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Gretadelrio,06.01.2008
Si ha llegado hasta este foro seguramente reconoció la sigla en el título o simplemente le ha causado curiosidad un título en sigla y quiere saber de qué se trata.

Antes de entrar en detalles quiero que comprenda que la finalidad de este foro va más allá de la divulgación y mucho más allá del debate moral. Se trata de información y aunque necesariamente habrá emisión de juicios de valor, tenga en cuenta que está aquí por su propia iniciativa, nadie lo ha invitado, nadie le envió un spam a su libro de visitas para que participara, usted ha venido porque quiso y lejos de ofender los principios y valores que rigen su vida, este foro solo busca tratar seriamente un tema que no deja de existir por no hablar de él.

bHablemos claro entonces./b

La sigla BDSM aparece por primera vez en abril de 1991 como la yuxtaposición de dos abreviaturas contrapuestas, BD (bondage y Dominación) y SM (Sadomasoquismo); éste último contaba con una muy mala imagen social. Paradójicamente, es desde el momento en que se trata de unificar ambas corrientes, cuando la subcultura que las engloba comienza un desarrollo vertiginoso. Dado que BDSM es una palabra que abarca términos muy dispares, no es fácil dotarla de una historia más allá del comienzo de su uso como acrónimo, al margen del que corresponda a cada uno de sus componentes.

Tal vez hasta este punto usted no comprenda aún de qué se habla.

Bondage: práctica de encordamientos eróticos ejecutados sobre una persona vestida o desnuda. Los atamientos pueden hacerse sobre una parte o sobre la totalidad del cuerpo, utilizando generalmente cuerdas especiales que pueden encontrarse en los sex-shop, cadenas o cualquier otra cosa que pueda servir para inmovilizar a una persona. Con cierta frecuencia, a la persona también se le aplica una mordaza.

Dominación y Sumisión: conocida también bajo sus siglas D/s, es un conjunto de comportamientos, costumbres y prácticas sexuales centradas en relaciones de consenso que trasvasan el dominio de un individuo sobre otro ( Erotic Power Exchange) en un contexto sexual o más genérico, parcial o global, limitado o indefinido en el tiempo.

Sadomasoquismo: es un término genérico que está formado a partir de las palabras sadismo y masoquismo, derivadas ambas de los apellidos del Marqués de Sade y Leopold von Sacher-Masoch, autores de obras en las que se narran relaciones sexuales basadas en la relación amo-esclavo. La idea moderna se refiere más bien una subcultura BDSM en la que personas adultas, consensuadamente, se entregan a explorar éstas posibilidades eróticas, muchas veces sin relación alguna con el coito. Los límites suelen pactarse de antemano y la finalidad no es el sufrimiento ni la degradación en sí mismas, sino el goce mutuo.

Ahora ya sabe exactamente lo que significa la sigla, y en adelante su participación será bien recibida siempre y cuando sea en el marco del respeto por la diversidad y la libertad de expresión.

Seguramente se preguntará qué relación tiene esto con la literatura para abrir un foro del tema en una web literaria. Le evitaré la consulta en wikipedia:

iAl igual que ocurre respecto a la historia del BDSM, conviene recordar que al definir la literatura sobre el BDSM no se puede simplificar y recurrir a un listado de las obras escritas sobre todas y cada una de las partes que lo integran, sadomasoquismo, flagelación, D/s, etc. En primer lugar ese listado seria materia de los artículos sobre cada uno de esos conceptos, y en segundo lugar faltaría el elemento integrador que da sentido al BDSM, el concepto del consenso y la tolerancia activa para con los practicantes de otras variantes. Por lo tanto, y por la propia definición de BDSM, no pueden buscarse ejemplos literarios mucho más atrás de la II Guerra Mundial.

Una pieza fundamental es sin duda Historia de O, junto a Retorno a Roissy (Pauline Réage),1954, además de 9 semanas y media, de Elizabeth McNeill (1978), Dezemberkind de Leander Sukov (2003, 2004), algunas obras de la escritora Anne Rice (Exit to Eden, The Claiming of Sleeping Beauty (1983), Beauty's Punishment (1984) y Beauty's Release (1985)), Jeanne de Berg (L'Image, 1956, dedicado a Pauline Réage), la novela Topping from Below de Laura Reese (1999). Más recientemente, las novelas de Marthe Blau, Submissión y Entre Sus Manos (2005). Algunas obras de la saga GOR , de John Norman. Y, naturalmente, todas las obras de Pat Califia, Gloria Brame, del colectivo Samois y muchas del escritor Georges Bataille (Histoire de l'œil-Historia del ojo-, Madame Edwarda, 1937), así como de Bob Flanagan: Slave Sonnets (1986), Fuck Journal (1987), A Taste of Honey (1990). Una importante parte del poemário de Pablo Neruda refleja sentimientos y sensaciones derivadas de las relaciones de EPE o intercambio erótico de poder.

Un nuevo subgénero: el BDSM romántico

El aumento exponencial de la comunidad BDSM en los últimos 10 años ha originado la aparición de un subgénero literario que previamente no existía como tal: el BDSM romántico. Siempre hubo relatos de bondage, sadomasoquistas, etc., al menos de forma constatable desde el siglo XIV, y anteriormente en formas literarias poco investigadas al respecto ( ver el Cantar de Mio Cid, la escena de los condes y las hijas de Rodrigo, o algunos poemas de la lírica provenzal), pero este es un género surgido en el siglo XXI. Podriamos definirlo como una especie de novela rosa con sexo duro y explícito, y con personajes, escenarios y lenguaje BDSM. Actualmente muchos autores se dedican a escribir prolíficamente hasta media docena de novelas por autor y año, en algún caso partiendo de experiencia propias como practicantes del BDSM y en otros desembarcando desde géneros literarios ajenos, y siendo más frecuente autoras que autores.

Un ejemplo es Meet Claire Thompson, autora de Slave Girl, Bird in a Cage, Julie's Submission, Closely Held Secrets, Club De Sade, Turning Tricks, Eros, Slave Gamble, Slave Castle, Face of Submission, Jewel Thief, Confessions of a Submissive, Slaves to love, Tracy in chains, The Toy, The Stalker. Un espacio que también navegan numerosos otros autores angloamericanos, como JW McKenna (Office Slave I y II, Kept Woman, Naughty Girl, The Politician's Wife, Lord of Avalon, Sold, Controlled, The Hunted, Trackers, Slave Planet, Darkest Hour, etc.), Bonnie Hamre, Alice Gaines, Cheyenne McCray y otros, creando a menudo series con personajes de ficción BDSM que se repiten a través de sus novelas. /i

Ya que se tomó el trabajo de leer para informarse, sería interesante ahora para los demás leer su opinión.
 
Gretadelrio,06.01.2008
Anne Rice en el segundo capítulo de la obra "El rapto de la Bella Durmiente" nos deleita con una descripción magistral de lo que significa la sodomización de otro ser humano y el erótico espectáculo que representa para un público expectante:

i—¿Qué pasa, Bella?

—Complaceros, mi príncipe, complaceros... —susurró, como si sus pensamientos se hubieran transformado en un delirio.

—Sí, complacerme, en eso consiste vuestra vida ahora. ¿Cuántos en el mundo poseen un objetivo tan claro, tan sencillo? Complacedme y yo siempre os diré exactamente el modo de hacerlo.

—Sí, mi príncipe —suspiro. Volvía a llorar.

—Os apreciaré mucho más por ello. La muchacha que encontré en el castillo no era nada para mí comparado con lo que ahora representáis, mi devota princesa.

Sin embargo, el príncipe no estaba del todo satisfecho del modo en que instruía a Bella.

Cuando llegaron a otro pueblo, al caer la noche, le informó de que se proponía despojarla de un poco más de dignidad para que todo le resultara más fácil.

Mientras los lugareños pegaban sus caras a las ventanas de vidrio emplomado de la fonda, el príncipe hizo que Bella le sirviera la cena.

La princesa, moviéndose a cuatro patas, se precipitó por las desiguales maderas del suelo de la posada para traer el plato de la cocina. Se le permitió volver caminando con el plato, pero tuvo que ir de nuevo a cuatro patas a buscar la jarra del príncipe. Los soldados devoraban la cena y la miraban en silencio a la luz del fuego.

Bella limpió la mesa del príncipe y cuando se cayó al suelo un pedazo de comida de su plato, él le ordenó que se lo comiera. La princesa obedeció con lágrimas en los ojos. Luego, mientras continuaba de rodillas, él la cogió y la abrazó premiándola con docenas de besos húmedos y cariñosos. Ella también le rodeó el cuello con los brazos.

Pero la caída de aquel pedazo de comida le había dado al príncipe una idea. De nuevo le ordenó que trajera a toda prisa un plato de la cocina y que lo dejara a sus pies en el suelo.

Allí, él depositó comida de su propio plato y le mandó a Bella que se echara la espesa cabellera detrás de los hombros y que comiera del plato con la boca.

—Sois mi gatito —se rió jovialmente—. Os prohibiría todas esas lágrimas si no fueran tan hermosas. ¿Queréis complacerme?

—Sí, mi príncipe —contestó. Él empujó con el pie varias veces el plato, alejándolo de ella, y le dijo que se volviera y le mostrara el trasero mientras él seguía comiendo. Al admirarlo, se percató de que las marcas rojas provocadas por la zurra ya casi se habían curado. Con la punta de la bota de cuero tocó suavemente el vello sedoso que veía entre sus piernas, frotó los húmedos labios que se hinchaban por debajo del vello y pensando en lo hermosa que era, suspiró.

Cuando acabó la comida, Bella empujó el plato con los labios hasta dejarlo junto a la silla del príncipe, como éste le había ordenado, y luego él mismo le limpió los labios y le dio un poco de vino de su propia copa.

Mientras bebía, el príncipe observó el largo y hermoso cuello de la princesa y le besó los párpados.

—Ahora, prestad mucha atención, quiero que aprendáis de esto —dijo él—. Todo el mundo aquí presente puede veros y contemplar vuestros encantos, seguro que sois consciente de ello. Pero quiero que seáis verdaderamente consciente. Detrás de vos, los lugareños, apiñados contra las ventanas, os admiran al igual que sucedió cuando os traje a través del pueblo. Esto debería haceros sentir orgullosa de vos misma. No vanidosa, sino orgullosa, por haberme complacido y por conseguir su admiración.

—Sí, mi príncipe —dijo cuando él hizo una pausa.

—Y ahora, pensad, estáis muy desnuda y muy indefensa, y sois completamente mía.

—Sí, mi príncipe —lloriqueó suavemente. —Ahora ésta es vuestra vida. No pensaréis en nada más, ni os lamentaréis. Quiero que esa dignidad se desprenda de vos como si se tratara de las múltiples capas de una cebolla. No quiero decir que tengáis que ser desvergonzada, eso nunca, sino que deberíais entregaros a mí. —Sí, mi príncipe —repitió Bella. El príncipe dirigió la mirada hacia el mesonero que se hallaba en la puerta de la cocina con su esposa y su hija. Los tres se cuadraron de inmediato. Después el príncipe se quedó mirando únicamente a la hija. Era una jovencita, muy guapa, aunque sin comparación con Bella. Su pelo era negro, tenía unas mejillas redondas y una cintura muy estrecha, e iba vestida como muchas campesinas, con una blusa escotada con volantes fruncidos y una amplia falda corta que revelaba sus vistosos y pequeños tobillos. Mostraba un rostro inocente, y contemplaba a Bella llena de intriga, sus grandes ojos marrones se desplazaban ansiosamente hasta el príncipe y luego volvían tímidamente a Bella, que estaba de rodillas a sus pies, a la luz del fuego. —Y bien, como os he dicho —el príncipe se dirigió atentamente a Bella—, aquí todos os admiran y disfrutan viéndoos, gozan de vuestro traserito relleno, de vuestras maravillosas piernas, de esos pechos que no puedo evitar besar. Pero ninguno de los aquí presentes, ni siquiera el más humilde, es peor que vos, mi princesa, cuando yo os ordeno que le sirváis.
 
Gretadelrio,20.01.2008
¡Sube!
 
Gretadelrio,21.01.2008
Entiendo que no ha llamado la atención el tema de este foro.
En literatura existen posibilidades infinitas de reflejar la necesidad del ser humano de mantener el control sobre su sexualidad y sus expresiones de erotismo y sensualidad.

Una gran limitante cultural nos impide experimentar, adentrarnos en aquello que de referencia conocemos como "desviado", "anormal", "enfermizo", "aberrante" etc.

Cuando somos capaces de hacer a un lado el filtro del aprendizaje social y cultural, cuando se llega a la conciencia del cuerpo y del espíritu aceptando que los absolutismos son parte de la ignorancia y de la inexperiencia le abrimos una ventana al conocimiento. Esto es aplicable a cualquiera de sus formas, no necesariamente en el plano sexo-erótico.

Una pregunta que podría abrir al debate sería: ¿Es libre la elección cuando se desconocen la totalidad de las opciones?
 
kamel,23.01.2008
No sé si sea ignorancia....

pudor, tal vez?
 
kamel,23.01.2008
quién no ha dado un buer par de nalgadas alguna vez...
 
kamel,23.01.2008
(es un ejemplo)
 
Gretadelrio,23.01.2008
Gracias por ser el primero en comentar en este foro.

Creo que no hay tanta ignorancia ni tanto pudor, tal vez el tema pueda ser de poco interés al no asociarse con la literatura.

Las nalgadas pueden de alguna manera estimular. Pero hay que saber a quién y cómo. No siempre serán bien recibidas.



 
kamel,23.01.2008
Por cierto: debo ser un enfermo - desviado - anormal - etc...

porque el texto de más arriba me provocó una buena erección
 
negroviejo,23.01.2008
A mi me encantaría ser el perro de alguna dómina. pero con algunas condiciones:

Que se me vacune contra la rabia y el moquillo
Que se me lleve a la plaza todas las tardes.
Que no me pongan collar
Que me compren un hueso de goma.
 
pateando-paraisos,23.01.2008
¿Ese tal BDSM es algo así como RBD mezclando algo de FBI y pasando por la CIA?
 



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