TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Talleres / Cuento compartido a cuatro manos - [F:9:13165]


Ninive,26.08.2020
Dos equipos se desafían.
No hay votación, es solo un juego, los comentarios dirán. Los participantes pueden comentar. El cuento se publica todo junto(señalando lasparticipaciones )después del 12 de septiembre. Cuatro días de tolerancia . Los comentarios comienzan el 17 de septiembre.
 
Ninive,26.08.2020
Los dos equipos parten con el mismo Inicio

equipo A
Marcelo Arrizabalaga inicio
Mialmaserena***********
Fabiang1**********
Ignus************

Equipo B
Marcelo Arrizabalaga inicio
justine*******
carlitoscarp*****
Yvette27******
 
carlitoscap,27.08.2020

BASES Y OBJETIVOS DEL FORO

1.- El objetivo fundamental de este foro es realizar ejercicios en conjunto con el fin de afianzar y fortalecer el lazo de amistad entre los cuenteros de la Página.
2.-El cuento de un equipo es totalmente independiente del de el otro. Solo se conocerán el día de la publicación.
3.-La introducción en común será publicada en este foro por Marcelo el 28-8.
4.-A partir de allí cada equipo tiene la absoluta libertad de decidir el orden en que cada integrante haga su aporte.
5.-Solo a modo de orientación, les sugerimos a los integrantes de los equipos que su participación no exceda las 500 paginas, no perdón… las 500 palabras.
De cualquier modo, y ante todo, aquí prima la "Libertad".
6.-la fecha de publicación de los cuentos terminados será el 17-9 salvo que alguno de los equipos solicite una prórroga. Hasta entonces deben conservar sus trabajos sin darlos a conocer. Solo lo compartirán entre los miembros del propio equipo en privado. Pueden corregirlos, intercambiar opiniones y hacer con ellos lo que crean conveniente.Siempre en privado.
¡¡¡¡Suerte a todos.!!!
 
Marcelo_Arrizabalaga,27.08.2020

No tener recuerdos es algo que asusta, por eso, al verme sentado frente a aquel hombre, experimenté el mayor temor de mi vida.
Su sonrisa no lograba tranquilizarme, tampoco sus ademanes bondadosos. Había demasiada perfección en ciertos detalles y la luz suave que lo seguía era bastante teatral. Su traje blanco armonizaba con el ambiente donde los colores pastel y la suave melodía creaban una atmósfera artificial.
Me ofreció un vaso de agua y preguntó cómo me encontraba. No pude articular palabra. Sentía un vacío inexplicable, una inquietud desconocida hasta ese instante.
Finalmente pregunté: --¿Dónde estoy?
--Tranquilo --respondió --estás en casa, todo está bien.
 
Marcelo_Arrizabalaga,28.08.2020
Ufff!!! Repetí la palabra "suave".
A ambos equipos: donde dice luz suave, dejar solo luz.
 
Ninive,30.08.2020
eL SILENCIO DE LOS lobos.
Los dos equipos trabajan incansablemente ¿adónde orientarán sus pasos?
 
Ninive,06.09.2020
Se podría adelantar el día de entrega deltexto ¡¡¡¡?????. Responder a mi nick para acuerdos finales
 
IGnus,07.09.2020
Nosotros ya lo tenemos listo... ¿Qué dicen el resto de los participantes?
 
Ninive,08.09.2020
Via Libre!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Después de las dos publicacion se agradecerá el comentario motivado de los amigos cuenteros. Los participantes de los dos textos pueden dialogar como todos.
 
IGnus,08.09.2020
Equipo A:


¡QUIERO MI PARAÍSO!


1. Marcelo_Arrizabalaga

No tener recuerdos es algo que asusta, por eso, al verme sentado frente a aquel hombre, experimenté el mayor temor de mi vida.
Su sonrisa no lograba tranquilizarme, tampoco sus ademanes bondadosos. Había demasiada perfección en ciertos detalles y la luz que lo seguía era bastante teatral. Su traje blanco armonizaba con el ambiente donde los colores pastel y la suave melodía creaban una atmósfera artificial.
Me ofreció un vaso de agua y preguntó cómo me encontraba. No pude articular palabra. Sentía un vacío inexplicable, una inquietud desconocida hasta ese instante.
Finalmente pregunté: —¿Dónde estoy?
—Tranquilo —respondió —estás en casa, todo está bien.


2. Mialmaserena

—¿Y por qué no recuerdo nada? —dije con desconfianza.
—No es un asunto sencillo de entender. Primero te diré tu nombre: eres Simón Ríos y yo soy uno de tus maestros.
—¿Maestro? ¿Qué tipo de maestro es usted? —pregunté.
—Uno muy especial —respondió —. Mi misión es enseñarte este lugar. Soy tu guía.
—¿Por qué necesito un guía? —dije mirando sus ojos que deslumbraban debido a su color celeste intenso.
—Por una razón muy simple: Estás muerto. Si lo deseas, puedo describirte cómo perdiste la vida. También te ayudaré en este proceso.

Al escuchar esas palabras temí estar volviéndome loco. Pensé que aquello era producto de algún tipo de alucinación y me pregunté si no me habrían secuestrado.
—Sé lo que estás pensando —dijo.

Sufrí un sobresalto ¿Acaso podía leer mis pensamientos? Pero él lo negó; me explicó que estaba acostumbrado a la reacción de los que llegaban sin preparación previa.
Entonces le pedí más detalles.
—Este sitio, aunque te cueste creerlo, es el cielo —dijo —.Tus recuerdos regresarán poco a poco. Es lo normal. Mientras tanto te mostraré el paraíso y conocerás a los demás.

Caminamos por el extenso césped rodeado de margaritas. Había varias personas deambulando por allí. Se veían felices: sonreían y conversaban en voz baja.
En ese momento se acercó una mujer. En su mirada vi serenidad, y cuando habló, noté que su voz poseía una ternura infinita.


3. Fabiangs7

La reconocí enseguida, era mi hermana Carmen, quien había fallecido cuando ella tenía 20 años de edad por una pulmonía. No podía creerlo, lucía con la misma apariencia que la recordaba cuando yo tenía 12 años. Me sentí ansioso de preguntar muchas cosas, mi hermana me pidió que me tranquilizara, y me dijo: “recuerda que siempre te decía en vida, con la paciencia, se gana la ciencia” y señalando al hombre que me acompañaba me explicó: “Marcos es tu guía espiritual, todos tenemos uno y es un alma a ser nuestro tutor terrenal para que nos inspire, nos apoye en la toma de decisiones”.

En ese momento algunos amigos me llamaron por mi nombre, los vi y recibí con alegría, estaban mucho más jóvenes de como los recordaba. Carmen hizo un relato sobre los parientes y sus destinos. Me impresionaba con todo. En aquel sitio no vi a nadie con aflicción, todos vivían felices. Era un lugar de ensueño, muy diverso en riquezas, con mares preciosos, azules, aguamarinas y verdes; ríos que formaban vórtices de agua imposibles; lagunas encantadas, puentes inverosímiles, lugares naturales fascinantes y todo tipo de fauna y flora nunca antes visto. Era tan fantástico, que en cuestión de minutos se podía pasar de un paraje a otro completamente distinto.

A medida que pasaba el tiempo con mi hermana y Marcos, en un momento recordé lo que fue mi vida en el plano terrenal, cuando enfermé sabía que mi tiempo en el mundo físico se había terminado, no podía mejorar, ya no podía volver hacer todas las cosas que solía hacer, había muerto de un cáncer pulmonar que se propagó en mi cuerpo perdiendo así mis facultades motoras. En el último momento de mi deceso, aunque no podía ver, sabía que mi hijo quien había cuidado de mi, había cerrado mis ojos. Ahora me sentía feliz allí.

Un buen día escuché la voz de una mujer que me llamaba, no era la voz de mi hermana, ni la de ninguna mujer con la que me hubiera reencontrado en aquel lugar. Era una voz que escuchaba en mi cabeza repitiendo mi nombre: “Simón Ríos”. mi guía espiritual me propuso que cerrara los ojos, ya que esa voz no era de ese mundo. Así lo hice, en mi mente vi a una mujer de cabello rubio con un peinado sofisticado como para una fiesta. Ella se presentó, se llamaba Samanta, era una médium, me informó que tenía al lado a mi hijo, quien tenía una pregunta para hacerme.


4. IGnus

La voz de la medium era solemne y artificiosa. Se escuchaba como tantas películas en que había visto una sesión espiritista. Hablaba pausado y fuerte como si yo fuera sordo o idiota. Fue entonces que mi mente volvió a hacer clic.
Ya había tenido antes esta sensación, cuando recién había conocido a Marcos, y tanto los detalles como la luz me parecían muy teatrales.
No obstante, mi alma quería darles el beneficio de la duda, ya que el mundo del más allá que me habían presentado era sin dudas maravilloso.

Sin previo aviso, una ola de recuerdos vino a mí, luego de pensar un instante en qué sería lo que mi hijo quería preguntarme. Y esto no era bueno.

Otra vez me preguntaba si no estaría volviéndome loco. Marcos, que de nuevo parecía leer mis pensamientos trató de recordarme que debía prestar atención a mi hijo, pero mi mente ya estaba en otro lado.

Debía ser sincero con mi propia conciencia. ¿Estaba bien que yo fuera al paraíso? No tanto, teniendo en cuenta las cosas terribles que había hecho durante mi vida y ahora podía recordar. Fui cruel y despiadado con aquellos que me servían. Fui avaro y siempre traté de sacar ventaja en todo. En consecuencia me fue muy bien en lo terrenal. Había acumulado una gran riqueza, que me hubiera permitido vivir con lujos durante muchos años. Pero tenía que llegar la maldita enfermedad…

Otra ola de imágenes asaltó mi mente como una inundación, y ahora podía recordarlo todo. Algo no había funcionado bien. Había invertido demasiado dinero en esto. No podía fallar. Pero no me cabían dudas de que así había sido. Era lamentable. Me hubiera gustado de veras haber tenido un hijo, y que él me extrañe…

Cuando se acumula una riqueza desmedida, uno se mal acostumbra a los placeres y sobre todo a los caprichos. Como un niño que quiere helado, somos capaces de golpear el suelo con rabia, si no se nos complace en la forma en que queremos. Imagínense lo que pasó conmigo cuando me enteré de que tenía una enfermedad mortal e incurable. Ni todo el dinero del mundo podría salvarme.
Ante esta situación, ya que iba a morir sin dudas, y según los sacerdotes que me visitaron, si no me arrepentía mi alma se quemaría en el infierno; decidí comprar un paraíso a medida. Disponía del dinero necesario.

Hice fabricar un edificio, en una isla desierta en medio del Pacífico, donde me internaría hasta el fin de mis días. Allí, hice instalar una supercomputadora que estaría conectada a mi cerebro, y en la que hice cargar toda la información posible sobre mi vida, amigos, o familiares que hubieran muerto. Sus recuerdos tenían que estar ahí para mí. Mi cuerpo estaría dormido, y mi mente viviría una ilusión lo más realista posible, controlada por decenas de operadores que me harían vivir la experiencia como si, y esto es irónico, en verdad estuviera muerto.

No me importaba si luego de esto moría de verdad y mi alma iba a parar al infierno. Al menos lo habría disfrutado.

Hubiera querido continuar con la experiencia, pero parece que la droga cuya misión era hacerme olvidar mi verdadera vida había fallado.

Poco a poco, estaba recuperando la conciencia, y la acompañaba un gran dolor de cabeza. Mis extremidades se desentumecían. Sin abrir los ojos aún, calculaba lo que estaba sucediendo. Se supone que la cámara criogénica donde me habían colocado me mantendría en estado de suspensión durante mucho tiempo. Pero también parecía fallar, mi mente comenzaba a detectar todas las partes de mi cuerpo; tan intenso era el dolor que llegó a continuación, que me obligó a sentarme y abrir los ojos.
Los cables de mi cabeza se desconectaron de golpe, y a través del vidrio pude ver a los operadores que habían estado controlando mi sueño… O al menos lo que quedaba de ellos: simples esqueletos con ropas.
Algo no estaba bien. Mi voz salió como un ronquido cuando pregunté a la máquina:

—Computadora: ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que estoy aquí?
La voz automática confirmó mi sentencia:
—Han pasado doscientos noventa y seis años, tres meses y cuatro días.

Mi verdadero infierno acababa de comenzar.

FIN
 
Ninive,08.09.2020
Da Capo

A )Marcelo Arrizabalaga.....
No tener recuerdos es algo que asusta, por eso, al verme sentado frente a aquel hombre, experimenté el mayor temor de mi vida.
Su sonrisa no lograba tranquilizarme, tampoco sus ademanes bondadosos. Había demasiada perfección en ciertos detalles y la luz que lo seguía era bastante teatral. Su traje blanco armonizaba con el ambiente donde los colores pastel y la suave melodía creaban una atmósfera artificial.
Me ofreció un vaso de agua y preguntó cómo me encontraba. No pude articular palabra. Sentía un vacío inexplicable, una inquietud desconocida hasta ese instante.
Finalmente pregunté: __¿Dónde estoy?
__Tranquilo -respondió -estás en casa, todo está bien.

B) Yvette27

Dicho esto se fue, es decir, se esfumó, desapareció de mi campo visual, tal como había llegado. Pero ¿dónde estaba? El miedo que había experimentado anteriormente se convirtió en pánico. Sentí mis manos y piernas húmedas y heladas. El ambiente se impregnó de un extraño olor. Una mujer envuelta en un halo violáceo entró en el cuarto, la música que antes era melódica se convirtió en un obsesivo ritmo de tambores. Yo permanecía sentado frente a la mesa. Ella me mostró un cuadrante en el que zigzagueaba un gráfico azul.
__Hoy hace veinte años terrestres que entraste aquí, allí están en el 2040-dijo y agregó- tu clon salió perfecto.

Si antes estaba aterrado ahora creí que enloquecería. Ella parecía ser una enfermera, solo pude decirle tiritando:“me muero de frío”.
_Ya se te pasará, es normal que un día después del deshielo tengas esa sensación. No puedo perder tiempo, el CONTROL me buscará -su voz se entrecortaba al hablar- yo también fui terrestre, ahora tengo que salir de aquí, algo no funciona en mi sistema y ya se dieron cuenta, tengo recuerdos y emociones, me van a destruir como a ti. Ya no les sirves, obtuvieron lo que querían.
Abrió un ropero y lo que vi me dejó de estuco. Allí dentro había un muñeco idéntico a mí.
_Podremos escapar con la ayuda del clon-dijo ella-él sabe cómo conducir la cabina espacial y obedecerá a tus órdenes,pero cuando lleguemos a tierra tendremos que destruirlo,después te daré una inyección para que recuperes la memoria.
_Dáme enseguida la inyección.
_No es posible, el robot solo puede obedecerte mientras no tengas recuerdos.

C-carlitoscarp
-Explícame por qué tendría que creer tu historia.
-Ahora no puedo hacerlo. Volveré a contactarte, me debo ir. –No bien partió, la música se fue con ella.
Quedé solo en la habitación, más solo que nunca. Un desamparo inconmensurable me poseía. Podía pensar y razonar pero… ¿pensar en qué?, no había dentro de mí ni un solo recuerdo. Desconocía mi nombre, mi pasado, mi edad y mi aspecto, ¡wau! No era poco. Pero… un momento, cuando esa misteriosa enfermera me mostró al ente inanimado, en el habitáculo que tenía frente a mí, supe sin ningún lugar a dudas que aquel era mi rostro y mi cuerpo duplicados. De inmediato me dirigí a él para tratar de abrirlo. No fue poca mi sorpresa al no hallar el modo. No solo no tenía cerrojos, parecía no tener puertas tampoco.
Miré a mi alrededor, nada me despertó curiosidad en aquella habitación. Me acerqué a la puerta y la abrí. El espectáculo alucinó mis ojos y rompió mis escasas estructuras. Un parque interminable, alfombrado de un césped de color azul claro, se extendía ante mí. Caminé tres pasos y me agaché para arrancar algunas hebras, daban el aspecto y la frescura de ser muy reales. Infinidad de árboles, arbustos y enredaderas se esparcían aquí y allá. Toda aquella vegetación estaba repleta de flores que perfumaban la atmósfera. Levanté la vista para observar el cielo, era de color rosa, uniformemente rosa, y resplandecía con su luminosidad. Su diáfana luz encantaba el paisaje. Todo resultaba ajeno a mi comprensión pero se respiraba paz y armonía. Busqué el sol en ese extraño cielo, no lo pude hallar. De repente un insecto cruzó ante mis ojos, una abejita diminuta que seguramente buscaba su flor para libarle el néctar.
Comencé a caminar sin rumbo. Me crucé con varias personas y con sus sonrisas amigables, les devolví la atención a todas ellas. Ningún rostro me resultaba familiar y esa sensación me angustiaba de algún modo. Algo llamó mi atención, había observado muchas abejitas pero ningún pájaro se cruzó a mi paso. Solo un instante después se despejó mi inquietud, una bandada de golondrinas, quizás, atravesó aquel cielo increíble dejando oír sus trinos. Otra rareza que capté también se diluyó de pronto, no había visto árboles frutales hasta entonces pero uno muy frondoso se erguía ante mis ojos repleto de frutos maduros. Me decidí a probar uno, ¿qué podría perder? Me senté reclinado en su tronco y comencé a saborearlo, su gusto era exquisito. Los pensamientos vinieron a buscarme. ¿Qué estaba haciendo allí? ¿Estaría muerto? ¿Por qué no podía recordar que había hecho de bueno para merecer ese sitio paradisíaco? Eso… eso lo ensombrecía todo, esa profunda soledad sin un pasado, me devastaba.
De repente, la enfermera del halo violáceo se presentó ante mí:
-Hoy es el día, en la noche te iré a buscar a tu habitación, le darás vida a tu clon y volveremos a la Tierra. Si sigues mis instrucciones lo lograremos, ya verás.
-¿Por qué tendría que partir?, éste es un lugar maravilloso. ¿Qué puedo encontrar en la Tierra si hace ya veinte años que me fui de allí?
-¿No lo entiendes? Ellos nos roban los genes y la memoria para obtener autómatas con nuestro ADN, luego nos desechan. Esta noche cuando te duermas ya no despertarás. Nos dan este día como gesto de misericordia, así de perversos son.
-¿Quiénes son ellos?
-Son humanos como lo eres tú. Forman dos grupos pero a la hora de las decisiones siempre acuerdan. Unos se autodefinen como Iluminados o Elegidos, pero sus rivales los llaman “Obscenos”. Los otros se proclaman Monjes Negros o Ilustrados pero en sus cargos se designan “Guías”.
-¿Y tú, dulce enfermera, a que bando perteneces?
- Yo soy solo un ser clonado. Fui la enfermera a cargo de mi próximo clon y del tuyo. Tengo una deficiencia genética heredada y oculta. Por ella arrastro los recuerdos de mis antepasados.
-¿De tus antepasados?
-Sí, de mis antepasados, llevo ocho generaciones aquí de continuas clonaciones. Mi reemplazo se engendró con el tuyo. Cuando te dijeron “estás en casa” no te mintieron, tus réplicas estarán aquí por toda la eternidad. Tiene que ser esta noche, no tenemos mañana.
-¿Y dónde está la Tierra? ¿Dónde están los planetas y el sol, no los veo?
-Ahí arriba está la Tierra, todo ese cielo rosa que ves es nuestra Tierra. Las demás cosas que estás viendo, incluida yo, somos hologramas en cuatro dimensiones. Las abejitas que te acompañaron todo el paseo son cámaras de rastreo. Gracias a una de ellas que me detectó llorando adelantaron mi clonación y me asignaron a su cuidado para ponerme a prueba. Por eso estás ante mi holograma, me vigilan todo el tiempo. ¿No te das cuenta que estás viviendo una mentira? Si dejas a tu clon aquí quizás tenga placer y se le conceda alguna ilusión de las que pida, como la de esos pájaros y estos frutos que tú deseaste. Sí, podrá sonreír, pero nunca podrá reír con ganas, ni llorar, ni amar, ni sufrir… ni morir. ¿Prefieres morir o ser chatarra?, tú decides. Es el último deseo que podrás satisfacer acá… y me arrastrarás con él.
-¿Y cómo haremos para escapar?
-Cuando pienses en dormir encontrarás una habitación muy confortable. Entra allí, pero no te duermas, si lo haces nunca despertarás y estaremos perdidos. Yo iré a buscarte, pero no seré el holograma que tienes delante, seré yo por la noche. Luego le daremos vida a tu clon y él nos sacará de aquí, tiene la programación para hacerlo porque está destinado a ese servicio.
-¿Cómo le daremos vida?
-Tú lo harás, con solo tocarlo le transferirás todas tus capacidades. Pero si te devuelvo los recuerdos antes de que lo hagas no te reconocerá, no está capacitado para recibir recuerdos, sufrirá contradicciones y nos matará a los dos.
D justine
Soy un hombre sin nombre y sin recuerdos. Me despedí de mi violácea e inesperada amiga con la suficiente antelación para no inquietarme con su rápida evanescencia. Ella era un holograma, pero no cabía duda de que yo era un cuerpo porque me acababan de descongelar, sentía frío todavía. Según instrucciones, si por la noche quería retornar al planeta Tierra, tendría qué imaginar una puerta que abriera a un dormitorio, tenía el poder de crear materia con mis pensamientos… Las precauciones de que no caiga en el sueño tal y como me indicó la enfermera carecían de lógica, de hecho, estaban sucediendo tantas cosas y tantas otras daban vueltas por mi cabeza que creía improbable que pudiera quedarme dormido ni un solo instante. No sabía quién era ni dónde estaba, a pesar de que, el hombre de la bata blanca y porte erguido le había dicho de forma clara que estaba en casa. La confianza es una emoción humana, pero también lo es su contraria, y el miedo… Y yo sentía las tres. Podría decirse que esta mañana había renacido a una vida que era desconocida para mí, y que también esta noche sería destruido. Reconocí mis rasgos en el clon del cubículo, pero eso no restableció mi memoria, por otra parte fui capaz de experimentar la belleza, así que mis sentidos estaban intactos.
Los ciclos del tiempo no me habían sido mostrados. ¿Cómo reconocer la noche?, ¿cuándo empezaba y cuánto duraría?, ella no me había dado esa información. Era cuestión de empezar averiguarlo. Si iba a morir, igual sería que yo mismo adelantara mi propia muerte. Regresé a la oficina donde todo había comenzado y me dispuse a indagar. Abrí la puerta hacia el exterior, y allí seguían el césped azul y el cielo rosa. Se veían clones, hologramas o personas como si el tiempo no hubiera transcurrido, imposible saberlo. Por mi parte no tenía ni un ápice de sueño. Me quedé solo en la habitación y fui ante el cubículo. Tan pronto como mi pensamiento imaginó el abrir la puerta, mi clon se expuso ante mí. Si lo tocaba le transferiría la vida. Me arriesgaba a que, si la enfermera no estaba y no sabía manejar la situación , me condenara a una muerte anticipada. Volver a la Tierra no me apasionaba, no recordaba nada de ella, pero huir de la destrucción sí que tenía sentido. Tampoco podía ponerme a disposición de la primera persona que me había contado una historia. Así que temblándome las manos y sin más cavilaciones lo toqué.
—Buenas tardes, Comandante —Su voz era fuerte, idéntica a la mía.
—Tú nombre, edad y señas, —Le insté
—Clon 01, Comandante. —Me respondió. Sentí un escalofrío, ciertamente era mi clon y yo debí de ser un astronauta espacial… pensé. La cabeza comenzó a dolerme fuerte. Me aterrorizó pensar que pudiera recobrar la memoria y que, de modo cierto, tal como el holograma de las percusiones disonantes me había advertido, al desconocerme pudiera matarme. Desde luego la primera parte de lo que me había contado estaba sucediendo. Traté de recomponerme y el ruido y el dolor en mi cerebro se acalló.
—Deme la posición y distancia de la tierra, Clon01.
Las coordenadas que me describió deberían ser exactas, él no podía mentirme. Me anunció que la distancia a la Tierra era de cero años luz. Eso indicaba que estábamos en ella y no teníamos que emprender ningún viaje. Comencé a dudar, esto podría tratarse de un laboratorio clandestino del Pentágono o de otras instalaciones militares de otros países. Una pregunta más me inquietó:
—Respóndame clon01. — ¿Hay vida en el planeta?
—Sí, hay vida pero no humana y escasa. El planeta fue devastado por la explosión simultánea de varias bombas de hidrógeno hace 10 años terrestres. —Contestó. De nada servía volver. Quise recapacitar, pero no sabía cómo volver al clon a su anterior existencia inerte. No obstante, me atreví a probar con una orden.
—Gracias Clon 01, vuelve a situación de espera.
—A sus órdenes, comandante. —El clon se fue recluyendo en el cubículo, hasta quedar inmóvil. Entonces yo cerré la puerta con el contacto de mi mano.
Me pareció oír el zumbido de un insecto que sobrevolaba la pieza, así que me dispuse a pensar en mi habitación de descanso. Tan pronto apareció, me tumbé sobre una hamaca de un metal extraño iridiscente, y me quedé quieto. El sonido del insecto desapareció.
Partir o no partir, esa era la cuestión, pero según la enfermera me quedaban horas contadas en esta existencia desconocida. Pensé en ella, pero su holograma no apareció. Estuve cavilando durante lo que me parecieron horas infinitas. A punto estaba de quedarme dormido, cuando una luz reverberante y blanca apareció frente a mí. Todo en ella parecía moverse a una velocidad inquietante, poco a poco, comenzó a perfilarse una figura. Pasados unos minutos más la luz desapareció, y quedó frente a mí una mujer extrañamente hermosa, de unos veinte años terrestres, con un cuerpo grácil y una melena oscura que llegaba hasta su cintura. Sus ojos negros, su boca roja, preciosa. Creí que perdería el habla.
—Buenas noches, veo que me está aguardando, mi nombre se Atenea. Me acerqué a ella y le tomé la mano, su tacto era increíble y mi estómago dio un vuelco. No quise contarle lo que había averiguado, no sabía si ella estaba al tanto de lo que nos esperaba afuera.
Llevaba una pequeña caja en la mano que debía contener la inyección de mis recuerdos. Con un gesto firme se la cogí.
Vamos con mi clon. —Le pedí.
Nos acercamos al cubículo, ella parecía decidida a actuar, pero la frené. Es mi turno, le dije. Abrí la puerta con mi mente y allí seguía afortunadamente mi clon O1. Me acerqué y le toqué el hombro con mi mano. Inmediatamente adquirió su animación de vida.
—Clon01, coge la nave y vamos a la superficie de la Tierra, —Le ordené.
-Síganme. –Nos anunció. Abrió una puerta lateral y salió. Con Atenea nos apresuramos a seguirlo. Delante nuestro una nave de una aleación extraña, coronada por un artilugio que parecía un sacacorchos nos estaba aguardando.
El clon se dirigió hacia ella y la abrió. Se acomodó tranquilo frente al cuadro de mandos, Atenea y yo subimos precipitados y nos sujetamos con cinturones en los asientos de la nave. De pronto un estruendo surgió de la máquina y empezamos a girar de forma vertiginosa. En un tiempo que me pareció un instante la nave se detuvo. Mi Clon descendió primero y puso sus pies sobre el suelo, Atenea y yo seguimos sus pasos. Desde la nave se vislumbraba un extenso páramo, se podía respirar, nada que pareciese vivo se mostró ante nosotros, fuimos avanzando en silencio. En el horizonte parecían verdear unos arbustos y cuando llegamos hasta él escuchamos el murmullo de un arroyo. La mujer lloraba, tendría que explicarle muchas cosas, pensé. Atenea me pidió la cajita que le había arrebatado cuando nos encontramos.
—No quiero mis recuerdos, Atenea, —La vida que quiero es la que tenemos aquí. Tampoco destruiremos al clon, yo me encargaré de él. No vamos a destruir nada más en este planeta, correremos el riesgo. Cogí la jeringuilla y la hice añicos con mi pie.
Por un momento todos nos quedamos callados. Yo creí por un instante contener la conciencia de Dios y todo lo que miraba se convirtió en amor.
El sol, que había brillado hasta ese instante, comenzó a ponerse.
Atenea y yo nos miramos profundamente a los ojos. Hemos venido a crear, ya lo verás. No me gusta tu nombre, tiene vestigios de guerras. A partir de ahora me gustaría que te llames Eva. Entonces, el hombre sin memoria, convertido en un Adán creador le besó la boca y la conoció sobre la Tierra.





 
IGnus,08.09.2020
Muy entretenida la historia del equipo B. Me gustó el final, y la forma en que fueron enredando el asunto entre todos. No es tan fácil continuar un relato a partir de los hilos que deja el escritor anterior, porque muy pocas veces uno sabe hacia donde apuntaba el relato en realidad, o lo que pensaba su predecesor. Me gusta cómo lo han resuelto.

Acerca del relato de mi equipo, tengo que agradecer a mis compañeros porque fueron geniales y me permitieron imaginar a mis anchas.
 
Yvette27,08.09.2020
Gracias Ignus. Nos dimos cuenta de que lo que se nos presentaba no era fácil al leer el primer tiempo de Marcelo. los dos equipos comprendimos que ese inicio común nos colocaba indiscutiblemene en un plano irreal que conducía al sueño o a la ciencia ficcióny esto era lo más evidete. La responsabilidad de elegir este gereno de estilo se impusoo , asícreo que sucedió en el equipo 1yo me divderrtí conversamos mucho y afianzamos nuestraamistad con carlitos y justine.Nuestro cuento desebordó en extensión ,lo sabemos pero no lo pudimos acortar Espero que eustedes equipo1 hyan tenido el mismo entusiamo y placer en cumplir las partes ique se asignaron.
 
IGnus,08.09.2020
Pasó más o menos lo mismo por este lado. El inicio de Marcelo facilitaba hacer entrar lo paranormal, pero con esos detalles como la "luz teatral" o "detalles demasiado perfectos" daba pie a la ciencia ficción, que sabes, la disfruto mucho. Diría que me divertí como un enano, si supiera con exactitud lo que esa frase significa... Jajaja.
 
carlitoscap,08.09.2020
Buenísimas las dos historias. Pensé que nos podríamos alejar aún más un grupo del otro, pero sí, estoy de acuerdo, la Ciencia Ficción se imponía.
Felicito al equipo 1, hicieron un gran trabajo y magníficamente coronado.
Y de mis compañeras ¡qué puedo decir!, ¿qué puedo decir?... Son Maravillosas.
Besos y abrazos para todos.
 
fabiangs7,09.09.2020
Que entretenida ambas historias, con giros que como lector asombran y hacen que uno tenga más interés en seguir leyendo. El taller es muy interesante y enriquecedor, porque permite que hayan estilos combinados en los textos, al igual que la historia no es predecible.
 
Mialmaserena,09.09.2020
Muy buenos los dos cuentos. Los disfruté.
 
Clorinda,09.09.2020
Felicito a los participantes de ambos grupos. ¡Gran imaginación! ¡Gran trabajo! Bien pensado final el de las dos historias, aunque el que escribió carlitoscap estuvo genial.
 
Marcelo_Arrizabalaga,09.09.2020
Me gustaron mucho ambos cuentos. Fue como ver dos buenas pelis de ciencia ficción. Felicitaciones a los inspirados escritores.
 
Justine,10.09.2020
Enhorabuena a los autores de Quiero mi paraíso. Un final con un infierno muy suigéneris. La vida eterna en un mundo de soledad y sin valores.
 
Ninive,11.09.2020
Como broche final a este encuentro algo sobre eCuento en general

Tema
Es lo que llama la atención en todo el desarrollo del cuento. El tema es el elemento móvil del relato, el cual alcanza su punto máximo a medida que el relato va evolucionando. Puede basarse en una gran gama de aspectos, como el odio, amor, rencor, ilusión, ciudades, países, animales y pare usted de contar.


- Personajes
Seres y cosas tanto reales como imaginarios caben en todo relato. En las narraciones literarias existen personajes principales o protagonistas ya que, por sus características resaltantes, destacan sobre los demás y realizan acciones más significativas. Luego, encontramos a los personajes secundarios, que son menos importantes. El cuento debe partir de situaciones en las que el o los personajes viven un conflicto que los obliga a tomar una decisión que pone en juego su destino.


- Ambiente
Este elemento no es fundamental en el cuento, ya que está formado por el ámbito o escenario donde los personajes se mueven. En los pequeños relatos no siempre se encuentra definido, ya que muchas veces el ambiente está tácito, sugerido o esbozado a grandes rasgos. En contraposición, vemos que en la novela la presencia de un ambiente específico sí es necesaria.


- Adicionalmente, la historia del cuento debe entretener, conmover, intrigar o sorprender. El estilo debe ser directo, sencillo y sin muchos adornos
 



Para escribir comentarios debes ingresar al sitio: Ingresar


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]