¿Pusiste lo mismo acá y en el foro? ¿En serio? ¿Estás aprendiendo a espamear, pedazo de idiota? Ya empezá a trollear con el otro nick y nosotros hacemos como que no nos damos cuenta.

Qué bien soliloquian entre ellas las dos locas resentidas y mediocres. Un par de parásitos de la página. La generosidad de gik los salvó de la extinción. tanto hablan entre ellos, habrá dicho el boss. Además, en todo organismo sano existen bacterias patógenas, y la página azul no es la excepción.
Dos locas absurdas, pero falta la tercera...

Hablando de nadie.
Nadie:
Absolutamente nadie:
gGg: OOOOOOOOH VAMOSÁ VOLVÉEEE / AVOLVÉEEEEEEE AVOLVÉEEEEEE / VAMOSÁ VOLVÉEEEE

Mirá a estos negros de mierda, gGg, viven de recuerdos desconocidos y vino en caja. Pero si tenés un tiempito leete los comentarios. NADIE los quiere. Ya dan ternura infinita.

https://acortar.l...

Lo más divertido es que sí me imagino a gggil cortandole el pelo a ignus y este último ayudándole.

El gggil valiéndose del huevo ajeno, como siempre.

Sí vi noticias en Corea de machirulos puñetas que decían que Han Kang no era tan buena, que le faltaba algo, que su novela no se disfruta. Puro idiota como el anciano este renos.

En todo caso, pinche lector de moda. Siempre mostrando su pendejez.

Muy bien remos, duro con ellos (guy y eRRe) primero que la pongan,o 'se las', y después cierren el pico.

En todo caso, no creo que exista "la" frase correcta. Eso lo decide el lector en su propia lectura y la capacidad de su cerebro inconsciente, para ordenar la frase, al vuelo, y no interrumpir el ritmo de su lectura en minucias.

"Me corto el pelo con Fulanito". "Estamos, con Fulanito, cortando mi pelo". Ahí estás participando de la acción, con tus tijeras.

"Corto mi pelo donde Funalito". Para eliminar el "me".

No es suficiente que tengas las tijeras, ignus, para incluirte en la operación en cuestión. podrías tener un revólver o una peineta porque el texto o la frase no autoriza a incluirte en la acción peluquera de Fulanito.
En todo caso, me parece interesante la duda que planteas o el hecho de estimular las conversas, como celebración de los funerales de los estandartes de la imbecilidad humana.