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Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Talleres / Nueva Propuesta taller 7 - [F:9:13132]


Ninive,03.10.2019
Hasta el 12 de octubre se reciben textos(cuento, ensayo, reflexión ,poesía ) sobre el tema "La Verguenza"

Desde el 12 de octubre ejercitaremos lo aprendido hasta ahora y algo más.
 
yosoyasi,04.10.2019
Trataré
 
mialmaserena,08.10.2019
Redes

Soy tímida, trato de mimetizarme con el entorno para no llamar la atención.
Pero no es fácil; a veces aparecen mis impulsos y termino atrapada en circunstancias que no deseo.

Me tiendo trampas, (tal vez lo estoy haciendo ahora). Soy como una araña que al caer en sus redes no sabe como salir.

Carezco de amistades, no deseo compartir mis sentimientos.

Una vez quise cambiar.
Pensé en un intento simple, algo que me ayudara a aplacar ciertos miedos.
Tuve suerte, descubrí una página literaria y la saturé tratando de verter allí todos mis pudores. Por fin logré ser otra; podía reír, llorar, contar mi verdad incoherente y describir sucesos con soltura y sin inhibiciones molestas.
Si la felicidad fuera posible, podría asegurar que durante esos días fui feliz.
Mi seguridad aumentó; comencé a salir del ostracismo, el contacto con el mundo se había convertido en algo casi placentero.
Podía disfrutar del entorno, observar a la gente, imaginar situaciones que después volcaba en mis escritos.

Pero un día descubrí que una de mis historias había sido desmenuzada sin piedad. Un crítico experto en literatura opinaba sobre el maltrato padecido por una niña de ocho años.

Sentí tanta vergüenza que aún hoy, sigo llorando como esa niña.
Pero no soy una niña.
Soy solo una mujer tímida que se ha enredado en su telaraña otra vez.
 
mialmaserena,08.10.2019
Corrijo:

Me tiendo trampas (tal vez lo estoy haciendo ahora).

Sentí tanta vergüenza que aún hoy sigo llorando como esa niña.
 
Marcelo_Arrizabalaga,08.10.2019
El gran cambio

Ya no recuerdo bien el proceso que me llevó a esto. Sí que se produjo en la fiesta de fin de año en la discoteca.
Fue como un impulso irrefrenable. Una reacción inevitable contra tanto sufrimiento.

Tímido. Inseguro. Vergonzoso. Fue el derrotero de toda mi vida. Callado. Sonrojado. Me escabullía por los rincones.
Pasaba muchas horas solo. Fantaseando con ser quien no podía.

¿O sí podía…?

A las 23:45 hs de aquel treinta y uno de Diciembre del año 2000 irrumpí en la discoteca más famosa de Buenos Aires hecha una loca.
Bueno, es una forma de decir. Soy hombre, y como tal iba vestido.

- ¡Alegríaaaaa!!!! – grité atravesando la puerta doble.


Fui a la barra, pedí un trago. En el camino besé varias mujeres. Bailé desenfrenado.
Mis compañeros de trabajo comenzaron a frecuentarme o invitarme a salir.

En unas semanas tenía un club de admiradores.

Una vez me colé por una entrada lateral de la Casa Rosada, y terminé entrando en la oficina del Niño Mauricio.

- ¡Vamos a la Costanera a tomar algo! - fue mi invitación.

Se sorprendió un poco, pero no pudo rechazarla.

Los días siguientes me tuvieron de asesor de gobierno de un presidente que invariablemente me preguntaba:

- ¿Y ahora qué hago?

Mi personalidad arrolladora, no tenía límites. Era experto en cualquier cosa. Creía que todo era cuestión de decisión.
Hasta el día en que luego de casi cuatro años, compré un periódico para ver un poco cómo andaba mí querido país, al que había dejado de prestarle atención por estar imbuido en mi personaje.


He vuelto a ser tímido. Inseguro. Vergonzoso. Sospecho que todo esto ya me ha pasado en otras oportunidades.

Mis compañeros de trabajo murmuran y me ven callado sentado en el escritorio del rincón de la oficina.

Tengo en mi mano la tarjeta de un terapeuta, el Dr. Zepol. Me lo han recomendado diciéndome que podrá ayudarme.

Quisiera llamarlo para concertar una primera entrevista, pero me da mucha vergüenza.

 
Marcelo_Arrizabalaga,09.10.2019
Corregido:

Ya no recuerdo bien el proceso que me llevó a esto. Sí que se produjo en la fiesta de fin de año en la discoteca.
Fue como un impulso irrefrenable. Una reacción mayúscula contra tanto sufrimiento.

Tímido. Inseguro. Vergonzoso. Fue el derrotero de toda mi vida. Callado. Me escabullía por los rincones y me sonrojaba.
Pasaba muchas horas solo. Fantaseaba con ser quien no podía.

¿O sí podía…?

A las 23:45 hs del treinta y uno de Diciembre de aquel año, irrumpí en la discoteca más famosa de Buenos Aires hecha una loca.
Bueno, es una forma de decir. Soy hombre, y como tal iba vestido.

- ¡Alegríaaaaa!!!! – grité atravesando la puerta doble.


Fui a la barra, pedí un trago. En el camino besé a varias mujeres. Bailé desenfrenado.
Mis compañeros de trabajo comenzaron a frecuentarme e invitarme a salir.

En unas semanas tenía un club de admiradores.

Una vez me colé por una entrada lateral de la Casa Rosada, y terminé entrando en la oficina del Niño Mauricio.

- ¡Vamos a la Costanera a tomar algo! - fue mi invitación.

Se sorprendió un poco, pero no pudo rechazarla.

Los días siguientes me tuvieron de asesor de gobierno de un presidente que invariablemente me preguntaba:

- ¿Y ahora qué hago?

Mi personalidad arrolladora no tenía límites. Era experto en cualquier cosa. Creía que todo era cuestión de decisión.

Hasta el día en que luego de casi cuatro años, compré un periódico para ver un poco cómo andaba mi querido país, al que había dejado de prestar atención por estar imbuido en mi personaje.


He vuelto a ser tímido. Inseguro. Vergonzoso. Sospecho que todo esto ya me ha pasado en otras oportunidades.

Mis compañeros de trabajo murmuran y me ven silencioso, sentado en el escritorio del rincón de la oficina.

Tengo en mi mano la tarjeta de un terapeuta, el Dr. Zepol. Me lo han recomendado diciéndome que podrá ayudarme.

Quisiera llamarlo para concertar una primera entrevista, pero me da mucha vergüenza.

 
mialmaserena,09.10.2019
Corregido

Redes

Soy tímida, trato de mimetizarme con el entorno para no llamar la atención. Pero no es fácil; a veces aparecen mis impulsos y termino atrapada en circunstancias incómodas.
Carezco de amistades, no deseo compartir mis sentimientos con nadie.
Me tiendo trampas (tal vez lo estoy haciendo ahora). Soy como una araña que al caer en sus redes no sabe como salir.
Un día quise cambiar.
Pensé en un intento simple, algo que me ayudara a aplacar ciertos miedos.
Tuve suerte, descubrí una página literaria y me dediqué a exponer allí todos mis pudores. Por fin logré ser otra; podía reír, llorar, contar mi verdad incoherente y describir sucesos con soltura y sin inhibiciones molestas.
Si la felicidad fuera posible, podría asegurar que durante esos días fui feliz.
Mi seguridad aumentó, comencé a salir del ostracismo; el contacto con el mundo se había convertido en algo casi placentero.
Conseguí disfrutar del entorno, observar a la gente, imaginar situaciones que después volcaba en mis escritos.

Entonces noté que una de mis historias había sido desmenuzada sin piedad. Un crítico experto en literatura opinaba sobre el maltrato padecido por una niña de ocho años.

Sentí vergüenza y comencé a llorar como cuando era niña.

Pero no soy una niña. Soy solo una mujer tímida que se ha enredado en su telaraña otra vez.
 
Viento_sur,09.10.2019
Casi había concluido.
Levantó la mirada del atril y intentó observarla como a un todo.
Sus labios entreabiertos, la mirada perdida, las líneas exactas de sus manos sobre su pubis y sus piernas, perfectas extensiónes del paraíso.
Decidió a último momento cubrir aquella desnudez con un tenue matiz rojizo, espejo (quizas) de la propia verguenza del joven retratista.
 
kone,09.10.2019
EL SILENCIO INCONFESABLE

Cuando era una adolescente Lizy Lozano descubrió algo genial. Si se concentraba, podía escuchar los pensamientos más vergonzosos que ocultaba la gente. Al principio pensó que era una infección de oído ya que comenzó a escuchar algo parecido a palpitaciones, como si dieran toquecitos a un micrófono encendido. Al poco tiempo era un murmullo confuso y luego las palabras eran perfectamente claras.
Comprendiendo lo que acababa de descubrir, la adolescente afirmó que estaba curada y se dedicó a hacer uso de su nuevo talento. Ya no más acoso en la escuela, Lucinda Rosas y su enjambre de aduladoras dejaron de derramar refresco sobre ella cuando la voz interior le descubrió que su padre se declaró gay y se mudó con el vecino. Nadie más la llamó Lizy Uglizy o cara de guayaba, no más insectos arrojados encima de la puerta del baño ni empujones en los pasillos.
Toda la escuela supo que la familia de Hugo Vazquez se declaró en bancarrota, que los padres de Juan Montano pagaron el aborto de su novia Marcela Cisneros quien vivía enfrente y fuera su amiga durante la primaria, pero cuando se volvió popular dejó de hablarle y que Nicolás Alcántara tenía una denuncia por voyerismo.
Aprendió a levantar una barrera mental con las voces más perturbadoras y se juró no utilizar su habilidad con su familia. Todo iba sobre ruedas, ya no comía sola, subió sus notas y Jonás Martínez la invitó al baile de navidad. Por primera vez disfrutó del respeto de sus compañeros.
¿Es posible percibir el instante que advierte la ruina? ¿En qué momento la integridad cotidiana se deforma más allá de toda proporción?
Más de una década después, Lizy recuerda la desolación proyectando su sombra por encima de cualquier deseo. Recuerda la ambulancia estacionada enfrente, la camilla donde sacaron el cuerpo de Marcela y sus padres llorando. Puede verse a sí misma recibiendo la mirada de la madre, cargada de desdicha y sus gritos increpándola y culpándola.
Recuerda a sus padres abrazándola y protegiéndola. Recuerda el enorme esfuerzo que hizo por no llorar cuando las voces de sus padres estallaron en su cabeza: “Por Dios, dejen de vernos, ¿cómo pudiste?, ¿Qué van a pensar de nosotros?, nadie creerá nuestra historia”.
Y así fue como sus padres, desde lo recóndito de su galería íntima, desfiguraron lo que no pudieron decir, mientras temían al qué dirán.
La doctora Lizy Lozano ahora vive a quinientos kilómetros de sus padres. Cada año cerca de navidad, Lizy recibe una invitación a pasar las fiestas en casa. Cada año acude con regalos, sonrisas y abrazos y es igualmente correspondida. En sus visitas baja sus defensas y escucha las voces de sus padres. “Que pasen pronto estos días, ojalá no nos encontremos con los Cisneros, ¿por qué no dices que pasarás estos días en otro lado?
Mantienen una conversación insustancial que encubre esa parte empañada que sigue viviendo en las oscuras galerías de sus cavilaciones. Pensamientos sin palabras en un universo donde las circunstancias no dan cabida a los sentimientos.
 
Viento_sur,10.10.2019
Pincelada (corregido)

Casi había concluido. El pintor levantó la mirada del atril e intentó observarla como a un todo.
Sus labios entreabiertos, la mirada perdida, las líneas exactas de sus manos sobre su pubis y sus piernas, perfectas extensiones del paraíso.
Decidió a último momento cubrir aquella desnudez con un tenue matiz rojizo, espejo de la propia vergüenza del joven retratista.
 
viento_sur,11.10.2019
Casi había concluido.
Levantó la mirada del atril y intentó observarla como a un todo.
Sus labios entreabiertos, la mirada perdida, las líneas exactas de sus manos sobre su pubis y sus piernas, perfectas extensiones del paraíso.
Decidió a último momento cubrir aquella desnudez con un tenue matiz rojizo, espejo (quizas) de la propia vergüenza.
 
Clorinda,12.10.2019
Propongo algunos cambios del texto de viento_sur y luego podemos dialogar sobre el motivo.

"Casi había concluido.
Levantó la mirada del atril y intentó observarla como a un todo: sus labios entreabiertos, la mirada perdida, las líneas exactas de sus manos sobre su pubis y sus piernas, perfectas extensiones del paraíso.
El joven retratista decidió a último momento cubrir aquella desnudez con un tenue matiz rojizo, espejo —quizás— de su propia vergüenza."
 
Viento_sur,12.10.2019
Pinceladas

Casi concluido,
levantó la mirada del
atril, intentó observarla
como a un todo.

Sus labios entreabiertos,
la mirada perdida, las líneas exactas
de sus manos sobre su pubis
sus piernas,como un paraíso.

Decidió a último momento
cubrir aquella tenue desnudez
con un matiz rojizo, espejo de su propia vergüenza.
 
Viento_sur,12.10.2019
perdón trabajando sobre el esquema no vi la publicación anterior
 
Ninive,12.10.2019
En esta propuesta7 se han recibido textos de distintos estilos. Predomina el minicuento, por lo tanto le dedicaremos nuestra atención. Comenzaremos por recordar a qué se le denomina minicuento.(la información fue tomada de la web)


Un microrelato o minicuento es una expresión narrativa que se puede leer de un tirón, más sin embargo, el lenguaje utilizado debe ser trabajado y preciso con extrema audacia. Al contar con un espacio reducido se deben emplear las palabras justas, haciéndose casi indispensable el empleo de la elipsis para omitir lo innecesario

El autor de un minicuento utiliza al lector como un cómplice, esto quiere decir que deja espacio para la interpretación, de manera que sea el mismo lector quien saque conclusiones, poniendo en marcha su pensamiento a través de cada línea. El lector completa o rellena los espacios que el escritor ha dejado en blanco, es así como un minicuento puede llegar a tener múltiples interpretaciones.

Los minicuentos exhiben un cuidado extremo en el lenguaje. Al tener que utilizar un número escaso de palabras, describir situaciones rápidamente, definir situaciones en pocas pero justas pinceladas, el escritor debe utilizar las palabras exactas, precisas, que signifiquen exactamente lo que se quiere decir.
 
Ninive,12.10.2019
corrección según el turno de presentación
Mi alma serena con REDES (mininarración)

Corregir :hipérbaton
señalar lugares comunes
controlar uso verbal
Podar sin piedad lo superfluo y convertirla en minicuento (elipsis)
A trabajar
 
mialmaserena,12.10.2019

Redes

Soy tímida. Trato de pasar desapercibida pero a veces mis impulsos me traicionan y quiero ser como los demás.

Recuerdo muy bien aquel día: entré a una página literaria para volcar allí mis traumas y temores. Durante un tiempo creí que había logrado vencer mi timidez.
Entonces descubrí que mi historia había sido desmenuzada sin piedad. Un crítico opinaba sobre el maltrato padecido por una niña de ocho años.
Sentí vergüenza y comencé a llorar como cuando era niña.

Pero no soy una niña. Soy solo una mujer arrepentida de contar su verdad.
 
kone,12.10.2019
Redes
Mialmaserena

Soy tímida. Trato de no llamar la atención, pero a veces termino atrapada en circunstancias que no deseo.

Intenté hacer algo que me ayudara con mis miedos y descubrí una página literaria donde vertí mis pudores.
Me sentí otra. Mii seguridad aumentó y salí de mi ostracismo hasta que descubrí que una de mis historias fue desmenuzada sin piedad. Un crítico opinó sobre el maltrato padecido por una niña de ocho años.

Me avergoncé tanto que lloré como esa niña. Pero no soy una niña.

Sólo soy una mujer tímida que se enredó en su telaraña otra vez.
 
Ninive,12.10.2019
Bravo mialmaserena. No queda nada por arreglar, has sabido convertir en minicuento la narración , eliminaste sin dudas lo superfluo. Trabajaste muy bien.¿alguien tiene algo que agregar? A mí me impactó ,cosa que no hizo el texto narrativo.
 
kone,12.10.2019
Vuelvo a subir ya que en la anterior tiene un error de tipeo.

Redes
Mialmaserena

Soy tímida. Trato de no llamar la atención, pero a veces termino atrapada en circunstancias que no deseo.

Intenté hacer algo que me ayudara con mis miedos y descubrí una página literaria donde vertí mis pudores.
Me sentí otra. Mi seguridad aumentó y salí de mi ostracismo hasta que descubrí que una de mis historias fue desmenuzada sin piedad. Un crítico opinó sobre el maltrato padecido por una niña de ocho años.

Me avergoncé tanto que lloré como esa niña. Pero no soy una niña.

Sólo soy una mujer tímida que se enredó en su telaraña otra vez.
 
Clorinda,12.10.2019
Me encantó el texto "Pinceladas", de viento_sur, tanto en prosa como en verso. El texto se adapta para hacer de él un poema, casi sin modificar la letra. Solamente le sugeriría escribir versos que contengan una idea completa, y que luego se irán conectando con otras ideas, también completas, de modo que el todo suene como un poema. Por ejemplo:

En lugar de:

Casi concluido,
levantó la mirada del
atril, intentó observarla
como a un todo.

Propongo:

Pinceladas

Casi concluido,
levantó la mirada del atril.
Intentó observarla como a un todo.
..................................................

 
Ninive,12.10.2019
Muy bien la reducció de kone a minicuento. Clorinda no te apresures estamos trabajando en la adaptación a minicuento según el turno de presentación.
Próximos turnos
1Marcelo Arrizalaga
2kone
3viento Sur
 
Ninive,13.10.2019
cORREGIMOS ¨"eL CAMBIO" DE MARCELO Arrizabalaga

Esta narración no se puede convertir en minicuento por los diálogos y porque encierra una ironía y alusión que sólo los argentinos captarán. Esta fuera de ese estilo, queda como lo presentó el autor con algunos cortes que creo necesarios.

EL GRAN CAMBIO

Ya no recuerdo bien el proceso que me llevó a esto. Sí que se produjo en la fiesta de fin de año en la discoteca.
Fue como un impulso irrefrenable. Una reacción mayúscula contra tanto sufrimiento.

Tímido. Inseguro. Vergonzoso. Fue el derrotero de toda mi vida. Callado. Me escabullía por los rincones y me sonrojaba.
Pasaba muchas horas solo. Fantaseaba con ser quien no podía.

¿O sí podía…?

A las 23:45 hs del treinta y uno de Diciembre de aquel año, irrumpí en la discoteca más famosa de Buenos Aires( hecha una loca.
Bueno, es una forma de decir. Soy hombre, y como tal iba vestido.)

- ¡Alegríaaaaa!!!! – grité atravesando la puerta doble.


Fui a la barra, pedí un trago. En el camino besé a varias mujeres. Bailé desenfrenado.
Mis compañeros de trabajo comenzaron a frecuentarme e invitarme a salir.

En unas semanas tenía un club de admiradores.

Una vez me colé por una entrada lateral de la Casa Rosada, y terminé entrando en la oficina del Niño Mauricio.

- ¡Vamos a la Costanera a tomar algo! - fue mi invitación.

Se sorprendió un poco, pero no pudo rechazarla.

Los días siguientes me tuvieron de asesor de gobierno de un presidente que invariablemente me preguntaba:

- ¿Y ahora qué hago?

Mi personalidad arrolladora no tenía límites. Era experto en cualquier cosa. Creía que todo era cuestión de decisión.

Hasta el día en que luego de casi cuatro años, compré un periódico para ver un poco cómo andaba mi querido país, al que había dejado de prestar atención por estar imbuido en mi personaje.


He vuelto a ser tímido. Inseguro. Vergonzoso. Sospecho que todo esto ya me ha pasado en otras oportunidades.

(Mis compañeros de trabajo murmuran y me ven silencioso, sentado en el escritorio del rincón de la oficina.)

Tengo en mi mano la tarjeta de un terapeuta, el Dr. Zepol. Me lo han recomendado diciéndome que podrá ayudarme.

Quisiera llamarlo para concertar una primera entrevista, pero me da mucha vergüenza.
**********************
Si querés te ayudo con la cita ,conozco bien a ese profesional.


 
kone,14.10.2019
¡Uf! Tuve un error.

Lo vuelvo a subir

Marcelo_Arrizabalaga,08.10.2019

El gran cambio
Ya no recuerdo lo que me llevó a esto. El derrotero de mi vida siempre fue el de alguien tímido, inseguro y vergonzoso. Pasaba muchas horas solo, escabulléndome por los rincones y fantaseando con ser quien no podía.
¿O sí podía…?
A las 23:45 hrs. del treinta y uno de Diciembre del año 2000, irrumpí en la discoteca más famosa de Buenos Aires hecha una loca.
Bueno, es una forma de decir. Soy hombre y como tal iba vestido.
- ¡Alegríaaaaa!!!! – grité atravesando la puerta doble.
Fui a la barra, pedí un trago, besé varias mujeres y bailé desenfrenado. En pocas semanas mis compañeros de trabajo comenzaron a frecuentarme e invitarme a salir. Haste tuve un club de admiradores.
Una vez me colé en la Casa Rosada y terminé entrando en la oficina del Niño Mauricio.
- ¡Vamos a la Costanera a tomar algo! – lo invité sorprendiéndolo pero sin poder negarse.
Los días siguientes me tuvieron de asesor de gobierno de un presidente que invariablemente me preguntaba:
- ¿Y ahora qué hago?
Mi personalidad arrolladora no tenía límites. Pensé que todo era cuestión de decisión. Hasta el día en que compré un periódico para ver cómo andaba mí querido país, al que dejé de prestarle atención por estar imbuido en mi personaje.
Volví a ser tímido, inseguro y vergonzoso. Mis compañeros de trabajo murmuran mientras trabajo callado en un rincón de la oficina.
Tengo en mi mano la tarjeta de un terapeuta, el Dr. Zepol. Me lo recomendaron diciéndome que podrá ayudarme perno no tengo el valor de llamarlo para concertar una entrevista.
Me da mucha vergüenza.
 
Ninive,14.10.2019
"El silencio inconfesable de Kone no se puede reducir a minicuento pero da la posibilidad de recordar cuál es el uso correcto del gerundio.

...." Recuerda la ambulancia estacionada enfrente, la camilla donde sacaron el cuerpo de Marcela y sus padres "llorando". Puede verse a sí misma recibiendo la mirada de la madre, cargada de desdicha y sus gritos "increpándola y culpándola."
Recuerda a sus padres "abrazándola y protegiéndola. "

Corrección:
. Recuerda la ambulancia estacionada enfrente, la camilla donde sacaron el cuerpo de Marcela y sus padres que lloraban (llorando). Puede verse a sí misma recibiendo la mirada de la madre, cargada de desdicha y sus gritos que la increpaban y culpaban (increpándola y culpándola).
Recuerda a sus padres que la abrazaban y protegían (abrazándola y protegiéndola.)

Aparte del exceso del uso, recuerdopara todos la regla que dice que el gerundio es el SEGUNDO verbo del SUJETO.

A veces se puede confundir el sujeto pero en esta frase que daré les quedará claro.

José SUJETO salió PRIMER VERBO de la casa con el perro ladrando SEGUNDO VERBO


cORRECCIÓN :jOSÉ SALIÓ DE LA CASA CON EL PERRO QUE LADRABA, O QUE ESTABA LADRANDO.







 
Ninive,14.10.2019
Comento Pinceladas Viento sur.
Intuitivamente la autora nos da un minicuento perfecto

Pincelada (corregido)

Casi había concluido. El pintor levantó la mirada del atril e intentó observar A LA MODELO como a un todo.
Sus labios entreabiertos, la mirada perdida, las líneas exactas de sus manos sobre EL (su) pubis y sus piernas, perfectas extensiones del paraíso.
Decidió a último momento cubrir aquella desnudez con un tenue matiz rojizo, espejo de SU (la propia )vergüenza. ( del joven retratista.)
******
ELMISMO TEXTO CONVERTIDO EN PROSA FUE YA EXCELENTEMENTE COMENTADO POR CLORINDA

fELICITACIONES VIENTO SUR
 
Viento_sur,14.10.2019
Muchas gracias por las correcciones de ninive y los aportes de clorinda.

 
Yvette27,25.10.2019
Figuras literarias
EPÍTETOS
Es un adjetivo que se antepone al sustantivo, resaltando cierta característica de este y otorgándole mayor expresividad. Por ejemplo:

“Vaga ilusión”.
“Caros diamantes”
“Pobre princesa”.
“Feliz caballero”.
ANÁFORA
Consiste en la repetición de un elemento al comienzo de varios versos seguidos, con el fin de otorgarle cierto ritmo característico al poema. Por ejemplo: “Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,/ ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,/ ni los cisnes unánimes en el lago de azur”.

los ejemplos fueron tomados de la Sonatina de Rubén Darío.

 
Yvette27,06.02.2020
Los lugares comunes ( reposición de ensayo 2006)

Hay quienes afirman que existió en la Edad Media(1230) una persona de nombre Pero Grullo que se caracterizaba por expresarse con frases repetitivas, carentes de lógica y significado. Precindiendo del hecho que haya existido o no, las verdades de perogrullo son parajes que frecuentamos a menudo por pereza, inercia o hábito sea en el habla que en la escritura .
Pero Grullo nos regala una colección de sandeces y verdades irrefutables como: “ cuatro huevos son dos pares; la mano cerrada se puede llamar puño, cuando no se tiene frío, es que se ha entrado en calor, cuando llego a la parada del tranvía o está allí o tengo que esperarlo” “ganó la carrera es el que iba adelante” …son todas frases tan idiotas que tienen por lo menos el valor de hacernos sonreír.
Francisco de Quevedo fue el primero en cunear la palabra perogrullada en, su libro Los sueños (1622) y la pone en boca del “profeta Pero Grrullo.”

Borges confiesa haber cedido a la facilidad del lugar común:”En estos tiempos de tantas y tan generalizadas incertidumbres, empleo con demasiada frecuencia y casi sin darme cuenta, en especial desde mi último cumpleaños –no digo cuántos, pero es una cifra jubilosa−, una frase hecha: «¡Vamos a ver!», apócope manifiesto de «¡Vamos a ver qué pasa!».

Cortázar y Vargas Llosas sufrieron algunos deslices y ni qué hablar de Cohelo, que si recibirá un premio Nóbel ,será por el uso masivo del lugar común.
Héctor Abaden en su artículo “¿Por qué es tan malo Paolo Cohelo?”(2003) dice que el escritor brasileño ha logrado una fortuna recopilando lugares comunes y erigiéndose en filósofo de la vida.

Aparte las frases hechas hay ciertos sustantivos que suelen acompañarse por un calificativo que parece atraerles con fuerza magnética, nos hallamos así ante los dientes de perlas, el sol radiante, el perro fiel , la felicidad perfecta, el aventurero intrépido y los sueños …dulces, naturalmente.

Gustave Flaubert que se preocupaba hasta la exageración de pulir sus frases de toda impureza, escribió un “ Diccionario de los Lugares Comunes”, ironizando no solo sobre las palabras clichés sino también sobre las situaciones trilladas. Para Flauber una institutriz ,en una novella, será por lo general hija de una familia que ha sufrido desgracias económicas y que se enamorará del padre de los niños que asiste.
Un joven soltero que vive solo tendrá siempre su casa hecha un terremoto de desorden y confusion. Un relato que no encuentre el camino directo hacia el punto final terminará por resolverse apelando al trillado recurso del sueño del protagonista.
Los críticos ,que muy a menudo son implacables, encuentran en el lugar común pan para sus dientes.


León Bloy publica en 1913 “Exégesis de los Lugares Comunes” donde reúne y comenta una serie de frases hechas y estereotipadas. Allí aparecen explicadas desde el irónico punto de vista del autor, frases como ;“No se puede tener todo”, “Nadie es perfecto” o “Lo mejor es enemigo de lo bueno” “No somos nada”.
A este tema se dedica también Aurelio Arteta en su último libro Tantos tontos tópicos (Ariel), que acaba de aparecer en España. El libro se divide en dos partes, en la primera se destruyen sin piedad los temas morales tan usados como “sé tu mismo”, “no debemos juzgar a nadie”, “la vida es el valor supremo”…en la segunda parte recorre los lugares comunes de uso frecuente en política: “al enemigo ni agua”, “con la violencia no se consigue nada”, “estoy en mi perfecto derecho”.
El periodismo es un vivero diario de frases hechas, que si bien expresan lo que se proponen, dejan un sabor a dejá lu.
“Llamó poderosamente la atención
”de fuente bien informada“
El citado nosocomio”
“En el punto álgido”
“Sufrió un duro revés”
Muy buen éxito………"(¿hay éxitos malos?)
“El flagelo de la droga”…
“Incendio de proporciones (”ambiguo modo de decir que no se conoce el tamaño del desastre)

Considerando que ya señalé en abundancia los riesgos de esta trampa de la escritura y del habla, agrego que el lugar común puede resultar muy cómodo porque lo encontramos ya listo para usar , pero su uso y abuso evidencia nuestra índole conformista y nuestra inercia mental .
Basta por hoy “mañana es otro día”


.
 



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