo en el que los hijos tienen de todo y lo consiguen fácilmente, sin ninguna contraprestación por su parte.
Quizás los padres temen que sus hijos no los quieran si no acceden a sus demandas y caprichos.
Quizás desean agradar a sus hijos y ganarse su afecto con materialismos que en gran parte de las ocasiones son absurdos e innecesarios, y el niño o el joven, ante tal cantidad de objetos materiales, llega a no valorar en su justa medida lo que tiene.

¿Qué le ocurría a nuestros abuelos con sus juguetes, cuando tenían tan pocos, tan básicos? Los recuerdan como algo entrañable que llegaban a amar.

POR TENER TANTO EN LO CONCERNIENTE A LO MATERIAL, LA CONVIVENCIA Y LOS VALORES HUMANOS BÁSICOS HAN QUEDADO RELEGADOS A UN SEGUNDO PLANO.


REFLEXIÓN 3:

Puede que hayamos llegado a una generación de personas cuya conducta se rige por valores tales como me gusta-no me gusta, me apetece-no me apetece, me lo paso bien-no me lo paso bien. Afortunadamente no todos los jóvenes son así; y en caso de que consideremos que se caracterizan por esta forma de ser, es posible cambiar su actitud y posicionamiento. Cuanto antes nos lo planteemos más fácil será conseguir los objetivos esperados.

La falta de valores está asociada a un actitud de caprichos, de que aquí cualquier cosa vale para conseguir lo que deseo porque, total, para lo que sirve. Y una actitud caprichosa va asociada a un comportamiento perezoso. Desde el hogar se puede detectar la aparición de conductas caprichosas y perezosas que son la antesala de la falta de valores.

Actuar en consecuencia es inminente, si no queremos que nuestros hijos fracasen emocionalmente en la vida.

ULTIMA REFLEXION

Si el afuera de los chicos tiene tanto desorden y suciedad, y si los afueras de cada uno de nosotros son un reflejo de los adentros… ¿Qué orden podrán tener en sus pensamientos y sentimientos? ¿qué generaciones de adultos sobrevendrán?

Aquí lo dejo, para que tus reflexiones amplíen la perspectiva.


Nieves Granero Sánchez
Valencia, 18 de abril de 2005



Texto agregado el 18-04-2005, y leído por 1180 visitantes. (5 votos)


Lectores Opinan
31-03-2006 Excelente***** lagunita
12-05-2005 por mi parte, como adolescente muy conciente de lo que nombrás aquí, preocupada también por la basura en las calles, etc... a veces veo que los adultos, viejos, y no tan viejos también escupen en las calles, no levantan la caca de sus perros ("total, otro la pisa..." y esto resultaría cómico...) tiran envoltorios de chicles y caramelos cigarrillos, etc., en cualquier lado... también los adultos, quiero decir. Y de ellos, aprendemos, tenemos que aprender a desaprender quizá... tocaste un tema muy importante. Felicitaciones por tu forma de mostrarlo. ***** cantopea
20-04-2005 Los adolescentes solo?... bueno, la única forma de joder que les hemos dejado es esa; las caras agrias del profesorado-mercenario sin actitudes ni aptitudes; la actitud del funcionario tras la ventanilla; la del machaca-caramono que trabaja en la puerta de la disco; la chulería del munipa de turno; el miedo-sumisión de la familia... todo eso marca ehhh nomecreona
18-04-2005 mmm, estoy de acuerdo en esto relativamente. Quiero decir, en parte es cierto que esto ocurre pero no comparto que lo hagan los adolescentes, ni todos ni en exclusiva. Siento que está algo generalizada la actitud de apatía hacía el mundo, o al menos hacia este mundo, asi como el respeto. Yo trabajo con niños, incluidos adolescentes y es asombroso como responden al respeto, la educación no solo viene del hogar, aunque si es cierto que es uno de los pilares fundamentales de la socialización del menor, también entra en juego la escuela, la calle y los grupos de iguales, especialmente este último se podría decir que es el mas importante entre los adolescentes. Quizá deberiamos replantearnos no tanto como se comportan ellos sino que es lo que ven a su alrededor para responder así ante el mundo. Me gustó leer esto, enhorabuena y un saludo burbuja
18-04-2005 Estoy de acuerdo en que la base, la semilla está en el hogar pero pronto el cordón umbilical se alarga y al salir a la calle el panorama que ofrece la sociedad es otro. Violencia, malos modos, latas que salen por las ventanas de los coches.Mientras haya adultos que piensen que el Mundo es su Mundo y que los límites son los de su casa, y salgan a la calle a hacer lo que en casa no hacen, sólo queda el recurso de pensar en cómo mejorar la sociedad. Difícil cuestión cuando ampliamos la campana bajo la que se crian nuestros hijos. Como dice Anapolar, está jodío el tema. Gracias por esta magnífica reflexión. entrelineas
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