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Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Talleres / Cuento compartido 3 - [F:9:12407]


ninive,14.08.2012
Cuento22
 
elclubdelapaginaazul,14.08.2012
Coordinadora Stromboli

Cuento nº 22

Inicio
rigores


La historia que hoy vengo a contarles sucedió en vísperas del 25 de diciembre de 1895 en mi Londres victoriano. Desde hace algún tiempo para acá venía sintiéndome progresivamente débil, las ganas de vivir ya me habían abandonado y mi familia otrora centro de mi universo la encontraba ajena y distante, mi contextura gallarda y mi sana semblanza se venían desdibujando como si a un cuadro de ardientes girasoles, como los pintados por Van Gogh le fueran quitando todos sus matices hasta dejarlos en un débil y monótono blanco y negro.

Pero no les quiero hacer esperar más, solo les diré que desde el último instante vital que recuerdo, de repente aparecí en aquel quirófano.

Huelo el éter tan usado por mi como anestésico, mi corazón late pero a un ritmo atípico apenas imperceptible, oigo pisadas y voces frenéticas, diciendo, el paciente se nos va, revivámoslo, de repente uno de los doctores se abalanza sobre mi y me golpea el pecho de manera sistemática, están tratando de revivirme y creo que no tiene fortuna por que él sentencio: Lo perdimos...

A todas estas yo podía sentir todo, verlo todo pero algo que solo después entendí, me hacia imposible comunicarme con el mundo exterior...

desarrollo:
leobrizuela

desarrollo hacia el final:
hugodemerlo

Final:
Egon


 
musas-muertas,14.08.2012
Wow.... y esto es solo el comienzo??? muy bueno Rigores!!!
 
yosoyasi2,14.08.2012
muy bien comienzo
 
Stromboli,14.08.2012
Recordarles a todos los participantes de este foro, que aunque se respetan los tiempos de cada uno o diferente país, horario diferente... El secreto de los cuentoscompartidos es la inmediatez, que cada cuentero a la mayor brevedad posible haga su aporte.

Eso sí, lea con detenimiento el inicio, y elabore un desarrollo, con ganas, imaginación, talento... que sé que tienen todos ustedes.

leobrizuela... te esperamos.
 
andrurdna,14.08.2012
Me encantó el comienzo!!!
Qué desafío para leobrizuela!
Adelante!
 
musas-muertas,14.08.2012
puf!!! leobrizuela?... no quiero meterle presión, pero si alguien puede es el!!
 
umbrio,14.08.2012
Es el maestro de la palabra. Con elegancia y Buen gusto lo continuará sin duda.
 
rigores,14.08.2012
Animo Leo, hacemos la olaaaa por tí acá en las tribunas, jejeje...
 
leobrizuela,14.08.2012

Pero así como la comunicación me era imposible, mi mente se potencializaba en rápido vértigo; se hacía evidente que registraba los segundos que transcurrían como la vida que se escapaba de mi ser.
No obstante, la impotencia del equipo médico creció al punto de darme por muerto cuando, en realidad, mi mente elucubraba velozmente probables salidas. Recordé, por asociación, cuando a punto de morir ahogado en un accidente marítimo y aún bajo varios metros de agua, hallé la serenidad y las fuerzas para contener el aire durante minutos antes de ser rescatado y salvar la vida. ¿Sería, como aquella vez una experiencia superable? ¿O era el final siempre temido que…?
Un recuerdo ominoso ocupó mi pensamiento y me pregunté si todo aquello no era una venganza del destino. Y es que, en mi condición de taxidermista, he dado muerte anticipada a gran cantidad de animales de buena presencia sólo para embalsamarlos con fines de lucro. Nada cruento, salvo la muerte en sí; un trapo, un poco de éter o cloroformo adormecedores y la jeringa mortal invadiendo un corazón indefenso.
Supongo ahora que estas vivencias, delatoras de lo oculto en la culpas no asumidas se revelan y salen a la superficie en la hora postrera de los mortales.
Las voces entraban y salían a mi alrededor. Se hacían conjeturas, todas bajo una terminología de la ciencia médica, incomprensible para mi condición de profano. El olor a éter, el choque de los instrumentos, los movimientos que notoriamente percibía a mi lado y una progresiva disminución del dolor y de la claridad de los pensamientos eran las señales elocuentes de una oscuridad que invadía mi ser, lenta, tenaz, contundente.
Pero algo escuché con claridad: a espaldas de mi posición una voz de aquellas dijo, con tono angustioso:
- Señores, sugiero consultar sin pérdida de tiempo al Dr. Phileas Murchinson, aprovechando su presencia providencial en esta clínica. Es un estudioso del mesmerismo y, tal vez pueda aplicar las teorías del magnetismo animal en este caso. Mi opinión, ya que aún no veo síntomas de daño cerebral, es que estamos ante un caso de paro cardíaco prolongado, aunque no todavía definitivo.
Un coro de exclamaciones, algunas exaltadas, censuraron la propuesta. A mi derecha uno de los médicos señaló que esas teorías se habían desechado muchos años atrás y que acudir a ellas iba en desmedro de los esfuerzos científicos en general.
Pero la voz, a la que ya mi espíritu se aferrara como a ese salvavidas de aquella vez, insistió, ya con vehemencia:
- Puede ser, pero nada se pierde con intentarlo. El Dr. Murchinson se halla disertando ahora, a pocos metros de donde estamos, y con seguridad suspenderá su discurso para ver a este paciente.




 
rigores,14.08.2012
Bravo maestro, se puso todavía más interesante...
 
umbrio,14.08.2012
Estoy de pie apludiendo sin mi sombrero victoriano. Mesmerismo. Una práctica en la época victoriana.
 
IGnus,14.08.2012
¡QUé Maestro Leo!. Ahora sí todos nos sacamos el sombrero. Este cuento pinta para ser uno de los mejores!
 
umbrio,14.08.2012
Me recordó el caso del Sr. Valdemar
 
Stromboli,14.08.2012
¡Muy bien, tu escrito leobrizuela! Confieso que tuve que echar mano al RAE, en alguna definición pero coincido con el resto: se está poniendo pero que muy interesante. Nuestro compañero hugodemerlo no lo tiene fácil. Confío en su habilidad, destreza y conocimientos.

¡Que prosiga el cuento nº 22!
 
Stromboli,14.08.2012
Cuento nº 22

Inicio *
rigores


La historia que hoy vengo a contarles sucedió en vísperas del 25 de diciembre de 1895 en mi Londres victoriano. Desde hace algún tiempo para acá venía sintiéndome progresivamente débil, las ganas de vivir ya me habían abandonado y mi familia otrora centro de mi universo la encontraba ajena y distante, mi contextura gallarda y mi sana semblanza se venían desdibujando como si a un cuadro de ardientes girasoles, como los pintados por Van Gogh le fueran quitando todos sus matices hasta dejarlos en un débil y monótono blanco y negro.

Pero no les quiero hacer esperar más, solo les diré que desde el último instante vital que recuerdo, de repente aparecí en aquel quirófano.

Huelo el éter tan usado por mi como anestésico, mi corazón late pero a un ritmo atípico apenas imperceptible, oigo pisadas y voces frenéticas, diciendo, el paciente se nos va, revivámoslo, de repente uno de los doctores se abalanza sobre mi y me golpea el pecho de manera sistemática, están tratando de revivirme y creo que no tiene fortuna por que él sentencio: Lo perdimos...

A todas estas yo podía sentir todo, verlo todo pero algo que solo después entendí, me hacia imposible comunicarme con el mundo exterior...

desarrollo:**
leobrizuela

Pero así como la comunicación me era imposible, mi mente se potencializaba en rápido vértigo; se hacía evidente que registraba los segundos que transcurrían como la vida que se escapaba de mi ser.
No obstante, la impotencia del equipo médico creció al punto de darme por muerto cuando, en realidad, mi mente elucubraba velozmente probables salidas. Recordé, por asociación, cuando a punto de morir ahogado en un accidente marítimo y aún bajo varios metros de agua, hallé la serenidad y las fuerzas para contener el aire durante minutos antes de ser rescatado y salvar la vida. ¿Sería, como aquella vez una experiencia superable? ¿O era el final siempre temido que…?
Un recuerdo ominoso ocupó mi pensamiento y me pregunté si todo aquello no era una venganza del destino. Y es que, en mi condición de taxidermista, he dado muerte anticipada a gran cantidad de animales de buena presencia sólo para embalsamarlos con fines de lucro. Nada cruento, salvo la muerte en sí; un trapo, un poco de éter o cloroformo adormecedores y la jeringa mortal invadiendo un corazón indefenso.
Supongo ahora que estas vivencias, delatoras de lo oculto en la culpas no asumidas se revelan y salen a la superficie en la hora postrera de los mortales.
Las voces entraban y salían a mi alrededor. Se hacían conjeturas, todas bajo una terminología de la ciencia médica, incomprensible para mi condición de profano. El olor a éter, el choque de los instrumentos, los movimientos que notoriamente percibía a mi lado y una progresiva disminución del dolor y de la claridad de los pensamientos eran las señales elocuentes de una oscuridad que invadía mi ser, lenta, tenaz, contundente.
Pero algo escuché con claridad: a espaldas de mi posición una voz de aquellas dijo, con tono angustioso:
- Señores, sugiero consultar sin pérdida de tiempo al Dr. Phileas Murchinson, aprovechando su presencia providencial en esta clínica. Es un estudioso del mesmerismo y, tal vez pueda aplicar las teorías del magnetismo animal en este caso. Mi opinión, ya que aún no veo síntomas de daño cerebral, es que estamos ante un caso de paro cardíaco prolongado, aunque no todavía definitivo.
Un coro de exclamaciones, algunas exaltadas, censuraron la propuesta. A mi derecha uno de los médicos señaló que esas teorías se habían desechado muchos años atrás y que acudir a ellas iba en desmedro de los esfuerzos científicos en general.
Pero la voz, a la que ya mi espíritu se aferrara como a ese salvavidas de aquella vez, insistió, ya con vehemencia:
- Puede ser, pero nada se pierde con intentarlo. El Dr. Murchinson se halla disertando ahora, a pocos metros de donde estamos, y con seguridad suspenderá su discurso para ver a este paciente.

desarrollo hacia el final:***
hugodemerlo

Final:****
Egon
 
rhcastro,14.08.2012
Que bien que se escribe aqui./
 
musas-muertas,14.08.2012
Leo GENIOOOOOOOO
 
andrurdna,15.08.2012
Qué bién pinta!!!
Vamos por más!!!
 
hugodemerlo,15.08.2012
Hubo un momento de silencio y luego otra voz dijo:
-Muy bien de acuerdo, pero no hay tiempo que perder, doctor Harris vayamos en busca del señor Murchinson-
Vaya, después de todo parece que el titiritero que maneja los hilos de este mundo a decidido otorgarle unos créditos extras a esta marioneta humana que flota en un limbo de extrañas sensaciones.

Es extraño en verdad, pero me siento bien en este estado, como lleno, completo, realizado, no sé, nunca me sentí tan bien como en este momento, siento elevarme sobre todas las cosas y sobre todos los presentes y ahí estoy yo, ese es mi cuerpo si, me estoy viendo pero no estoy en él yo me siento acá, pero no puedo verme, no puedo tocarme, se que no estoy en ese quirófano, estoy…en las puertas del cielo?

El doctor Harris llega con Murchinson, unas tablas con metales en las puntas, unos cuantos cables y un par de personas que parecen ser sus ayudantes que cargan extraños aparatos de lecturas eléctricas aparentemente:
-Muy bien- dice Murchinson –Hagan una ronda alrededor del paciente y tómense de las manos-
Luego les coloca las tablas con metales en las puntas a la primera y a la última persona de la ronda, y seguido conecta un cable en la primera tabla y comienza a enrollar un par de vueltas del cable a cada integrante de la ronda hasta llegar a la ultima y conectar el otro extremo del cable a la otra tabla.
Luego conectan mi cuerpo con los extraños aparatos de lectura por medio de cables con sensores.

-¿Qué estamos haciendo doctor?- pregunta una de las enfermeras que integra el circulo a mi alrededor sin saber de que se trata todo este despliegue (yo tampoco).
-Magnetismo colectivo señorita, basado en el magnetismo animal de Mesmer que potencia una técnica oriental llamada Reiki, concéntrese deje la mente libre y ahora todos extendamos las manos sobre el paciente sin llegar a tocarlo-
En unos pocos segundos los aparatos comienzan a medir una leve intensidad eléctrica que se transmite desde el circulo de personas hacia
Mi cuerpo, pero que extrañamente la percibo aquí fuera de él.
-Concentren sus fuerzas y diríjanlas al paciente- dijo el doctor Murchinson
-si todo sale bien lo tendremos de regreso- concluyó.

Pero en realidad en este momento me encuentro en estado de paz interior, como realizado, cumplido, en armonía con un todo y no sé si con ganas de volver a mi antiguo estado, dicen que el Reiki se basa en estudios sobre las curaciones milagrosas de Jesús empleando sus manos si llegar a tocar a la persona.
Las agujas de los aparatos iban en aumento, al igual que mi indecisión frente a las puertas del cielo…
 
leobrizuela,15.08.2012
Espectacular, hugo, creo que el cuento sube como un barrilete que vemos desde abajo, asombrados con la intriga de quien sabe que alturas alcanzará. Este nuevo tirón del piolín ha sido maravilloso. Felicitaciones.
 
musas-muertas,15.08.2012
Bueno, Muy bueno!!! Huguito!!! cada vez mejor el cuento... excelente!! felicitaciones. Vamos Egon!!!
 
hugodemerlo,15.08.2012
uf! gracias Leo, la verdad estaba inquieto con semejantes escritos de Rigores y el tuyo, le pedí al santo de las letras me ilumine!
espero haber cumplido con las expectativas.
 
hugodemerlo,15.08.2012
Gracias Gustavo!
 
umbrio,15.08.2012
Muy bien Hugo. Cada día creces más. A ver a qué niveles llega este cuento. Por ahora de lo mejor.
 
ninive,15.08.2012
Ser o no ser, ese es el problema. Pasar el umbral del Paraíso o regresar a los sufrimientos terrestes. Formidable decisión HUGO. Nos llevas a reflexionar con tu planteo.
 
Egon,15.08.2012
Final:****
Egon

Extiendo mi mano hacia la dicha eterna que aguarda ante mí y, despidiéndome de mis paseos por mi querido Londres, de mi familia y de mis amigos, doy un primer paso para cruzar el umbral celestial. Tras él, ya puedo apreciar los coros, ya distingo los empíreos desde donde una luz pura, una luz intelectual llena de amor colma mi corazón. Llego aquí sin la guía de Virgilio y sólo espero ser digno. Sin embargo, una potente corriente eléctrica golpea mi espalda de improviso. Noto cómo un sinfín de diminutos dedos me agarran de la piel y tras un segundo de lucha en el que aún intento avanzar, de repente salgo disparado hacia atrás, alejándome de las voces que semejan despedirse de mí.

- Los aparatos están al máximo de potencia Doctor – le comenta alarmado Harris a Murchinson – Y el paciente no responde.

- Tiene razón. De seguir así quemaremos el cuerpo y ni tan siquiera serviría para investigación.

Comienzo a escuchar justo antes de que bajen el interruptor.

- Los avances realizados en el Mesmerismo son considerables y sin duda dentro de poco, junto a los logros en el dominio de la fuerza eléctrica podemos esperar revivir a los muertos. Mientras tanto será necesario que prosigan las investigaciones. Esta noche hemos sido derrotados, pero la guerra sin duda nos será favorable.

El grupo de personas congregadas en torno a mi cuerpo desnudo y desmadejo comienza entonces a aplaudir. Sólo les escucho aplaudir. No puedo verles por más esfuerzos que haga para abrir los párpados, no consigo agitar ningún músculo por más que deje mi vida en ello, sólo puedo oírles. Y entonces dice Murchinson.

- Ahora Señoras, si no les importa abandonar la sala. Vamos a proceder a diseccionar el cuerpo del desdichado para determinar las causas de la muerte y comprender qué ha fallado.

Empiezo a agitarme lleno de frenesí para alertarles que aún estoy vivo pero entonces oigo a Harris decir:

- Aguarde doctor, comprobemos sus constantes – Extrae distintos aparatos y tras varios minutos operando sobre mí sentencia – Está definitivamente muerto.

Yo no doy crédito, me revuelvo dentro de este cuerpo inerte que me atrapa, recuerdo angustiado la reciente visión del cielo y aún muerto, siento punzante el bisturí abriendo mi piel. Ya no puedo hacer nada, para siempre.
 
Stromboli,15.08.2012
Cuento nº 22

Inicio *
rigores


La historia que hoy vengo a contarles sucedió en vísperas del 25 de diciembre de 1895 en mi Londres victoriano. Desde hace algún tiempo para acá venía sintiéndome progresivamente débil, las ganas de vivir ya me habían abandonado y mi familia otrora centro de mi universo la encontraba ajena y distante, mi contextura gallarda y mi sana semblanza se venían desdibujando como si a un cuadro de ardientes girasoles, como los pintados por Van Gogh le fueran quitando todos sus matices hasta dejarlos en un débil y monótono blanco y negro.

Pero no les quiero hacer esperar más, solo les diré que desde el último instante vital que recuerdo, de repente aparecí en aquel quirófano.

Huelo el éter tan usado por mi como anestésico, mi corazón late pero a un ritmo atípico apenas imperceptible, oigo pisadas y voces frenéticas, diciendo, el paciente se nos va, revivámoslo, de repente uno de los doctores se abalanza sobre mi y me golpea el pecho de manera sistemática, están tratando de revivirme y creo que no tiene fortuna por que él sentencio: Lo perdimos...

A todas estas yo podía sentir todo, verlo todo pero algo que solo después entendí, me hacia imposible comunicarme con el mundo exterior...

desarrollo:**
leobrizuela

Pero así como la comunicación me era imposible, mi mente se potencializaba en rápido vértigo; se hacía evidente que registraba los segundos que transcurrían como la vida que se escapaba de mi ser.
No obstante, la impotencia del equipo médico creció al punto de darme por muerto cuando, en realidad, mi mente elucubraba velozmente probables salidas. Recordé, por asociación, cuando a punto de morir ahogado en un accidente marítimo y aún bajo varios metros de agua, hallé la serenidad y las fuerzas para contener el aire durante minutos antes de ser rescatado y salvar la vida. ¿Sería, como aquella vez una experiencia superable? ¿O era el final siempre temido que…?
Un recuerdo ominoso ocupó mi pensamiento y me pregunté si todo aquello no era una venganza del destino. Y es que, en mi condición de taxidermista, he dado muerte anticipada a gran cantidad de animales de buena presencia sólo para embalsamarlos con fines de lucro. Nada cruento, salvo la muerte en sí; un trapo, un poco de éter o cloroformo adormecedores y la jeringa mortal invadiendo un corazón indefenso.
Supongo ahora que estas vivencias, delatoras de lo oculto en la culpas no asumidas se revelan y salen a la superficie en la hora postrera de los mortales.
Las voces entraban y salían a mi alrededor. Se hacían conjeturas, todas bajo una terminología de la ciencia médica, incomprensible para mi condición de profano. El olor a éter, el choque de los instrumentos, los movimientos que notoriamente percibía a mi lado y una progresiva disminución del dolor y de la claridad de los pensamientos eran las señales elocuentes de una oscuridad que invadía mi ser, lenta, tenaz, contundente.
Pero algo escuché con claridad: a espaldas de mi posición una voz de aquellas dijo, con tono angustioso:
- Señores, sugiero consultar sin pérdida de tiempo al Dr. Phileas Murchinson, aprovechando su presencia providencial en esta clínica. Es un estudioso del mesmerismo y, tal vez pueda aplicar las teorías del magnetismo animal en este caso. Mi opinión, ya que aún no veo síntomas de daño cerebral, es que estamos ante un caso de paro cardíaco prolongado, aunque no todavía definitivo.
Un coro de exclamaciones, algunas exaltadas, censuraron la propuesta. A mi derecha uno de los médicos señaló que esas teorías se habían desechado muchos años atrás y que acudir a ellas iba en desmedro de los esfuerzos científicos en general.
Pero la voz, a la que ya mi espíritu se aferrara como a ese salvavidas de aquella vez, insistió, ya con vehemencia:
- Puede ser, pero nada se pierde con intentarlo. El Dr. Murchinson se halla disertando ahora, a pocos metros de donde estamos, y con seguridad suspenderá su discurso para ver a este paciente.

desarrollo hacia el final:***
hugodemerlo

Hubo un momento de silencio y luego otra voz dijo:
-Muy bien de acuerdo, pero no hay tiempo que perder, doctor Harris vayamos en busca del señor Murchinson-
Vaya, después de todo parece que el titiritero que maneja los hilos de este mundo a decidido otorgarle unos créditos extras a esta marioneta humana que flota en un limbo de extrañas sensaciones.

Es extraño en verdad, pero me siento bien en este estado, como lleno, completo, realizado, no sé, nunca me sentí tan bien como en este momento, siento elevarme sobre todas las cosas y sobre todos los presentes y ahí estoy yo, ese es mi cuerpo si, me estoy viendo pero no estoy en él yo me siento acá, pero no puedo verme, no puedo tocarme, se que no estoy en ese quirófano, estoy…en las puertas del cielo?

El doctor Harris llega con Murchinson, unas tablas con metales en las puntas, unos cuantos cables y un par de personas que parecen ser sus ayudantes que cargan extraños aparatos de lecturas eléctricas aparentemente:
-Muy bien- dice Murchinson –Hagan una ronda alrededor del paciente y tómense de las manos-
Luego les coloca las tablas con metales en las puntas a la primera y a la última persona de la ronda, y seguido conecta un cable en la primera tabla y comienza a enrollar un par de vueltas del cable a cada integrante de la ronda hasta llegar a la ultima y conectar el otro extremo del cable a la otra tabla.
Luego conectan mi cuerpo con los extraños aparatos de lectura por medio de cables con sensores.

-¿Qué estamos haciendo doctor?- pregunta una de las enfermeras que integra el circulo a mi alrededor sin saber de que se trata todo este despliegue (yo tampoco).
-Magnetismo colectivo señorita, basado en el magnetismo animal de Mesmer que potencia una técnica oriental llamada Reiki, concéntrese deje la mente libre y ahora todos extendamos las manos sobre el paciente sin llegar a tocarlo-
En unos pocos segundos los aparatos comienzan a medir una leve intensidad eléctrica que se transmite desde el circulo de personas hacia
Mi cuerpo, pero que extrañamente la percibo aquí fuera de él.
-Concentren sus fuerzas y diríjanlas al paciente- dijo el doctor Murchinson
-si todo sale bien lo tendremos de regreso- concluyó.

Pero en realidad en este momento me encuentro en estado de paz interior, como realizado, cumplido, en armonía con un todo y no sé si con ganas de volver a mi antiguo estado, dicen que el Reiki se basa en estudios sobre las curaciones milagrosas de Jesús empleando sus manos si llegar a tocar a la persona.
Las agujas de los aparatos iban en aumento, al igual que mi indecisión frente a las puertas del cielo…

Final:****
Egon


Extiendo mi mano hacia la dicha eterna que aguarda ante mí y, despidiéndome de mis paseos por mi querido Londres, de mi familia y de mis amigos, doy un primer paso para cruzar el umbral celestial. Tras él, ya puedo apreciar los coros, ya distingo los empíreos desde donde una luz pura, una luz intelectual llena de amor colma mi corazón. Llego aquí sin la guía de Virgilio y sólo espero ser digno. Sin embargo, una potente corriente eléctrica golpea mi espalda de improviso. Noto cómo un sinfín de diminutos dedos me agarran de la piel y tras un segundo de lucha en el que aún intento avanzar, de repente salgo disparado hacia atrás, alejándome de las voces que semejan despedirse de mí.

- Los aparatos están al máximo de potencia Doctor – le comenta alarmado Harris a Murchinson – Y el paciente no responde.

- Tiene razón. De seguir así quemaremos el cuerpo y ni tan siquiera serviría para investigación.

Comienzo a escuchar justo antes de que bajen el interruptor.

- Los avances realizados en el Mesmerismo son considerables y sin duda dentro de poco, junto a los logros en el dominio de la fuerza eléctrica podemos esperar revivir a los muertos. Mientras tanto será necesario que prosigan las investigaciones. Esta noche hemos sido derrotados, pero la guerra sin duda nos será favorable.

El grupo de personas congregadas en torno a mi cuerpo desnudo y desmadejo comienza entonces a aplaudir. Sólo les escucho aplaudir. No puedo verles por más esfuerzos que haga para abrir los párpados, no consigo agitar ningún músculo por más que deje mi vida en ello, sólo puedo oírles. Y entonces dice Murchinson.

- Ahora Señoras, si no les importa abandonar la sala. Vamos a proceder a diseccionar el cuerpo del desdichado para determinar las causas de la muerte y comprender qué ha fallado.

Empiezo a agitarme lleno de frenesí para alertarles que aún estoy vivo pero entonces oigo a Harris decir:

- Aguarde doctor, comprobemos sus constantes – Extrae distintos aparatos y tras varios minutos operando sobre mí sentencia – Está definitivamente muerto.

Yo no doy crédito, me revuelvo dentro de este cuerpo inerte que me atrapa, recuerdo angustiado la reciente visión del cielo y aún muerto, siento punzante el bisturí abriendo mi piel. Ya no puedo hacer nada, para siempre.

FIN


 
Stromboli,15.08.2012
Gracias a todos por su pronta colaboración, me aventuro a decir que es el cuento compartido escrito con más rapidez de todos. No desmerece la gran calidad de todos los autores.

Ahora, entre todos busquemos un título, y que forme parte en elclubdelapaginaazul.

Sus comentarios y críticas son bien recibidas en este foro. Están invitados.
 
camino-de-vida,15.08.2012
Propongo como tema el complejo de "Peter Pan" o el miedo a hacerse mayor, madurar, tomar responsabilidades, ej: Michael Jackson.
 
hugodemerlo,15.08.2012
Que final Egon! Excelente, creo que tenemos otro de los grandes cuentos del taller, Rigores nos introdujo en una historia de la Londres en los umbrales del siglo XX, Leobrizuela nos lleva a uno de los tantos misterios que va más allá de la medicina ortodoxa y me manda a la wikipedia y otras páginas a investigar, y les dejo una persona con muchas dudas en un camino desconocido por el hombre, y luego Egon nos sorprende con un final espeluznante, magistral, con un tipo al que lo van a cortar en pedacitos sintiendo todo y sin poder hacer nada! Un gran cuento de los cuatro me gusta mucho.
 
musas-muertas,15.08.2012
Totalmente de acuerdo con Hugo, uno de los mejores cuentos compartidos, todo perfectamente coherente, y de un suspenso bárbaro, finalmente Egon nos deja un final tremendo e inesperado. los felicito. parece que hasta lo hubieran escrito con la misma pluma y letra.
 
Stromboli,15.08.2012
Este cuento se ha gestado con gran prontitud, tanta que no tengo a los cuenteros para el nº 23. Soy de la misma opinión que hugodermerlo y musas-muertas, tiene la intriga que te hace seguirlo hasta el final, el sorprendente final de la mano de Egon. El protagonista tiene catalepsia, una vuelta de tuerca teniendo en cuenta que se ha dedicado toda su vida a ser taxidermista. ¡Plas, Plas, Plas! Un encarecido aplauso para los cuatro geniales escritores.

















































































































































































































































































































































































































































































 
ninive,15.08.2012
Stromboli 15.08.2012
Cuento nº 22

Inicio *
rigores


La historia que hoy vengo a contarles sucedió en vísperas del 25 de diciembre de 1895 en mi Londres victoriano. Desde hace algún tiempo para acá venía sintiéndome progresivamente débil, las ganas de vivir ya me habían abandonado y mi familia otrora centro de mi universo la encontraba ajena y distante, mi contextura gallarda y mi sana semblanza se venían desdibujando como si a un cuadro de ardientes girasoles, como los pintados por Van Gogh le fueran quitando todos sus matices hasta dejarlos en un débil y monótono blanco y negro.

Pero no les quiero hacer esperar más, solo les diré que desde el último instante vital que recuerdo, de repente aparecí en aquel quirófano.

Huelo el éter tan usado por mi como anestésico, mi corazón late pero a un ritmo atípico apenas imperceptible, oigo pisadas y voces frenéticas, diciendo, el paciente se nos va, revivámoslo, de repente uno de los doctores se abalanza sobre mi y me golpea el pecho de manera sistemática, están tratando de revivirme y creo que no tiene fortuna por que él sentencio: Lo perdimos...

A todas estas yo podía sentir todo, verlo todo pero algo que solo después entendí, me hacia imposible comunicarme con el mundo exterior...

desarrollo:**
leobrizuela

Pero así como la comunicación me era imposible, mi mente se potencializaba en rápido vértigo; se hacía evidente que registraba los segundos que transcurrían como la vida que se escapaba de mi ser.
No obstante, la impotencia del equipo médico creció al punto de darme por muerto cuando, en realidad, mi mente elucubraba velozmente probables salidas. Recordé, por asociación, cuando a punto de morir ahogado en un accidente marítimo y aún bajo varios metros de agua, hallé la serenidad y las fuerzas para contener el aire durante minutos antes de ser rescatado y salvar la vida. ¿Sería, como aquella vez una experiencia superable? ¿O era el final siempre temido que…?
Un recuerdo ominoso ocupó mi pensamiento y me pregunté si todo aquello no era una venganza del destino. Y es que, en mi condición de taxidermista, he dado muerte anticipada a gran cantidad de animales de buena presencia sólo para embalsamarlos con fines de lucro. Nada cruento, salvo la muerte en sí; un trapo, un poco de éter o cloroformo adormecedores y la jeringa mortal invadiendo un corazón indefenso.
Supongo ahora que estas vivencias, delatoras de lo oculto en la culpas no asumidas se revelan y salen a la superficie en la hora postrera de los mortales.
Las voces entraban y salían a mi alrededor. Se hacían conjeturas, todas bajo una terminología de la ciencia médica, incomprensible para mi condición de profano. El olor a éter, el choque de los instrumentos, los movimientos que notoriamente percibía a mi lado y una progresiva disminución del dolor y de la claridad de los pensamientos eran las señales elocuentes de una oscuridad que invadía mi ser, lenta, tenaz, contundente.
Pero algo escuché con claridad: a espaldas de mi posición una voz de aquellas dijo, con tono angustioso:
- Señores, sugiero consultar sin pérdida de tiempo al Dr. Phileas Murchinson, aprovechando su presencia providencial en esta clínica. Es un estudioso del mesmerismo y, tal vez pueda aplicar las teorías del magnetismo animal en este caso. Mi opinión, ya que aún no veo síntomas de daño cerebral, es que estamos ante un caso de paro cardíaco prolongado, aunque no todavía definitivo.
Un coro de exclamaciones, algunas exaltadas, censuraron la propuesta. A mi derecha uno de los médicos señaló que esas teorías se habían desechado muchos años atrás y que acudir a ellas iba en desmedro de los esfuerzos científicos en general.
Pero la voz, a la que ya mi espíritu se aferrara como a ese salvavidas de aquella vez, insistió, ya con vehemencia:
- Puede ser, pero nada se pierde con intentarlo. El Dr. Murchinson se halla disertando ahora, a pocos metros de donde estamos, y con seguridad suspenderá su discurso para ver a este paciente.

desarrollo hacia el final:***
hugodemerlo

Hubo un momento de silencio y luego otra voz dijo:
-Muy bien de acuerdo, pero no hay tiempo que perder, doctor Harris vayamos en busca del señor Murchinson-
Vaya, después de todo parece que el titiritero que maneja los hilos de este mundo a decidido otorgarle unos créditos extras a esta marioneta humana que flota en un limbo de extrañas sensaciones.

Es extraño en verdad, pero me siento bien en este estado, como lleno, completo, realizado, no sé, nunca me sentí tan bien como en este momento, siento elevarme sobre todas las cosas y sobre todos los presentes y ahí estoy yo, ese es mi cuerpo si, me estoy viendo pero no estoy en él yo me siento acá, pero no puedo verme, no puedo tocarme, se que no estoy en ese quirófano, estoy…en las puertas del cielo?

El doctor Harris llega con Murchinson, unas tablas con metales en las puntas, unos cuantos cables y un par de personas que parecen ser sus ayudantes que cargan extraños aparatos de lecturas eléctricas aparentemente:
-Muy bien- dice Murchinson –Hagan una ronda alrededor del paciente y tómense de las manos-
Luego les coloca las tablas con metales en las puntas a la primera y a la última persona de la ronda, y seguido conecta un cable en la primera tabla y comienza a enrollar un par de vueltas del cable a cada integrante de la ronda hasta llegar a la ultima y conectar el otro extremo del cable a la otra tabla.
Luego conectan mi cuerpo con los extraños aparatos de lectura por medio de cables con sensores.

-¿Qué estamos haciendo doctor?- pregunta una de las enfermeras que integra el circulo a mi alrededor sin saber de que se trata todo este despliegue (yo tampoco).
-Magnetismo colectivo señorita, basado en el magnetismo animal de Mesmer que potencia una técnica oriental llamada Reiki, concéntrese deje la mente libre y ahora todos extendamos las manos sobre el paciente sin llegar a tocarlo-
En unos pocos segundos los aparatos comienzan a medir una leve intensidad eléctrica que se transmite desde el circulo de personas hacia
Mi cuerpo, pero que extrañamente la percibo aquí fuera de él.
-Concentren sus fuerzas y diríjanlas al paciente- dijo el doctor Murchinson
-si todo sale bien lo tendremos de regreso- concluyó.

Pero en realidad en este momento me encuentro en estado de paz interior, como realizado, cumplido, en armonía con un todo y no sé si con ganas de volver a mi antiguo estado, dicen que el Reiki se basa en estudios sobre las curaciones milagrosas de Jesús empleando sus manos si llegar a tocar a la persona.
Las agujas de los aparatos iban en aumento, al igual que mi indecisión frente a las puertas del cielo…

Final:****
Egon


Extiendo mi mano hacia la dicha eterna que aguarda ante mí y, despidiéndome de mis paseos por mi querido Londres, de mi familia y de mis amigos, doy un primer paso para cruzar el umbral celestial. Tras él, ya puedo apreciar los coros, ya distingo los empíreos desde donde una luz pura, una luz intelectual llena de amor colma mi corazón. Llego aquí sin la guía de Virgilio y sólo espero ser digno. Sin embargo, una potente corriente eléctrica golpea mi espalda de improviso. Noto cómo un sinfín de diminutos dedos me agarran de la piel y tras un segundo de lucha en el que aún intento avanzar, de repente salgo disparado hacia atrás, alejándome de las voces que semejan despedirse de mí.

- Los aparatos están al máximo de potencia Doctor – le comenta alarmado Harris a Murchinson – Y el paciente no responde.

- Tiene razón. De seguir así quemaremos el cuerpo y ni tan siquiera serviría para investigación.

Comienzo a escuchar justo antes de que bajen el interruptor.

- Los avances realizados en el Mesmerismo son considerables y sin duda dentro de poco, junto a los logros en el dominio de la fuerza eléctrica podemos esperar revivir a los muertos. Mientras tanto será necesario que prosigan las investigaciones. Esta noche hemos sido derrotados, pero la guerra sin duda nos será favorable.

El grupo de personas congregadas en torno a mi cuerpo desnudo y desmadejo comienza entonces a aplaudir. Sólo les escucho aplaudir. No puedo verles por más esfuerzos que haga para abrir los párpados, no consigo agitar ningún músculo por más que deje mi vida en ello, sólo puedo oírles. Y entonces dice Murchinson.

- Ahora Señoras, si no les importa abandonar la sala. Vamos a proceder a diseccionar el cuerpo del desdichado para determinar las causas de la muerte y comprender qué ha fallado.

Empiezo a agitarme lleno de frenesí para alertarles que aún estoy vivo pero entonces oigo a Harris decir:

- Aguarde doctor, comprobemos sus constantes – Extrae distintos aparatos y tras varios minutos operando sobre mí sentencia – Está definitivamente muerto.

Yo no doy crédito, me revuelvo dentro de este cuerpo inerte que me atrapa, recuerdo angustiado la reciente visión del cielo y aún muerto, siento punzante el bisturí abriendo mi piel. Ya no puedo hacer nada, para siempre.

FIN




Stromboli,15.08.2012
Gracias a todos por su pronta colaboración, me aventuro a decir que es el cuento compartido escrito con más rapidez de todos. No desmerece la gran calidad de todos los autores.

Ahora, entre todos busquemos un título, y que forme parte en elclubdelapaginaazul.

Sus comentarios y críticas son bien recibidas en este foro. Están invitados.

camino-de-vida,15.08.2012
Propongo como tema el complejo de "Peter Pan" o el miedo a hacerse mayor, madurar, tomar responsabilidades, ej: Michael Jackson.

hugodemerlo,15.08.2012
Que final Egon! Excelente, creo que tenemos otro de los grandes cuentos del taller, Rigores nos introdujo en una historia de la Londres en los umbrales del siglo XX, Leobrizuela nos lleva a uno de los tantos misterios que va más allá de la medicina ortodoxa y me manda a la wikipedia y otras páginas a investigar, y les dejo una persona con muchas dudas en un camino desconocido por el hombre, y luego Egon nos sorprende con un final espeluznante, magistral, con un tipo al que lo van a cortar en pedacitos sintiendo todo y sin poder hacer nada! Un gran cuento de los cuatro me gusta mucho.

musas-muertas,15.08.2012
Totalmente de acuerdo con Hugo, uno de los mejores cuentos compartidos, todo perfectamente coherente, y de un suspenso bárbaro, finalmente Egon nos deja un final tremendo e inesperado. los felicito. parece que hasta lo hubieran escrito con la misma pluma y letra.


Stromboli,15.08.2012
Este cuento se ha gestado con gran prontitud, tanta que no tengo a los cuenteros para el nº 23. Soy de la misma opinión que hugodermerlo y musas-muertas, tiene la intriga que te hace seguirlo hasta el final, el sorprendente final de la mano de Egon. El protagonista tiene catalepsia, una vuelta de tuerca teniendo en cuenta que se ha dedicado toda su vida a ser taxidermista. ¡Plas, Plas, Plas! Un encarecido aplauso para los cuatro geniales escritores.




 
ninive,15.08.2012
Tranquila Stromboli todavía no hemos comentado a fondo el cuento 22 y lo merece plenamente.
Me gustó por su justa extensión, por su coherencia, por su ritmo intenso que nos lleva a un final de espanto pero verosímil.
Todas las plumas encontraron la misma voz . Excelente en todo inicio desarrollo y final.

Los errores involuntarios , si los hay los remediará elclubdelapaginaazul.
No olvidemos el título
¿Catalepsia?
 
umbrio,15.08.2012
Sin duda de los mejores cuentos. Los felicito a los cuatro.
 
Stromboli,15.08.2012
Titulos que se me ocurren:

"Catalepsia Letal"
"De su propia medicina"

 
leobrizuela,15.08.2012
Me siento muy satisfecho de haber colaborado en este cuento. La continuidad de Hugodemerlo fue coherente con lo anterior y el final de Egon me parece estremecedor y brutal.
El asunto del taxidermista -aclaro-, fue incluído para completar el indicio que dejó suelto rigores: "...el éter tan usado por mi como anestésico...", pues mi personaje era presentado como profano en medicina. Y, de paso, le doté de una connotación culpable, para aumentar la tensión interna del mismo.
Por lo menos en mi caso quiero reconocer que se han deslizado, a mi juicio, varios puntos susceptibles de un mejor tratamiento, pues no hice una tarea de corrección sino a medias. Sepan perdonar la osadía.
No dejemos caer el entusiasmo del taller, cuyas virtudes aglutinantes y didácticas son más que recomendables. Como siempre, agradezco a Stromboli, una fogonera del concierto de escribas y a la mano oculta de Nínive, aportante de sabiduría. Salú.
 
leobrizuela,15.08.2012
Como título se me ocurre: El estupor de la agonía.
 
silvimar-,15.08.2012
Muy buen cuento a pesar de la rapidez con que se escribió, la gran imaginación de los escritores es increíble, los felicito, yo recien pude entrar un poco, estoy ocupada en tramites particulares, saludos a todos y todas!! jaja
 
IGnus,15.08.2012
Wow!... QUé pasó acá. Entro y de golpe me encuentro el cuento terminado hace rato!.
Enormes felicitaciones a todos los participantes. Estoy en un todo de acuerdo con Leo, esto de los cuentos compartidos es muy enriquecedor.
¡Que siga!. Mi reconocimiento también a las coordinadoras. Un trabajo magnífico.
 
rigores,15.08.2012
Primero, me mataron al protagonista y yo lo había dejado vivo, jejeje.

Tengo el cuento original completo por si quieren leerlo y comentarlo, no es publicidad, simplemente es interesante que todos vean como se desvía la trama de la historia y desenlaza en un cuento totalmente diferente pero igual de interesante.

Por otro lado a mi historia yo le habia puesto entre la vida y la muerte, pero dado que cambio me gusta mucho el titulo propuesto: De su propia medicina.

PD 1: Les tengo otra introducción de suspenso para el cuento 23, ¿se animan?

PD 2: Es una pregunta, ¿dada la calidad de los cuentos aca forjados no es probable editarlos?

Saludos
 
Egon,15.08.2012
Gracias por la temática planteada. He de admitir que al comprobar que me correspondía el final me quedé preocupado por la responsabilidad, pero la deriva que fue adoptando la historia me hizo una delicia hacer una variación del Caso Valdemar. Gracias rigores por la ambientación, por supuesto mi agradecimiento a leo por la introducción del mesmerismo, mi enhorabuena a hugo por situar al protagonista en la encrucijada y a Poe por cerrar la historia. El asunto del taxidermista me hizo pensar en desenlaces más enrevesados pero que se apartaban del ánimo general y hubieran demorado la resolución. Tan sólo disculparme por mi falta de imaginación.
 
hippie80,15.08.2012

Buen cuento, me recuerda ligeramente a E. A. Poe.-

 
rhcastro,15.08.2012
Bien rigores.-
 
rhcastro,15.08.2012
No tengo tiempo ahora de leer las otras partes. Ya comentare cuando las lea.

Saludos./
 
andrurdna,15.08.2012
Bueno, faltaba este estilo! Cartón lleno!!! Felicidades a todos los participantes!
 
ninive,15.08.2012
Sin querer en la parte de leobrizuela veo que anticipa sin saber el final"...la jeringa mortal invadiendo el corazón indefenso" Egon usa un bisturí.

Gracias por el Mermerismo. Cada dia aprendo más de todos ustedes.

del diccionario: Mermerismo, métodopsicoterapeútico expuesto en el s.XVIII por Mésmer , basado especialmente en la utilización del magnetismo animal

 
leobrizuela,15.08.2012
Perdón por corregir un error de "lipotimia": Es "mesmer" no mermer. Salú.
 
hugodemerlo,15.08.2012
Coincido con hippie, apenas leí el comienzo de rigores me vino poe a la mente.
Como me gustaría hacer una revista mensual o trimestral con este taller!
 
hugodemerlo,15.08.2012
me comí la bimestral, jaja! Que opinan?
 
Stromboli,15.08.2012
Todos los cuentos compartidos están en elclubdelapaginaazul. Ahí pueden leerlos todos, y comentarlos también.

Dejemos que transcurra un tiempo prudencial para empezar el cuento nª 23.

 
rhcastro,15.08.2012
Que buen texto. Felicidades a los cuatro. Lo han hecho muy bien.
 
ninive,15.08.2012
ok. mesmer
 
Stromboli,15.08.2012
Títulos hasta ahora propuestos:

"Catalepsia"
"Catalepsia Letal"
"De su propia medicina"
"El estupor de la agonía"

¿Se les ocurren otros títulos?
 
ninive,16.08.2012
El estupor de la agonia es demasiado explicativo
 
Egon,16.08.2012
Y algo así tipo "Confesiones de un taxidermista"?
 
Egon,16.08.2012
En cuanto a la parte menos condescendiente a la hora de comentar, me gustaría señalar lo siguiente:
- El cambio de tiempo en la narración me dejó un poco descolocado porque no sabía por cuál optar. Finalmente mantuve el presente por respetar la continuidad.
- Supongo que los paralelismos de este cuento compartido con un relato conocido se deben a los lugares comunes en los que todos podemos escribir manteniendo cierta unidad. Un grupo de jazz no se pone a improvisar en el tercer ensayo sin conocerse y si lo logran, pues sin duda se debería a que comparten la mayor parte de sus fuentes de inspiración.
- En general el texto me gustó, pero aún me cuesta en la dinámica del cuento compartido aquello de dejar una pista por dónde puede ir el texto en mi aportación para ver si el otro la continúa o si por el contrario, crea a su vez una nueva. En ese sentido, tuve que rastrear pistas para ver qué componía con las diversas planteadas por los antecesores.
 
Stromboli,16.08.2012
Títulos propuestos hasta ahora:

"Catalepsia"
"Catalepsia Letal"
"De su propia medicina"
"Confesiones de un taxidermista"
"El taxidermista"

 
elclubdelapaginaazul,16.08.2012
Acaba de entrar a la biblioteca del club el cuento22.
En falta de decisión el club ha puesto el nombre Catalepsia Fatal.
Si hay decisión en contra de este título se corregirá.
El club se reserva el derecho de corregir errores y mejorar expresiones de los fragmentos .
 
rigores,16.08.2012
Mas inteligente y sugerente es "De su propia medicina"
 
andrurdna,16.08.2012
Sugiero Experiencia Sensorial, ya que a mi parecer los otros títulos anticipan un poco el final.
 
leobrizuela,16.08.2012
Con perdón, me atrevo a disentir con el título Catalepsia fatal. Lo hallo muy arruinador del final, anticipativo. Por demás, no está muy claro que el protagonista sufra una catalepsia propiamente dicha. Pero, bueno, ya está y a otra cosa. Salú.
 
ninive,16.08.2012
No , no está . Lo borro en cualquier momento pero por la falta de título el club se resiste a publicar. Ponfganse de acuerdo y lo cambio en seguida.
 
Stromboli,16.08.2012
Yo coincido con rigores "De su propia medicina" es sugerente y no da indicios de la trama. Saludos.
 
Egon,16.08.2012
Yo al tipo no le veo muy cataléptico, mesmerizado en todo caso. Por otra parte lo de Catalepsia fatal tiene pinta de película mala para echarse a dormir, con unos personajes de telenovela sobreactuando constantemente.
 
elclubdelapaginaazul,16.08.2012
el club comprende y borra el título.

¿de su propia medicina¿¿
A un paso del Eden¿¿
Magnetismo¿¿
Confesiones de un taxidermista"
"El taxidermista"



 
leobrizuela,16.08.2012
De su propia medicina, ¿no suena a venganza? Aludir a la taxidermia, no le veo contexto. Tal vez algo como "Del otro lado" o "Pasos en lo azul"...
 
musas-muertas,16.08.2012
que tal "medicina mortal"?
 
hugodemerlo,16.08.2012
Títulos "atrapado". "el exprimento" no se me ocurre otro, taxidermista la verdad no me pega mucho pero vamos con la mayoría!
 
umbrio,16.08.2012
El cuento está publicado. A leer el inicio dice "la historia que ahora vengo a contarles..." cómo podría contarla?
 
Egon,16.08.2012
Y El Taxidermista Letal? O Mesmerismo a muerte en Torremolinos?

Apelando a la atmósfera que pretende el texto yo optaría por un título menos grandilocuente y Hollywoodiano. Del otro lado o Magnetismo, ya apuntados, o por sugerir El paciente del Doctor Murchinson, El alma mesmérica, El alma silenciada, nosep, y sino pues sin nombre.
 
hugodemerlo,16.08.2012
jajaja! Semejante cuentazo y todavía no sabemos como llamarlo.
Ahora vi un par que me gustaron mucho!
 
rigores,16.08.2012
Umbrio, es que en mi cuento original el protagonista sobrevive, y aca lo mataron jejeje, bueno ya el cuento deja de ser de uno.

De su propia medicina me gusta mas, ya somos varios que votamos por ese titulo.

Leobrizuela, si es una venganza pero del destino, por los animalitos que el taxidermista mato en su vida.


 
leobrizuela,16.08.2012
rigores, tu paciente estaba más finado que vivo, jaja. Además, lo que Egon hizo es lo -literariamente- más aconsejable; si lo hacía vivir, aunque sea con una cojera, por ejemplo, tendríamos un final feliz. Y de la gente feliz no hay historia (Wilde)
Si el tema del taxidermista queremos que configure una venganza, allá con ella. Pero habría entonces que insistir un poco más en la circunstancia y en la memoria, mechando con alusiones el texto para que no quede, como está ahora, como una mera información que no hace al cuento. Modestia aparte, te remito a mi cuentito Honda (que podrás hallar en el hall de este teatro, como dicen Les Luthiers, jaja), donde se enlazan ambas situaciones en una sola con años de diferencia. No lo pongo como ejemplo sino que es un dato representativo de lo que señalo más arriba.
Y a Nínive perdón por aumentarle trabajo y pesares con esta nimiedad de un nombre para un cuento.
 
rhcastro,16.08.2012
Mmmm Creo que este texto amerita un titulo de una sola palabra. Algo asi como dice Hugodemerlo>
Atrapado.
 
ninive,16.08.2012
En realidad ahora que leo lo que señala umbrio me parece que habría que retocar la frase inicial o lo llamamos "Il morto che parla"
 
hugodemerlo,16.08.2012
No estaría mal, jajaja!
También puede ser que el tipo lo esté contando desde el cielo, parece que después de todo sufrió un rato más, pero llegó!
 
leobrizuela,16.08.2012
Definitivamente, con lo que dicen, el título es: EL 48.-
 
hugodemerlo,16.08.2012
jajaja! Ya lo tenemos leo!
Cuarenta y ooooocho!
Jalalaja!
 
IGnus,16.08.2012
¿Qué tal si le ponen "Limbo Mesmérico"?.
Al fin ahí fue a parar el protagonista...
 
Stromboli,16.08.2012
El sueño eterno, como la película
 
ninive,16.08.2012
Yo votaría por "Mesmerismo"
pocos sabrán de qué se trata y resume en realidad el intento de reanimación.
El club está abierto a todos los cuenteros y NO PUEDE QUEDAR SIN tÏtulo.
Stromboli decida.
 
musas-muertas,16.08.2012
y mucho menos un cuento como ese!! a mi tambien me gusta "limbo mesmerico"
 
Stromboli,16.08.2012
Algo ambiguo como "limbo mesmerico" o "Mesmerismo" a mi parecer no dan indicio de lo que acontece en el cuento, para los profanos.

Y que el clubdelapaginaazul ponga el cuento para el disfrute de todos.

¡Mañana tendremos otro cuento! Con sorpresas en algunos autores.
 
rigores,16.08.2012
Que tal Vida Eterea
 
hugodemerlo,17.08.2012
Che, ya me cansé con tantos títulos, tenemos para 10 cuentos!
para mi, digo para mi (como dice el doctor Bilardo)
que Rigores ponga el titulo ya que fue el de la idea original.
Y PASEMOS AL CUENTO 23!!!!!
 
Stromboli,17.08.2012
Vida Eterea da indicios de lo efímera que es la vida.
Bueno... sigan. Como me han encargado que decida el título. Mañana pondré el título y ¡Cómenzamos con el cuento nº23!

Recordatorio: Todos los participantes guarden copias de sus escritos.

Una de las normas de este foro es la inmediatez del transcurso de lo escrito entre los diferentes participantes. Procuren seguir el foro para ver cuándo tienen que participar.





 
Stromboli,17.08.2012
El título más acertado opino que es "Mesmerismo"
 
Stromboli,17.08.2012

CUENTO nª 23
Inicio
*cromatica

Martha invocó a todos los santos y, cogiendo la cartera, salió a la calle.
La mañana se presentaba fría, al punto de que el cabello comenzó a dolerle desde las raíces nada más pisar la acera.
Ante ella, el edificio de oficinas que había frente a su casa, se levantaba, majestuoso y acristalado, reflejando las nubes blancas que atravesaban el cielo gris.
Cruzó la calle, y mientras seguía invocando a cuanto santo milagroso le viniera a la mente, entró, dejando tras de sí todos sus miedos y sus fantasmas: Nacho merecía que su madre hiciera el esfuerzo.
El portero la miró, algo desconcertado, pues para él sólo era "la señora de la compra". Lo divertía mucho el mirar a la mujer lidiando, día sí, día también, con su carro de la compra. O con el paraguas. O con el perro de las vecinas que se iban de vacaciones. Pero siempre lidiando con algo. Había en ella un rasgo de confusión permanente.
- Disculpe, señor, quería ver al Doctor Ingaramo Soler.
- ¿De parte?
- Soy su... prima
Al decir el parentesco, Martha se arrepintió. Debería haber dado un nombre de abogada. Pero siempre fue ¡tan torpe!. No sabía disimular.
- Ah... claro, la prima…
El conserje estaba acostumbrado. Ingaramo Soler no dejaba títere con cabeza: jóvenes, viejas, altas, bajas, rubias, morenas, escandinavas (inolvidable aquella rubia sin oxigenar que se paseó por ese hall varios meses).
- Déme su documento, por favor. Y tome esta tarjeta. Con ella puede subir al piso 8. Oficina 813.
- Gracias, dijo Martha, mientras dejaba el documento y por el rabillo miraba el ascensor que funcionaba con tarjeta. Demasiada modernidad para ella, pensó y, girando hacia el portero le increpó:
- ¿Me ayudaría, señor? es que no he usado nunca algo así.
- Ya, ya lo veo, dijo el portero mientras recordaba los enredos con puertas, paraguas, carros de compra, perros ¡si ella supiera que el portero llevaba perfecta cuenta de sus tropiezos en la acera de enfrente!

- Mire, señora: pase la tarjeta magnética por aquí, luego marca piso ocho, a la derecha, encontrará las oficinas impares. Busque la...
- 813
- Así es, señora.

El portero la dejó dentro del cubículo, sin notar el sudor helado que perlaba la frente de Martha quien, con gesto tembloroso, metió la mano en el bolsillo de su abrigo, sacó una pastilla, la introdujo en su boca, bajo la lengua (siempre le dijeron que hacía efecto más rápido) y volvió a meter la mano, esta vez para dejarla en el bolsillo, sosteniendo el sobre con las fotos. De inmediato, metió la otra mano en el interior de su abrigo para comprobar si estaba el otro sobre.
"Piso Ocho" dijo la voz metálica e impersonal que parecía emanar de Dios, porque estaba en todos los ascensores de todos los pisos de esa maldita ciudad. O eso creía ella.
Sus zapatos negros, bajos, mediocres, parecieron más bajos, más negros y más vulgares al pisar el mármol rosa, con dibujos en beige.
Al llegar a la oficina 813 estuvo a punto de volverse. Pero justo se abría, dejando surgir antes que el hombre de impecable traje negro, un perfume demasiado conocido para ella. Muy a su pesar.

- Hola, justo salía a esperarte. El portero acaba de avisarme que venías hacia aquí.

Desarrollo
**andrurdna

Desarrollo hacia el final
***yosoyasi2

Final
****sirio
 
Egon,17.08.2012
Oh qué placer. Me ha encantado esa definición del personaje desde un primer momento y cómo delimita las tramas posibles a su vez. Muy bien!
 
IGnus,17.08.2012
Impecable, Cromática. Como dijo Egon, un placer. Todo ahí, listo para que lo desarrolle andrurdna. Todos los hilos tendidos, y una historia que comenzó con interesante suspenso.
 
andrurdna,17.08.2012

- Hola, justo salía a esperarte. El portero acaba de avisarme que venías hacia aquí.
No podía creer que me dijese tu nombre... después de tanto tiempo...

- Julio. Me costó mucho llegar... -lo cortó antes que su orgullo hiciese que diese la vuelta. Ahora sólo importaba Nacho.
A pesar de haber estado tan cerca este lugar de su casa, para ella era inaccesible. Hasta el día de hoy...-.
-Tengo un hijo, Ignacio Perez Alfonso. Es mío. ¡Sólo mío!

Él la miró entre desconcertado y furioso, y su cabeza se transformó en un enjambre de pensamientos emocionales, mientras ella le estaba hablando pausadamente, comparado al ritmo de la ondanada vertiginosa que fluía en su interior: "¿Qué quiere ahora? ¿Por qué de repente me habla de su vida? ¿Quiere que le dé el lugar que ella misma se negó cuando tuvo la oportunidad? ¿Qué pretende después de que me abandonó y me dejó destrozado? ¡Ella sí pudo elegir! ¡Ahora el destino me enfrenta a mi asesino vital como si nada!...

Martha notó su mirada, y lo sintió distante. Esto provocó más tensión en ella, y con esta emoción (a la que le convenía aferrarse), tomó más fuerza y coraje; apuró las palabras y los gestos, cambiando la velocidad a cuatro veces la que traía.
En un giro brusco e impulsivo le extendió ambos sobres: las fotos y el "sobre fatal" y le dijo:
- ¡Mirá!... Por esto estoy. -su tono fue casi sin emoción, ya había pasado por todas ellas antes de llegar a este día, y su cabeza sólo debía pensar en el presente, en salvar la vida de "su Nacho".

Martha llevaba una vida muy sencilla y humilde, rodeada de sus elecciones cotidianas, lo que debía y había que hacer.
Era madre soltera desde muy joven, y sóla, con sus dos manos, había salido adelante con su hijo.
Julio había sido el que motivara su mayor desengaño, y pensar en él, era recordar que debía pisar los pies en la tierra y no soñar, las cosas son o no son- y con esta simpleza ella miraba su vida.- Con la resignación del esfuerzo, y la satisfacción de sentirse orgullosa de su hijo; y de vivir por, y para él.

Julio con una mano la tomó de un hombro y la hizo entrar desde el pasillo a su oficina, en la otra mano sostenía los papeles. Cerró la puerta y le indicó con un gesto, inclinando su cabeza que ella se sentase, mientras él hacía lo mismo en el sillón de entrada a su despacho.
En ese momento no había nadie, y sin decir palabra levantó el sobre con las fotos, y luego de verlas quedó shockeado ante el gran parecido físico que había entre Nacho y él mismo.
Se levantó casi por inercia, como tomando distancia emocional. Cerró con llave; como temiendo que su destino se le escapase nuevamente. Tomó el teléfono y le indicó al portero que no estaba para nadie. Luego de esto, lo descolgó mientras dejaba caer una gran coraza emocional.

- Se vé que sí, que es mío, no cabe duda es mi hijo, sangre de mi sangre - dijo entre emocionado y dolido, expresando ahora libremente lo que sentía mientras miraba las fotos- ¿Por qué ahora Martha?. -No podía dejar de ver la sucesión de fotos con el gran parecido físico. En estas fotos estaba la vida (que él ahora veía), había dejado escapar. Él, que no había querido tener hijos, Él que después de perder la inocencia con la decepción de la traición de Martha, (su único amor); de repente era padre...

Ella tomó el otro sobre que Julio había dejado sobre la mesa, y se lo dio, diciéndole:
- Los doctores me dijeron que te buscase, que eres la única posibilidad que él tiene. Que yo para esto no les sirvo. Mis análisis les dicen que no soy buena para ayudar a “mi hijo”.-
Dicho esto, la impotencia la invadió y esto provocó que aflojase su tensión y mostrase un poco de emoción ante el Dr Julio Ingaramo Soler.-

Julio tomó el segundo sobre temblando, sin soltar el otro. En este momento ambos estaban libres de corazas. Lo más importante era comprender, más que tapar las emociones.

En un sobre con las fotos estaba la vida de Nacho, y en el otro, la certeza de que la misma se le estaba escapando…
 
Stromboli,17.08.2012

CUENTO nª 23
Inicio
*cromatica

Martha invocó a todos los santos y, cogiendo la cartera, salió a la calle.
La mañana se presentaba fría, al punto de que el cabello comenzó a dolerle desde las raíces nada más pisar la acera.
Ante ella, el edificio de oficinas que había frente a su casa, se levantaba, majestuoso y acristalado, reflejando las nubes blancas que atravesaban el cielo gris.
Cruzó la calle, y mientras seguía invocando a cuanto santo milagroso le viniera a la mente, entró, dejando tras de sí todos sus miedos y sus fantasmas: Nacho merecía que su madre hiciera el esfuerzo.
El portero la miró, algo desconcertado, pues para él sólo era "la señora de la compra". Lo divertía mucho el mirar a la mujer lidiando, día sí, día también, con su carro de la compra. O con el paraguas. O con el perro de las vecinas que se iban de vacaciones. Pero siempre lidiando con algo. Había en ella un rasgo de confusión permanente.
- Disculpe, señor, quería ver al Doctor Ingaramo Soler.
- ¿De parte?
- Soy su... prima
Al decir el parentesco, Martha se arrepintió. Debería haber dado un nombre de abogada. Pero siempre fue ¡tan torpe!. No sabía disimular.
- Ah... claro, la prima…
El conserje estaba acostumbrado. Ingaramo Soler no dejaba títere con cabeza: jóvenes, viejas, altas, bajas, rubias, morenas, escandinavas (inolvidable aquella rubia sin oxigenar que se paseó por ese hall varios meses).
- Déme su documento, por favor. Y tome esta tarjeta. Con ella puede subir al piso 8. Oficina 813.
- Gracias, dijo Martha, mientras dejaba el documento y por el rabillo miraba el ascensor que funcionaba con tarjeta. Demasiada modernidad para ella, pensó y, girando hacia el portero le increpó:
- ¿Me ayudaría, señor? es que no he usado nunca algo así.
- Ya, ya lo veo, dijo el portero mientras recordaba los enredos con puertas, paraguas, carros de compra, perros ¡si ella supiera que el portero llevaba perfecta cuenta de sus tropiezos en la acera de enfrente!

- Mire, señora: pase la tarjeta magnética por aquí, luego marca piso ocho, a la derecha, encontrará las oficinas impares. Busque la...
- 813
- Así es, señora.

El portero la dejó dentro del cubículo, sin notar el sudor helado que perlaba la frente de Martha quien, con gesto tembloroso, metió la mano en el bolsillo de su abrigo, sacó una pastilla, la introdujo en su boca, bajo la lengua (siempre le dijeron que hacía efecto más rápido) y volvió a meter la mano, esta vez para dejarla en el bolsillo, sosteniendo el sobre con las fotos. De inmediato, metió la otra mano en el interior de su abrigo para comprobar si estaba el otro sobre.
"Piso Ocho" dijo la voz metálica e impersonal que parecía emanar de Dios, porque estaba en todos los ascensores de todos los pisos de esa maldita ciudad. O eso creía ella.
Sus zapatos negros, bajos, mediocres, parecieron más bajos, más negros y más vulgares al pisar el mármol rosa, con dibujos en beige.
Al llegar a la oficina 813 estuvo a punto de volverse. Pero justo se abría, dejando surgir antes que el hombre de impecable traje negro, un perfume demasiado conocido para ella. Muy a su pesar.

- Hola, justo salía a esperarte. El portero acaba de avisarme que venías hacia aquí.

Desarrollo
**andrurdna

- Hola, justo salía a esperarte. El portero acaba de avisarme que venías hacia aquí.
No podía creer que me dijese tu nombre... después de tanto tiempo...

- Julio. Me costó mucho llegar... -lo cortó antes que su orgullo hiciese que diese la vuelta. Ahora sólo importaba Nacho.
A pesar de haber estado tan cerca este lugar de su casa, para ella era inaccesible. Hasta el día de hoy...-.
-Tengo un hijo, Ignacio Perez Alfonso. Es mío. ¡Sólo mío!

Él la miró entre desconcertado y furioso, y su cabeza se transformó en un enjambre de pensamientos emocionales, mientras ella le estaba hablando pausadamente, comparado al ritmo de la ondanada vertiginosa que fluía en su interior: "¿Qué quiere ahora? ¿Por qué de repente me habla de su vida? ¿Quiere que le dé el lugar que ella misma se negó cuando tuvo la oportunidad? ¿Qué pretende después de que me abandonó y me dejó destrozado? ¡Ella sí pudo elegir! ¡Ahora el destino me enfrenta a mi asesino vital como si nada!...

Martha notó su mirada, y lo sintió distante. Esto provocó más tensión en ella, y con esta emoción (a la que le convenía aferrarse), tomó más fuerza y coraje; apuró las palabras y los gestos, cambiando la velocidad a cuatro veces la que traía.
En un giro brusco e impulsivo le extendió ambos sobres: las fotos y el "sobre fatal" y le dijo:
- ¡Mirá!... Por esto estoy. -su tono fue casi sin emoción, ya había pasado por todas ellas antes de llegar a este día, y su cabeza sólo debía pensar en el presente, en salvar la vida de "su Nacho".

Martha llevaba una vida muy sencilla y humilde, rodeada de sus elecciones cotidianas, lo que debía y había que hacer.
Era madre soltera desde muy joven, y sóla, con sus dos manos, había salido adelante con su hijo.
Julio había sido el que motivara su mayor desengaño, y pensar en él, era recordar que debía pisar los pies en la tierra y no soñar, las cosas son o no son- y con esta simpleza ella miraba su vida.- Con la resignación del esfuerzo, y la satisfacción de sentirse orgullosa de su hijo; y de vivir por, y para él.

Julio con una mano la tomó de un hombro y la hizo entrar desde el pasillo a su oficina, en la otra mano sostenía los papeles. Cerró la puerta y le indicó con un gesto, inclinando su cabeza que ella se sentase, mientras él hacía lo mismo en el sillón de entrada a su despacho.
En ese momento no había nadie, y sin decir palabra levantó el sobre con las fotos, y luego de verlas quedó shockeado ante el gran parecido físico que había entre Nacho y él mismo.
Se levantó casi por inercia, como tomando distancia emocional. Cerró con llave; como temiendo que su destino se le escapase nuevamente. Tomó el teléfono y le indicó al portero que no estaba para nadie. Luego de esto, lo descolgó mientras dejaba caer una gran coraza emocional.

- Se vé que sí, que es mío, no cabe duda es mi hijo, sangre de mi sangre - dijo entre emocionado y dolido, expresando ahora libremente lo que sentía mientras miraba las fotos- ¿Por qué ahora Martha?. -No podía dejar de ver la sucesión de fotos con el gran parecido físico. En estas fotos estaba la vida (que él ahora veía), había dejado escapar. Él, que no había querido tener hijos, Él que después de perder la inocencia con la decepción de la traición de Martha, (su único amor); de repente era padre...

Ella tomó el otro sobre que Julio había dejado sobre la mesa, y se lo dio, diciéndole:
- Los doctores me dijeron que te buscase, que eres la única posibilidad que él tiene. Que yo para esto no les sirvo. Mis análisis les dicen que no soy buena para ayudar a “mi hijo”.-
Dicho esto, la impotencia la invadió y esto provocó que aflojase su tensión y mostrase un poco de emoción ante el Dr Julio Ingaramo Soler.-

Julio tomó el segundo sobre temblando, sin soltar el otro. En este momento ambos estaban libres de corazas. Lo más importante era comprender, más que tapar las emociones.

En un sobre con las fotos estaba la vida de Nacho, y en el otro, la certeza de que la misma se le estaba escapando…

Desarrollo hacia el final
***yosoyasi2

Final
****sirio
 
yosoyasi2,17.08.2012
Las paredes de su oficina parecía que se redujeran y el mundo se le venía abajo.
El, el gran Julio; el triunfador en los negocios y en el amor, allí frente a su pasado
El que ya creía olvidado.
De pronto todo estaba en aquel lugar, hasta aquella tarde que se conocieron y nació una relación, la que abrupta mente había finalizado por culpa de infidelidades.
Ella por venganza y él por costumbre.
Y ahora de pronto, sin haberlo imaginado, se encuentra padre de alguien que ni siquiera sabia de su existencia.
Marta se lo había ocultado.
Pero ante la enfermedad de Nacho, siendo ella incompatible, se veía obligada a dejar de lado su orgullo y recurrir a él.
¿Fue influencia del destino o la mano de DIOS para juntar los nuevamente?
No era tiempo de rencores. Era la vida de su único hijo que estaba en juego Y con voz enronquecida: preguntó: ¿ y que enfermedad padece?- A lo que Marta, con un hilo de voz , contestó: _Necesita un trasplante de médula.
 
leobrizuela,17.08.2012
Viene con todo el cuentito. Cromática lo inició con soltura y buen ritmo y andrurdna lo sigue con fidelidad tal que parecen ser una sola pluma. No me anticipo, pero sospecho que estaremos para el asombro.
 
musas-muertas,17.08.2012
Ahhhh buenoooo!!!!! que buen cuento!! con final abierto... que suspenso... felicitaciones!!
 
yosoyasi2,17.08.2012
y a mi no menciona don leo salu
 
silvimar-,17.08.2012
todos estan muy bien!! vos tambien tenes continuidad en el cuento yosoy...yo ando media enfermita..me levanto y miro..saludos a todos!! no quiero contagiarlos.. atchis!
 
leobrizuela,17.08.2012
Estimadísima yosoyasí, aún no había leído tu parte... Se nota que la subiste cuando yo escribía mi comentario. Ahora que lo veo, compruebo que pusiste al personaje en un brete. ¡Vamos sirio todavía, a ver como se porta! Doble salú.
 
hugodemerlo,17.08.2012
Wow, este cuento sí que está hasta la médula!
Que situación! Que pasará?
 
andrurdna,17.08.2012
Ah! Bueno, qué bién que va esto!!! Muy bien yosoyasi2 y ahora quiero leer a Sirio!
 
Stromboli,17.08.2012
CUENTO nª 23
Inicio
*cromatica

Martha invocó a todos los santos y, cogiendo la cartera, salió a la calle.
La mañana se presentaba fría, al punto de que el cabello comenzó a dolerle desde las raíces nada más pisar la acera.
Ante ella, el edificio de oficinas que había frente a su casa, se levantaba, majestuoso y acristalado, reflejando las nubes blancas que atravesaban el cielo gris.
Cruzó la calle, y mientras seguía invocando a cuanto santo milagroso le viniera a la mente, entró, dejando tras de sí todos sus miedos y sus fantasmas: Nacho merecía que su madre hiciera el esfuerzo.
El portero la miró, algo desconcertado, pues para él sólo era "la señora de la compra". Lo divertía mucho el mirar a la mujer lidiando, día sí, día también, con su carro de la compra. O con el paraguas. O con el perro de las vecinas que se iban de vacaciones. Pero siempre lidiando con algo. Había en ella un rasgo de confusión permanente.
- Disculpe, señor, quería ver al Doctor Ingaramo Soler.
- ¿De parte?
- Soy su... prima
Al decir el parentesco, Martha se arrepintió. Debería haber dado un nombre de abogada. Pero siempre fue ¡tan torpe!. No sabía disimular.
- Ah... claro, la prima…
El conserje estaba acostumbrado. Ingaramo Soler no dejaba títere con cabeza: jóvenes, viejas, altas, bajas, rubias, morenas, escandinavas (inolvidable aquella rubia sin oxigenar que se paseó por ese hall varios meses).
- Déme su documento, por favor. Y tome esta tarjeta. Con ella puede subir al piso 8. Oficina 813.
- Gracias, dijo Martha, mientras dejaba el documento y por el rabillo miraba el ascensor que funcionaba con tarjeta. Demasiada modernidad para ella, pensó y, girando hacia el portero le increpó:
- ¿Me ayudaría, señor? es que no he usado nunca algo así.
- Ya, ya lo veo, dijo el portero mientras recordaba los enredos con puertas, paraguas, carros de compra, perros ¡si ella supiera que el portero llevaba perfecta cuenta de sus tropiezos en la acera de enfrente!

- Mire, señora: pase la tarjeta magnética por aquí, luego marca piso ocho, a la derecha, encontrará las oficinas impares. Busque la...
- 813
- Así es, señora.

El portero la dejó dentro del cubículo, sin notar el sudor helado que perlaba la frente de Martha quien, con gesto tembloroso, metió la mano en el bolsillo de su abrigo, sacó una pastilla, la introdujo en su boca, bajo la lengua (siempre le dijeron que hacía efecto más rápido) y volvió a meter la mano, esta vez para dejarla en el bolsillo, sosteniendo el sobre con las fotos. De inmediato, metió la otra mano en el interior de su abrigo para comprobar si estaba el otro sobre.
"Piso Ocho" dijo la voz metálica e impersonal que parecía emanar de Dios, porque estaba en todos los ascensores de todos los pisos de esa maldita ciudad. O eso creía ella.
Sus zapatos negros, bajos, mediocres, parecieron más bajos, más negros y más vulgares al pisar el mármol rosa, con dibujos en beige.
Al llegar a la oficina 813 estuvo a punto de volverse. Pero justo se abría, dejando surgir antes que el hombre de impecable traje negro, un perfume demasiado conocido para ella. Muy a su pesar.

- Hola, justo salía a esperarte. El portero acaba de avisarme que venías hacia aquí.

Desarrollo
**andrurdna

- Hola, justo salía a esperarte. El portero acaba de avisarme que venías hacia aquí.
No podía creer que me dijese tu nombre... después de tanto tiempo...

- Julio. Me costó mucho llegar... -lo cortó antes que su orgullo hiciese que diese la vuelta. Ahora sólo importaba Nacho.
A pesar de haber estado tan cerca este lugar de su casa, para ella era inaccesible. Hasta el día de hoy...-.
-Tengo un hijo, Ignacio Perez Alfonso. Es mío. ¡Sólo mío!

Él la miró entre desconcertado y furioso, y su cabeza se transformó en un enjambre de pensamientos emocionales, mientras ella le estaba hablando pausadamente, comparado al ritmo de la ondanada vertiginosa que fluía en su interior: "¿Qué quiere ahora? ¿Por qué de repente me habla de su vida? ¿Quiere que le dé el lugar que ella misma se negó cuando tuvo la oportunidad? ¿Qué pretende después de que me abandonó y me dejó destrozado? ¡Ella sí pudo elegir! ¡Ahora el destino me enfrenta a mi asesino vital como si nada!...

Martha notó su mirada, y lo sintió distante. Esto provocó más tensión en ella, y con esta emoción (a la que le convenía aferrarse), tomó más fuerza y coraje; apuró las palabras y los gestos, cambiando la velocidad a cuatro veces la que traía.
En un giro brusco e impulsivo le extendió ambos sobres: las fotos y el "sobre fatal" y le dijo:
- ¡Mirá!... Por esto estoy. -su tono fue casi sin emoción, ya había pasado por todas ellas antes de llegar a este día, y su cabeza sólo debía pensar en el presente, en salvar la vida de "su Nacho".

Martha llevaba una vida muy sencilla y humilde, rodeada de sus elecciones cotidianas, lo que debía y había que hacer.
Era madre soltera desde muy joven, y sóla, con sus dos manos, había salido adelante con su hijo.
Julio había sido el que motivara su mayor desengaño, y pensar en él, era recordar que debía pisar los pies en la tierra y no soñar, las cosas son o no son- y con esta simpleza ella miraba su vida.- Con la resignación del esfuerzo, y la satisfacción de sentirse orgullosa de su hijo; y de vivir por, y para él.

Julio con una mano la tomó de un hombro y la hizo entrar desde el pasillo a su oficina, en la otra mano sostenía los papeles. Cerró la puerta y le indicó con un gesto, inclinando su cabeza que ella se sentase, mientras él hacía lo mismo en el sillón de entrada a su despacho.
En ese momento no había nadie, y sin decir palabra levantó el sobre con las fotos, y luego de verlas quedó shockeado ante el gran parecido físico que había entre Nacho y él mismo.
Se levantó casi por inercia, como tomando distancia emocional. Cerró con llave; como temiendo que su destino se le escapase nuevamente. Tomó el teléfono y le indicó al portero que no estaba para nadie. Luego de esto, lo descolgó mientras dejaba caer una gran coraza emocional.

- Se vé que sí, que es mío, no cabe duda es mi hijo, sangre de mi sangre - dijo entre emocionado y dolido, expresando ahora libremente lo que sentía mientras miraba las fotos- ¿Por qué ahora Martha?. -No podía dejar de ver la sucesión de fotos con el gran parecido físico. En estas fotos estaba la vida (que él ahora veía), había dejado escapar. Él, que no había querido tener hijos, Él que después de perder la inocencia con la decepción de la traición de Martha, (su único amor); de repente era padre...

Ella tomó el otro sobre que Julio había dejado sobre la mesa, y se lo dio, diciéndole:
- Los doctores me dijeron que te buscase, que eres la única posibilidad que él tiene. Que yo para esto no les sirvo. Mis análisis les dicen que no soy buena para ayudar a “mi hijo”.-
Dicho esto, la impotencia la invadió y esto provocó que aflojase su tensión y mostrase un poco de emoción ante el Dr Julio Ingaramo Soler.-

Julio tomó el segundo sobre temblando, sin soltar el otro. En este momento ambos estaban libres de corazas. Lo más importante era comprender, más que tapar las emociones.

En un sobre con las fotos estaba la vida de Nacho, y en el otro, la certeza de que la misma se le estaba escapando…

Desarrollo hacia el final
***yosoyasi2

Las paredes de su oficina parecía que se redujeran y el mundo se le venía abajo.
El, el gran Julio; el triunfador en los negocios y en el amor, allí frente a su pasado
El que ya creía olvidado.
De pronto todo estaba en aquel lugar, hasta aquella tarde que se conocieron y nació una relación, la que abruptamente había finalizado por culpa de infidelidades.
Ella por venganza y él por costumbre.
Y ahora de pronto, sin haberlo imaginado, se encuentra padre de alguien que ni siquiera sabia de su existencia.
Martha se lo había ocultado.
Pero ante la enfermedad de Nacho, siendo ella incompatible, se veía obligada a dejar de lado su orgullo y recurrir a él.
¿Fue influencia del destino o la mano de Dios para juntarlos nuevamente?
No era tiempo de rencores. Era la vida de su único hijo que estaba en juego Y con voz enronquecida: preguntó: ¿ y que enfermedad padece?- A lo que Martha, con un hilo de voz , contestó:

_Necesita un trasplante de médula.

Final
****sirio
 
sirio,18.08.2012
La mente de Julio no terminaba por asimilar lo sucedido, su vida daba un vuelco de 180°, el corazón desbocado amenazaba con abandonar su cuerpo en cualquier instante, en tanto que su alma entraba y salía presa de la incertidumbre, el recuerdo y… quizá de la esperanza.
Aquel engaño había marcado su vida para siempre. El primer y único amor de su vida, aquel con el que siempre soñó envejecer tomado de su mano, no solo había dudado de él y traicionado su confianza, lo había hecho de la forma más ruin imaginable. En ese momento su mente lo transportó a aquellos tiempos…
-Hola amor, ¿qué tal ha ido tu día?
-No muy bien, ¿ya viste la hora?
-Disculpa que no te haya llamado antes, pero ya sabes que esto del internado en algunas ocasiones apenas deja tiempo para respirar, y el resto de ellas ni para eso- bromeo Julio tratando de romper esa gruesa capa de hielo que incluso a través del auricular helaba los huesos.
-Si crees que haciéndote el gracioso vas a componer la situación, estás muy equivocado- le increpó Martha en un tono desafiante, a más molesto
-Llevo todo el día preparando la cena.
-Martha mi vida, cuántas veces hemos pasado por esto, sabíamos que la carrera de medicina iba a ser sumamente exigente y acordamos pasar juntos este trance y apoyarnos en todo momento
-Juntos, tú lo has dicho, juntos, pero cada vez que quedamos en vernos siempre hay algo más importante y “casualmente” la mayor parte del tiempo lo pasas con tus compañeros de internado, o quizá deba decir “compañeras”.
-Amor, cuantas veces tengo que decirte que yo no tengo la culpa que me hayan tocado únicamente mujeres en el internado médico, es más a ti debería darte gusto, tú que tanto has luchado por la igualdad de oportunidades para ustedes, además deberías tener más confianza en mí, yo te amo y no me interesa ninguna otra mujer.
-A mí no me engañas, yo sé que tienes algo que ver con algunas, si no con todas tus “compañeritas”, ¿cuándo fue la última vez que hicimos el amor?, ¿hace una semana?- justo en ese momento le avisaron a Julio que el paciente en terapia intensiva del que estaba a cargo, estaba convulsionando, por lo que tuvo que interrumpir a Martha
-Mi amor tengo una emergencia, en cuanto pueda te llamo, te amo- y colgó la bocina.
Esa fue la última vez que Julio habló con ella.

En la oficina de Julio, Martha enjugaba el resto de lágrimas que surcaban su demacrado rostro, algunas de ellas de tristeza y otras de…nostalgia. Contemplo a Julio absorto en sus pensamientos, y de igual forma su mente viajo a través del tiempo hacia aquel pasado…
Recordó aquellos instantes en que presa de los celos que le consumían el alma y le roían el corazón no sabía qué hacer, quería creer en Julio, lo amaba tanto, pero todas sus compañeras le envenenaban el alma. Que si era una tonta inocente por creer en un hombre tan apuesto, que si habían visto a su novio con otra mujer, y con otra…
Tenía tan presente en la memoria aquel momento en que tomó su celular y le habló a la única persona que podría sacarla de dudas, Roberto.
-Roberto, hola habla Martha, ya no puedo más, me estoy volviendo loca, la incertidumbre, la duda y los celos me están matando, necesito que me ayudes por favor
-Güera preciosa, ya te he dicho que no debes preocuparte por Julio, él está perdidamente enamorado de ti y no tiene ojos para nadie más
-Qué más podría decir la persona más cercana a Julio, su mejor amigo, su confidente, con quien ha convivido toda su vida, cómo puedo saber que estás diciéndome la verdad y no tapándolo, al fin y al cabo es lo que hacen los hombres, taparse ¿qué no?
-A ver güera, no entiendo por qué me llamaste, si estás tan segura que soy tapadera está conversación no tiene sentido, por si no lo recuerdas tú y yo ya éramos amigos antes de que te presentara a Julio, y muy buenos amigos por cierto, yo sería incapaz de hacerte daño o dejar que alguien lo hiciera, llámese Julio Ingaramo o Napoleón Bonaparte.
-Roberto tienes razón perdóname, la situación me tiene con los nervios tan de punta que pinchan globos, tanto que había olvidado nuestra amistad y todo lo que compartimos juntos, ahora necesito a mi amigo, realmente necesito un hombro en el que apoyarme.

Julio y Martha volvieron de su viaje por el pasado prácticamente al mismo tiempo, se miraron a los ojos y ambos supieron que su mundo ya no sería el mismo. Julio reaccionó y de inmediato abrió el sobre que tenía en la mano, a pesar de que Martha le había comunicado la terrible noticia, apuró la lectura deseando que hubiese algún error en los resultados del laboratorio.
-El diagnóstico no da pie a la duda- dijo a Martha
-Lo sé, ¿Cuántas veces crees que lo he leído? ¿A cuántos médicos crees que he visto antes de recurrir a ti?
-Sí, supongo que a varios, pero ahora lo importante es iniciar lo necesario para llevar a cabo el trasplante de médula lo antes posible y salvar la vida de Nacho, por cierto, ¿por qué Ignacio?, ah! ya sé, así se llamaba tu abuelo al que tanto quisiste.
- Si no iba a saber de ti, me pareció lo más indicado.
Julio tomó las muestras tanto de Nacho como las suyas, como médico sabía perfectamente el procedimiento de tipiaje genético de HLA-A y DRB1 de baja resolución al que debía ser sometido para determinar la compatibilidad, dijo a Martha que él las llevaría al laboratorio mientras ella se quedaba con su hijo, ahora más que nunca la necesitaba a su lado.
-Hola Dr. Ingaramo a que se debe el honor, que gusto verte
-Cómo has estado Javier, que tal marcha tu empresa, de haber sabido que los laboratorios serían tan buen negocio no me hubiera quemado las pestañas tantos años.
-No me puedo quejar buen amigo, aunque tú tampoco deberías, pero dime ¿en qué puedo servirte?
-Pues verás, necesito unos análisis urgentemente, aquí están las muestras, sin embargo requiero la máxima discreción, cuando sepas de que se trata lo comprenderás, por eso te agradecería que manejaras esto personalmente.
-Cuenta conmigo, acompáñame y veamos qué es lo que necesitas.
A la mañana siguiente Julio se presentó a primera hora, tal y como había acordado con Javier López Riquelme, Director de los laboratorios más importantes del país, su buen amigo no había llegado pero tal y como lo prometió dejó los resultados debidamente sellados y sin el nombre del paciente a la vista.
Julio guardó los resultados en su portafolios de cuero negro, apuró la marcha, subió a su auto y se quedó ensimismado en sus pensamientos y atrapado entre las garras de la incertidumbre.
Finalmente no se decidió a abrirlos, arrancó el vehículo y piso el acelerador rumbo a su oficina, necesitaba un buen trago para enfrentar la realidad plasmada en aquellos papeles, sabía que cualesquiera que fuera el resultado, cambiaría radicalmente su vida.
Se sirvió un generoso vaso de whisky y se sentó en ese sillón, el cual había sido su cómplice incondicional, ya sea de las aventuras con las innumerables mujeres que habían desfilado ahí, más por mantener su estatus ante el portero del edificio que por sentirse realmente un don juan, o de aquellas incontables lecturas, algunas formidables otras no tanto, pero que de alguna forma habían hecho más llevadera esa soledad que lo invadía.
Tomó el sobre con los resultados de la prueba de compatibilidad esperando tener mejor suerte que Martha. Mientras leía los resultados, su mente nuevamente regresó en el tiempo, justo a aquel día en que tuvo que colgar a Martha debido a la convulsión de su paciente…

No solo era su aniversario, entre sus planes para ese día estaba el pedirle matrimonio, había comprado aquel hermoso anillo de compromiso que ella tantas veces le había enseñado en aquel escaparte, era su favorito se lo había dicho al menos un centenar de veces. Esa noche después de la magnífica cena que ella prometió preparar, le pediría que se casara con él, su internado estaba por terminar y había tomado la decisión de realizar su especialidad en el extranjero, pero no se iría sin ella, la mujer a la que amaba.
No hubiese querido interrumpir tan abruptamente la llamada, pero sabía muy bien que la vida de una persona dependía no solo de los conocimientos adquiridos, sino de la capacidad y prontitud de reacción. No bien se cercioró que su paciente ya no corría peligro, se dirigió al director de la clínica para rogarle que le diera un par de horas, las necesitaba para comprometerse con la mujer de sus sueños. Aunque ya era tarde y habían pasado algunas horas desde que habló con Martha, estaba seguro que le daría gusto verlo.
-Está bien Julio- dijo el Dr. Eusebio Caravia- te voy a conceder el tiempo que pides, primero porqué eres uno de los mejores internistas que he tenido además de ser el más comprometido, segundo porque no quiero ser el causante de apagar ese rayo de luz en tus ojos, ni amargar la miel que destilan cuando hablas de Martha, ve muchacho, ve en pos de la felicidad, te lo mereces.
Julio agradeció al Dr. Caravia con un apretón de manos y corriendo como loco se subió a la motocicleta, llegó como un suspiro al departamento de Martha, subió los escalones de dos en dos, emocionado sacó la llave y abrió la puerta del departamento, el lugar olía a una mezcla de tabaco y alcohol, camino unos pasos escuchando la música y se frenó en seco, la escena le revolvió las entrañas, ahí estaban Roberto y Martha dormidos y semidesnudos, tendidos en el piso, cubiertos de humedad y entrelazados en la penumbra.
Regresó sobre sus mismos pasos y sintiéndose un intruso cerró sigilosamente la puerta para desaparecer en la bruma de la noche.
Julio volvió de nuevo al presente y seco una casi imperceptible lágrima que rodaba por su mejilla, se armó de valor y tomó el segundo sobre de resultados, lo abrió serenamente, tan sereno como puede estar un alpinista cuya soga, que es lo único que lo separa del abismo, amenaza con deshilacharse por completo en un instante. Leyó los resultados, tomó el teléfono y temblorosamente marcó ese número, aquel que siempre pensó que jamás marcaría.
El timbre sonó un par de veces y una voz femenina contestó amablemente- despacho de abogados Ingaramo Soler, buenos días.
-Hola, muy buen día, me podría comunicar con el Lic. Ingaramo
-Quién lo busca
-Julio Ingaramo
Roberto con el corazón en vilo y lágrimas en los ojos se abalanzó al teléfono
-Julio, no sabes cuánto tiempo he esperado esta llamada, hermano querido, si tú supieras, no he dormido desde aquel día, no sé como…
-Roberto, no necesitas decir nada, es tiempo de olvidar y perdonar, la vida nos está ofreciendo una nueva oportunidad, sobre todo a ti, hermano, te brinda la oportunidad de salvar una vida, la de tu hijo… mi sobrino.

FINAL
 
rhcastro,18.08.2012
Será bueno que junten las partes para poderlo leer.-Saludos.-
 
musas-muertas,18.08.2012
muy buen cuento, excelente!!! me gusto mucho el final, no lo esperaba. Felicitaciones a todos.
 
Stromboli,18.08.2012
CUENTO nª 23
Inicio
*cromatica

Martha invocó a todos los santos y, cogiendo la cartera, salió a la calle.
La mañana se presentaba fría, al punto de que el cabello comenzó a dolerle desde las raíces nada más pisar la acera.
Ante ella, el edificio de oficinas que había frente a su casa, se levantaba, majestuoso y acristalado, reflejando las nubes blancas que atravesaban el cielo gris.
Cruzó la calle, y mientras seguía invocando a cuanto santo milagroso le viniera a la mente, entró, dejando tras de sí todos sus miedos y sus fantasmas: Nacho merecía que su madre hiciera el esfuerzo.
El portero la miró, algo desconcertado, pues para él sólo era "la señora de la compra". Lo divertía mucho el mirar a la mujer lidiando, día sí, día también, con su carro de la compra. O con el paraguas. O con el perro de las vecinas que se iban de vacaciones. Pero siempre lidiando con algo. Había en ella un rasgo de confusión permanente.
- Disculpe, señor, quería ver al Doctor Ingaramo Soler.
- ¿De parte?
- Soy su... prima
Al decir el parentesco, Martha se arrepintió. Debería haber dado un nombre de abogada. Pero siempre fue ¡tan torpe!. No sabía disimular.
- Ah... claro, la prima…
El conserje estaba acostumbrado. Ingaramo Soler no dejaba títere con cabeza: jóvenes, viejas, altas, bajas, rubias, morenas, escandinavas (inolvidable aquella rubia sin oxigenar que se paseó por ese hall varios meses).
- Déme su documento, por favor. Y tome esta tarjeta. Con ella puede subir al piso 8. Oficina 813.
- Gracias, dijo Martha, mientras dejaba el documento y por el rabillo miraba el ascensor que funcionaba con tarjeta. Demasiada modernidad para ella, pensó y, girando hacia el portero le increpó:
- ¿Me ayudaría, señor? es que no he usado nunca algo así.
- Ya, ya lo veo, dijo el portero mientras recordaba los enredos con puertas, paraguas, carros de compra, perros ¡si ella supiera que el portero llevaba perfecta cuenta de sus tropiezos en la acera de enfrente!

- Mire, señora: pase la tarjeta magnética por aquí, luego marca piso ocho, a la derecha, encontrará las oficinas impares. Busque la...
- 813
- Así es, señora.

El portero la dejó dentro del cubículo, sin notar el sudor helado que perlaba la frente de Martha quien, con gesto tembloroso, metió la mano en el bolsillo de su abrigo, sacó una pastilla, la introdujo en su boca, bajo la lengua (siempre le dijeron que hacía efecto más rápido) y volvió a meter la mano, esta vez para dejarla en el bolsillo, sosteniendo el sobre con las fotos. De inmediato, metió la otra mano en el interior de su abrigo para comprobar si estaba el otro sobre.
"Piso Ocho" dijo la voz metálica e impersonal que parecía emanar de Dios, porque estaba en todos los ascensores de todos los pisos de esa maldita ciudad. O eso creía ella.
Sus zapatos negros, bajos, mediocres, parecieron más bajos, más negros y más vulgares al pisar el mármol rosa, con dibujos en beige.
Al llegar a la oficina 813 estuvo a punto de volverse. Pero justo se abría, dejando surgir antes que el hombre de impecable traje negro, un perfume demasiado conocido para ella. Muy a su pesar.

- Hola, justo salía a esperarte. El portero acaba de avisarme que venías hacia aquí.

Desarrollo
**andrurdna

- Hola, justo salía a esperarte. El portero acaba de avisarme que venías hacia aquí.
No podía creer que me dijese tu nombre... después de tanto tiempo...

- Julio. Me costó mucho llegar... -lo cortó antes que su orgullo hiciese que diese la vuelta. Ahora sólo importaba Nacho.
A pesar de haber estado tan cerca este lugar de su casa, para ella era inaccesible. Hasta el día de hoy...-.
-Tengo un hijo, Ignacio Perez Alfonso. Es mío. ¡Sólo mío!

Él la miró entre desconcertado y furioso, y su cabeza se transformó en un enjambre de pensamientos emocionales, mientras ella le estaba hablando pausadamente, comparado al ritmo de la ondanada vertiginosa que fluía en su interior: "¿Qué quiere ahora? ¿Por qué de repente me habla de su vida? ¿Quiere que le dé el lugar que ella misma se negó cuando tuvo la oportunidad? ¿Qué pretende después de que me abandonó y me dejó destrozado? ¡Ella sí pudo elegir! ¡Ahora el destino me enfrenta a mi asesino vital como si nada!...

Martha notó su mirada, y lo sintió distante. Esto provocó más tensión en ella, y con esta emoción (a la que le convenía aferrarse), tomó más fuerza y coraje; apuró las palabras y los gestos, cambiando la velocidad a cuatro veces la que traía.
En un giro brusco e impulsivo le extendió ambos sobres: las fotos y el "sobre fatal" y le dijo:
- ¡Mirá!... Por esto estoy. -su tono fue casi sin emoción, ya había pasado por todas ellas antes de llegar a este día, y su cabeza sólo debía pensar en el presente, en salvar la vida de "su Nacho".

Martha llevaba una vida muy sencilla y humilde, rodeada de sus elecciones cotidianas, lo que debía y había que hacer.
Era madre soltera desde muy joven, y sóla, con sus dos manos, había salido adelante con su hijo.
Julio había sido el que motivara su mayor desengaño, y pensar en él, era recordar que debía pisar los pies en la tierra y no soñar, las cosas son o no son- y con esta simpleza ella miraba su vida.- Con la resignación del esfuerzo, y la satisfacción de sentirse orgullosa de su hijo; y de vivir por, y para él.

Julio con una mano la tomó de un hombro y la hizo entrar desde el pasillo a su oficina, en la otra mano sostenía los papeles. Cerró la puerta y le indicó con un gesto, inclinando su cabeza que ella se sentase, mientras él hacía lo mismo en el sillón de entrada a su despacho.
En ese momento no había nadie, y sin decir palabra levantó el sobre con las fotos, y luego de verlas quedó shockeado ante el gran parecido físico que había entre Nacho y él mismo.
Se levantó casi por inercia, como tomando distancia emocional. Cerró con llave; como temiendo que su destino se le escapase nuevamente. Tomó el teléfono y le indicó al portero que no estaba para nadie. Luego de esto, lo descolgó mientras dejaba caer una gran coraza emocional.

- Se vé que sí, que es mío, no cabe duda es mi hijo, sangre de mi sangre - dijo entre emocionado y dolido, expresando ahora libremente lo que sentía mientras miraba las fotos- ¿Por qué ahora Martha?. -No podía dejar de ver la sucesión de fotos con el gran parecido físico. En estas fotos estaba la vida (que él ahora veía), había dejado escapar. Él, que no había querido tener hijos, Él que después de perder la inocencia con la decepción de la traición de Martha, (su único amor); de repente era padre...

Ella tomó el otro sobre que Julio había dejado sobre la mesa, y se lo dio, diciéndole:
- Los doctores me dijeron que te buscase, que eres la única posibilidad que él tiene. Que yo para esto no les sirvo. Mis análisis les dicen que no soy buena para ayudar a “mi hijo”.-
Dicho esto, la impotencia la invadió y esto provocó que aflojase su tensión y mostrase un poco de emoción ante el Dr Julio Ingaramo Soler.-

Julio tomó el segundo sobre temblando, sin soltar el otro. En este momento ambos estaban libres de corazas. Lo más importante era comprender, más que tapar las emociones.

En un sobre con las fotos estaba la vida de Nacho, y en el otro, la certeza de que la misma se le estaba escapando…

Desarrollo hacia el final
***yosoyasi2

Las paredes de su oficina parecía que se redujeran y el mundo se le venía abajo.
El, el gran Julio; el triunfador en los negocios y en el amor, allí frente a su pasado
El que ya creía olvidado.
De pronto todo estaba en aquel lugar, hasta aquella tarde que se conocieron y nació una relación, la que abruptamente había finalizado por culpa de infidelidades.
Ella por venganza y él por costumbre.
Y ahora de pronto, sin haberlo imaginado, se encuentra padre de alguien que ni siquiera sabia de su existencia.
Martha se lo había ocultado.
Pero ante la enfermedad de Nacho, siendo ella incompatible, se veía obligada a dejar de lado su orgullo y recurrir a él.
¿Fue influencia del destino o la mano de Dios para juntarlos nuevamente?
No era tiempo de rencores. Era la vida de su único hijo que estaba en juego Y con voz enronquecida: preguntó: ¿ y que enfermedad padece?- A lo que Martha, con un hilo de voz , contestó:

_Necesita un trasplante de médula.

Final
****sirio
La mente de Julio no terminaba por asimilar lo sucedido, su vida daba un vuelco de 180°, el corazón desbocado amenazaba con abandonar su cuerpo en cualquier instante, en tanto que su alma entraba y salía presa de la incertidumbre, el recuerdo y… quizá de la esperanza.
Aquel engaño había marcado su vida para siempre. El primer y único amor de su vida, aquel con el que siempre soñó envejecer tomado de su mano, no solo había dudado de él y traicionado su confianza, lo había hecho de la forma más ruin imaginable. En ese momento su mente lo transportó a aquellos tiempos…
-Hola amor, ¿qué tal ha ido tu día?
-No muy bien, ¿ya viste la hora?
-Disculpa que no te haya llamado antes, pero ya sabes que esto del internado en algunas ocasiones apenas deja tiempo para respirar, y el resto de ellas ni para eso- bromeo Julio tratando de romper esa gruesa capa de hielo que incluso a través del auricular helaba los huesos.
-Si crees que haciéndote el gracioso vas a componer la situación, estás muy equivocado- le increpó Martha en un tono desafiante, a más molesto
-Llevo todo el día preparando la cena.
-Martha mi vida, cuántas veces hemos pasado por esto, sabíamos que la carrera de medicina iba a ser sumamente exigente y acordamos pasar juntos este trance y apoyarnos en todo momento
-Juntos, tú lo has dicho, juntos, pero cada vez que quedamos en vernos siempre hay algo más importante y “casualmente” la mayor parte del tiempo lo pasas con tus compañeros de internado, o quizá deba decir “compañeras”.
-Amor, cuantas veces tengo que decirte que yo no tengo la culpa que me hayan tocado únicamente mujeres en el internado médico, es más a ti debería darte gusto, tú que tanto has luchado por la igualdad de oportunidades para ustedes, además deberías tener más confianza en mí, yo te amo y no me interesa ninguna otra mujer.
-A mí no me engañas, yo sé que tienes algo que ver con algunas, si no con todas tus “compañeritas”, ¿cuándo fue la última vez que hicimos el amor?, ¿hace una semana?- justo en ese momento le avisaron a Julio que el paciente en terapia intensiva del que estaba a cargo, estaba convulsionando, por lo que tuvo que interrumpir a Martha
-Mi amor tengo una emergencia, en cuanto pueda te llamo, te amo- y colgó la bocina.
Esa fue la última vez que Julio habló con ella.

En la oficina de Julio, Martha enjugaba el resto de lágrimas que surcaban su demacrado rostro, algunas de ellas de tristeza y otras de…nostalgia. Contemplo a Julio absorto en sus pensamientos, y de igual forma su mente viajo a través del tiempo hacia aquel pasado…
Recordó aquellos instantes en que presa de los celos que le consumían el alma y le roían el corazón no sabía qué hacer, quería creer en Julio, lo amaba tanto, pero todas sus compañeras le envenenaban el alma. Que si era una tonta inocente por creer en un hombre tan apuesto, que si habían visto a su novio con otra mujer, y con otra…
Tenía tan presente en la memoria aquel momento en que tomó su celular y le habló a la única persona que podría sacarla de dudas, Roberto.
-Roberto, hola habla Martha, ya no puedo más, me estoy volviendo loca, la incertidumbre, la duda y los celos me están matando, necesito que me ayudes por favor
-Güera preciosa, ya te he dicho que no debes preocuparte por Julio, él está perdidamente enamorado de ti y no tiene ojos para nadie más
-Qué más podría decir la persona más cercana a Julio, su mejor amigo, su confidente, con quien ha convivido toda su vida, cómo puedo saber que estás diciéndome la verdad y no tapándolo, al fin y al cabo es lo que hacen los hombres, taparse ¿qué no?
-A ver güera, no entiendo por qué me llamaste, si estás tan segura que soy tapadera está conversación no tiene sentido, por si no lo recuerdas tú y yo ya éramos amigos antes de que te presentara a Julio, y muy buenos amigos por cierto, yo sería incapaz de hacerte daño o dejar que alguien lo hiciera, llámese Julio Ingaramo o Napoleón Bonaparte.
-Roberto tienes razón perdóname, la situación me tiene con los nervios tan de punta que pinchan globos, tanto que había olvidado nuestra amistad y todo lo que compartimos juntos, ahora necesito a mi amigo, realmente necesito un hombro en el que apoyarme.

Julio y Martha volvieron de su viaje por el pasado prácticamente al mismo tiempo, se miraron a los ojos y ambos supieron que su mundo ya no sería el mismo. Julio reaccionó y de inmediato abrió el sobre que tenía en la mano, a pesar de que Martha le había comunicado la terrible noticia, apuró la lectura deseando que hubiese algún error en los resultados del laboratorio.
-El diagnóstico no da pie a la duda- dijo a Martha
-Lo sé, ¿Cuántas veces crees que lo he leído? ¿A cuántos médicos crees que he visto antes de recurrir a ti?
-Sí, supongo que a varios, pero ahora lo importante es iniciar lo necesario para llevar a cabo el trasplante de médula lo antes posible y salvar la vida de Nacho, por cierto, ¿por qué Ignacio?, ah! ya sé, así se llamaba tu abuelo al que tanto quisiste.
- Si no iba a saber de ti, me pareció lo más indicado.
Julio tomó las muestras tanto de Nacho como las suyas, como médico sabía perfectamente el procedimiento de tipiaje genético de HLA-A y DRB1 de baja resolución al que debía ser sometido para determinar la compatibilidad, dijo a Martha que él las llevaría al laboratorio mientras ella se quedaba con su hijo, ahora más que nunca la necesitaba a su lado.
-Hola Dr. Ingaramo a que se debe el honor, que gusto verte
-Cómo has estado Javier, que tal marcha tu empresa, de haber sabido que los laboratorios serían tan buen negocio no me hubiera quemado las pestañas tantos años.
-No me puedo quejar buen amigo, aunque tú tampoco deberías, pero dime ¿en qué puedo servirte?
-Pues verás, necesito unos análisis urgentemente, aquí están las muestras, sin embargo requiero la máxima discreción, cuando sepas de que se trata lo comprenderás, por eso te agradecería que manejaras esto personalmente.
-Cuenta conmigo, acompáñame y veamos qué es lo que necesitas.
A la mañana siguiente Julio se presentó a primera hora, tal y como había acordado con Javier López Riquelme, Director de los laboratorios más importantes del país, su buen amigo no había llegado pero tal y como lo prometió dejó los resultados debidamente sellados y sin el nombre del paciente a la vista.
Julio guardó los resultados en su portafolios de cuero negro, apuró la marcha, subió a su auto y se quedó ensimismado en sus pensamientos y atrapado entre las garras de la incertidumbre.
Finalmente no se decidió a abrirlos, arrancó el vehículo y piso el acelerador rumbo a su oficina, necesitaba un buen trago para enfrentar la realidad plasmada en aquellos papeles, sabía que cualesquiera que fuera el resultado, cambiaría radicalmente su vida.
Se sirvió un generoso vaso de whisky y se sentó en ese sillón, el cual había sido su cómplice incondicional, ya sea de las aventuras con las innumerables mujeres que habían desfilado ahí, más por mantener su estatus ante el portero del edificio que por sentirse realmente un don juan, o de aquellas incontables lecturas, algunas formidables otras no tanto, pero que de alguna forma habían hecho más llevadera esa soledad que lo invadía.
Tomó el sobre con los resultados de la prueba de compatibilidad esperando tener mejor suerte que Martha. Mientras leía los resultados, su mente nuevamente regresó en el tiempo, justo a aquel día en que tuvo que colgar a Martha debido a la convulsión de su paciente…

No solo era su aniversario, entre sus planes para ese día estaba el pedirle matrimonio, había comprado aquel hermoso anillo de compromiso que ella tantas veces le había enseñado en aquel escaparte, era su favorito se lo había dicho al menos un centenar de veces. Esa noche después de la magnífica cena que ella prometió preparar, le pediría que se casara con él, su internado estaba por terminar y había tomado la decisión de realizar su especialidad en el extranjero, pero no se iría sin ella, la mujer a la que amaba.
No hubiese querido interrumpir tan abruptamente la llamada, pero sabía muy bien que la vida de una persona dependía no solo de los conocimientos adquiridos, sino de la capacidad y prontitud de reacción. No bien se cercioró que su paciente ya no corría peligro, se dirigió al director de la clínica para rogarle que le diera un par de horas, las necesitaba para comprometerse con la mujer de sus sueños. Aunque ya era tarde y habían pasado algunas horas desde que habló con Martha, estaba seguro que le daría gusto verlo.
-Está bien Julio- dijo el Dr. Eusebio Caravia- te voy a conceder el tiempo que pides, primero porqué eres uno de los mejores internistas que he tenido además de ser el más comprometido, segundo porque no quiero ser el causante de apagar ese rayo de luz en tus ojos, ni amargar la miel que destilan cuando hablas de Martha, ve muchacho, ve en pos de la felicidad, te lo mereces.
Julio agradeció al Dr. Caravia con un apretón de manos y corriendo como loco se subió a la motocicleta, llegó como un suspiro al departamento de Martha, subió los escalones de dos en dos, emocionado sacó la llave y abrió la puerta del departamento, el lugar olía a una mezcla de tabaco y alcohol, camino unos pasos escuchando la música y se frenó en seco, la escena le revolvió las entrañas, ahí estaban Roberto y Martha dormidos y semidesnudos, tendidos en el piso, cubiertos de humedad y entrelazados en la penumbra.
Regresó sobre sus mismos pasos y sintiéndose un intruso cerró sigilosamente la puerta para desaparecer en la bruma de la noche.
Julio volvió de nuevo al presente y seco una casi imperceptible lágrima que rodaba por su mejilla, se armó de valor y tomó el segundo sobre de resultados, lo abrió serenamente, tan sereno como puede estar un alpinista cuya soga, que es lo único que lo separa del abismo, amenaza con deshilacharse por completo en un instante. Leyó los resultados, tomó el teléfono y temblorosamente marcó ese número, aquel que siempre pensó que jamás marcaría.
El timbre sonó un par de veces y una voz femenina contestó amablemente- despacho de abogados Ingaramo Soler, buenos días.
-Hola, muy buen día, me podría comunicar con el Lic. Ingaramo
-Quién lo busca
-Julio Ingaramo
Roberto con el corazón en vilo y lágrimas en los ojos se abalanzó al teléfono
-Julio, no sabes cuánto tiempo he esperado esta llamada, hermano querido, si tú supieras, no he dormido desde aquel día, no sé como…
-Roberto, no necesitas decir nada, es tiempo de olvidar y perdonar, la vida nos está ofreciendo una nueva oportunidad, sobre todo a ti, hermano, te brinda la oportunidad de salvar una vida, la de tu hijo… mi sobrino.

FINAL
 
Stromboli,18.08.2012
Ahora que está terminado el cuento, todos los cuenteros que lo deseen pueden opinar, escribir en el foro sus impresiones.

Sería bueno que también propusieran un título.

Ya está en marcha el próximo cuento, siempre que este englose elclubdelapáginaazul.

Les deseo buena lectura.
 
Stromboli,18.08.2012
Disculpen les moleste, ¿Quen podria coordinar la semana que me voy de vacaciones, del 26 al 1 Sep?
Tengo los inicios y posibles cuenteros.
Decidmelo por favor para saber quien se queda. ninive esta muy ocupada con el reto de la página. Saludos.
 
yosoyasi2,18.08.2012
a mi parecer dimos muchas vueltas sobre un mismo tema
 
ninive,18.08.2012
El inicio daba más posibilidades de desarrollo. Se dejó caer en la nada un detalle importante que cromática en su impecable inicio ofrecía en bandeja. Martha la protagonista tomó antes de entrevistarte con su ex amante unas pastillas. Sufría del corazón¿¿probablemente si.
Este cuento no me parece de los más logrados no se aprovechó posibles desviaciones y se siguió impertubablemente una linea única.
 
rhcastro,18.08.2012
Tengo un cuento muy parecido, por pequenios detalles no es el mismo ja! En fin. Creo al igual que yosoyasi2, que pudieron contarlo con menos palabras. No es un super texto, pero salieron al paso, esta bien./
 
rhcastro,18.08.2012
Y yo pienso ninive que fueron los detalles lo que hicieron del cuento parecer como un relato o narrativa de comadres.
 
ninive,18.08.2012
Quisiera que tomaran en cuenta par futuras participaciones la extensión de las partes. El cuento en total, debe ser breve. 1500 palabras más o menos
 
ninive,18.08.2012
!!!!Este cuento tiene 3329 palabras. !!!!
 
Egon,18.08.2012
Se me antoja innecesariamente extenso. La definición del personaje que se logran en el Inicio se va desdibujando para entrar en detalles que no aportan demasiado. La historia en sí es bonita con personajes perdidos en saltos temporales.
 
camino-de-vida,18.08.2012

Mi felicitación a todos los cuenteros por su buen hacer y su gran creatividad. El nivel de los últimos relatos ha ido "in crescendo" .
 
camino-de-vida,18.08.2012
Quiero presentar mi candidatura, si no hay, objeciones en contra, para sustituir en su periodo vacacional a stromboli ...he dicho
Espero tener muchos contrincantes !
 
hugodemerlo,18.08.2012
Para mi es demasiado extenso, tiene muchos detalles que son más para una novela o cuento largo, un cuento corto (que creo yo es lo que hacemos en este taller) tiene que ser contundente, sin irse mucho por las ramas en contar detalles de personajes que son muy importantes en las novelas.
El cuento corto es más simple, no debe pasar las 2000 palabras poco más poco menos según como venga la historia, en este caso no daba para tanto cromi dejó todo como para rematar en pocos pasos,
Para ser sincero me parece que arranca con todo pero se va desdibujando y perdiendo hacia el final con muchas explicaciones y detalles donde quedan enredados personajes, lectores y escritores en un final donde Roberto y Julio eran amigos y terminan siendo hermanos
 
IGnus,18.08.2012
Coincido en un todo con Hugo. Este cuento quedó más largo de lo esperado. Es cierto que había demasiados detalles, y me perdí en medio de la historia. Tuve que releer para saber cómo venía el argumento.
Esto es una buena experiencia para todos. Si abundamos en detalles dentro de un cuento corto, corremos el riesgo de aburrir al lector, y perder la trama. Y como bien dice Hugo, faltó contundencia.
Debo resaltar la redacción de Sirio, que me sorprendió por su belleza. Es decir, por la calidad de la misma. Sin embargo, me parece que se podría haber dicho lo mismo con muchas menos palabras. (¡Me sorprendo a mí mismo!, cuando me pongo a escribir no puedo evitar ser verborrágico!).
En suma, creo que debemos aprender de la experiencia. Esto es un taller, como se dijo en varias ocasiones, y si siempre las cosas nos salieran maravillosamente bien, nunca aprenderíamos nada, porque ya lo sabríamos todo.
Un Abrazo a todos. ¡Y que siga el Foro!.
 
rigores,18.08.2012
Por mi camino de vida esta bien como moderadora.
 
rigores,18.08.2012
Si es corto y bueno, doblemente bueno es...
 
IGnus,18.08.2012
Exactamente Rigores. Como dijo un gran sabio, desafortunadamente desconocido:

"Lo bno., si bve. -> 2xBno."


¡Saludos!
 
silvimar-,18.08.2012
Siempre me parecieron pesados los cuentos largos, yo creo que con quinientas o seiscientas palabras como máximo cada uno estaría muy bien, se puede decir mucho en pocas palabras, sino ya sería una novela..y una novela hay que repasarla muchísimas veces..esto es breve en su tiempo también, sería una lastima que se termine esto que se comenzó con tanto entusiasmo, es un gran ejercicio aunque sea mejor o peor, felicitaciones a los que escribieron este último cuento, cada uno hace lo que puede y así se aprende.
 
silvimar-,18.08.2012
¡Buen fin de semana! Yo me estoy curando de un gran resfrío, así que pronto vuelvo a escribir, me voy porque no quiero dejar virus, atchis! cof cof!!
 
hugodemerlo,18.08.2012
apoyo a silvimar, ninive tendrás que enumerar un par de reglas y todos estaremos comprometidos a respetarlas, una de las reglas tiene que ser no más de 600 palabras por parte, algún otro aporte? Lo hacemos entre todos y luego ninive analiza y resuelve una lista a seguir.
Que opinan?
 
hugodemerlo,18.08.2012
tengo otra! Estamos en el taller de cuento compartido número 3, que les parece sí abrimos un foro con cada cuento? Con su número, se desarrolla y se comenta todo en él y luego se abre un nuevo foro para el próximo cuento, vieron que hay veces que se pública el inicio de un cuento y seguidamente aparece un comentario del cuento anterior.
Que les parece?
 
leobrizuela,18.08.2012
Comparto los conceptos que anteceden en cuanto a la innecesaria extensión del escrito. Se introduce en minucias superfluas que lejos de beneficiar, perjudica el cuento. Por otra parte se han deslizado varios clichés y calificativos obvios de inconveniente efecto.
Creo que el axioma fundamental del cuento, en lo que refiere a la brevedad suficiente y necesaria debe quedar a cargo de cada quien lo produce. En el resultado se apreciará luego la habilidad artística; no me gusta la acotación obligatoria de extensión a equis cantidad de palabras. A mi juicio ahoga el relato y limita el estilo: un cuento no es un telegrama. Salú.
 
silvimar-,18.08.2012
Me parece hugo sobre eso que decís de los foros pienso que serían demasiados(Un foro por cada cuento?), yo propuse un día para no ensuciar entre medios de una y otra parte de los cuentos abrir uno para comentar lo que se estaba haciendo o cuando se termina el cuento, solo para comentarios y alguno que otro chiste sobre los cuentos El foro podría ser: "Comentarios y otras yerbas sobre los cuentos compartidos" jajajaja
Otras yerbas: chistes, algún aporte de literatura o como escribir un cuento, etc.

Un cuento puede ser un telegrama también leo..siempre que tenga inicio desarrollo y final, pero tenes razón en eso del estilo de cada uno..siempre que se sea coherente con el anterior, aunque se den dos vueltas de tuerca. Me entenderan? ayyy..ni yo casi...
 
ninive,18.08.2012
No ponemos reglas. Dije 1500 palabras para señalae que este cuento de tres mil y tantas palabras era DEMASIADO extenso. No pretendo que sea telegráfico leo, pero el espíritu del cuento compartivo estaba en concentrarse en la dinámica que propone el inicio sin agregar personajes secundarios que no agregan nada a la historia. Seamos sinceros este cuento no salió bien . Recomiendo a los nuevos que pasen por el clubdelapaginaazul, allí están reunidos todos los cuentos. Verán cuál es el ritmo .

HUGO tu idea es dispersiva. Mejor comentar aquí.
 
leobrizuela,18.08.2012
Tenemos el mismo concepto, Nínive. Sabemos que un cuento debe tener lo necesario y nada más. (Pero no escatimar lo que permite que el cuento no sea disperso o ambiguo, ojo)
Y reconozcamos, estimada Silvimar, que no es fácil proseguir con un estilo y un ritmo que impuso otro, máxime ante la premura del mecanismo de cuento compartido. Lo de escribir "al estilo de..." hasta ahora, por lo que sé, solo lo hizo Nalé Roxlo (Chamico). Pero era un genio y yo, cuando más, un neófito. Salú.
 
hugodemerlo,18.08.2012
Creo que Leo tiene razón, yo puse ese numero por decir algo que no sea tan extenso!
estuve mirando en elclubdelapaginaazul, el cuento 13 (me acuerdo y me muero de risa) tiene 3500 palabras! pero no te das cuenta cuando lo lees!
es decir y sin ofender a nadie, cuando el cuento es ameno y te lleva de la mano, que sea un poco extenso no está mal.
no pasa con el ultimo cuento, la verdad no salio bien, y no siempre nos va salir bien es lógico estamos para aprender, a todos nos a tocado un cuento así.
pero vamos para adelante!
 
hugodemerlo,18.08.2012
En definitiva, dejemos el taller tal cual está!!!!
haremos buenos y malos cuentos, no vamos a salvarnos de eso, pero estoy muy seguro, serán más, mucho más, los primeros!!!!!
 
Stromboli,18.08.2012
A decir verdad, no es de los cuentos que más me hayan gustado de los cuentos compartidos. Demasiados detalles del pasado, creo que se tenía que haber sido más explícito. La extensión de palabras resulta poco dinámica para este tipo de cuentos, que tienen que ser relatos cortos. Eso sí cada uno estuvo bien en cada una de las partes, con profusion de imaginación.

¿Quién sugiere un título?
 
elclubdelapaginaazul,18.08.2012
Sin título el club no sube el cuento a la biblioteca
 
IGnus,18.08.2012
Yo le pondría "El sabor del orgullo". o simplemente "Nacho".
 
rhcastro,18.08.2012
Sangre de mi sangre. O algo asi.
 
Stromboli,18.08.2012
Semilla del ayer
El pasado siempre vuelve
El hijo olvidado
El heredero
 
musas-muertas,18.08.2012
Sugiero que en estos casos de "bautismo" de cuentos con muchos papas, mamas, tíos y abuelos (jeje) desempate o defina el creador del inicio, en este caso Cromática.
Slds

 
hugodemerlo,19.08.2012
"El infiel" (con Arnaldo André jajajaja!
 
ninive,19.08.2012
CROMÄTICA, por favor decidí qué título ponerle al cuento.

Yo sugiero NACHO
 
martincruz,19.08.2012
Ha sido un placer haber compartido con ustedes tan gratos momentos.
 
rhcastro,19.08.2012
Vuelve pronto martin.-
 
Stromboli,19.08.2012
Lamento tu marcha, martincruz. Has escrito cuentos muy buenos en la página. Vuelve cuando quieras. Esta es tu casa.

Títulos sugeridos:
Nacho
El heredero
El infiel
El sabor del orgullo
Sangre de mi sangre
Semilla del ayer
El pasado siempre vuelve
El hijo olvidado

Sugiero "Nacho" porque no indica nada de la trama.

¡Votad! Para que sea puesto en el listado de cuentos de elclubdelapaginaazul.

Cuenteros, van faltando INICIOS mandadlos a mi ldv. Hasta el 25 Agosto.

Guarden su parte siempre, por si hay incidencias en el foro y se borra erronéamente.

Afilad sus lápices, cogan sus plumas, pónganse frente al ordenador.... ¡Que el cuento nº 24 comienzará próximamente!


 
elclubdelapaginaazul,19.08.2012
El cuento 23 figura en el club con el título provisorio Nacho
 
yosoyasi2,19.08.2012
propongo a la única valiente en reemplazo de stromboli camino-de-vida
 
musas-muertas,19.08.2012
Modestamente tambien me ofrezco a cubrir a Stromboli si lo desean.
 
Stromboli,19.08.2012
Al parecer camino-de-vida se retiró. Sólo tenemos a musas-muertas que ya tiene la experiencia de coordinar con anterioridad.
Sólo sería del 25 al 1 de Septiembre, una semana no es nada. Luego, nuestra coordinadora ninive decidirá.

Lamento en el alma que martincruz se marchara. Era un buen cuentero, y excelente compañero. Confío que regrese con sus poemas de gran calidad y sus escritos.
 
Stromboli,19.08.2012
Rectifico: camino-de-vida se retiró para coordinar, por asuntos ajenos a la página. Gustosa escribirá con nosotros los cuentos compartidos.
 
Stromboli,19.08.2012
CUENTO 24º
inicio
Stromboli

Madrid, año 1.942

El oficinista D. Fernando, tras sus lentes, observa el trasiego de la cafetería. Con su poco cabello y un traje gastado, se toma un café humeante a media mañana, sobre una mesa escondida, situada al fondo de la cafetería. Cada vez está más difícil conseguir una buena mesa desde dónde poder ver a los habituales. Los más veteranos, echando una partida de mus, apostando unos reales, o la mesa de las mecanógrafas dónde entre cuchicheos, hablan del galán de moda en las pocas salas de cine de la Gran Vía..
En el fondo se escucha un ruido estruendoso que hace que el Café de Doña Rosa sea de los más frecuentados por artistas, escritores, músicos, y gente que da vida con su presencia al café situado en el Paseo de Recoletos, y que pasará a llamarse El Café Gijón, hervidero de bohemios y artistas. Doña Rosa, sonriente, se acerca a él y le hace saber que vende tabaco de inmejorable calidad, de estraperlo, traído desde Portugal, de picadura para fumar en pipa, como le gusta a él. Con sus generosas formas va de mesa en mesa sirviendo café, sonriendo a los clientes, a los habituales.
Desde sus anteojos observa a las oficinistas, que en grupo ríen y comentan.Ajenas a todo, hablan sin cesar.
D. Fernando está escribiendo su próxima novela, observa con detenimiento a su alrededor. Sin pretenderlo, escucha la conversación de la mesa próxima, una conversación que le parece un tanto sospechosa…

desarrollo camino-de-vida
desarrollo hacia el final
musas-muertas
final
Ignus
 
yosoyasi2,20.08.2012
muy buen inicio
me encantaria musas muertas para que la reemplace a stromboli
 
musas-muertas,20.08.2012
muchas gracias Yosoyasi..."ten cuidado con lo que deseas" decian los chinos... se te acaba de hacer realidad...jejeje... la amiga Stromboli ya me paso las "tareas"... veremos de estar a la altura del excelente trabajo que hizo Ella.
Slds a todos, sigamos con el cuento!, ahora esperamos el texto de camino-de-vida , para el próximo prometo una propuesta sorpresa... (espero que guste)
 
camino-de-vida,20.08.2012



Rosaura estaba mirando con el rabillo del ojo a un señor con la intención, ya manifiesta, de que la invitasen a un cafecito…. Esta temporada todavía no había subido a las tablas y una actriz de sus años y sus hechuras estaba “canina”. Rosaura, no tuvo más remedio, que entregarse en cuerpo y alma, _más en cuerpo_ en casa de doña Purita, “La impura” a los señores que estaban ávidos de placer y por unas perras se dejaban querer y algunos días hasta la invitaban a unos churritos.
“ Ay qué joderse, qué vida más puta “- pensaba Rosaura_ y ella que había sido actriz cuando la gran Estrellita Castro.
De resultas le había quedado un cuerpo esbelto, cintura de avispa, las piernas de altura y estaba de muy buen ver. Pero la fama, cuesta y hay que saber perder.
La compañía se había marchado a Alemania con CIFESA y ella no tuvo valor para dejar a su padre impedido y viudo en un camastro. Aunque le hubiese dado a su santa madre una vida de perros.

Los de la mesa contigua seguían discutiendo sobre el famoso escritor, de la generación del 98, yo recuerdo con mucho cariño a un escritor de Alicante, muy sencillo y muy brillante en su escritura, creo que es Parra .
- Me gustó, su novelita “Nada”, en la que retrataba muy bien a los personajes, su psicología, el ambiente rural, y el declive de la personalidad del protagonista. El amor contra la voluntad.
- Sí, recuerdo que lo invitaron a una cena en el Casino….

Mientras, doña Lola seguía su trasiego y manoseaba los cuartos contando las ganancias del día. En aquellos tiempos el tabaco dejaba más que el negocio. Los clientes fijos pasaban la tarde entre charla y discusión y el gasto no era más de una perra chica por persona.
“Maldito parné qué desgraciaíta “ ..., se escuchaba en la radio mientas Lucio _el teclas_ se tomaba un chinchón para aguantar la tarde.

Y el camarero un tanto cansado de llevar la bandeja de ida y vuelta, con cafecito, vasitos de agua fresca, azucarillos y arguardiente; pensaba en la vida que le esperaba cuando llegase a casa, con la prójima en jarras y ganas de guerra, y aquél tufillo a coliflor que le revolvía las entrañas desde el portal.

En la mesa de los escritores, uno de ello se inclinó sobre los demás e hizo un ademán de llamar su atención, a “sotto voce”- dijo- He escuchao a la portera que anoche vino la autoridad a buscar a D.
Narváez por lo de su escrito sobre el régimen.
-Y crees que ha pasao la nuit en Sol ?- pero si es un gran pensador y filosofa sobre la vida, el ser y no ser…
¡ Y tanto!- se la estaba jugando a cuenta cabal.- dijo Fernando A.
Le pidieron la gacetilla al zagal, ávidos de información y leyó José D. en voz alta ….

El matrimonio Gonzálvez discutían, sin pensar que los escuchaban sobre “la niña” que pretendía meterse a monja. En aquellos tiempos era la mejor solución a la vista de que “se le estaba pasando el arroz” y ellos no tenían herencia para dejarle cuando faltasen de esta vida miserable
que llevaban. Aunque de cara a la galería, su - Elvira- tenía relaciones con un pasante a notarías de la provincia de Valladolid.

- Oye, Paco- dile al teclas que toque “ Ojos verdes” estoy esta tarde un poco llorona y la música me pone “entoná”.
_ Señorita Rosaura, porqué no se va usted al cine Gran Vía dicen que la de “Morena clara “ está muy bonita y el NO_DO anuncia novedades sobre el Generalísimo y la inauguración del pantano de …
No tengo ni una perra chica, pero si tengo suerte y me llama D. … le digo que me invite. Estate atento al teléfono por si acaso.

Y en la mesa de los intelectuales seguía la tertulia …

En un rinconcito apartado junto a los aseos, había desde hacía un buen rato un tipo raro, con gafitas metálica , barba de unos días y un trajecito gris muy deslucido.. Hizo un chasquido con los dedos y el camarero se le acercó.
- Mire mozo, que no puedo pagarle….

Don Fernando…
 
musas-muertas,20.08.2012
CUENTO 24º
inicio
Stromboli

Madrid, año 1.942

El oficinista D. Fernando, tras sus lentes, observa el trasiego de la cafetería. Con su poco cabello y un traje gastado, se toma un café humeante a media mañana, sobre una mesa escondida, situada al fondo de la cafetería. Cada vez está más difícil conseguir una buena mesa desde dónde poder ver a los habituales. Los más veteranos, echando una partida de mus, apostando unos reales, o la mesa de las mecanógrafas dónde entre cuchicheos, hablan del galán de moda en las pocas salas de cine de la Gran Vía..
En el fondo se escucha un ruido estruendoso que hace que el Café de Doña Rosa sea de los más frecuentados por artistas, escritores, músicos, y gente que da vida con su presencia al café situado en el Paseo de Recoletos, y que pasará a llamarse El Café Gijón, hervidero de bohemios y artistas. Doña Rosa, sonriente, se acerca a él y le hace saber que vende tabaco de inmejorable calidad, de estraperlo, traído desde Portugal, de picadura para fumar en pipa, como le gusta a él. Con sus generosas formas va de mesa en mesa sirviendo café, sonriendo a los clientes, a los habituales.
Desde sus anteojos observa a las oficinistas, que en grupo ríen y comentan.Ajenas a todo, hablan sin cesar.
D. Fernando está escribiendo su próxima novela, observa con detenimiento a su alrededor. Sin pretenderlo, escucha la conversación de la mesa próxima, una conversación que le parece un tanto sospechosa…
Desarrollo camino-de-vida
Rosaura estaba mirando con el rabillo del ojo a un señor con la intención, ya manifiesta, de que la invitasen a un cafecito…. Esta temporada todavía no había subido a las tablas y una actriz de sus años y sus hechuras estaba “canina”. Rosaura, no tuvo más remedio, que entregarse en cuerpo y alma, _más en cuerpo_ en casa de doña Purita, “La impura” a los señores que estaban ávidos de placer y por unas perras se dejaban querer y algunos días hasta la invitaban a unos churritos.
“ Ay qué joderse, qué vida más puta “- pensaba Rosaura_ y ella que había sido actriz cuando la gran Estrellita Castro.
De resultas le había quedado un cuerpo esbelto, cintura de avispa, las piernas de altura y estaba de muy buen ver. Pero la fama, cuesta y hay que saber perder.
La compañía se había marchado a Alemania con CIFESA y ella no tuvo valor para dejar a su padre impedido y viudo en un camastro. Aunque le hubiese dado a su santa madre una vida de perros.

Los de la mesa contigua seguían discutiendo sobre el famoso escritor, de la generación del 98, yo recuerdo con mucho cariño a un escritor de Alicante, muy sencillo y muy brillante en su escritura, creo que es Parra .
- Me gustó, su novelita “Nada”, en la que retrataba muy bien a los personajes, su psicología, el ambiente rural, y el declive de la personalidad del protagonista. El amor contra la voluntad.
- Sí, recuerdo que lo invitaron a una cena en el Casino….

Mientras, doña Lola seguía su trasiego y manoseaba los cuartos contando las ganancias del día. En aquellos tiempos el tabaco dejaba más que el negocio. Los clientes fijos pasaban la tarde entre charla y discusión y el gasto no era más de una perra chica por persona.
“Maldito parné qué desgraciaíta “ ..., se escuchaba en la radio mientas Lucio _el teclas_ se tomaba un chinchón para aguantar la tarde.

Y el camarero un tanto cansado de llevar la bandeja de ida y vuelta, con cafecito, vasitos de agua fresca, azucarillos y arguardiente; pensaba en la vida que le esperaba cuando llegase a casa, con la prójima en jarras y ganas de guerra, y aquél tufillo a coliflor que le revolvía las entrañas desde el portal.

En la mesa de los escritores, uno de ello se inclinó sobre los demás e hizo un ademán de llamar su atención, a “sotto voce”- dijo- He escuchao a la portera que anoche vino la autoridad a buscar a D.
Narváez por lo de su escrito sobre el régimen.
-Y crees que ha pasao la nuit en Sol ?- pero si es un gran pensador y filosofa sobre la vida, el ser y no ser…
¡ Y tanto!- se la estaba jugando a cuenta cabal.- dijo Fernando A.
Le pidieron la gacetilla al zagal, ávidos de información y leyó José D. en voz alta ….

El matrimonio Gonzálvez discutían, sin pensar que los escuchaban sobre “la niña” que pretendía meterse a monja. En aquellos tiempos era la mejor solución a la vista de que “se le estaba pasando el arroz” y ellos no tenían herencia para dejarle cuando faltasen de esta vida miserable
que llevaban. Aunque de cara a la galería, su - Elvira- tenía relaciones con un pasante a notarías de la provincia de Valladolid.

- Oye, Paco- dile al teclas que toque “ Ojos verdes” estoy esta tarde un poco llorona y la música me pone “entoná”.
_ Señorita Rosaura, porqué no se va usted al cine Gran Vía dicen que la de “Morena clara “ está muy bonita y el NO_DO anuncia novedades sobre el Generalísimo y la inauguración del pantano de …
No tengo ni una perra chica, pero si tengo suerte y me llama D. … le digo que me invite. Estate atento al teléfono por si acaso.

Y en la mesa de los intelectuales seguía la tertulia …

En un rinconcito apartado junto a los aseos, había desde hacía un buen rato un tipo raro, con gafitas metálica , barba de unos días y un trajecito gris muy deslucido.. Hizo un chasquido con los dedos y el camarero se le acercó.
- Mire mozo, que no puedo pagarle….

Don Fernando…

desarrollo hacia el final musas-muertas (yo!)
 
Stromboli,20.08.2012
CUENTO 24º
inicio
*Stromboli

Madrid, año 1.942

El oficinista D. Fernando, tras sus lentes, observa el trasiego de la cafetería. Con su poco cabello y un traje gastado, se toma un café humeante a media mañana, sobre una mesa escondida, situada al fondo de la cafetería. Cada vez está más difícil conseguir una buena mesa desde dónde poder ver a los habituales. Los más veteranos, echando una partida de mus, apostando unos reales, o la mesa de las mecanógrafas dónde entre cuchicheos, hablan del galán de moda en las pocas salas de cine de la Gran Vía..
En el fondo se escucha un ruido estruendoso que hace que el Café de Doña Rosa sea de los más frecuentados por artistas, escritores, músicos, y gente que da vida con su presencia al café situado en el Paseo de Recoletos, y que pasará a llamarse El Café Gijón, hervidero de bohemios y artistas. Doña Rosa, sonriente, se acerca a él y le hace saber que vende tabaco de inmejorable calidad, de estraperlo, traído desde Portugal, de picadura para fumar en pipa, como le gusta a él. Con sus generosas formas va de mesa en mesa sirviendo café, sonriendo a los clientes, a los habituales.
Desde sus anteojos observa a las oficinistas, que en grupo ríen y comentan.Ajenas a todo, hablan sin cesar.
D. Fernando está escribiendo su próxima novela, observa con detenimiento a su alrededor. Sin pretenderlo, escucha la conversación de la mesa próxima, una conversación que le parece un tanto sospechosa…

desarrollo
** camino-de-vida

Rosaura estaba mirando con el rabillo del ojo a un señor con la intención, ya manifiesta, de que la invitasen a un cafecito…. Esta temporada todavía no había subido a las tablas y una actriz de sus años y sus hechuras estaba “canina”. Rosaura, no tuvo más remedio, que entregarse en cuerpo y alma, _más en cuerpo_ en casa de doña Purita, “La impura” a los señores que estaban ávidos de placer y por unas perras se dejaban querer y algunos días hasta la invitaban a unos churritos.
“ Ay qué joderse, qué vida más puta “- pensaba Rosaura_ y ella que había sido actriz cuando la gran Estrellita Castro.
De resultas le había quedado un cuerpo esbelto, cintura de avispa, las piernas de altura y estaba de muy buen ver. Pero la fama, cuesta y hay que saber perder.
La compañía se había marchado a Alemania con CIFESA y ella no tuvo valor para dejar a su padre impedido y viudo en un camastro. Aunque le hubiese dado a su santa madre una vida de perros.

Los de la mesa contigua seguían discutiendo sobre el famoso escritor, de la generación del 98, yo recuerdo con mucho cariño a un escritor de Alicante, muy sencillo y muy brillante en su escritura, creo que es Parra .
- Me gustó, su novelita “Nada”, en la que retrataba muy bien a los personajes, su psicología, el ambiente rural, y el declive de la personalidad del protagonista. El amor contra la voluntad.
- Sí, recuerdo que lo invitaron a una cena en el Casino….

Mientras, doña Lola seguía su trasiego y manoseaba los cuartos contando las ganancias del día. En aquellos tiempos el tabaco dejaba más que el negocio. Los clientes fijos pasaban la tarde entre charla y discusión y el gasto no era más de una perra chica por persona.
“Maldito parné qué desgraciaíta “ ..., se escuchaba en la radio mientas Lucio _el teclas_ se tomaba un chinchón para aguantar la tarde.

Y el camarero un tanto cansado de llevar la bandeja de ida y vuelta, con cafecito, vasitos de agua fresca, azucarillos y arguardiente; pensaba en la vida que le esperaba cuando llegase a casa, con la prójima en jarras y ganas de guerra, y aquél tufillo a coliflor que le revolvía las entrañas desde el portal.

En la mesa de los escritores, uno de ello se inclinó sobre los demás e hizo un ademán de llamar su atención, a “sotto voce”- dijo- He escuchao a la portera que anoche vino la autoridad a buscar a D.
Narváez por lo de su escrito sobre el régimen.
-Y crees que ha pasao la nuit en Sol ?- pero si es un gran pensador y filosofa sobre la vida, el ser y no ser…
¡ Y tanto!- se la estaba jugando a cuenta cabal.- dijo Fernando A.
Le pidieron la gacetilla al zagal, ávidos de información y leyó José D. en voz alta ….

El matrimonio Gonzálvez discutían, sin pensar que los escuchaban sobre “la niña” que pretendía meterse a monja. En aquellos tiempos era la mejor solución a la vista de que “se le estaba pasando el arroz” y ellos no tenían herencia para dejarle cuando faltasen de esta vida miserable
que llevaban. Aunque de cara a la galería, su - Elvira- tenía relaciones con un pasante a notarías de la provincia de Valladolid.

- Oye, Paco- dile al teclas que toque “ Ojos verdes” estoy esta tarde un poco llorona y la música me pone “entoná”.
_ Señorita Rosaura, porqué no se va usted al cine Gran Vía dicen que la de “Morena clara “ está muy bonita y el NO_DO anuncia novedades sobre el Generalísimo y la inauguración del pantano de …
No tengo ni una perra chica, pero si tengo suerte y me llama D. … le digo que me invite. Estate atento al teléfono por si acaso.

Y en la mesa de los intelectuales seguía la tertulia …

En un rinconcito apartado junto a los aseos, había desde hacía un buen rato un tipo raro, con gafitas metálica , barba de unos días y un trajecito gris muy deslucido.. Hizo un chasquido con los dedos y el camarero se le acercó.
- Mire mozo, que no puedo pagarle….

Don Fernando…

desarrollo hacia el final
***musas-muertas

****FINAL
Ignus
 
Stromboli,20.08.2012
Una neófita en el foro sorprende por su maestría y estilo al escribir. Es un relato coral, con muchos personajes y trama compleja (lo tiene difícil musas-muertas) que lo tiene que continuar, este relato ambientado en la postguerra española. Se habla de situaciones de la época como el suceso del intelectual encerrado en las celdas de Sol por repartir octavillas en contra del régimen, o llama también la atención el intelectual que no paga. Eran tiempos difíciles.
A observar el cambio de nombre de la mesera, tuvo un desliz y cambió a Doña Rosita por Doña Lola. (Un pequeño error lo tiene cualquiera) Te animo a que sigas participando en este foro, o si lo prefieres comentes a los compañeros. Un abrazo, no olviden este nick: camino-de-vida.
 
musas-muertas,20.08.2012
- Don Fernando, no se preocupe por su cuenta, el señor de gafas me indico que el lo invitaba.
D. Fernando vuelve su mirada pero el tipo raro de traje gris se había retirado.
Un tanto sorprendido sonríe agradecido al mozo, junta los papeles de su mesa de café y se retira.
Sale presuroso al Paseo de Recoletos y gira a la derecha en dirección norte observando la hermosa fachada de madera y mármol del café.
Al llegar a la esquina Del Almirante un carraspeo a sus espaldas lo sorprende.
- Herr Fernando? - pregunta una voz en duro español.
Don Fernando gira sobre sus talones para verse frente a frente con el hombrecillo de gafas. Sonriendo le dice- Buenos dias! quisiera agradecerle Señor...
- no tiene por que, mi nombre es Claus.
- Claus - repite Fernando incomodo. Claus retoma la conversación.
- me acompaña unos pasos, voy a la biblioteca...
- Le agradezco gentil señor - replica Fernando - en realidad estoy apurado por retornar al trabajo y...
Claus se aproxima como para hablarle al oído y Fernando siente una presión en su cintura. bajando la vista ve una negra pistola Luger parabellum brotar del bolsillo del saco gris de Claus... este al oído le dice - permítame insistir.
Fernando esta en pánico. asiente con la cabeza y juntos cruzan el paseo y lo retoman en dirección norte.
El edificio de la Biblioteca Nacional es un hermoso ejemplo de las construcciones del siglo 18. Su portentosa fachada y su escalinata hoy está atestada de público.
Claus sin preámbulos se detiene a un costado de la entrada y fingiendo una conversación casual con su mano aun en el bolsillo le pregunta a rajatablas.
- Sabe usted quien es Don Ramón Serrano Súñer supongo
Fernando se sacude tembloroso y titubea - eehh el "Cuñadísimo".
Claus sonríe, asiente y continua.
- Bueno, nuestro "amigo" siempre fue como un hermano El Reich. Parece ser que el "Generalísimo" ya no nos encuentra tan útiles luego de su estúpida "victoria" y como ahora cree que la guerra se ha estancado quiere tomar distancia. - dice Claus con una mueca de fastidio.
Fernando tiembla como una hoja y responde. - ¿y yo qué?
Claus sonríe torvamente. - Necesitamos una información vital que Ud. puede procurarnos. El doctor Súñer debe conservar su cargo en " Asuntos Exteriores". Su familia se lo agradecerá como a la vida misma.
la frase le pega a Fernando como un bofetón en el rostro.
Claus disfruta su momento. - Ud. esta acostumbrado a relevar información para su novela. Siga estas instrucciones, busque y haga público lo que encuentre. - un meticuloso papelito mecanografiado y doblado en cuatro pasa subrepticiamente de la mano de Claus a la de Fernando.
 
copacampeon,20.08.2012
No olviden leer y votar los cuentos participantes en copacampeon.

Gracias.
 
Stromboli,20.08.2012
CUENTO 24º
inicio
*Stromboli

Madrid, año 1.942

El oficinista D. Fernando, tras sus lentes, observa el trasiego de la cafetería. Con su poco cabello y un traje gastado, se toma un café humeante a media mañana, sobre una mesa escondida, situada al fondo de la cafetería. Cada vez está más difícil conseguir una buena mesa desde dónde poder ver a los habituales. Los más veteranos, echando una partida de mus, apostando unos reales, o la mesa de las mecanógrafas dónde entre cuchicheos, hablan del galán de moda en las pocas salas de cine de la Gran Vía..
En el fondo se escucha un ruido estruendoso que hace que el Café de Doña Rosa sea de los más frecuentados por artistas, escritores, músicos, y gente que da vida con su presencia al café situado en el Paseo de Recoletos, y que pasará a llamarse El Café Gijón, hervidero de bohemios y artistas. Doña Rosa, sonriente, se acerca a él y le hace saber que vende tabaco de inmejorable calidad, de estraperlo, traído desde Portugal, de picadura para fumar en pipa, como le gusta a él. Con sus generosas formas va de mesa en mesa sirviendo café, sonriendo a los clientes, a los habituales.
Desde sus anteojos observa a las oficinistas, que en grupo ríen y comentan.Ajenas a todo, hablan sin cesar.
D. Fernando está escribiendo su próxima novela, observa con detenimiento a su alrededor. Sin pretenderlo, escucha la conversación de la mesa próxima, una conversación que le parece un tanto sospechosa…

desarrollo
** camino-de-vida

Rosaura estaba mirando con el rabillo del ojo a un señor con la intención, ya manifiesta, de que la invitasen a un cafecito…. Esta temporada todavía no había subido a las tablas y una actriz de sus años y sus hechuras estaba “canina”. Rosaura, no tuvo más remedio, que entregarse en cuerpo y alma, _más en cuerpo_ en casa de doña Purita, “La impura” a los señores que estaban ávidos de placer y por unas perras se dejaban querer y algunos días hasta la invitaban a unos churritos.
“ Ay qué joderse, qué vida más puta “- pensaba Rosaura_ y ella que había sido actriz cuando la gran Estrellita Castro.
De resultas le había quedado un cuerpo esbelto, cintura de avispa, las piernas de altura y estaba de muy buen ver. Pero la fama, cuesta y hay que saber perder.
La compañía se había marchado a Alemania con CIFESA y ella no tuvo valor para dejar a su padre impedido y viudo en un camastro. Aunque le hubiese dado a su santa madre una vida de perros.

Los de la mesa contigua seguían discutiendo sobre el famoso escritor, de la generación del 98, yo recuerdo con mucho cariño a un escritor de Alicante, muy sencillo y muy brillante en su escritura, creo que es Parra .
- Me gustó, su novelita “Nada”, en la que retrataba muy bien a los personajes, su psicología, el ambiente rural, y el declive de la personalidad del protagonista. El amor contra la voluntad.
- Sí, recuerdo que lo invitaron a una cena en el Casino….

Mientras, doña Rosa seguía su trasiego y manoseaba los cuartos contando las ganancias del día. En aquellos tiempos el tabaco dejaba más que el negocio. Los clientes fijos pasaban la tarde entre charla y discusión y el gasto no era más de una perra chica por persona.
“Maldito parné qué desgraciaíta “ ..., se escuchaba en la radio mientas Lucio _el teclas_ se tomaba un chinchón para aguantar la tarde.

Y el camarero un tanto cansado de llevar la bandeja de ida y vuelta, con cafecito, vasitos de agua fresca, azucarillos y arguardiente; pensaba en la vida que le esperaba cuando llegase a casa, con la prójima en jarras y ganas de guerra, y aquél tufillo a coliflor que le revolvía las entrañas desde el portal.

En la mesa de los escritores, uno de ello se inclinó sobre los demás e hizo un ademán de llamar su atención, a “sotto voce”- dijo- He escuchao a la portera que anoche vino la autoridad a buscar a D.
Narváez por lo de su escrito sobre el régimen.
-Y crees que ha pasao la nuit en Sol ?- pero si es un gran pensador y filosofa sobre la vida, el ser y no ser…
¡ Y tanto!- se la estaba jugando a cuenta cabal.- dijo Fernando A.
Le pidieron la gacetilla al zagal, ávidos de información y leyó José D. en voz alta ….

El matrimonio Gonzálvez discutían, sin pensar que los escuchaban sobre “la niña” que pretendía meterse a monja. En aquellos tiempos era la mejor solución a la vista de que “se le estaba pasando el arroz” y ellos no tenían herencia para dejarle cuando faltasen de esta vida miserable
que llevaban. Aunque de cara a la galería, su - Elvira- tenía relaciones con un pasante a notarías de la provincia de Valladolid.

- Oye, Paco- dile al teclas que toque “ Ojos verdes” estoy esta tarde un poco llorona y la música me pone “entoná”.
_ Señorita Rosaura, porqué no se va usted al cine Gran Vía dicen que la de “Morena clara “ está muy bonita y el NO_DO anuncia novedades sobre el Generalísimo y la inauguración del pantano de …
No tengo ni una perra chica, pero si tengo suerte y me llama D. … le digo que me invite. Estate atento al teléfono por si acaso.

Y en la mesa de los intelectuales seguía la tertulia …

En un rinconcito apartado junto a los aseos, había desde hacía un buen rato un tipo raro, con gafitas metálica , barba de unos días y un trajecito gris muy deslucido.. Hizo un chasquido con los dedos y el camarero se le acercó.
- Mire mozo, que no puedo pagarle….

Don Fernando…

desarrollo hacia el final
***musas-muertas

- Don Fernando, no se preocupe por su cuenta, el señor de gafas me indico que el lo invitaba.
D. Fernando vuelve su mirada pero el tipo raro de traje gris se había retirado.
Un tanto sorprendido sonríe agradecido al mozo, junta los papeles de su mesa de café y se retira.
Sale presuroso al Paseo de Recoletos y gira a la derecha en dirección norte observando la hermosa fachada de madera y mármol del café.
Al llegar a la esquina Del Almirante un carraspeo a sus espaldas lo sorprende.
- Herr Fernando? - pregunta una voz en duro español.
Don Fernando gira sobre sus talones para verse frente a frente con el hombrecillo de gafas. Sonriendo le dice- Buenos dias! quisiera agradecerle Señor...
- no tiene por que, mi nombre es Claus.
- Claus - repite Fernando incomodo. Claus retoma la conversación.
- me acompaña unos pasos, voy a la biblioteca...
- Le agradezco gentil señor - replica Fernando - en realidad estoy apurado por retornar al trabajo y...
Claus se aproxima como para hablarle al oído y Fernando siente una presión en su cintura. bajando la vista ve una negra pistola Luger parabellum brotar del bolsillo del saco gris de Claus... este al oído le dice - permítame insistir.
Fernando esta en pánico. asiente con la cabeza y juntos cruzan el paseo y lo retoman en dirección norte.
El edificio de la Biblioteca Nacional es un hermoso ejemplo de las construcciones del siglo 18. Su portentosa fachada y su escalinata hoy está atestada de público.
Claus sin preámbulos se detiene a un costado de la entrada y fingiendo una conversación casual con su mano aun en el bolsillo le pregunta a rajatablas.
- Sabe usted quien es Don Ramón Serrano Súñer supongo
Fernando se sacude tembloroso y titubea - eehh el "Cuñadísimo".
Claus sonríe, asiente y continua.
- Bueno, nuestro "amigo" siempre fue como un hermano El Reich. Parece ser que el "Generalísimo" ya no nos encuentra tan útiles luego de su estúpida "victoria" y como ahora cree que la guerra se ha estancado quiere tomar distancia. - dice Claus con una mueca de fastidio.
Fernando tiembla como una hoja y responde. - ¿y yo qué?
Claus sonríe torvamente. - Necesitamos una información vital que Ud. puede procurarnos. El doctor Súñer debe conservar su cargo en " Asuntos Exteriores". Su familia se lo agradecerá como a la vida misma.
la frase le pega a Fernando como un bofetón en el rostro.
Claus disfruta su momento. - Ud. esta acostumbrado a relevar información para su novela. Siga estas instrucciones, busque y haga público lo que encuentre. - un meticuloso papelito mecanografiado y doblado en cuatro pasa subrepticiamente de la mano de Claus a la de Fernando.

****FINAL
Ignus
 
musas-muertas,20.08.2012
Perdon Ignus por la "pelota envenenada", es que las Chicas de la Madre Patria me la dejaron difícil...jejeje.

 
Stromboli,20.08.2012
Ah! Estimado musas-muertas, no es nada para el intelecto de Ignus, y el suyo que son ambos dos grandes escritores de la página. Doy fe.
 
IGnus,20.08.2012
Jajaja!... No me sobreestimen que después me agrando y los dedos no me caben en las teclas!.
Me pongo a pensar como sigue... Si no lo termino hoy, mañana seguro. Es que tengo mucha actividad "extra-foro", (o sea trabajo).
Y tengo unas ganas de agregar a algunos "enanitos verdes" a la historia... Jajajaaja!. Pero no, NO!... Me tengo que contener!....
 
silvimar-,20.08.2012
No quiero ni pensarlo......
 
musas-muertas,20.08.2012
jajaja yo tampoco Sivi... yo tampoco...jajajaja
 
Stromboli,20.08.2012
¿Quién le daría la idea de los enanitos verdes? jajajja Ignus es terrible.
Creo que el texto está saliendo "muy español" por favor que nadie me pida que escriba "tangos". Les felicito a todos por sus aportes, su buen hacer, su entusiasmo y humor.

Vayan pensando el título.... que ya está en rotativas el cuento nº 25 (lo de las rotativas es un decir)... ya sé ya sé esto es INTERNET.
 
hugodemerlo,20.08.2012
Joder hombre! Que Españolisimo!
A ver ignus dibuje maestro!
No hay toro para este torero!
 
musas-muertas,21.08.2012
Hugo... Para el proximo propongo un terreno "neutral"... Por ejemplo cierto barcito en el centro de Manila en las Filipinas despues de la invasion japonesa....jejeje.
 
camino-de-vida,21.08.2012
Creo que la mayoría de los que escriben en la azul son de fuera de España y deben dar una oportunidad a los de aqui. Porqué tanta crítica a nuestro folklore "tipycal spain", ... estoy pensando para el próximo una corrida goyesca, la muerte de Manolete, los fusilamientos de mayo, Andalucía y sus rincones encantadores... Viva España !
 
Stromboli,21.08.2012
Actualmente (durante el último mes) la mayoría de las visitas a nuestro sitio vienen de México (18.70%), seguido muy de cerca por Argentina (18.42%). Luego vienen España (12.77%), Colombia (12.43%) y Chile (10.50%). (Información recogida por Facebook “La Página de los cuentos”

Sólo sé que nos une el idioma, aunque cada país tiene su folkore, e historia independiente.

Les diré que me siento orgullosa de ser española.
 
Stromboli,21.08.2012
Aparte de los diferentes países, y de "embromarmos" con Ignus por su tendencia a salir por la tangente escribiendo ciencia ficción. (De ahí la borma de los "hombrecillos verdes"... Vayan pensando y sugerir títulos para este cuento que está por terminar, pero claramente es de sucesos de la postguerra española.

Los que aún no se hayan apuntado para el siguiente título... que lo hagan en mi ldv.

¡Venga Ignus, esperamos que tengas un hueco para escribir! Sabemos que estas muy ocupado, pero tu valía como escritor es grande. ¡Ánimo!
 
musas-muertas,21.08.2012
Camino-de-vida.... cuales son las "criticas"?
 
Stromboli,21.08.2012
Vayánse preparando para el próximo cuento, el nª25 los participantes serían:

nº25
Ignus
Stromboli
chilichilita
kone

Si hay alguna baja, díganlo en el foro o en mi lvd.
Gracias.
 
camino-de-vida,21.08.2012
La trama ha derivado hacía la novela policíaca, el relato inicial era un retablo sobre la sociedad de postguerra. Una obra coral en la que se confunden varias historias sin un protagonista destacado; ninguno hace más ruido que el otro, "como en una colmena" C. J. Cela. Se trata a la sociedad con sus alegrías y sus penas, y se retrata a los personajes oyendo su voz interior y con pinceladas surrealistas. Porque la vida es así de difícil o de fácil dependiendo del color del cristal que uno lo mire.
 
kone,21.08.2012
Ya estoy lista!!!
 
ZEPOL,21.08.2012
- Me descuelgo un momento del satélite donde vivo porque desde arriba y desde lejos, creo, se ven mejor las cosas, con una perspectiva más global y unificadora.

- ¡Ya, deje de tanto prolegómeno y diga lo que tiene que decir!

- Bueno, pues, así de buen modo… APOYO CIEN POR CIENTO LO QUE DICE “CAMINO DE VIDA” Está bien, está bien, ya me voy, no empujen. Si, conozco la salida. Gracias.



 
IGnus,21.08.2012
Aquí está el final del cuento. Espero que les guste...



Afortunadamente para D. Fernando, en el café de Doña Rosa nadie hacía muchas preguntas. Por eso es que nadie se sorprendió cuando lo vieron volver a entrar, ni cuando ocupó nuevamente su mesa, derrumbándose en la silla como si estuviera agotado. Varias gotas de sudor perlaban su frente. La tensión de momentos antes todavía estaba en su cuerpo. ¿Por qué ese alemán lo contactó a él?. ¿Qué pretendía el hombre de las gafas?.
Intentando disimular lo más posible, abrió un de sus cuadernos de notas , y colocó el papel dentro, para poder leerlo sin llamar la atención. La nota era bastante escueta y directa:

“La mujer que se encuentra sentada a su derecha, se llama Margaretha Geertruida Zelle. Se la busca por espía. Su única tarea consistirá en buscar entablar conversación con ella.
Antes de acercarse, colóquese el abrigo que encontrará en el perchero más alejado de la puerta de ingreso.
Debe llevarla a un lugar aparte, e intente sacarle información sobre “el cuñadísimo”. El abrigo le ayudará a lograr que hable. Luego de despedirse, retírese del lugar. Puede llevarse el abrigo, en el bolsillo interior del mismo encontrará un obsequio para usted.”

D. Fernando estaba intrigado por la “tarea” que le habían encomendado, pero el recuerdo del frío caño de la Luger lo haría obedecer sin chistar.
Se fijó en el fondo del café, y efectivamente había un abrigo colgado del perchero. Se acercó con decisión, y se lo colocó tratando de que parezca suyo. Afortunadamente le calzaba muy bien. También le sentaba perfectamente el color negro, pero lo que le produjo un poco de escozor fueron las insignias de las “SS” en los hombros.
Ya metido hasta el tuétano, no tenía más remedio que continuar, así que se acercó hacia la mesa que le habían indicado. Se trataba de una hermosa mujer, apenas entrada en años, pero con un cuerpo escultural, el cual se adivinaba por debajo de las transparencias de su vestido.
Le hizo un gesto, llamándola aparte, y la mujer obedeció inmediatamente al ver las insignias del abrigo.

- Escuche, señorita… ¿Margaretha verdad?. Yo no se por qué, ni tengo idea de lo que está pasando, ni quiero saberlo tampoco, pero me veo en la obligación de advertirle que según me temo, corre usted un grave peligro.

La mujer, entonces, acercó su boca al oído de D. Fernando, dejándole sentir su agradable perfume, y susurrando le contestó:

- Dígame entonces algo que no sepa, imbécil.

D. Fernando se sintió enormemente contrariado por la altanera respuesta de la mujer, y cohibido se retiró rápidamente del lugar. Al llegar cerca de la esquina recordó algo, y metiendo la mano en el bolsillo del abrigo, extrajo un sobre donde encontró dos mil francos alemanes.

- ¡Bueno!. –se dijo – Por lo menos valió la pena, y tengo la conciencia tranquila ya que traté de advertirle.


Meses después, completamente olvidado el episodio, D. Fernando se encontraba nuevamente en el café de “Doña Rosa”. Distraídamente ojeaba un periódico que alguien había olvidado en la mesa contigua. Repentinamente, una fotografía llamó tanto su atención que se levantó a tomar el diario para leer mejor la noticia.
La fotografía correspondía a la de aquella hermosa mujer. Y la nota decía:

“PARIS – FRANCIA: De nuestros enviados.

Se ha procedido durante el día de hoy, a la ejecución de una peligrosa espía identificada como Margaretha Geertruida Zelle. Luego de comprobarse que la misma ejercía como “doble-agente”, intercambiando información con oficiales de las “SS”. Su aprehensión fue realizada mediante una importante operación, al detectarse mediante nuestra antena ubicada en la torre del señor Eiffel una señal de radio proveniente de espías alemanes. El mensaje decodificado por nuestras fuerzas de inteligencia, corroboraba definitivamente la información de nuestros agentes, quienes la habían visto hace varios meses en Madrid, en un conocido café, cerca del Paseo de Recoletos , intercambiando mensajes al oído con un oficial alemán.”

D. Fernando no podía creer lo que sus ojos estaban leyendo. ¡El oficial alemán era él!.

Mientras tanto, a muchos kilómetros de ahí, un hombrecillo de gafas ojeaba complacido el mismo periódico junto a dos oficiales alemanes.

- El plan funcionó a la perfección.
- Efectivamente, Herr General. El escritor se comió completamente el cuento de “El cuñadísimo”, y los franceses también fueron fácilmente engañados con el mensaje radiado. Fue una buena idea codificarlo con un algoritmo que ellos ya conocen, pensaron que era legítimo.
- ¿Y la espía?
- Fue ejecutada en Francia, sin mucho reparo. Evidentemente, ellos tampoco sentían una gran simpatía por la legendaria “Mata Hari”.
- Muy bien. Buen trabajo.
- ¡Gracias. Herr General!

Y dicho esto, cerró el periódico con una enorme sonrisa de satisfacción.

FIN.
 
silvimar-,21.08.2012
Muy buen final!! La verdad que salió un cuento diferente, de intriga, espionaje..muy bien redactado por los cuatro participantes..ni hablemos del final..muy completo.
 
hugodemerlo,21.08.2012
Que grande Ignus! Nos dejaste bien parado a los que estamos de este lado del charco!
Al poco tiempo de leer me di cuenta para donde ibas, jeje!
Lindo policial, los felicito a los cuatro!
 
musas-muertas,21.08.2012
Queda mal decirlo ya que fui parte, pero creo que quedo muy bueno!! y con un gran final. Felicitaciones a mis compañeros!!
 
camino-de-vida,21.08.2012
Un final digno de una gran novela negra, Ignus. Entre espías alemanes y la gran Mata Hari.
Felicitaciones a mis compañeros.
 
camino-de-vida,21.08.2012
Agradecida a la coordinadora, Stromboli, por una bienvenida tan calurosa y la oportunidad de expresarme a través de un lenguaje diferente al de la poesía, gracias a todos los compañeros.
 
umbrio,21.08.2012
Coincido en que el cuento resultó de calidad. Pero creo que se debió más al buen desempeño individual (los cuatro sobresalintes) que al conjunto.
 
kone,21.08.2012
Excelentes todos. Me gusto mucho como desarrolló Ignus el final.
 
Stromboli,21.08.2012
CUENTO 24º
inicio
*Stromboli

Madrid, año 1.942

El oficinista D. Fernando, tras sus lentes, observa el trasiego de la cafetería. Con su poco cabello y un traje gastado, se toma un café humeante a media mañana, sobre una mesa escondida, situada al fondo de la cafetería. Cada vez está más difícil conseguir una buena mesa desde dónde poder ver a los habituales. Los más veteranos, echando una partida de mus, apostando unos reales, o la mesa de las mecanógrafas dónde entre cuchicheos, hablan del galán de moda en las pocas salas de cine de la Gran Vía..
En el fondo se escucha un ruido estruendoso que hace que el Café de Doña Rosa sea de los más frecuentados por artistas, escritores, músicos, y gente que da vida con su presencia al café situado en el Paseo de Recoletos, y que pasará a llamarse El Café Gijón, hervidero de bohemios y artistas. Doña Rosa, sonriente, se acerca a él y le hace saber que vende tabaco de inmejorable calidad, de estraperlo, traído desde Portugal, de picadura para fumar en pipa, como le gusta a él. Con sus generosas formas va de mesa en mesa sirviendo café, sonriendo a los clientes, a los habituales.
Desde sus anteojos observa a las oficinistas, que en grupo ríen y comentan.Ajenas a todo, hablan sin cesar.
D. Fernando está escribiendo su próxima novela, observa con detenimiento a su alrededor. Sin pretenderlo, escucha la conversación de la mesa próxima, una conversación que le parece un tanto sospechosa…

desarrollo
** camino-de-vida

Rosaura estaba mirando con el rabillo del ojo a un señor con la intención, ya manifiesta, de que la invitasen a un cafecito…. Esta temporada todavía no había subido a las tablas y una actriz de sus años y sus hechuras estaba “canina”. Rosaura, no tuvo más remedio, que entregarse en cuerpo y alma, _más en cuerpo_ en casa de doña Purita, “La impura” a los señores que estaban ávidos de placer y por unas perras se dejaban querer y algunos días hasta la invitaban a unos churritos.
“ Ay qué joderse, qué vida más puta “- pensaba Rosaura_ y ella que había sido actriz cuando la gran Estrellita Castro.
De resultas le había quedado un cuerpo esbelto, cintura de avispa, las piernas de altura y estaba de muy buen ver. Pero la fama, cuesta y hay que saber perder.
La compañía se había marchado a Alemania con CIFESA y ella no tuvo valor para dejar a su padre impedido y viudo en un camastro. Aunque le hubiese dado a su santa madre una vida de perros.

Los de la mesa contigua seguían discutiendo sobre el famoso escritor, de la generación del 98, yo recuerdo con mucho cariño a un escritor de Alicante, muy sencillo y muy brillante en su escritura, creo que es Parra .
- Me gustó, su novelita “Nada”, en la que retrataba muy bien a los personajes, su psicología, el ambiente rural, y el declive de la personalidad del protagonista. El amor contra la voluntad.
- Sí, recuerdo que lo invitaron a una cena en el Casino….

Mientras, doña Rosa seguía su trasiego y manoseaba los cuartos contando las ganancias del día. En aquellos tiempos el tabaco dejaba más que el negocio. Los clientes fijos pasaban la tarde entre charla y discusión y el gasto no era más de una perra chica por persona.
“Maldito parné qué desgraciaíta “ ..., se escuchaba en la radio mientas Lucio _el teclas_ se tomaba un chinchón para aguantar la tarde.

Y el camarero un tanto cansado de llevar la bandeja de ida y vuelta, con cafecito, vasitos de agua fresca, azucarillos y arguardiente; pensaba en la vida que le esperaba cuando llegase a casa, con la prójima en jarras y ganas de guerra, y aquél tufillo a coliflor que le revolvía las entrañas desde el portal.

En la mesa de los escritores, uno de ello se inclinó sobre los demás e hizo un ademán de llamar su atención, a “sotto voce”- dijo- He escuchao a la portera que anoche vino la autoridad a buscar a D.
Narváez por lo de su escrito sobre el régimen.
-Y crees que ha pasao la nuit en Sol ?- pero si es un gran pensador y filosofa sobre la vida, el ser y no ser…
¡ Y tanto!- se la estaba jugando a cuenta cabal.- dijo Fernando A.
Le pidieron la gacetilla al zagal, ávidos de información y leyó José D. en voz alta ….

El matrimonio Gonzálvez discutían, sin pensar que los escuchaban sobre “la niña” que pretendía meterse a monja. En aquellos tiempos era la mejor solución a la vista de que “se le estaba pasando el arroz” y ellos no tenían herencia para dejarle cuando faltasen de esta vida miserable
que llevaban. Aunque de cara a la galería, su - Elvira- tenía relaciones con un pasante a notarías de la provincia de Valladolid.

- Oye, Paco- dile al teclas que toque “ Ojos verdes” estoy esta tarde un poco llorona y la música me pone “entoná”.
_ Señorita Rosaura, porqué no se va usted al cine Gran Vía dicen que la de “Morena clara “ está muy bonita y el NO_DO anuncia novedades sobre el Generalísimo y la inauguración del pantano de …
No tengo ni una perra chica, pero si tengo suerte y me llama D. … le digo que me invite. Estate atento al teléfono por si acaso.

Y en la mesa de los intelectuales seguía la tertulia …

En un rinconcito apartado junto a los aseos, había desde hacía un buen rato un tipo raro, con gafitas metálica , barba de unos días y un trajecito gris muy deslucido.. Hizo un chasquido con los dedos y el camarero se le acercó.
- Mire mozo, que no puedo pagarle….

Don Fernando…

desarrollo hacia el final
***musas-muertas

- Don Fernando, no se preocupe por su cuenta, el señor de gafas me indico que el lo invitaba.
D. Fernando vuelve su mirada pero el tipo raro de traje gris se había retirado.
Un tanto sorprendido sonríe agradecido al mozo, junta los papeles de su mesa de café y se retira.
Sale presuroso al Paseo de Recoletos y gira a la derecha en dirección norte observando la hermosa fachada de madera y mármol del café.
Al llegar a la esquina Del Almirante un carraspeo a sus espaldas lo sorprende.
- Herr Fernando? - pregunta una voz en duro español.
Don Fernando gira sobre sus talones para verse frente a frente con el hombrecillo de gafas. Sonriendo le dice- Buenos dias! quisiera agradecerle Señor...
- no tiene por que, mi nombre es Claus.
- Claus - repite Fernando incomodo. Claus retoma la conversación.
- me acompaña unos pasos, voy a la biblioteca...
- Le agradezco gentil señor - replica Fernando - en realidad estoy apurado por retornar al trabajo y...
Claus se aproxima como para hablarle al oído y Fernando siente una presión en su cintura. bajando la vista ve una negra pistola Luger parabellum brotar del bolsillo del saco gris de Claus... este al oído le dice - permítame insistir.
Fernando esta en pánico. asiente con la cabeza y juntos cruzan el paseo y lo retoman en dirección norte.
El edificio de la Biblioteca Nacional es un hermoso ejemplo de las construcciones del siglo 18. Su portentosa fachada y su escalinata hoy está atestada de público.
Claus sin preámbulos se detiene a un costado de la entrada y fingiendo una conversación casual con su mano aun en el bolsillo le pregunta a rajatablas.
- Sabe usted quien es Don Ramón Serrano Súñer supongo
Fernando se sacude tembloroso y titubea - eehh el "Cuñadísimo".
Claus sonríe, asiente y continua.
- Bueno, nuestro "amigo" siempre fue como un hermano El Reich. Parece ser que el "Generalísimo" ya no nos encuentra tan útiles luego de su estúpida "victoria" y como ahora cree que la guerra se ha estancado quiere tomar distancia. - dice Claus con una mueca de fastidio.
Fernando tiembla como una hoja y responde. - ¿y yo qué?
Claus sonríe torvamente. - Necesitamos una información vital que Ud. puede procurarnos. El doctor Súñer debe conservar su cargo en " Asuntos Exteriores". Su familia se lo agradecerá como a la vida misma.
la frase le pega a Fernando como un bofetón en el rostro.
Claus disfruta su momento. - Ud. esta acostumbrado a relevar información para su novela. Siga estas instrucciones, busque y haga público lo que encuentre. - un meticuloso papelito mecanografiado y doblado en cuatro pasa subrepticiamente de la mano de Claus a la de Fernando.

****FINAL
Ignus



Afortunadamente para D. Fernando, en el café de Doña Rosa nadie hacía muchas preguntas. Por eso es que nadie se sorprendió cuando lo vieron volver a entrar, ni cuando ocupó nuevamente su mesa, derrumbándose en la silla como si estuviera agotado. Varias gotas de sudor perlaban su frente. La tensión de momentos antes todavía estaba en su cuerpo. ¿Por qué ese alemán lo contactó a él?. ¿Qué pretendía el hombre de las gafas?.
Intentando disimular lo más posible, abrió un de sus cuadernos de notas , y colocó el papel dentro, para poder leerlo sin llamar la atención. La nota era bastante escueta y directa:

“La mujer que se encuentra sentada a su derecha, se llama Margaretha Geertruida Zelle. Se la busca por espía. Su única tarea consistirá en buscar entablar conversación con ella.
Antes de acercarse, colóquese el abrigo que encontrará en el perchero más alejado de la puerta de ingreso.
Debe llevarla a un lugar aparte, e intente sacarle información sobre “el cuñadísimo”. El abrigo le ayudará a lograr que hable. Luego de despedirse, retírese del lugar. Puede llevarse el abrigo, en el bolsillo interior del mismo encontrará un obsequio para usted.”

D. Fernando estaba intrigado por la “tarea” que le habían encomendado, pero el recuerdo del frío caño de la Luger lo haría obedecer sin chistar.
Se fijó en el fondo del café, y efectivamente había un abrigo colgado del perchero. Se acercó con decisión, y se lo colocó tratando de que parezca suyo. Afortunadamente le calzaba muy bien. También le sentaba perfectamente el color negro, pero lo que le produjo un poco de escozor fueron las insignias de las “SS” en los hombros.
Ya metido hasta el tuétano, no tenía más remedio que continuar, así que se acercó hacia la mesa que le habían indicado. Se trataba de una hermosa mujer, apenas entrada en años, pero con un cuerpo escultural, el cual se adivinaba por debajo de las transparencias de su vestido.
Le hizo un gesto, llamándola aparte, y la mujer obedeció inmediatamente al ver las insignias del abrigo.

- Escuche, señorita… ¿Margaretha verdad?. Yo no se por qué, ni tengo idea de lo que está pasando, ni quiero saberlo tampoco, pero me veo en la obligación de advertirle que según me temo, corre usted un grave peligro.

La mujer, entonces, acercó su boca al oído de D. Fernando, dejándole sentir su agradable perfume, y susurrando le contestó:

- Dígame entonces algo que no sepa, imbécil.

D. Fernando se sintió enormemente contrariado por la altanera respuesta de la mujer, y cohibido se retiró rápidamente del lugar. Al llegar cerca de la esquina recordó algo, y metiendo la mano en el bolsillo del abrigo, extrajo un sobre donde encontró dos mil francos alemanes.

- ¡Bueno!. –se dijo – Por lo menos valió la pena, y tengo la conciencia tranquila ya que traté de advertirle.


Meses después, completamente olvidado el episodio, D. Fernando se encontraba nuevamente en el café de “Doña Rosa”. Distraídamente ojeaba un periódico que alguien había olvidado en la mesa contigua. Repentinamente, una fotografía llamó tanto su atención que se levantó a tomar el diario para leer mejor la noticia.
La fotografía correspondía a la de aquella hermosa mujer. Y la nota decía:

“PARIS – FRANCIA: De nuestros enviados.

Se ha procedido durante el día de hoy, a la ejecución de una peligrosa espía identificada como Margaretha Geertruida Zelle. Luego de comprobarse que la misma ejercía como “doble-agente”, intercambiando información con oficiales de las “SS”. Su aprehensión fue realizada mediante una importante operación, al detectarse mediante nuestra antena ubicada en la torre del señor Eiffel una señal de radio proveniente de espías alemanes. El mensaje decodificado por nuestras fuerzas de inteligencia, corroboraba definitivamente la información de nuestros agentes, quienes la habían visto hace varios meses en Madrid, en un conocido café, cerca del Paseo de Recoletos , intercambiando mensajes al oído con un oficial alemán.”

D. Fernando no podía creer lo que sus ojos estaban leyendo. ¡El oficial alemán era él!.

Mientras tanto, a muchos kilómetros de ahí, un hombrecillo de gafas ojeaba complacido el mismo periódico junto a dos oficiales alemanes.

- El plan funcionó a la perfección.
- Efectivamente, Herr General. El escritor se comió completamente el cuento de “El cuñadísimo”, y los franceses también fueron fácilmente engañados con el mensaje radiado. Fue una buena idea codificarlo con un algoritmo que ellos ya conocen, pensaron que era legítimo.
- ¿Y la espía?
- Fue ejecutada en Francia, sin mucho reparo. Evidentemente, ellos tampoco sentían una gran simpatía por la legendaria “Mata Hari”.
- Muy bien. Buen trabajo.
- ¡Gracias. Herr General!

Y dicho esto, cerró el periódico con una enorme sonrisa de satisfacción.

FIN.
 
Stromboli,21.08.2012
He de decir que gracias a los demás partipantes por poner "toda la carne en el asador", dieron lo mejor de sí mismos en un relato coral como podía ser una parte de la novela de Don Camilo José Cela, en "La Colmena". En su prólogo dice así: Camilo José Cela escribe en el prólogo a la primera edición de la novela: "La Colmena no es otra cosa que un pálido reflejo, que una humilde sombra de la cotidiana, áspera, entrañable y dolorosa realidad (...) no aspira a ser más que un trozo de vida narrado sin reticencias, sin extrañas tragedias, sin caridad, como la vida discurre, exactamente como la vida discurre. Queramos o no queramos. La vida es lo que vive -en nosotros o fuera de nosotros-; nosotros no somos más que su vehículo, su excipiente como dicen los boticarios (...) Su acción discurre en Madrid -en 1942- y entre un torrente, o una colmena, de gentes que a veces son felices, y a veces, no".

Mi inicio es breve, escueto. Forma parte de un relato corto.

Coincido que mis compañero han sabido documentarse del ambiente de la época, y dar vida a los personajes de un imaginario "Café Gijón", que existe actualmente en Madrid.

Y ahora... sigan con sus críticas. Anuncien sus propuestas de Títulos, y demos 24h de margen para que empiece el CUENTO Nº 25.

¡A escribir! No decaiga la creatividad patente en este foro. Un saludo a todos.
 
IGnus,21.08.2012
Muchas gracias por permitirme participar en este cuento. Ha sido un privilegio y un gran placer compartir la pluma con gente tan talentosa.
Yo propongo de título: "La treta". o "El hombrecillo de gafas" o "Café Gijón".
Saludos!
 
rhcastro,22.08.2012
Muy buen texto a cuatro manos. Magnifico final.
 
hugodemerlo,22.08.2012
Me gusta "Café Gijón"
 
camino-de-vida,22.08.2012
Títulos propuestos: "La vida es un instante" , "La hora del Café ´,"De cigarrillos y azúcarillos",
" El NO-DO ", " Del Generalísimo " " El señor de los pantanos ", " Puta vida"...

* Un apunte sin querer herir la sensibilidad de mi compañero, Ignus, creo que las S.S. alemanas no debieron aparecer como un referente si no más bien la España de el Generalísmo Franco, ya que nos decían " Madrid, 1942 ".
 
IGnus,22.08.2012
Estimada camino-de-vida:
Te explico los de las SS. Sucede que en ese café de Madrid, se la solía ver a Mata Hari, mas o menos para esa época. Y a Mata Hari la ejecutaron los franceses luego de descodificar un mensaje secreto de los alemanes, que la inculpaba como doble agente. Todo lo que yo hice fue adornar un poco mas la historia real, para hacerla compatible con el contexto. Me baso "casi" en hechos históricos. Por eso es que tuve que incluir necesariamente a las SS.
Un Abrazo!
 
umbrio,22.08.2012
Mata hari murió en 1917
 
umbrio,22.08.2012
Fue espía en la primera guerra mundial.
 
musas-muertas,22.08.2012
no se si las SS pero aparentemente la Gestapo si...
http://elpais.com...
 
Stromboli,22.08.2012
Estamos en una página literaria pero algunas cifras para situarnos en la época.

PRIMERA GUERRA MUNDIAL
28 Julio 1.914 – 11 Noviembre 1.918
SEGUNDA GUERA MUNDIAL
1.939 – 1945
GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
17 Julio 1.936 – 1 Abril 1.939

La entrevista de Hendaya se produjo el 23 de octubre de 1940 , donde Francisco Franco se entrevistó con Adolf Hitler, acompañados de sus ministros de Asuntos Exteriores, Ramón Serrano Suñer (España) y Joachim von Ribbentrop (Alemania). El resultado fue que España finalmente no entró en la guerra como beligerante en apariencia.

umbrio, cierto que Mata Hari falleció en 1.917.

Ignus, a mi modo de ver has hecho un trabajo impecable. Creo que hay licencias que todo escritor "se salta" porque aquí no somos en absoluto rigurosos.

Muy buena la información de musas-muertas

Propongo como título "Café Gijón"

Saludos a todos.
 
hugodemerlo,22.08.2012
vamos muchachos, aquí creamos fantasías! Todo puede pasar!
 
umbrio,22.08.2012

Totalmente de acuerdo. Hasta revivirla y hacerla bailar hip hop. (màs actual).
 
IGnus,22.08.2012
Disculpen, me equivoqué de guerra... Es cierto que Mata Hari fue ejecutada en 1917. También es cierto que era habitué del Café Gijón, pero creo que alrededor de 1916. Y bueno... era poco tiempo para documentarme bien.
Disculpen ustedes el desfasaje temporal.
 
rhcastro,22.08.2012
Tambien me gusta Cafe Gijon.
 
rhcastro,22.08.2012
la historia es mucha y la mente suele no guardar fechas y nombres(Al menos la mia). Comprensible errores de este tipo.
 
musas-muertas,22.08.2012
Adhiero a Hugo, solo son cuentos, de última podemos decir que era la hija de Mata Hari que la historia nunca documentó... .
 
votareto,22.08.2012
Excelente trabajo de investigación .El inicio abrió las cataratas de la creatividad colectiva.
Excelente el primer desarrollo a cargo de camino-de -vida que sin adentrar en la trama nos deja un cuadro vivo de los asistentes al café digno de la Colmena. Buen estreno.
Ya en el desarrollo hacia el final de musas-muertas toma cuerpo la acción que coronará Ignus en forma magistral.
Los errores de fechas no son relevantes para latrama pero se podría insinuar como apuntó musas-muertas a "la hija de Mata Hari"
Felicitaciones a todos.
 
votareto,22.08.2012
soy ninive
 
cromatica,23.08.2012
Pido disculpas por no haber asistido a los comentarios sobre el cuento en el que participara, el título para mí hubiera sido "Nacho".
Me encontraba de viaje por razones familiares y acabo de leerlo.
Considero, como lo han hecho varios compañeros, que abundó en detalles, y pasó lo que Nínive señala y nos suele suceder varias veces pero no siempre se nota: los detalles del inicio son los hilos que hay que ir siguiendo en los desarrollos. Las pastillas también tenían un sentido, al igual que la torpeza de Martha. Vivir frente al edificio, es otro punto que podría haber sido desarrollado. No obstante, quien continua se va adueñando de la historia. En el final, (que me ha sugerido, mas bien, desarrollo hacia el final + final), surgen nombres, detalles, diálogos que ralentizan el desenlace, volviéndolo innecesariamente largo. El desarrollo hacia el final de yosoyasi2 podría haber sido un poco más largo, quizás fue eso lo que Sirio buenamente trató de compensar.
Gracias a todos y un saludo cordial a mis compañeros de cuento, todo sirve para aprender cada día un poco más.
 



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