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Giovanni,06.11.2002
El Zen (Japón), o Chan (China) es una corriente filosófica-religiosa nacida de la fusión del Budismo y el Taoísmo, claro que luego va adquiriendo diversos matices, dependiendo de la zona donde se practique y de los maestros que la prediquen.
Me gustaría iniciar alguna discusión de esto, a partir de los RELATOS que posee esta disciplina. Si no hay ganas de intercambiar, sólo quedarán algunos de estos CUENTOS publicados aquí y no creo que les moleste a alguien, o quizá si, pero en este último caso basta con borrar el tema.

Saludits.
GCJ
 
Giovanni,06.11.2002
CIELO E INFIERNO
Un belicoso samurai desafió en una ocasión a un maestro zen a que explicara el concepto de cielo e infierno. Pero el monje respondió con desdén:
-No eres más que un patán. ¡No puedo perder el tiempo con individuos como tú!
Herido en lo más profundo de su ser, el samurai se dejó llevar por la ira, desenvainó su espada y gritó:
-¡Podría matarte por tu impertinencia!.
-Se acaban de abrir las puertas del infierno -repuso el monje con calma.
Desconcertado al percibir la verdad en lo que el maestro señalaba con respecto a la furia que lo dominaba, el samurai se serenó, envainó la espada y se inclinó, agradeciendo al monje la lección.
-Se acabanan de abrir las puertas del cielo -añadió el monje.
 
Giovanni,07.11.2002
Sigo escribiendo sólo... ningún comentario aún... será que no les interesa, por lo menos a una sí, así que aquí va otro...
 
Giovanni,07.11.2002
LA MUCHACHA
Dos monjes que regresaban a su templo, llegaron a un vado donde encontraron a una hermosa muchacha que no se atrevía a cruzarlo temerosa de mojar sus mejores ropas. Uno de los monjes, casi sin detenerse, la alzó en sus brazos y la llevó hasta el otro lado. La niña le agradeció y los dos hombres siguieron su camino.
Después de recorrer tres kilómetros el otro monje, sin poder contenerse más, exclamó: "¿Cómo pudiste hacer eso, tomar una muchacha en tus brazos? Conoces bien las Reglas..." y otras cosas por el estilo. Respondió el monje cuestionado con una sonrisa: "Debes de estar cansado, habiendo cargado con la muchacha todo este tiempo. Yo la dejé del otro lado del arroyo".
 
Elsa,07.11.2002
Había oído este relato de "La muchacha" otra vez e igual que ahora también me impresionó. Yo pienso que nos habla de la flexibilidad que tenemos que tener incluso con nuestras creencias o con las reglas que consideramos justas y buenas. Si no tenemos la templanza suficiente como para admitir que en algún momento podemos fallar, o podemos romper esas reglas porque en una situación concreta sea preferible, entonces nos convertimos en meros esclavos de ideas huecas, y en ningún caso en sus vehículos. El monje "culpable" de tomar a la muchacha fue el que dejó que esa regla lo obsesionase.
 
Lecanda,08.11.2002
El fondo de esta historia y la anterior son similares.

NANGAKU Y BA

A la muerte de su maestro, Ba se convirtió en monje peregrino, lo cual significa que no debía pasar más de una sola noche en un mismo sitio. Así estuvo peregrinando, sin morada fija, hasta llegar al monte Heng, en la provincia de Hunan, al sur del gran río Yangtsé. Cerca de un monasterio solitario, en una roca que le pareció muy a propósito, se hizo una cabaña de ramas y empezó a dedicarse al zazen día y noche, inmovil como un yogui de la india.

Al otro lado de la misma montaña de Heng vivía Nangaku, discípulo de Eno, el sexto patriarca Zen, desde hacía catorce años. En sus paseos Nangaku se había fijado varias veces en aquel monje inmóvil, haciendo zazen a todas horas, y un día se paró y le dijo:
- "¿Qué haces tú ahí?"
- "Hago zazen", contestó Ba.
-"¿Qué quieres conseguir con eso?", preguntó Nangaku.
- "Llegar a ser un Buda (iluminado)".
Nangaku no dijo nada. Fue a recojer una teja caída del monasterio y empezó a frotarla en una piedra. Ba, viéndole así un rato, dijo:
- "¿Qué haces tú ahí?"
- Estoy frotando una teja en una piedra.
- "¿Para qué?", preguntó Ba.
- "Para convertirla en un espejo".
Ba se echó a reir. Nangaku le dijo entonces:
- "Igual de poco te vas a convertir tú en un Buda por sentarte".
 
Elsa,08.11.2002
Lecanda, ¿puedes explicarnos por qué la historia de "La muchacha" y la de "Nagaku y Ba" son muy similares? No lo veo inmediatamente, sorry...
 
Lecanda,08.11.2002
¡Hola Elsa! Vaya lío en que me he metido. Mmmm, veamos...
La historia de la muchacha (¡muy buena!) me habla de algo muy importante: cuando uno se esfuerza con mucho ahínco por unos principio o creencias, ya sea una religión, una disciplina interior o un camino espiritual, es facilísimo olvidarse del origen del que nacieron. Esta es la causa de que las diferencias de esos caminos sirvan como excusa a veces para la violencia, la ceguera, la intolerancia y el fanatismo. El origen tiene que ver con ese poderoso anhelo de verdad del alma humana. Cualquier regla o disciplina ferrea que se asuma para 'hacer de uno mismo un espejo' es un vehículo de ese origen, pero se convierte en una cáscara vacía si es separado de él. De hecho en lugar de ser vehículo hacia la libertad, es medio de esclavitud interior. Las 'Reglas' de la historia eran para el segundo monje un sustituto del origen de esas reglas, que debería llevarle al auxilio y a la libertad interior, como al primer monje.

La segunda historia es algo más sutil a mi modo de ver. Habla particularmente del Zen, aunque podría estar hablando del Cristianismo o del Islam. Zazen ("meditación" o contemplación) es una de las disciplinas a las que se expone un estudiante de Zen, quizás la más llamativa, y aunque es un poderoso vehículo hacia la iluminación del corazón (lo cual constituye la esencia del Zen), es muy fácil llegar a aferrarse a ella con demasiada fuerza. Y ya se sabe, ¡la cuerda demasiado tensa no suena bien, y hasta puede romperse! Para hacer a Ba entender esto, Nangaku, que es un tipo muy perspicaz y puede leer el corazón del monje, le desbarata todos los esquemas respecto del zazen diciéndole que lo que hace es inútil. Y desde un punto de vista esencial lo es. No existe métodos de iluminación. No existe un camino trazado hacia la verdad ni hacia Dios. El que lo persigue, no lo encuentra, ya que el meollo es la renuncia y el olvido de uno mismo. Ignorar esto en el zazen es ignorar su origen. Es en este sentido en el que me parecen similares.
 
Giovanni,08.11.2002
Veamos... parto diciendo que los cuentos zen, como muchas otras cosas, sólo pueden tener una interpretación personal y todas son correctas.

Pero el zen tiene una forma muy particular de ser enseñado y aprendido, el maestro busca que el discípulo despierte, más allá que de los conceptos que las palabras puedan dar, con el sentimiento que se expresa en ese segundo exacto, es como shock eléctrico que no alcanzas siquiera a entenderlo; las culturas japonesas y chinas tienen ideogramas para comunicarse, es por eso que en su origen el relato zen puede tener significados ilimitados... cómo por ahí me debatió Marxxiana, que lo dejara tal cual y no tratara de buscarle la explicación... o algo así.

Pero puedo igual dar mi opinión con respecto a los relatos en debate: El de la muchacha, es darnos cuenta que por el afán que tenemos de PREocuparnos por situaciones que no han sucedido aún o por mortificarnos por situaciones que sucedieron y que no tienen remedio, lo único que hacemos es perder tiempo y perder el presente, perder el tener los ojos bien abiertos a lo que está pasando AHORA, no ayer, ni mañana.

El de Nangaku y Ba, creo que pueden ser muchas cosas, primero, estoy de acuerdo con Lecanda, puede ser una crítica al Zazen ciego, práctica sin avance por parte de muchos monjes y a la vez que puede decir que todo lo que se haga fanáticamente sin reflexión termina no teniendo sentido... y por último quizá diga que la iluminación está en la vida diaria, cotidiana, no en lo trascendental y místico de una religión...

cariños.
GCJ
 
Lecanda,08.11.2002
Guau! Este foro promete ser interesante... Muy bien Giovanni, me gusta lo que comentas.
¡Animaos todos! ¡Venga tunantes, esto es un desafío formal! ¿Alguien tiene algo que decir sobre el Zen?
 
marxxiana,08.11.2002
Supongo que con este cuento me ganaré el odio de algunos, pero bué, ahí va:

CASTIGO
Un hombre llega a una posada y le pregunta al administrador si tiene un cuarto para pasar la noche.
El administrador era un anciano de 120 años de edad, recién llegado de la China. Le responde que sólo tiene un cuarto en el tercer piso, junto al cuarto de su hija, y se lo ofrece, no sin antes advertirle que si le pasaba algo a su hija, le aplicaría los tres castigos chinos. El hombre le asegura que no va a pasar nada y acepta el cuarto.
A la hora de la cena, baja por la escalera una chinita de 16 años de edad, muy guapa y sensual. Durante toda la cena, la chinita no deja de mirar al hombre y este no podía dejar de pensar en lo que le había dicho el anciano. Por la noche, la tentación fue demasiado fuerte para el hombre hasta que entró al cuarto de la chinita y pasó mucho, mucho tiempo con ella... Cansado, volvió a su cuarto a descansar y se durmió.
A la mañana siguiente, amaneció con una roca inmensa encima de su cuerpo, con un papel que decía: "Plimel castigo chino: loca encima del cuelpo". El hombre piensa que si eso era lo peor que podía hacer el pobre anciano,no iba a tener mayores problemas. Así que se levanta, carga la roca y la tira por la ventana. Al lanzarla, ve otro papel en el marco de la ventana que decía: "Segundo castigo chino: loca amalada al huevo delecho". El hombre al ver que la cuerda ya estaba llegando al punto en que más de estiraría, no lo piensa dos veces y se tira por la ventana (mejor un par de huesos rotos que un huevo menos). Cuando va cayendo por el segundo piso, lee un gran cartel en el piso que dice: "Telcel castigo chino: huevo izquieldo amalado a pata de la cama".

De acuerdo a mi humilde reflexión esto nos muestra cómo debemos comprender que antes de emprender cualquier tarea riesgosa, debemos evaluar cuáles son las posibles consecuencias en el futuro cercano y lejano que tendrán nuestras acciones. No basta con satisfacer nuestros deseos irracionales, debemos incluir una ínfima cuota de reflexión intelectual que nos haga sopesar nuestra moral de circunstancia.
Probablemente se podrían encontrar numerosas enseñanzas escondidas en este relato también, pero como bien dice el amigo Giovanni, los ideogramas orientales en nada se parecen al limitado actuar de nuestros símbolos. Los ideogramas encierran conceptos enomemente abarcativos mientras que nuestros cúmulos de letras forman palabras fijas, con pocos laberintos encerrados.
Sin embargo con paciencia y un hilo de Ariadna (que no sería oriental ni zen, pero era una griega bastante inteligente) podemos internarnos en los dédalos de los cuentos, que no serán como el del Minotauro pero ...

MARxxIANA
 
Giovanni,08.11.2002
nunca está demás un poco de humor... pensé, debo ser sincero, que nuestra amiga Marxxiana iba a burlarse en cada palabra que expusiera, pero como siempre, merece mis respetos, no mi odio...
 
Giovanni,08.11.2002
JUGAR
Un niño se encontraba jugando afanosamente en la sala cuando se le acercó el psicólogo y le preguntó:
-¿Que harías si se acabara el mundo?
-¡Seguir jugando! -dijo el pequeño sin levantar la vista.
 
Giovanni,08.11.2002
(estos son tres en uno)

EL TRABAJO SOBRE UNO MISMO.

Evasión:
Un visitante refería la historia de un santo que quería ir a visitar a un amigo suyo que estaba agonizando; pero, como le daba miedo viajar de noche, le dijo al sol:
En nombre de Dios te ordeno que permanezcas en el cielo hasta que llegue yo a la aldea donde mi amigo agoniza.
Y el sol se detuvo en el cielo hasta que el santo
llegó a la aldea. El maestro sonrió y dijo: ¿No habría sido mejor que el santo hubiera vencido su miedo a viajar de noche?.

Transformación:
A un discípulo que siempre estaba quejándose de los demás le dijo el Maestro:
Si es paz lo que buscas, trata de cambiarte a ti mismo, no a los demás. Es más fácil calzarse unas zapatillas que alfombrar toda la tierra.

Desarrollo:
A un discípulo que se lamentaba de sus limitaciones le dijo el maestro: Naturalmente que eres limitado. Pero ¿no has caído en la cuenta de que hoy puedes hacer cosas que hace quince años te habrían sido imposibles? ¿Qué es lo que ha cambiado?. Han
cambiado mis talentos. No, has cambiado tú. ¿Y no es lo mismo? No, tú eres lo que tú piensas que eres, cuando cambia tu forma de pensar, cambias tú.
 
Giovanni,08.11.2002
LA CONCENTRACION Y LA PIEDAD
"Un joven, preso de la amargura, acudió a un monasterio en Japón y le expuso a un anciano maestro: -Querría alcanzar la iluminación pero soy incapaz de soportar los años de retiro y meditación. ¿Esite un camino rápido pra alguien como yo? -¿Te has concentrado a fondo en algo durante tu vida? -preguntó el monje. -Sólo en el ajedrez, pues mi familia es rica y nunca trabajé de verdad. El maestro llamó entonces a otro monje. Trajeron un tablero de ajedrez y una espada afilada que brillaba al sol. -Ahora vas a jugar una partida muy especial de ajedrez. Si pierdes, te cortaré la cabeza con
esta espada; y si ganas se la cortaré a tu adversario. Empezó la partida. El joven sentía las gotas de sudor recorrer su espalda, pues estaba
jugando la partida de su vida. El tablero se convirtió en el mundo entero. Se identificó con él y formó parte de él. Empezó perdiendo, pero su adversario cometió un desliz.
Aprovechó la ocasión para lanzar un fuerte ataque, que cambió su suerte. Entonces miró de reojo al monje. Vio su rostro inteligente y sincero, marcado por años de esfuerzo. Evocó su propia vida, ociosa y banal... Y de repente se sintió tocado por la piedad. Así que cometió un error voluntario y luego otro... Iba a perder. Viéndolo, el maestro arrojó el tablero al suelo y las piezas se mezclaron. -No hay vencedor ni vencido -dijo-, No caerá ninguna cabeza. Se volvió hacia el joven y añadió:- Dos cosas son necesarias: la concentración y la piedad. Hoy has aprendido las dos."
 
Giovanni,08.11.2002
ya... ¿y?
 
obituari,11.11.2002
permitomese, participar:

" Buena Suerte, Mala Suerte?"

Un chino campesino muy pobre, no tenía más tersoro que su unico hijo, Zijn.

Un día vagando por el campo Zijn se consigue un hermoso caballo salvaje y lo lleva a su humilde casa... todos los campesinos lo siguen con gran admiración y envidia le dicen al padre de Zijn:

Que hermoso caballo, debe costar una fortuna, que afortunado eres chino, el chino responde
Buena suelte, mala suelte, Quien sabe...

Al día siguiente el caballo se escapa, Zijn queda muy triste y los capesinos van a la casa del chino a "lamentar" lo sucedido, diciendo: Que lastima se te fue el caballo ahora eres más pobre chino.
El chino responde:
"Buena suelte, mala suelte Quien sabe...

Ese mismo día regresa el caballo con cinco hermosos caballos mas, nuevamente un gran grupo de capesinos "felicita" al chino, quien no hace mas que responder: Buena suelte, mala suelte Quien sabe...

Zijn muy entusiasmado decide domar a los caballos, pero por un momento se descuida y uno de los callballos le cae encima, fracturandole un brazo, una pierna y dos costillas...

Todos los campesinos "preocupados" lo llevan a su casa, el chino al verlo lo lleva a su cama y le dice: Buena suelte, mala suelte quien sabe...

Al día siguiente explota una guerra civil, todos los jovenes campesinos son obligados a abandonar sus hogares y a participar en la guerra...

El el pueblo solo queda el joven Zijn.

Moraleja...

 
Giovanni,11.11.2002
...no dar un juicio hasta no ver completamente los resultados...
¡Excelente relato Obi! es de los que más me gustan... pienso que muchas veces gastamos más tiempo en definiendo una postura, pensando en lo que aparentemente tenemos, y lo disfrutamos muy poco..
cariños...
 
Giovanni,18.11.2002
EL TÉ
(Por: Marc E. Boillat de Corgemont Sartorio)

Un importante catedrático universitario se encontraba últimamente en extraños estados
de ánimo: se sentía ansioso, infeliz y si bien creía ciegamente en la superioridad que
su saber le proporcionaba, no estaba en paz consigo mismo ni con los demás. Su
infelicidad era tan profunda cuan su vanidad. En un momento de humildad había sido
capaz de escuchar a alguien que le sugería aprender a meditar como remedio a su
angustia. Ya había oído decir que el zen era una buena medicina para el espíritu.
En su región vivía un excelente maestro y el profesor decidió visitarle para pedirle que
le aceptara como estudiante.
Una vez llegado a la morada del maestro, el profesor se sentó en la humilde sala de
espera y miró alrededor con una clara -aunque para él imperceptible- actitud de
superioridad.
La habitación estaba casi vacía y los pocos ornamentos sólo enviaban mensajes de
armonía y paz. El lujo y toda ostentación estaban manifiestamente ausentes.
Cuando el maestro pudo recibirle y tras las presentaciones debidas, el primero le dijo:
"permítame invitarle a una taza de té antes de empezar a conversar". El catedrático
asintió disconforme. En unos minutos el té estaba listo. Sosegadamente, el maestro
sacó las tazas y las colocó en la mesa con movimientos rápidos y ligeros al cabo de
los que empezó a verter la bebida en la taza del huésped. La taza se llenó rápidamente,
pero el maestro sin perder su amable y cortés actitud, siguió vertiendo el té. El líquido
rebosó derramándose por la mesa y el profesor, que por entonces ya había sobrepasado
el límite de su paciencia, estalló airadamente tronando así: " ¡Necio! ¿ Acaso no ves
que la taza está llena y que no cabe nada más en ella ?". Sin perder su ademán, el
maestro así contestó: "Por supuesto que lo veo, y de la misma manera veo que no
puedo enseñarte el zen. Tu mente ya está también llena".
 
dawn,20.11.2002
Holasss!!!
Que pasó?
Porque dejaron de escribir mas cuentos de estos???
Se animan a escribir mas?
Besos
Dawnie
 
marxxiana,20.11.2002
Si de verdad te interesan estos cuentitos con moraleja escondida te recomiendo "Recuentos para Demián" de Jorge Bucay.
 
KRYSTAL,20.11.2002
Me gustan muchos esos cuentos espero que escriban mas
xooxooxoxoxox,Krystal
 
Giovanni,22.11.2002
LA CUCHARA
Por: Marc E. Boillat de Corgemont Sartorio

Un estudiante de zen se quejaba de que no podía meditar: sus pensamientos no se lo permitían. Habló de esto con su maestro diciéndole: "Maestro, los pensamientos y las imágenes mentales no me dejan meditar; cuando se van unos segundos, luego vuelven con más fuerza. No puedo meditar. No me dejan en paz". El maestro le dijo que esto dependía de él mismo y que dejara de cavilar. No obstante, el estudiante seguía lamentándose de que los pensamientos no le dejaban en paz y que su mente estaba confusa. Cada vez que intentaba concentrarse, todo un tren de pensamientos y reflexiones, a menudo inútiles y triviales, irrumpían en su cabeza.
El maestro entonces le dijo: "Bien. Aferra esa cuchara y tenla en tu mano. Ahora siéntate y medita". El discípulo obedeció. Al cabo de un rato el maestro le ordenó:"¡Deja la cuchara!". El alumno así hizo y la cuchara cayó obviamente al suelo. Miró a su maestro con estupor y éste le preguntó: "Entonces, ahora dime quién agarraba a quién, ¿tú a la cuchara, o la cuchara a tí?.
 
dawn,22.11.2002
Thanxxxx
Giovanni
Besitos
Dawnie
 
Giovanni,29.11.2002
UN RIO
Un maestro de Zen estaba agonizando, y sus monjes se hallaban reunidos alrededor de su lecho, desde el más antiguo hasta el monje más novato. El monje más antiguo se inclinó para preguntar al moribundo maestro, si tenía alguna lección final para sus monjes. El viejo maestro abrió lentamente sus ojos y en una débil voz susurró, "Dígales, que La Verdad es como un río."

El monje mayor pasó este trozo de conocimiento al monje que estaba a su lado, y así, sucesivamente, fue circulando alrededor del cuarto.

Cuando las palabras alcanzaron al monje más joven, él preguntó, "¿Qué nos quiere decir con que ‘La Verdad es como un río’?"

La pregunta fue de vuelta, pasando por toda la habitación, al monje mayor, éste se inclinó sobre la cama y preguntó, "Maestro, ¿qué quiere decir usted con: 'La Verdad es como un río'?" El maestro abrió lentamente sus ojos y en una débil voz susurró, "OK, La Verdad no es como un río. "
 
Giovanni,03.12.2002
UN EXTRAÑO ANIMAL
Un leñador estaba trabajando duramente en unas remotas montañas, cuando apareció un extraño animal que nunca antes había visto.
—Ah —dijo el animal—, nunca antes habías visto algo como yo.
Al leñador le sorprendió muchísimo oír hablar al animal.
—Y estás asombrado de que pueda hablar…
Al leñador también le sorprendió que la bestia supiera sus pensamientos.
—Y de que sepa lo que estás pensando —continuó el animal.
Viendo el animal, al leñador le dieron ganas de atraparlo y llevárselo a su hogar.
—¿Así que quieres capturarme vivo, cierto?
Y si no, quizá podría darle un hachazo y después llevárselo a su hogar.
—Y ahora quieres matarme —dijo el animal.
El leñador se dio cuenta que no podría hacerle nada, puesto que la bestia siempre sabía lo que él pensaba hacer. Así pues, regresó al trabajo, decidido en ignorar al animal.
—Y ahora —dijo— me abandonas.
Apenas pudo trabajar, el leñador se descubrió pensando a menudo en el animal que estaba allí, y la bestia siempre hacía un comentario de acuerdo a lo que pensaba. Deseó que se alejara, y luego le dijo que quería que lo dejara tranquilo.
Aparentemente el animal no deseaba irse. Estaba parado allí, cerca de él, leyendo todos sus pensamientos y no parecía tener buenas intenciones.
Finalmente, no sabiendo qué más hacer, el leñador se resignó, tomó su hacha otra vez, determinado a no prestar más atención a este extraño animal. Y prosiguió, sin nada más en la mente, con el corte de los árboles.
Mientras él trabajaba así, sin pensamientos en su cabeza excepto el hacha y el árbol, la cabeza del hacha voló del mango y dio muerte al animal.

Extraído del libro Zen Inkinlgs, de Donald Richie.
 
Giovanni,06.12.2002
LIBROS.
Había una vez, un erudito filósofo bien conocido, que se ofrendó al estudio del Zen por muchos años. El día que finalmente alcanzó la iluminación, sacó todos sus libros al jardín y los quemó.

EL PROFESOR CAMPANA
Un nuevo estudiante se acercó al maestro de Zen, y le preguntó cómo debería prepararse para su instrucción. “Piense que soy una campana”, explicó el maestro, “Deme un golpecito suave, y obtendrá un pequeñísimo tintineo; golpéeme con fuerza, y recibirá un estridente y sonoro repique.”

BUDA CRISTIANO
Uno de los monjes del maestro Gasan visitó la universidad en Tokio. Cuando volvió, le preguntó al maestro si había leído alguna vez la Biblia Cristiana. “No”, contestó Gasan, “por favor, léame algo de ella.” El monje abrió la Biblia en el Sermón en el Monte que aparece en San Mateo, y comenzó a leer. Después de leer las palabras de Cristo sobre los lirios (1) en el campo, calló. El maestro Gasan estuvo silencioso durante un buen rato. “Sí”, finalmente dijo, “quienquiera que haya pronunciado estas palabras es un ser iluminado. ¡Lo que me ha leído es la esencia de todo lo que he estado tratando de enseñarles aquí!”
(1) "Contemplad los lirios del campo, como crecen; no trabajan duro, ni siquiera tejen; mas os digo, que ni aún Salomón en toda su gloria estuvo tan bien vestido como uno de éstos.”

CAZANDO DOS CONEJOS
Un estudiante de artes marciales se acercó a su profesor con una pregunta. “Quisiera mejorar mi conocimiento de las artes marciales. Además de aprender de usted, quisiera estudiar con otro profesor, para aprender otro estilo. ¿Qué piensa usted de esta idea?”. “El cazador que persigue dos conejos”, contestó al profesor, “no atrapa ninguno.”
 
Giovanni,10.12.2002
DESTINO
Durante una batalla trascendental, un general japonés decidía atacar aunque su ejército era superado en número considerablemente. Estaba seguro que ganarían, pero sus hombres estaban llenos de dudas. En el camino a la batalla, pararon en un santuario religioso. Después de rezar con los hombres, el general sacó una moneda y dijo, “Ahora lanzaré esta moneda. Si es cara, ganaremos. Si es cruz, perderemos. El destino ahora se revelará”.
Lanzó la moneda al aire y todos la miraron atentamente mientras caía. Fue cara. Los soldados estuvieron tan rebosantes de alegría y llenos de confianza que atacaron vigorosamente al enemigo y salieron victoriosos. Después de la batalla, un teniente le comentó al general, “Nadie puede cambiar el destino”. “Absolutamente correcto” contestó el general mientras mostraba al teniente la moneda, la cual tenía caras en ambos lados.
 
Giovanni,13.12.2002
SUSPENDIDO
Un día, mientras caminaba a través del desierto, un hombre se tropezó con un feroz tigre. Se puso a correr, pero pronto llegó
al borde de un profundo barranco. Desesperado por salvarse, descendió hasta una rama y quedo colgando sobre el fatal
precipicio. Mientras se sostenía, dos ratones salieron de un agujero del acantilado y comenzaron a roer la rama.
Repentinamente, notó que en la rama había una suculenta fresa silvestre. La cogió y se la puso en la boca. ¡Estaba
increíblemente deliciosa!

ILUMINADO
Un día, el maestro anunció que un joven monje había alcanzado un estado avanzado de Iluminación. La noticia causó algo de
conmoción. Algunos de los monjes fueron a ver al joven monje.
–Oímos que te iluminaste. ¿Es verdad? –preguntaron.
–Así es –contestó.
–¿Y cómo te sientes?
–Tan desgraciado como siempre –dijo el monje.

15.- ELEFANTES Y PULGAS
Roshi(1) Kapleau estuvo de acuerdo en educar a un grupo de sicoanalistas sobre Zen. Después de ser presentado al grupo
por el director del instituto analítico, el roshi se sentó tranquilamente sobre un cojín colocado en el piso. Un estudiante
comenzó. Se inclinó ante el maestro, y luego se sentó en otro cojín a pocos metros de distancia, cara a cara a su profesor.
“¿Qué es el Zen?”, el estudiante preguntó. El Roshi sacó un plátano, lo peló, y comenzó a comer. “¿Eso es todo? ¿No puede
usted enseñarme algo más?” dijo el estudiante. “Acérquese más, por favor”, contestó el maestro. El estudiante se instaló y el
Roshi agitó lo que quedaba del plátano ante la cara del estudiante. El estudiante se inclinó, y se marchó.
Un segundo estudiante se levantó para dirigirse a la audiencia. “¿Todos comprendieron?”. Al no haber respuesta, el
estudiante agregó, “Acaban de ser testigos de una demostración de Zen de primera categoría. ¿Hay alguna pregunta?”
Después de un largo silencio, alguien habló en voz alta. “Roshi, no estoy satisfecho con su demostración. Usted nos ha
mostrado algo que no estoy seguro de entender. ¿Será posible que nos DIGA qué es el Zen”.
“Si es forzoso insistir en palabras”, el Roshi contestó, “entonces el Zen es un elefante copulando con una pulga”.
(1) Maestro.
 
Giovanni,18.12.2002
CONCENTRACIÓN
Después de ganar varias competencias de tiro al arco, el joven y algo presumido campeón, desafió a un maestro de Zen famoso por su habilidad como arquero. El joven demostró una notable habilidad técnica cuando impactó el centro de un apartado blanco en su primer intento, y después cuando partió esa flecha con su segundo tiro. “¡Allí lo tiene!” le dijo al anciano, “¡vea si puede igualar eso!” Imperturbado, el maestro no sacó su arco, en vez de eso le hizo un gesto para que lo acompañara a la montaña. Curioso sobre las intenciones del viejo, el campeón lo siguió, hasta que llegaron a un profundo abismo atravesado por un débil e inestable tronco. Caminando tranquilamente hasta el centro del frágil y ciertamente peligroso puente, el viejo maestro escogió un lejano árbol como blanco, sacó su arco, y disparó un tiro limpio y directo. “Ahora es su turno”, le dijo mientras regresaba distinguidamente hasta suelo seguro. Mirando con terror el aparente abismo sin fondo, el joven no pudo forzarse a caminar sobre el tronco, ni menos disparar al blanco. “Usted tiene mucha habilidad con su arco”, dijo el maestro, notando el aprieto de su desafiante, “pero tiene poca habilidad con la mente, que le deja aflojar el tiro”.
 
Giovanni,24.12.2002
¿ESO ES ASI?
Una hermosa muchacha de la aldea estaba embarazada. Sus padres enojados, exigieron saber quién era el padre. Al principio resistente a confesar, la ansiosa y desconcertada muchacha finalmente señaló a Hakuin, el maestro de Zen a quien todos anteriormente reverenciaban por vivir una vida tan pura. Cuando los ultrajados padres enfrentaron a Hakuin con la acusación de su hija, él contestó simplemente “¿Eso es así?”.
Cuando el niño nació, los padres se lo trajeron a Hakuin, quien ahora era visto como un paria por la aldea entera. Exigieron que tomara el cuidado del niño, puesto que era su responsabilidad. “¿Eso es así?”, dijo Hakuin tranquilamente mientras aceptaba al niño.
Por muchos meses cuidó muy bien del niño, hasta que la hija no pudo resistir más la mentira que había dicho. Confesó que el padre verdadero era un joven de la aldea que había intentado proteger. Los padres fueron de inmediato donde Hakuin para ver si devolvería al bebé. Con abundantes disculpas explicaron lo qué había sucedido. “¿Eso es así?”, dijo Hakuin mientras les entregaba al niño.

EL HOMBRE SANTO
La voz se propagó a través de la campiña, sobre el sabio hombre santo que vivía en una casa pequeña encima de la montaña. Un hombre de la aldea decidió hacer el largo y difícil viaje para visitarlo. Cuando llegó a la casa, vio a un viejo criado al interior, que lo saludó en la puerta. “Quisiera ver al sabio hombre santo”, le dijo al criado. El sirviente sonrió y lo condujo adentro. Mientras caminaban a través de la casa, el hombre de la aldea miró con impaciencia por todos lados en la casa, anticipando su encuentro con el hombre santo. Antes de saberlo, había sido conducido a la puerta trasera y escoltado afuera. Se detuvo y giró hacia el criado, “¡pero quiero ver al hombre santo!”
“Usted ya lo ha visto”, dijo el viejo. “A todos a los que usted pueda conocer en la vida, aunque parezcan simples e insignificantes... véalos a cada uno como un sabio hombre santo. Si hace esto, entonces cualquier problema que usted trajo hoy aquí, estará resuelto.”

NO LO SE
El Emperador, que era un budista devoto, invitó a un gran maestro de Zen al palacio para hacerle preguntas acerca del Budismo. “¿Cuál es la verdad más alta de la sagrada doctrina budista?”, preguntó el Emperador.
“El inmenso vacío... y ni una huella de santidad”, contestó el maestro.
“Si no hay santidad”, dijo el emperador, “entonces ¿quién o qué es usted?”.
“No lo sé”, contestó el maestro.
 
dawn,25.12.2002
Bastante interesante lo de la santidad, muy bueno ese Giov....
 
Giovanni,28.04.2003
MENTE-MONO

La mente es activa, inquisitiva, voluntariosa, e impaciente al igual que un mono. Salta de pensamiento a pensamiento, examinando esta o aquella curiosidad, siempre perdiendo interés y lanzándose otra vez en alguna búsqueda nueva y sin propósito.
Natural, característica, incluso atractiva, tal como lo es el comportamiento símico, no muchos de nosotros elegirían actuar de semejante manera. Sí, todos tenemos mentes-mono, porque es sólo una moda que la mente desatendida se ocupa de sí misma. Pocos de nosotros elegirían un mono como compañero para toda una vida, sin embargo todos elegimos vivir con nuestras mentes-mono. Por eso, somos como dueños renuentes de gibones, por siempre tirando de la correa (o de gorilas, que simplemente levantan a una persona y la arrastran).
Pero, aunque todos tenemos mentes-mono, pocos de nosotros advierten esta situación. Quizás sea solamente en la noche, cuando estamos tratando de dormir, que nos enteramos de lo muy indulgente que es la mente con su desorden. Todo estaría bien, ciertamente, si fuéramos monos, pero, aunque parientes muy cercanos, no lo somos. Sin embargo debemos, pareciera, compartir nuestras vidas con ellos. No importa adonde vayamos ni quién lleguemos a ser, fielmente la mente nos acompaña.
¿Si alguien viviera con un mono de verdad, qué haría? Después de haberlo admirado, de haber jugado con él, después haber intentado comunicarse con él, tendría que disciplinarse. Lo enjaularíamos, o lo entrenaríamos. No importa cuanto lo aprobemos en su estado natural, o cuanto nos arrepintamos de intentar engrillar a la naturaleza, a la larga, forzados a vivir con él cada segundo de nuestras vidas, emplearíamos algo de disciplina. De lo contrario nuestras propias vidas llegarían a ser intolerables.
Siendo esto así, es extraño que tan pocas personas hayan tratado disciplinar sus mentes-mono. Esta mente no es menos maleable que el propio animal. Ambos pueden ser educados. Quizás la razón sea que nos incomodamos cuando somos concientes de nuestras mentes. Preferimos ser inconscientes de ellas.
No obstante, poco a poco, la conciencia aumenta. Nosotros, imperfectos, no somos uno con nuestras mentes. Por eso somos diferentes de nuestros primos monos, todo inconsciencia, felices ellos, completos; infelices nosotros, divididos. No llegaríamos a ser concientes de nuestras mentes si pudiéramos evitarlo. A la larga, de cualquier modo, no podemos evitarlo.
Llegamos a ser concientes y saber que nuestras mentes no están completas, sólo son; que no somos completamente, meramente, nuestras mentes. El mono aparece, chillando e inquieto. Estamos forzados a entrenarlo.
El entrenamiento es simple. No la deje agitarse, prohíba sus búsquedas infructuosas, hágala concentrarse. Es más fácil decirlo que hacerlo, usted dirá, pero decirlo es hacerlo. Dígale simplemente que pare. Escuchará (por un momento o dos). Pero en el minuto que usted se relaja, ahí va otra vez. Arrástrela de regreso. De nuevo pídale que se detenga. No le permita que vague sin parar. Péguela a algo.
Imagine una jaula y no le permita salir. Cuando se salga, tire de ella. Tan a menudo como salga y vague, hágale regresar. Esto sucederá muchas veces, y usted mismo llegará a estar muy cansado. Hacer volver la mente-mono es, de hecho, una buena receta para ponerse a dormir. Pero si no deseamos pasar nuestras vidas durmiendo, debemos encontrar una manera de controlar la mente sin dormirnos.
Por lo tanto, entrénela de día así como de noche. No la deje dispararse, brincar, atractiva como ella (y usted) puede encontrar búsquedas inútiles. Llévela firmemente a la rastra, póngala a trabajar, hágala pensar verdaderamente. Dele un problema (un acertijo, un enigma) o simplemente hágala contar.
Crecerá más tranquila, también crecerá más astuta. Mientras usted se concentra en ella, tomará el mismo tema de su concentración y construirá una historia o una probabilidad en él. Antes de que usted sea conciente, con la mente-mono firmemente en mente, se encontrará otra vez compitiendo a través de las copas de los árboles.
Tráigala de vuelta de nuevo. Resista sus esfuerzos de hacerlo pensar en ella. Ignórela y concéntrese en la jaula. Así, no puede escaparse hasta que usted abra la puerta al relajarse. Lo cuál, por supuesto, usted querrá hacer. No solamente por la mente-mono, a la cual, después de todo, por su propia naturaleza le gusta revolotear, sino también por usted, puesto que una vida de intensa concentración es apenas más digna de vivir que una vida de interés a la deriva y transitorio.
Si usted persiste, no obstante, descubrirá que la mente llega a ser dócil. Finalmente, vendrá cuando la llame y se sentará con usted. Quizás no por mucho tiempo, sino por un momento. Cuando esto ocurra la mente-mono finalmente llegará a ser conciente de sí misma, habrá despertado. Y despertar su mente es el primer paso hacia despertarse a si mismo.
El camino a una mente se extiende adelante.

Del libro Zen Inklings, de Donald Richie.
 
rnahimla,30.12.2003
pasaba casualmente por aquí y me llevé una muy grata sorpresa... es uno de los foros más interesantes que he visto.. muchas gracias por ponerlo a mi alcance... un saludo
 
yihad,31.12.2003
Un anciano maestro zen estaba rodeado por sus discípulos. Uno de los alumnos se levantó y, muy respetuosamente preguntó:-Maestro, qué es la esencia de las cosas? -, a lo que respondió el venerable anciano:-Sólo la mente tiene esencia, porque es lo único que existe-. De repente, el alumno cogió una piedra del suelo y la arrojó con fuerza a la cabeza de su maestro, mientras le decía: - Pues si esta piedra no existe, tampoco le provoca dolor?-. El anciano, tras lanzar un lastimero alarido, empezó a sangrar copiosamente por la herida provocada por el cantazo. Acto seguido, y sin perder la calma, se sacó un pañuelo de la manga y se lo aplicó a la brecha sangrante. - Violento discipulo, aunque el dolor sea inexistente, no por ello deja de ser dolor.
 
VENTURA,08.02.2004
Ese mono loco del que nos habla Richi a través de Giovanni, he descubierto hace poco que lo tenemos en el Lóbulo Frontal de nuestro cerebro.
Para cada estímulo hay una respuesta diseñada, somos un cúmulo de reacciones automatizadas que simplifican nuestra conducta pero que nos condena a no poder parar... Un pensamiento nos conduce a otro y un estimulo tiene indefectiblemente una respuesta asociada registrada. Vemos un teléfono y llamaríamos, vemos un baso de agua y beberíamos, vemos un cuerpo bonito y lo asaltaríamos, nuestras manos rozan un cigarro y lo llevan a la boca. Es curioso ver como es la voluntad de los objetos y los pensamientos azarosos las que nos gobiernan Nuestro lóbulo frontal se encarga de parar o seguir todo ese tipo de respuestas que le llegan, como una de sus principales funciones.
Hay sólo pues que sentarse y ver pasar, como única respuesta REAL y LIBRE.
 
mariog,09.02.2004
Lindo. Lástima que pertenecemos, por herencia milenaria, a una cultura diferente. Somos occidentales y nuestra cosmovisión es absolutamente distinta de la budista. Pretender "explicar" el zen es tan absurdo como querer "escribir a la manera de", que es lo que brutalmente practica Bucay, en esos densos refritos que son sus libros. Después de cuatro siglos de racionalismo y dos mil años y pico de lógica aristotélica no podemos hacer nada: el zen nos es tan ajeno como las costumbres amatorias de los esquimales. Eso sí, los cuentitos (¿parábolas? ¿ejemplos?), son muy lindos...
 
yihad,09.02.2004
Y qué rabia da que tenga el tío tanto éxito, eh?
 
Pinocho,10.02.2004
HSIN HSIN MING de SOSAN

El Gran Camino no es difícil
para aquellos que no tienen preferencias.
Cuando ambos, amor y odio, están ausentes
todo se vuelve claro y diáfano.
Sin embargo, haz la más mínima distinción,
y el cielo y la tierra se distancian infinitamente.
Si quieres ver la verdad,
no mantengas ninguna opinión a favor o en contra.
La lucha entre lo que a uno le gusta
y lo que le disgusta
es la enfermedad de la mente.
Cuando no se entiende el significado
profundo de las cosas,
se perturba en vano la paz esencial de la mente.
El Camino es perfecto, como el espacio infinito
donde nada falta y nada sobra.
De hecho, es debido a nuestra elección
de aceptar o rechazar que no vemos
la verdadera naturaleza de las cosas.
No vivas en los enredos de las cosas externas
ni en los sentimientos internos de vacío.
Manténte sereno, sin hacer esfuerzos,
en la unidad de las cosas,
y tales falsos conceptos desaparecerán por sí solos.
Cuando tratas de parar la actividad
para alcanzar la pasividad,
el propio esfuerzo te llena de actividad.
Mientras estés en un extremo o en el otro,
nunca conocerás la Unidad.
Aquellos que no viven en el Camino único
fracasan en ambas: actividad y pasividad,
afirmación y negación.
Negar la realidad de las cosas
es no ver su realidad;
afirmar el vacío de las cosas
es no ver su realidad
Cuanto más hablas y piensas acerca de ello,
más te alejas de la verdad.
Deja de hablar y de pensar,
y no habrá nada que no puedas saber.
Volver a las raíces es encontrar el significado,
pero perseguir apariencias es alejarse del origen.
En el momento de la iluminación interior
se transcienden las apariencias y el vacío.
A los cambios que parecen ocurrir en el mundo vacío
los llamamos reales solamente debido
a nuestra ignorancia.
No busques la verdad;
tan sólo deja de mantener opiniones.
No permanezcas en el estado de dualidad;
evita cuidadosamente esas búsquedas.
Si queda rastro de esto o aquello,
de lo correcto o lo incorrecto,
la esencia de la Mente se perderá en la confusión.
Aunque todas las dualidades proceden del Uno,
no te apegues ni siquiera a este Uno.
Cuando la mente existe imperturbable en el Camino,
nada en el mundo puede ofender;
y cuando ya nada puede ofender,
deja de existir tal como era antes.
Cuando no surgen pensamientos discriminatorios,
la mente de antaño deja de existir.
Cuando los objetos del pensamiento se desvanecen,
el sujeto pensante se desvanece;
y cuando la mente se desvanece, los objetos se desvanecen.
Las cosas son objetos debido al sujeto,
y la mente es tal debido a las cosas.
Entiende la relatividad de ambos,
así como la realidad básica: la unidad del vacío.
En este Vacío ambos son indistinguibles
y cada uno contiene en sí mismo el mundo entero.
Si no haces ninguna discriminación
entre burdo y sutil,
no te tentarán
el prejuicio y la opinión.
Vivir en el Gran Camino
no es fácil ni difícil,
pero aquellos que tienen una visión limitada
son miedosos e indecisos:
cuanto más se apresuran, más lentos van,
y el apego no tiene límites;
estar apegado, aunque sea a la idea de la iluminación,
es desviarse.
Deja que las cosas sean a su manera
y no habrá ni ir ni venir.
Obedece a la naturaleza de las cosas
y andarás libre y tranquilo.
Cuando el pensamiento está cautivo, la verdad se oculta,
pues todo es oscuro y confuso,
y la gravosa práctica de juzgar
trae consigo irritación y hastío.
¿Qué beneficio se puede sacar
de las distinciones y las separaciones?
Si deseas ir por el Camino Unico,
no desprecies ni siquiera el mundo
de los sentidos y las ideas.
En realidad, aceptarlo plenamente
es idéntico a la verdadera Iluminación.
El hombre sabio no persigue ninguna meta,
pero el tonto se encadena a sí mismo.
Hay un Dharma, una verdad, una ley, no varias;
las distinciones surgen
por las tenaces necesidades del ignorante.
Buscar la Mente con la mente discriminatoria
es el mayor de los errores.
Actividad y descanso derivan de la ilusión;
en la iluminación no hay agrado ni desagrado.
Todas las dualidades proceden de ignorantes deducciones.
Son como sueños o flores en el aire:
es estúpido intentar atraparlas.
Ganancia o pérdida, correcto o incorrecto:
tales pensamientos tienen que ser finalmente
abolidos de una vez por todas.
Si el ojo nunca duerme,
todos los sueños cesarán naturalmente.
Si la mente no hace discriminaciones,
las diez mil cosas
son como son: de la misma esencia.
Entender el misterio de la Unica esencia
es liberarse de todos los enredos.
Cuando todas las cosas se ven por igual,
se alcanza la esencia intemporal del Ser.
Ninguna comparación o analogía es posible
en este estado sin causas ni relaciones.
Considera inmóvil el movimiento
y en movimiento lo inmóvil,
y ambos, estado de movimiento
y estado de reposo, desaparecen.
Cuando tales dualidades dejan de existir
la propia Unidad no puede existir.
Ninguna ley o descripción
es aplicable a esta finalidad suprema.
Para la mente unificada, en armonía con el Camino,
cesan todos los esfuerzos enfocados hacia uno mismo.
Las dudas y las vacilaciones se desvanecen,
y vivir en la fe verdadera se vuelve posible.
De un solo golpe somos liberados del cautiverio;
nada se aferra a nosotros y
nosotros no nos aferramos a nada.
Todo está vacío, claro, autoiluminado,
sin el empleo del poder de la mente.
Aquí, el pensamiento, el sentimiento,
el conocimiento y la imaginación no tienen ningún valor.
En este mundo de Esencialidad
no existe ni el yo ni nada que no sea yo.
Para entrar directamente en armonía con esta realidad,
cuando las dudas surjan simplemente di: "No dos".
En este "no dos" nada está separado,
nada está excluido.
No importa cuándo ni dónde:
iluminación significa entrar en esta verdad.
Y esta verdad está más allá del aumento o
la disminución en el tiempo o el espacio:
en ella, un solo pensamiento dura diez mil años.
Vacío acá, vacío allá,
y sin embargo, el Universo infinito está
siempre delante de tus ojos.
Infinitamente grande e infinitamente pequeño;
no hay diferencia,
porque las definiciones han desaparecido
y no se ven límites.
Lo mismo pasa con el Ser y el no-Ser.
No malgastes el tiempo con dudas y argumentos
que no tienen nada que ver con esto.
Una cosa, todas las cosas:
van juntas y entremezcladas,
sin distribución.
Vivir en esta comprensión
es no estar inquieto a causa de la no-perfección.
Vivir en esta fe es el camino hacia la no-dualidad,
porque lo no-dual es uno
con la mente que confía.
¡Palabras!
El Camino está más allá del lenguaje,
porque en él no hay
ni ayer
ni mañana
ni hoy.

 
mariog,12.02.2004
No sé si Bucay tiene tanto éxito. Aquí tuvo que levantar su programa de TV por falta de audiencia. ¿Sus libros? Supongo que se exportan, porque poco y nada se compran y mucho más es lo que se ven en librerías de viejos (los primeros que sacó... Creo que la gente no gasta en esa basura... sobretodo si pensamos que nuevo cuestan algo así como unos $ 25 (el dólar está a $ 2.90 y el euro a $ 3.60)
 
vato,12.02.2004
¿deveras crees esas jaladas pinocho?
 
mandrugo,12.02.2004
Estoy convencido que no es de ninguna utilidad leer esa ensalada de lugares comunes seudomísticos, altamente comerciales y desviantes de la recta via interior. Sin embargo el camino del misticismo y la religiosidad oriental es una dimensión del alma, una aventura del espíritu que hay que explorar.
Cuando al leer esas cosas se sienta como una náusea, significa que algo se despierta en algún lado. Saludos!
 
yihad,12.02.2004
Pues en españa Bucay vende muchísimo
 
alexandra,21.03.2004
Hola a todos...el segundo foro que visito, y parece interesante...
 
alexandra,21.03.2004
¿De que escriben ahora??? De Bucay??? Tiene algunos relatos buenos, no hace falta como dice Mario pagar gran cantidad por ellos, es más existen archivos con libros de bucay que circulan en la red.
 
alexandra,21.03.2004
Pinochoooooo también te encuentro aquí, es que como haces para estar en todas partes???
 
alexandra,21.03.2004
Libros(cuento zen)

Había un reconocido filósofo y docente que se dedicó al estudio del Zen durante muchos años. El día que finalmente consiguió la iluminación
 
alexandra,21.03.2004
Un haiku ahora...
Tranquilidad.

Cae una hoja de castaño

sobre el agua clara.

Bassho

(también escribí algunos haikus, los invito a visitar mis relatos, no son como los de Bassho, pero los escribí yo, por tanto para mi son especiales).
 
tiamatvampire,21.03.2004
GIOVANNI, he aprendido mucho con este foro.. siempre me gustó el pensamiento ZEN, pero no conocía mucho de ello...
 
vato,22.03.2004
Tiamat... en verdad os digo...¡ahora conoces menos!
 
tiamatvampire,23.03.2004
Bueno, vato, espero una explicación a tus palabras... jajaja... vamos a ver que tal resulta esto...
 
william2004,03.04.2004
Si alguien desea tener amistad con personas de Cuba me puede escribir a esta direccion

Email:

Williamcu2001@yahoo.com
w_corona@hotmail.com

Direccion Postal:

William Corona Larquin
Calle: Padre Felipe # 17 entre
Mora y Dolores Betancourt
Rpto: La Caridad
CP:70300
Camaguey, CUBA

Telf:53-32-272779

Actualmente trabajo como profesor de la universidad de Camaguey, cuba, tengo 25 años de edad. Me gradue de Ingeniero Informatico.

Saludos desde Cuba
William.
 
qk2,10.05.2004
me gustan mucho esos cuentos.son muy significativos. hay alguno en que la moraleja sea que aunque no siempre se gane lo que importa es el camino y haber luchado y que lo más importante no es el premio fisico sino todo lo que se ha pasado para intentar conseguirlo y el esfuerzo y los momentos que ese esfuerzo han conllevado?? es que lo necesitaría para una amiga mía. muchas gracias.
 
yihad,04.06.2004
Esto es una prueba para ver si, al no tener los foros estúpidos creados recientemente a la vista, se olvidan un poquito...
 
Natalie_Barnes,28.06.2005
Está bueno este foro, porque lo abandonaron, que se acabó la enseñanza Zen? Saludos
 
Marcs,17.08.2005
Mu
 



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