6:45 Anoche me hice kirchnerista. Aún no siento ningún daño colateral. No pude bañarme porque el de la pieza de al lado cagó en la ducha. Es una hermosa mañana de septiembre y en mi nueva condición ya no me molestan la basura y los autos desmantelados en las calles de este mi suburbio mientras camino las 25 cuadras silenciosas que me separan del MacDonal donde hago limpieza.

7:40 No sé si volverme pobre sumiso y manipulable en mi nueva condición o si vale el intento de ocultar mis carencias materiales para interactuar con esta subespecie. Esto dependerá el lugar. Lo que sí considero un ritual iniciático es la comisión de un ilícito, conque esta jornada intentaré robar un celular en el MacDonal. No es de kirchnerista de estatus mostrar mi tecnología barata y vieja.

7:51 Pishé Termidor en un árbol, creo que nadie me vio. Nota mental: *abandonar el hábito de quedarme en las paradas de bondis a esperar que alguien tire el cigarrillo a medio fumar; esto me alejará del vicio del tabaco*. A esta hora es difícil toparse con kirchneristas (de a pie) en la calle, se trata de una especie tardía en todos los sentidos. Me carcome la ansiedad: ¿qué haré cuando suceda?

8:23 MacDonal es un lugar propicio para hallar kirchneristas, también un símbolo del capitalismo gringo ampuloso y salvaje. Recién entiendo la ideología: van al Apple Store, a Miami, al Unicenter no porque les guste el mercado sino para combatir al capital desde adentro, como espías rusos. Aun cuando no ganan las batallas se sacrifican para liberarnos, hoy día lo hacen con su propio gobierno.

9:48 Hago contacto visual (y auditivo) con dos especímenes, supongo que una pareja heterosexual de mediana edad. Identifico palabras como “Milei”, “derechos”, “clase”, y “gorila” y me tiembla el pulso. Consciente de la repugnancia que les causan los de mi condición dudo un acercamiento; no se me ocurre nada que pueda hacer para manifestar kirchnerismo y ser aceptado: me falta práctica.

10:23 Hay poca clientela. Mis compañeros venezolanos no me entienden lo de que el kirchnerismo nada tiene que ver con los pequeñísimos desaciertos de Maduro ni con Cuba. Ahora hago un esfuerzo considerable para no decirles que lo de Nicolás no está tan mal, sino que se trata de la lucha contra el poder hegemónico del capitalismo norteamericano alienante, que peor es la derecha.

12:54 Me escapo hasta el colegio privado de la esquina con la esperanza de no hallar a los defensores de la educación estatal, máxime que es el más caro del barrio. Un indicio de kirchnerismo es el Audi nuevo estacionado en una entrada de garaje. Entiendo que los hay infiltrados ahí también y me alegra mucho que intenten erosionar esa estructura alienada.

13:27 Mientras trapeo una coca desparramada pienso en esos pobres niños de familias pudientes privados por sus inescrupulosos padres de la educación estatal de la que tan orgullosos están los escrupulosos padres kirchneristas e imagino la magnitud del sacrificio de estos al llevar a sus hijos a convivir con los hijos del poder hegemónico y de los medios de comunicación de derecha y coso.

15:33 Todavía no pude robar un celular, pero puedo sentir que en mí de a poco va ocurriendo el milagro: la conciencia de clase surge paulatinamente de tal manera que ahora sé que, dada mi condición de producto de una sociedad capitalista, la única manera de acceder a un pequeño lujo tecnológico es cometiendo un hurto simple (a modo de pequeño resarcimiento) : soy en el otro.

18:45 Sin novedad en el frente. No pude interactuar con kirchneristas y mi nuevo celular todavía anda por ahí alienado en algún bolsillo o bolso de vaya uno a saber quién. Me quito la piel de las manos quemada por los desinfectantes con una espátula y me robo un par de hamburguesas para la cena. Para finalizar la jornada le digo a un venezolano que cuando gane Milei migraré a Maracaibo.