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Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Crítica / RETO16 PROSA - [F:5:6375]


EL_RETO_GANADORES,24.06.2006
las reglas básicas del Club del Reto.

1- Respetar tema y número de palabras
2- Los textos y las votaciones fuera de fecha no son válidos para la votación. 3La fecha que marca la página es la que se toma en cuenta. La página tiene la hora de Berlín.

Votación
1- La votación se efectúa en los días estipulados en el nick VotaReto (LDV en Privado) NO DEJAR VOTOS EN OTRO LADO

2- Votan sólo los participantes y sólo en la propia categoría.

3- Se vota por un solo texto.

4- Los votos no van acompañados de consideraciones críticas o amistosas.

5- El ganador es quien saque el mayor número de votos. El vice-ganador es quien lo sigue en el puntaje por un punto. Los participantes que obtienen un punto no acceden a la categoría de Ganadores o Vice-ganadores.

6- La votación será secreta y controlada por dos cuenteros voluntarios.

7- Se publicarán los resultados de todos los participantes excepto aquellos que no hayan conseguido ningún voto.

8- No se admiten comentarios ni agregados a los textos antes de la votación.

 
EL_RETO_GANADORES,24.06.2006
El reto 16 comienza elb 25 de junio y finaliza el 10 de julio/b

bTema
 
EL_RETO_GANADORES,24.06.2006
25 de junio al 10 de julio

Tema: La memoria de las manos. Obligatorio citar la frase en el texto .Título libre. 350 palabras máximo
 
gmmagdalena,27.06.2006
El Escultor.

Lo encontraron desvanecido, casi muerto, seguramente llevaba días deambulando extraviado, sin comer. Inmediatamente fue trasladado al hospital. Lo curaron del cuerpo pero no más allá. Al hacerle otros exámenes, diagnosticaron que estaba mentalmente enfermo, carecía de memoria. Trataron de ubicar su procedencia, fue imposible, no tenía documentos, no hablaba y permanecía con la mirada vacía de expresión. Lo único que tenía vida eran sus manos, las movía como si esculpiera el aire.

Cuando ya no hubo motivos para mantenerlo internado, comprendieron que no podían abandonarlo a su suerte y lo instalaron en la casita del jardinero del hospital. Pedro, un sesentón bondadoso, recibió al muchacho como a un hijo y se dispuso a enseñarle su oficio.

El joven, sorprendiéndolo, comenzó a utilizar las tijeras de podar con maestría; pronto árboles y ligustros fueron verdaderas réplicas de obras de arte que despertaron la admiración de los pobladores del pequeño pueblo, quienes adquirieron la costumbre de pasear por allí, deleitándose. Pedro estaba feliz, pero preocupado. ¿quién era ese muchacho de mente extraviada?. La memoria de las manos que era la única que mantenía, indicaba a un artista. La gente comenzó a apodarlo "El Escultor". Pronto dejó de preocuparse, era su hijo ahora, él lo cuidaría.

Lejos de allí, Dolores, una abuela consolada por su familia, se recuperaba de las heridas sufridas durante el accidente de tren al que había sobrevivido milagrosamente. Recordaba con agradecimiento y tristeza al joven matrimonio que viajaba a su lado. Habían conversado mucho en el transcurso del viaje, ellos le habían participado alegremente de sus proyectos. Viajaban a una tranquila aldea donde él podría dedicarse, entre otras cosas, a su vocación de escultor y ella ejercer como maestra, después que naciera el hijo que latía en su vientre. Lamentablemente, cuando reaccionó y preguntó por ellos, supo que ambos habían muerto. Según le informaron, el muchacho, supuestamente, había perecido carbonizado, como otros pasajeros imposibles de identificar..

Dolores nunca olvidaría que fue él quien la sacó semidesvanecida de entre los hierros retorcidos del tren, dejándola a salvo, antes de reingresar por su esposa.

En la aldea, El Escultor, daba vida a una paloma.



María Magdalena
 
Ninive,28.06.2006
:
 
margarita-zamudio,29.06.2006



LAS MANOS DE MI MADRE


Mi madre tenía las manos muy blancas, unas manos finas y a la vez trabajadas, dedos largos de pianista, uñas cuidadas, venillas azules que serpenteaban por aquellos pequeños mapas donde se reflejaban toda una vida, y es que las manos tienen memoria. La memoria de las manos de mi madre hablaban de amor, de un único amor de hombre, nueve años de noviazgo y cincuenta de matrimonio, de dificultades económicas, de ocho hijos, de un hogar que llevar, de trabajos, pesadumbres, pero también de alegrías.

Las manos de mi madre acariciaban y daban cachetes, escribían poemas y pelaban patatas. Sus manos, blancas, de señora, de gran señora, también eran manos de trabajadora, y, curiosamente, el único rastro de su trabajo era un meñique dislocado por una tabla de lavar, dedito que escondía coquetamente, cuando en una reunión de sociedad, vestida elegantemente, pero de rebajas, mostraba aquel empaque de señora de alta alcurnia, pero bajo presupuesto.

Aquellas manos que se juntaban para rezar o se elevaban al cielo para protestar por lo cara que está la vida, por hay que ver lo travieso que es este niño, o Dios mío, ayúdame, se quedaban flácidas, caídas bajo los brazos del sillón, cuando, como decía mi padre, “dormía la tele” en lugar de contemplarla, aquellas manos que peinaban mis tirabuzones de pequeña, aquellas manos, aquellas manos…

Quedaron un día posadas, como blancas palomas que ya no pueden volar, sobre su pecho, hinchadas, quietas, pero blancas, muy blancas.
 
kanenas,30.06.2006
Yo maté a Rodolfo Juárez

Yo maté a Rodolfo Juárez, hoy lo sé.
Era el amante de mi madre y todos creyeron que su muerte había sido accidental.
Yo tenía siete años cuando murió. No conservando ningún recuerdo de mi padre, la presencia de un hombre en casa podía haberme restituido la imagen paterna, pero no fue así.

Mi padre desapareció poco después de mi nacimiento y mamá alquiló tres habitaciones de nuestra casa, porque los alquileres le permitían permanecer cerca mío, mientras que si hubiese trabajado afuera, hubiera tenido que encontrar a alguien que se ocupara de mí.
Las pensionistas eran siempre mujeres, pero cuando dos de ellas se marcharon sin pagarle, se encontró en apuros y aceptó alquilar las dos habitaciones desocupadas a Rodolfo Juárez.
Juárez era electricista y fotógrafo y ocupaba un cuarto como depósito para sus equipos de trabajo y como cámara oscura. Viendo que su inquilino le pagaba con generosidad por las dos piezas, mamá dejó de alquilar la tercera, para que yo tuviera un cuarto propio.
Poco más tarde Rodolfo trasladó su s cosas y ocupó mi lado de la cama.

Después del accidente, mamá alquiló la casa y nos mudamos a la ciudad, donde vivían los abuelos.
No sé distinguir entre mis propios recuerdos y lo que mi madre me contó, pero lo cierto es que creía como todos, que Roberto Juárez había sido víctima de un accidente mortal.

Hace poco volví al pueblo para ocuparme de la venta de la vieja casona.
Antes de entrar debía conectar la electricidad y fue entonces que la memoria de las manos me devolvió lo que había tenido encerrado en una nube protectora. El recuerdo surgió impetuoso como un torrente de luz. El tacto de la vieja madera del armario, iluminó en un flash, la imagen de un chico de siete años, que al salir de casa para la escuela, saluda a
Rodolfo (que está subido a la escalera arreglando un corto circuito de la lámpara del comedor), se acerca al armario, conecta la corriente interrumpida y se precipita escaleras abajo.



 
Stelazul,01.07.2006
LA MEMORIA DE LAS MANOS

Sábado tarde, más bien noche, deambulaba por la zona de Malasaña, a apunto de entrar a tomar algo en uno de los tantos pubs, todos llenos a esas horas.

Uno diferente me hacía guiños de rojos farolillos y reclamos de la fuerza oscura y el terror. Bueno, al menos, original, pensé. Empujé la puerta. Dentro más luces rojizas, feas brujas, cuchillos ensangrentados, telarañas etc., De momento me producía más risa que miedo.

Un poco sí impresionaba la música gutural, de golpes y chirridos que no te dejaba pensar, supongo. Decidí avanzar, atravesando la sala hasta la única puerte, en frente, cubierta de espesas alas negras de vampiro, tras los cuales se supone que estaría pub. Avancé rápida. Al pasar, pegada a la pared, a mi izquierda había una bandejita en forma de mano con unas tarjetitas del sitio, en vistosos tonos fosforescentes. Alargué la mano y tomé unas pocas, momento en el que sale otra mano de no sé qué lugar, y me sujeta firmemente. No me podía mover. Y el horror era que esa mano no tenía brazo... De golpe y sin pensar, se me encogió el alma, el corazón, el cuerpo, la mente y todo, y en medio del estruendo interior, salen de no sé donde y aparecen ante mi, quietos, dos tipos extraños con caras fúnebres y blanquecinas. Solté un grito agudo y despavorido, la mano me soltó, me giré y retrocedí a la carrera, escaleras arriba. Me siguieron, me alcanzaron, me pararon y me tranquilizaron. Nos reímos un rato y ya más calmada, me acompañaron al mostrador del pub. Me invitaron a una copa, para que se me pasara el mal sabor y volviera otro día. Me preguntaron qué fue lo que más me asustó. Estuve pensando un rato, sin comprender mucho qué fue lo que me metió en toda aquella atmósfera, y al fin llegué a unas palabras que había sobre la famosa mano y que de una forma irracional se me colaron dentro. Decían:
“LA MEMORIA DE LA MANO: ELLA LO SABE TODO DE TI. TU MANO PUEDE SER TU PEOR ENEMIGA”.



 
celestsol,01.07.2006
bSolo una vez.../b

Sé que pido demasiado porque no me querés. La querés a ella, ya me lo dijiste.

Es así, ella es Eva y vos sos Adám y ambos están en el paraiso.

Dios antes de hacer a tu Eva practicó conmigo. Yo no era lo que Él quería para vos y me desechó, arrojó mi cuerpo lejos de su vista y fui la primer basura de la creación.

Media hecha y medio deshecha, dolorida y muy lastimada te veía con ella.

Con mi espalda rota y sin poder más que yacer en el suelo te seguía viendo con ella. Me enamoré de vos.

Quise gritarte mil veces mi amor y un día junté fuerzas y me arrastré hasta ti pero Dios me vio.

Me llamó demonio y volvió a arrojarme muy lejos.

Hoy me he arrastrado otra vez hasta vos, amor, y quisiera que por una vez me tocaras, me besaras y me hicieras sentir todo lo que ella siente cuando está contigo. Quiero guardar para siempre la memoria de las manos, tus manos sobre mi cuerpo.

Sé que no me querés y no habrá para mí ni una caricia porque Dios no me hizo como a Eva... yo soy la serpiente.


bCeleste Soledad/b


 
Axterion,01.07.2006
bBatalla del Sol y la Luna./b

Sol y Luna se conocieron una tarde en el bar Eclipse. Él venía solo, como cada tarde, y bebía tranquilamente su ginebra doble. Luna, por otro lado, venía con sus amigas y todas relucían como tempranas estrellas, desentonando un poco con el taciturno ambiente del Eclipse.

Ambos se vieron desde lejos. Luna sintió entonces cierta electricidad en el aire que no la dejaba voltear la mirada del joven que ahora “le manda esta bebida, señorita”. Sus amigas ríen cómplices. Es una margarita. “Lo más acercado que tengo a mandarle flores” piensa Sol que siente haber visto en ella un astro, confundiendo esa electricidad que nació de sus miradas con algo muy parecido a querer. “Así que aún sirves, viejo” dice dándose un golpecito en el pecho que resuena como platos rotos.
Ella se acerca hasta Sol, bebida en mano.

—No la quiero, muchas gracias— dice sonriéndose a si misma por su trampa de mujer.
—Está bien— contesta él.

Ella se queda parada como a quien lo sorprende la lluvia. Esa voz enigmática y despreocupada la estremeció. Voltea a ver a sus amigas que le hacen señas de que se siente, o le diga algo más.
Media hora después platican de lo que se puede cuando apenas conoces a alguien. Ambos están cautivados. Él con su carácter de fuego, relame todo lo que dice con luz viva. Ella nocturna y bella, misteriosa y mística. Corren las copas de ginebra, de whisky. Sienten que se conocen desde siempre y la vida sólo está esperando a unirlos en un espectáculo guiado por la memoria de las manos, que puedan recorrer los confines misteriosos de los cuerpos en la obscuridad. Los ojos estarán ocupados en cerrarse con fuerza, las bocas con sus espadas en eterno duelo. Entonces la ropa será obstáculo innecesario, la desnudez es pureza. Ambos se purifican y libran una batalla surcando los cielos, adornándose por nubes, por estrellas fisgonas, por tiempo pasado y presente: hasta el fin de los días y noches.

—¿Quieres subir a renacer conmigo al cielo?— Ambos deciden soltar la pregunta al mismo tiempo. No hace falta responder.
 
lebana,03.07.2006
EL PARQUE

Volver a aquel lugar fue menos doloroso de lo que esperaba.

El parque estaba aún solitario. Eran las primeras horas de la mañana. No tardarían en llegar las niñeras y se oirían las risas de los niños correteando tras una pelota. Ahora se oía el rumor de una fuente, el croar de las ranas en el estanque y el suave quejido de las ramas al moverlas la brisa.

Se adentró en el parque, el olor a hierba recién cortada inundó sus sentidos. ¡Cuánto le gustaba a ella ese olor!. Caminó despacio aspirando con deleite el aroma.

Al llegar a una rotonda una bandada de palomas remontó el vuelo, las miró alejarse sabiendo que volverían. Se sentó en uno de los bancos. En aquel sitio se conocieron. Cerró los ojos y la vio llegar sentarse en la otra esquina del banco y abrir su libro. Al cabo de unos momentos ella levantó los ojos de la lectura y lo miró, él también la estaba mirando. Los dos leían el mismo libro y aquello provocó la risa de ambos.

Era la primera vez en cincuenta años que iba sin ella al parque. Se levantó y se acercó al corpulento arce que estaba en el centro de la rotonda. La memoria de las manos encontró el lugar exacto donde estaban grabados sus nombres apenas perceptibles por el paso del tiempo.
 
RIGOBERTO,06.07.2006
AMOR CIEGO

Acostumbra la naturaleza - para que puedan admirarla - proveer a los hombres de cinco sentidos; a Juan - confirmando la regla - lo privó de uno; quizá, del más exuberante de todos: la visión. Pero natura, sabia y ocurrente, compensó el infortunio con generosidad: en los cuatro restantes, le concedió una perspicacia poco menos que excesiva.
Juan podía “ver” el mundo como no podemos quienes dependemos casi solamente de nuestros ojos. Su oído y su olfato captaban cualquier estímulo (hasta los imperceptibles); los sonidos que oía en el silencio o una brisa leve eran, para él, una imagen nítida del ámbito donde se hallaba.
Gozaba, además, de lo que llamaba “la memoria de las manos”: su tacto reconocía cualquier cosa que hubiera tocado alguna vez. Lograba desenvolverse con la independencia de un vidente (en su amplia acepción); palpando una pared o un árbol, se ubicaba con exactitud en su casa o en las calles de la ciudad que recorría a diario.
Usaba estos atributos, en especial con la gente: estrechar una mano o aproximarse a una persona, le bastaban para conocer hasta el temperamento del otro.
Cuando la vida le acercó a Laura, concibió que sería su mujer; y así fue: literalmente, se adueñó de ella; gracias a sus extraordinarias facultades, consiguió saber de Laura mucho más de lo que ella sabía de sí misma. La piel y la mente de la mujer pasaron a ser sus dominios.
Él llegó a venerar el aroma y la tibieza de ese cuerpo sin secretos. ¿Secretos?, no; Laura no podía tenerlos, él se había apoderado de todos.
Un día empezó a ver en ella pequeños cambios que, en ese momento, no logró entender.
Con el tiempo advirtió que la joven alegre que había conocido, se había convertido en una mujer triste y abatida. Como siempre, alcanzó a comprender el problema y como siempre también, se hizo cargo.
La aparente muerte accidental de un no vidente cuando intentaba cruzar una transitada avenida, fue sólo una noticia breve en el periódico local.

C.E.S.
 
neus_de_juan,06.07.2006

uLa memoria de las manos/u

Primero fue un seno, luego el otro. Después fueron los huesos, consumidos de erosión. Finalmente el cerebro.

iY esa senda interminable, madre, roce descontrolado de pies que ya no caminan a ninguna parte./i

Todos los días, bolsos, pañales, biberones y cinco niños a cuestas, no falté a la cita. Tú, en horizontal ceguera, con las manos nos hablabas, mientras contemplábamos tu deterioro físico con el arrobo con que contemplan los ineptos el quehacer de los sabios.

iAbrazos con tenazas, madre, forjadas desde ese extraño crecimiento en tu cabeza. Por qué no me aferraste hasta incrustarme dentro de tu laberinto de ternuras. Allí debí permanecer, ensamblada, para irme contigo./i

¿Qué tejes? un suéter, mira… Y palpabas, veías con la cognición de las yemas de tus dedos… Aquí estás mermando… sí, (destejo, intento otra vez).

iQué desconcierto, madre, cuando te busco en sueños y apareces con esa sonrisa que espanta miedos de ceguera y, amamantando mis temores con tus pechos que nunca se van del todo, saturados de luz./i

El suéter crece cada día, con el apremio ansioso de ganarle los minutos al cáncer, mientras tus pies desordenados enmarañan la madeja que tus pasos sabiamente han ovillado durante 73 años. Fíjate que por aquí estás ensanchando... Y reconstruyo.

iConfío en tí, madre, que sin tus ojos observas el tejido con el horizonte de los dedos. /i

¿De qué color es? Es rojo. El de tus amaneceres de leche y pan con manteca, de mates a media tarde, de sevillanas que ahuyentan la miseria.

i¿Será por eso, madre, este afán de tocar, de ser caricia, de aprender aprehendiendo? Heredada inclinación la mía… la de cosquillear cada cosa, cada textura, los árboles, las pieles, procurando aferrar lo que un día habrá de negárseme. /i

Es la hora del pinchazo, el demerol te aleja en un sueño profundo que acorta tus minutos, pero no duele, eso es lo importante.

iTe dejaste llevar, madre, por una copla que Lola Flores te cantó desde la radio. Abrazada al suéter terminado te contemplo, extrañamente inmóvil. Me dejaste la memoria de tus manos, que aún siento, en sueños, que me abrazan. /i



 
gamalielvega,06.07.2006
El orate

Dictó a Fredo, el orate de ojos claros, sólo una oración. No podía confiar en su mente; pero tenía la esperanza de que la memoria de las manos, la que el orate siempre demostró tener, recordara sus palabras.
La sangre seca le escocía la piel del vientre y las manos, la herida era profunda y aunque la hemorragia se había detenido, sus fuerzas lo abandonaban. Perdió mucha sangre antes de llegar, despeñándose por el cerro, a la inmunda covacha del orate. Lo conocía desde niño, con la pandilla del barrio bajaban para tirarle piedras como lo habían hecho otros antes que ellos y como lo seguirían haciendo después que él abandonara el barrio, pues algo pasó que lo unió al orate y mientras él vivió allí no permitió que nadie lo molestara.
El cansancio le trajo el recuerdo del día en que bañado en llanto no pudo desprenderse de los brazos del orate, lo llevaba en vilo y lo acariciaba tiernamente con los ojos idos, mientras detrás de ellos quedaban los dos cuerpos ensangrentados de los fumones que trataron de violarlo.
Sólo su madre se enteró y entre los dos cuidaron de que a Fredo no le faltara comida. Limpiaban su guarida cuando se ausentaba al río a buscar basura, fue así como se enteraron de su nombre, supieron también que había sido sacerdote, pero solo pudieron especular por la desgracia que lo trajo a ese lugar. Fredo dejó que se acercaran y fueron los únicos a los que no perseguía con un palo.
Fredo siempre lo entendió, no hablaba pero escribía y lo hacia mejor que él. Cuando estaba en sus días más lúcidos, le llevaba sus tareas y le dictaba. Ahora confiaba en sus manos para que delataran a sus asesinos. Destruyó el papel en que el orate había escrito y se durmió, ya no despertaría.
En la comisaria, se sorprendieron de ver llegar un loco con un hombre muerto a cuestas y un cuaderno lleno de: “Mis asesinos son: Francisco Díaz y Pedro Gonzáles
 
sindari,07.07.2006
Miro mis manos y no deja de sorprenderme que todavía sientan en cada célula de su piel la dulce sensación de la tuya, la tenue suavidad de tus pechos, la tensión irresistible de tus pezones, el fogoso tránsito de sensaciones que las condujeron hasta tu ombligo, el temblor de tu monte de Venus, y la erupción de tu sexo con la lava más tibia de los volcanes del mundo y mis dedos, con vocación de exploradores, ingresando hasta el centro de tus conmociones.
Dijiste "no!"... y sólo me queda la memoria de las manos, y me duelen los labios por la amnesia de tus besos.


(((Perdón... corresponde borrar el anterior)))
 
Ninive,09.07.2006
Recuerdo a los amigos que mañana es el último plazo para enviar textos al Reto 16

11 y 12 de julio votación en VotaReto en PRIVADO
 
chiche,09.07.2006
RONDANDO LA ESQUINA

Que puedo hacer yo con estas manos,decime Pascual, que puedo hacer.Si hasta ayer nomas la estaba esperando tomado de ese palo,ese que esta en la esquina,si, el de la luz,esa tenue luz como llovizna de otono,que se mueve con el viento como si fuera un pajaro perdido,mojado,triste,tambien la aves entristecen, sabias?
Y cada vez que pasaba por la vereda,me ponia a,que se yo,a jugar con las manos.
Las juntaba,entre mi cintura y el bendito palo.Las apretaba una contra la otra.Las obligaba a estrecharse entre si.
Las hacia rasgunar el palo,de los nervios.
Ella ni me miraba.Yo tampoco,por supuesto.
Pero cuando se alejaba,le haciƒVa un gesto carinoso con la mano derecha,asi ,ves?
La saludaba.
Chau le decia,sin palabras.
Ella seguia el camino hacia su casa.
Y yo me quedaba parado alli.Sin saber que hacer.
Hasta que un dia,decidido a terminar o a comenzar esta relacion, la
encare.Me cruce delante de ella,y la mire fijamente.Separe mis manos,las levante y las movi horizontalmente:le exprese que ella me abarcaba totalmente, le senale el barrio y con la mano derecha hice un semicirculo y abarque el mundo.
Ella se detuvo y me miroƒV tristemente.Me tomo de los dos brazos y me dijo que no podia ser, llevo sus manos al pecho y me dijo que estaba casada y que queria mucho a su marido.
Las mias cayeron,al costado de mi cuerpo,en una mezcla de impotencia y tristeza.Quedaron calladas.
Ella me saludo cortesmente con su mano derecha y siguio camino a su casa.
Yo la segui con la vista y dibuje en el aire su cuerpo,al que acaricie dulcemente.
Ella parecio sentirlo,aun desde lejos,giro,me miro,y me envio un beso,apretando sus labios entre sus manos.
Y asi siguen los dias.
Yo la espero,ella pasa.
Yo levanto mi mano izquierda.
Ella su derecha,levemente.
Y yo me quedo quieto.Y sigo esperando.
QuizaƒVs llegue el diƒVa,en que nos hablemos,finalmente.
Aunque sinceramente,te dire,que, con el lenguaje de las manos basta y sobra.
Ellas la conservan en su memoria.Porque en la memoria de las manos no caben las palabras.
Y no sabes cuanto me ayudan en estos dias de tristeza infinita.





 
carlitro350pajaritos,09.07.2006
b
Segunda guerra mundial
/b
¿Cuáles son los motivos de esta guerra? No sé. ¿El desembarco en Normandía fue un éxito? Tampoco lo sé. Pero aquí estoy, con mis compañeros, sabiendo que de esta no me salvo e ¡Importándome un bledo los malditos alemanes! Que hastío, sólo quiero pensar en mi amada, en Lucía, pero, como no puedo expresarle mis sentimientos en persona, me derramaré en esta hoja, hasta ahora, obscenamente en blanco.
i
Dicen, que uno no sabe bien lo que quiere hasta que lo da por escrito; Pues, yo te deseo y quiero tenerte en mis brazos, porque te amo, aunque entre nosotros exista una distancia abismaste.
Te quiere, Carlos.
/i
Desde que escribí eso, han pasado 20 minutos y todavía me quema. Estoy seguro de lo que siento, pero quizá ella no deba saberlo, es muy sincero. He pensado arrugar la hoja y pedir otra, pero enfrentar otra vez la nada, mejor tacho.
i
Lucía, usted es muy bonita, y entiendo si no soy correspondido, pero déjeme decirle que, un buen día volveré y la seguiré encontrando igual.
Carlos.
/i
Así esta mejor, mucho más cobarde, pero por pequeño que sea el paso hacia ella, igual, de un tropezón sabré su reacción; o me sujeta en sus brazos, o indiferente me deja caer.

No puede ser. Al levantar la vista Lucía me miraba. Y en acto reflejo, me incliné para adelante y cubrí la hoja con los codos. Ella, al mirarme la palma de las manos, jaló de mis muñecas y me gritó.
-¿Qué es esto? -estando de pie frente a sus ojos azules congelantes, no pude mas que bajar la vista y, siendo yo más alto, vi su enojo expandir y contraer su pecho desnudo un instante. Que de los nervios, sin pensar, le dije la verdad.
-La memoria de las manos.
El curso completo estalló en risa. Y mi amada Lucía, quitándome el examen, seguro me reprueba en Historia y, desde ahora, mi sentimiento hacia ella.
 
VotaReto,13.07.2006

RESULTADOS RETO 15

PROSA
(13 participantes)

Ganadores con 3 votos: bkanenas - celestsol/b

Vice ganador con 2 votos:brigoberto/b

1 voto >>> gmmagdalena / margarita-zamudio / axterion / carlitro350pajaritos



HAIKU
(18 participantes)

Ganador con 5 votos:bnitram/b

Vice ganador con 3 votos:bindia/b

2 votos >>> loretopaz / astigitana

1 voto >>> kanenas / margarita-zamudio / axterion / shou / galeona


POESIA
(12 participantes)

Ganador con 2 votos: bshou/b


1 voto >>> gmmagdalena / india / boj / neus_de_juan / raes / margarita-zamudio / stelazul / cromascape1963 / astigitana

¡¡¡ENHORABUENA!!!

 
VotaReto,13.07.2006
Corrección en el enunciado: se trata del RETO 16
 
Ninive,13.07.2006
Felicitaciones alos ganadores y a todos los participantes. El tema del Reto 17 se dará a conocer mañana.

Paralelo al reto hay una nueva competición en Foro Crítica: "Prosiguiendo el incipit" Está en rodaje y me gustaría que se acercaran para participar. Se trata de prosa, ensayo o reflexión.Llevará el mismo ritmo de fechas que el reto .
 
gmmagdalena,13.07.2006
Felicitaciones a todos los ganadores. Veremos el incipit Ninive. Besos a todos, estuvieron geniales. Magda
 
RIGOBERTO,13.07.2006
Felicitaciones a los merecidos ganadores y a todos los participantes.
 
gamalielvega,13.07.2006
¡Felitaciones a los ganadores! Un saludo a todos.
 
celestsol,13.07.2006
¡¡¡Ayyyyyyyyy no lo puedo creeeeeeerrrrr!!!

Comparto el primer lugar con Kanenas.

¡¡¡Mil gracias a quienes me votaron!!!

Felicito a Kanenas, a Rigoberto y los demás participantes.

Es la primera vez que gano en un concurso y estoy re contenta.

¡¡¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!

Bes itosssssssssss de Soleeeeeeeee
 
Axterion,13.07.2006
Jejeje, la emoción de celestsol hasta contagia.

Felicitaciones a todos los que participamos y, por supuesto, a los ganadores.
Espero seguir viéndolos en la siguiente ocasión.

Salu2.
 
Gadeira,18.07.2006
Felicidades a todos chicos.Sois estupendos.Un beso.
 



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