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Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Retos y Concursos / Concurso: Un Cuento por Navidad 2021 - [F:16:13200]


conociendonos,24.12.2021

Queridos colegas, les invito a participar de un Concurso con relatos inspirados en la hermosa festividad que se aproxima.

Plazo para recibir los trabajos: Hasta el 23 de Diciembre 2021. Con un máximo de tres cuentos por participante

El Jurado está compuesto por: Hectorfari (Ganador del Concurso Homenaje Página Azul), Mujerdiosa y Maparo55. El ganador se adjudicará un mes de Mentoría Literaria; consistente en la asesoría, orientación y revisión de textos, entre otros. Esta mentoría será impartida por nuestro querido Grinch de la página, eRRe, quién cuenta con una vasta trayectoria como profesor y guía en talleres de literatura.

Como en ocasiones anteriores, y a objeto de garantizar la transparencia en la votación, el jurado recibirá los trabajos sin conocer el autor. Este será revelado al momento de dar los resultados.

Espero vuestros aportes en mi LV con la opción de 'privado'



Cariños, Conociendonos
 
conociendonos,24.12.2021
Finalizada la recepción de relatos y estos son los recibidos:


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1) PIEDRA

Los sonidos en los que elige poner atención en la fiesta: su respiración trabajosa, los gritos de los niños en el patio, pláticas, trastes lavándose en la cocina, canciones navideñas en la radio.

–¿Por qué le dicen Piedra a tu abuela? –escucha que pregunta a lo lejos a un niño. Su nieto, Julián, responde –así le gusta que la llamen. Dice que como su cerebro está totalmente incapacitado para captar cualquier señal visual, su ceguera es total. Esto es, ni siquiera ve negro; no es como si te vendaras los ojos. “Para entender qué veo, imagina qué ve una piedra” es lo que nos dice para que tratemos de entender su mundo. De ahí su apodo.

El padre de Julián tenía la mirada fija en su madre. Quería recordar la imagen de esa mujer incapaz de ver la vergüenza, el miedo, el rencor. Pensaba que pronto moriría aquella heroína que con un bastón salía a la calle a buscar trabajo de maestra de piano; quien lo esperaba a la salida de la escuela para que la guiara a su regreso a casa; quien, a pesar de mostrar tantos súper poderes, al entrar a un baño público o ajeno orinaba asiento y suelo.

Un invitado se acercó al organizador de esa fiesta para celebrar la llegada de los Reyes Magos y le preguntó si era cierto lo que estaban diciendo los niños sobre la ceguera de su madre, Doña Piedrita. Previniendo la incredulidad de sus palabras contestó –es difícil entenderlo, tal vez imposible. Lo único que nos pide es que pensemos en ella como si tuviera la visión de una roca.

Empieza una discusión entre adultos. Unos creen que es una estupidez, e incluso, lo llegan a declarar con cierta agresividad: “¡Es mentira! ¡Es imposible que el cerebro no registre señal alguna!” Otros sienten una emocionante intriga.

Julián se acerca a su abuela –¿por qué no pueden entender que no ves, abuela? Creen que los Reyes Magos reparten regalos a todos los niños en una noche, que existe Satanás, Jesús, ovnis, pero no pueden creer que tú ves lo mismo que una piedra–.

La abuelita respondió –no te enojes. Si me tratan de mentirosa es porque cada quien elige siempre lo que quiere ver. Si a la gente la pones a elegir entre si veo oscuridad o nada, la gran mayoría te dirá que estoy sumida en las sombras. La concepción cultural de lo que es un ser humano está tan arraigada que no cederán. Creer en la Nada requiere fe–.

De alguna manera indescriptible, la anciana sintió el coraje de su nieto, hacia los invitados que trataban a su abuela de mentirosa. Añadió –Hace muchos años que yo decidí lo que iba a ver. No gigantes en molinos de vientos, ni espejismos en horizontes desérticos, ni autos asesinos en las calles, ni gente que no quisiera mis servicios docentes. Lo único que veía era la vida de mi hijo, tu padre, sus necesidades. Entiende mi hijito, es muy difícil ponerse en los zapatos de los demás, y menos con esta piedra de por medio. ¡Anda! ¡Despéjate! ¡Ve a ponerle de beber a los animales!

Julián corría cuando se le atravesó uno de aquellos escépticos invitados. –¡Tranquilo, chamaco! ¿Adónde vas con tanta prisa?–. –Voy a llenar unas cubetas de agua para el elefante, el camello y el caballo de los reyes magos–. El hombre se ríe en tono condescendiente y se dirige a su esposa –¡qué cosas ven los niños! –. Julián se molesta y le responde –Usted tal vez es al que le hace falta no ver tanto.


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2) Gina

Llegamos al fin de año.

"Los días son vidas en miniaturas", leí hace poco, me encantó esa frase y nado en las profundidades de su esencia.

Cada día nacemos, nos desarrollamos, enfrentando lo que se nos presente durante el mismo. Resolviéndolo con nuestro mejor esfuerzo y si no sucede. Cada día tiene sus afanes, se lee en la Biblia.

Mañana tendremos otra oportunidad.

Mi hermana está en el hospital. Estamos preparados para todo. Ella se conserva lúcida y tranquila. Largas pláticas con todos. Le sugiero ponerse en paz con ella misma y con Dios. Si llega a ser el caso, cerrar los ojos y descansar. Cuando los vuelva a abrir; ¡¡Estaremos juntos todos de nuevo!!

La Biblia nos muestra que morir es como dormir. Para el que está en ese estado la promesa de la resurrección.

Una nueva oportunidad y le llevará un instante pues cuando dormimos no hay tiempo.

Llega la Navidad.

Jesucristo ofrendó su vida por nosotros.

Mi hermana lo sabe, no tiene miedo.

Buen viaje Gina...


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3) Corazón Nuevo

Cuenta la historia que aquél era el hombre más rico del pueblo. Sus posesiones eran cuantiosas, como cuantiosas también resultaban las quejas de quienes por trabajo debían relacionarse con él, ya que se trataba de una persona déspota y arrogante que en cuanto podía perjudicaba al resto en el reparto de ganancias trastocándolas a su favor.

El vivía muy bien, mientras el resto luchaba por sobrevivir en el día a día. Esto parecía no tener remedio.

Sucedió que cerca de Navidad llegó al pueblo un mercader. Se trataba de un hombre mayor con mucho recorrido por el mundo lo cual le había transformado en un ser muy sabio y astuto.

El millonario esperó hasta el mismo día de Navidad, cuando todos se preparan para celebrar el nacimiento de Jesús, e insistió para que el mercader le llevase sus más valiosas mercancías: alfombras y tapices turcos, alhajas de la india y prendas confeccionadas con finos algodones de Estambul. Al tacaño millonario le brillaron los ojos sacando cuentas de la ganancia que tendría y se restregaba las manos de tanta ambición. En cuestión de minutos confabuló un plan para quedarse con la mayor parte de las pertenencias del mercader al menor costo posible y en beneficio, como ya sabemos, de él, pero el triste millonario no contaba con la astucia del mercader pues cuando preguntó cuánto pedía por todos sus productos el mercader simplemente respondió: el precio justo.

Pero, ¿Cuál es el precio justo para ti? Preguntó el millonario, a lo que el mercader respondió: ¿Cuánto vale para tí el espíritu humano?. Nada. Respondió el millonario. ¿Y la familia y la Navidad? Nada respondió el millonario. Para mí lo único importante y sonante es el dinero. El mercader desilusionado respondió: Ya no quiero tu dinero, la mercancía que yo tengo es invaluable. Familias se alimentaron gracias a su confección y trabajo. Un ser como tú no merece contar con ellas entre sus posesiones y dicho ésto tomó sus pertenencias y se marchó.

Si crees que esta experiencia sirvió para hacer cambiar el corazón del hombre te equivocas. Murió viejo, enfermo, nadando en su dinero y con un corazón repleto de avaricia y corrupción.

El mercader, en cambio, volvió a su familia y vivió una vida justa, tal como el precio por el cual transaba sus mercancías.

El milagro no es la Navidad, sino el corazón de los hombres que pueden elegir qué vida llevar.


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4) Nostalgias de Navidad

Papá cortaba
ramas de abeto
para el pinito
de Navidad.

Con envoltorios
de caramelos
hubo adornitos
en cantidad

y en la puntita
de aquel abeto,
una estrellita
de celofán.

Una latita
con hierbas secas
y aquel pesebre
fue realidad;

el pichoncito
de una torcaza
fue aquel Dios Niño
ocasional

y custodiando
aquella escena,
un borriquito
de mazapán.


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5) El Cumpleañero

Al llegar Jesús al mundo fueron tres los Reyes Magos que acudieron desde Oriente para rendir homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica; traían en sus alforjas oro, incienso y mirra. Su extenso viaje fue guiado por una hermosa estrella, la cual siguieron con gran esperanza y devoción, pero… ¿Qué pasó después, en los cumpleaños venideros de tan especial niño?

Jesús cumplía su primer añito de vida y la expectativa de María era grande. Preparó el establo llenándolo de confeti y serpentinas, y distribuyó heno fresco en cada rincón, para la llegada de los animalitos que de seguro acudirían. Pensando en los Reyes Magos, cocinó un gran pastel e hizo sándwiches variados; luego fue donde el tendero del pueblo y compró su mejor vino para honrar al ángel Gabriel, de quien se rumoreaba era el más sediento de todos. Satisfecha, verificó que nada faltase para recibir a los ilustres comensales. Finalizó el día y tristemente, nadie acudió a la celebración.

Jesús cumplió 2 años, luego 3, 4… hasta llegar a los 33, viajando por todos lados sembrando su palabra, pero no existe un relato que deje testimonio de alguna fiesta de cumpleaños en su honor.

Tan esperada su llegada, pero después de ella, ¿Ningún festejo?
Es por ello que tras su partida, y aún con el paso de los siglos, nos unimos cada Navidad para celebrar su llegada, y regalamos con amor a los niños (y también a los adultos), para que recuerden a ese niño que llevan dentro lo inolvidable que es la presencia de Jesús en nuestras vidas.

¡Feliz Cumpleaños, Jesús!


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6) La foto familiar

Era tradición sacarnos una foto el día de Navidad.
Se nos ocurrió esa idea cuando ya habían nacido nuestros cuatro hijos, y nos pareció simpático, casi indispensable, sacarnos esa foto cada año, que reflejaba los cambios que iban surgiendo en cada integrante, y sobre todo, las similitudes en otros aspectos, que eran casi invariables, en cuanto al lugar donde posábamos, con el ventanal del comedor como fondo, las cortinas recogidas de la misma forma, y la planta de potus que, casi milagrosamente, se conservó a través de los años, con las podas y cuidados necesarios.
Por supuesto, cada año quedaban plasmados los cambios en la fisonomía de nuestros hijos, que iban creciendo, pasando por las distintas etapas de la niñez y adolescencia; y nosotros, con algunos kilos de más o de menos, perdurábamos en el tiempo, casi inalterablemente. O no tanto.
Y el arbolito, quieras o no, iba variando un poquito porque siempre íbamos agregándole adornitos, lucecitas y arreglos navideños algo más modernos, aunque, en su esencia, era el mismo.

Ha pasado el tiempo, la familia se ha agrandado y ya no coincidimos en nuestra casa el día de Navidad. Nuestros hijos han volado lejos y hace muchos años que no repetimos la rutina de la foto familiar. Hay, sí, hermosas fotografías de nuestros hijos y nietos tomada en diversos lugares, con o sin nosotros, pero hace ya muchos años que no nos reunimos todos en nuestro viejo comedor, con su ventanal inalterable, esperando la foto consabida.
Muchas veces les he expresado a mis hijos mi deseo de repetir esa toma una vez más al menos, con toda la familia reunida en un encuentro navideño, aunque las obligaciones laborales, o la pandemia, o la distancia, han impedido siempre tal realización.

Y esta noche de Navidad pintaba ser como las últimas, con alguna ausencia justificada, con algún llamado a la distancia o algún “Hola, abuela”, “Hola abuelo” y después el silencio, y varias copas sin llenar, sin levantar... Y la foto sin sacar, y siempre con la excusa de las obligaciones… Y las cortinas recogidas esperando ser fondo de una nueva toma, la planta aguantando estoicamente el paso de los años, para aparecer, radiante, en la toma. Y el infaltable arbolito navideño, casi inalterable, aunque algo deteriorado con tantas sacadas y guardadas —sin foto, sin la familia completa— y yo, con ese berretín sin cumplir, todo el tiempo dándome vueltas en la cabeza.

Me fui a arreglar un poco y a cambiarme de ropa después de haber trabajado todo el día con los preparativos navideños. Mis hijos no nos habían dado seguridad, pero expresaron el deseo de reunirnos todos en casa, aunque esa ilusión ya se había desvanecido varias veces, por distintos motivos.

Cuando entré al comedor no lo podía creer. Allí estaba nuestra familia completa, saludándonos, abrazándonos, llenándonos de regalos; nuestros nietos, en carne y hueso, habían derribado la barrera de los Whatsapp y, juntos y emocionados, pudimos disfrutar de ese encuentro postergado.

Cuando llegó el momento de la foto familiar, tuvimos que correr la mesa del comedor para ubicar a todos.
Después de observar el entorno cuidando que nada faltara, le agregué un poco de nieve sintética al arbolito de Navidad, para que hiciera juego con mis canas.


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7) Otra cosa

Yo no sé Fito, la humanidad se va a extinguir. No digo la gente, la humanidad. El otro día me encontré con un pibito, seis años tendría, me dice: Papá Noel son los padres. Pero vieras cómo me lo dijo, haciéndose el importante, como si uno fuera un pavote. Así estamos. Fijate, están con el celular todo el día, porque ya ni la tele te miran, en contacto con todo el mundo, se las saben todas pero al final no saben nada. No saben nada, Fito, eso es lo triste. Les meten en la cabeza el cuento yanqui del gordo panzón vestido de rojo que vuela con los renos. Por eso no creen, quién se va a tragar ese verso de que un solo tipo se pasea el mundo en un rato. Lo mismo que los duendes que hacen juguetes. Por favor, ya se sabe que los juguetes se hacen en fábricas. Aunque el otro día la Julia hizo unas muñequitas preciosas. No entiende nada de magia esta gente, piensan que es soplar y hacer botellas. Si vos le decís a un chico que papá Noel son los padres, te sacan de la lista. Igual está mal porque el pibe no tiene la culpa de que venga un botón a hacerse el vivo, no sé, muchas cosas están mal, eso de no llegar a todos lados también. Ahí los tenés, Fito, yo no sé si avivarlos. Porque salir a decirles que hay un Noel por zona es al cuete o que vamos al galope en vez de al vuelo. Mirá si se enteraran que sos un caballo, terminamos en el loquero, de cajón. ¿Te imaginás vos cruzando el cielo del barrio? ¡Faaa! De otro planeta, Fito. Ahí la Hortensia me está preparando la camiseta para esta noche. ¿Vos también vas a querer ir de blanco? Vamos a parecer dos ángeles, acordate. Si alguno nos ve va a pensar que somos de la guarda. Te dejo descansar un rato que ya está anocheciendo, los paquetes están en el carro así que no te preocupés. ¡Qué noche nos espera, Fito querido! Suerte que no dan lluvia.


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8) Nochebuena


Me quedé pensando en las estrellas
-y por qué no decirlo- un poco más allá
sintiendo acercarse a la noche buena
que es tan distinta a las demás:
lleno luces por todas partes
hay tanta gente para observar
está el que corre pues va atrasado
con sus regalos para entregar
los más austeros solo disfrutan
la vida simple en tranquilidad
una sonrisa, conversaciones
rica comida y a celebrar...

Jesús es padre también es hijo
santo es su espíritu en trinidad
a festejar porque ya ha nacido
un hombre bueno que recordar.


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9) Intermitencias


La vida se parece a las luces de un árbol en Navidad. Cuando se prenden estás vos con todos tus colores que me hacen lagrimear de tanto brillo. Cuando se apagan está esta vida de viejo entre las sombras, las enfermeras, la nariz lastimada de olores de hospital. Cierro los ojos y voy a cuando hacías pan dulce y las rejas de la ventana te dibujaban una estrella en la frente. De a ratos dejabas la mesada para sobrevolar los adornos y te parabas unos minutos en alguna bola violeta. Los abro y la Navidad pasa desapercibida acá adentro, si vieras la habitación tan desamparada. Los médicos no quieren festejar con los pacientes y a mí ya no me queda nadie. Las bolas violetas eran tus preferidas, las acariciabas antes de retomar la masa para mezclarle las frutas que yo tanto odiaba pero fingía amar para no defraudarte. Ahora no me interesa defraudar, no tengo tanto aire como para preocuparme por esas cosas. Aunque lo de pacientes debe venir de la paciencia con que esperamos a la muerte. Echabas agua de azahar en una garúa finita que perfumaba toda la casa. Así se iban formando aquellas navidades o, mejor dicho, así las ibas formando porque solo vos eras la hacedora. Por la puerta entreabierta vienen voces que me dejan en la rutina de estar adivinando el techo, ahora alguien debe estar menos solo. De a ratos te cansabas, entonces te ponías a bailar una música tarareada que me agarraba de la mano y nos unía. Tenías la facilidad de despegarte de las cosas por eso dejaba siempre una ventana abierta, por si querías irte. Entra una enfermera a controlarme antes de lo habitual, parece que a las doce va a ser el brindis por lo que quiere dejar todo listo. Apaga la luz y apoya la puerta antes de irse. Mientras la masa levaba te ponías a hacer dibujos en la harina: árboles, copas y renos que, cuando les tocabas la punta de la nariz, despegaban en un vuelo cortito para terminar desarmándose contra alguna cosa. No le dije a la enfermera que me siento un poco mal porque no quiero arruinarle el festejo. Destapan una botella en algún lado y alcanzo a escuchar risas, o las sospecho, esta almohada no me hace bien a los oídos. Ya con el pan dulce en el horno preparábamos la mesa: jazmines, nueces, cristal. Los moños iban de un lado a otro, a veces se posaban en tu cabeza y tenías que espantarlos para que te dejaran tranquila. Ahora sí ya son las doce, por la ventana entra el reflejo de fuegos artificiales y aunque el griterío es insoportable no me molesta. Me ponen cosas cada vez más fuertes porque no duermo, porque si me duermo dejo de verte y no quiero. No aguantabas a que los panes se enfriaran, tenías que cortar uno para ver cómo te habían quedado y terminabas chorreada de glasé. Yo te limpiaba el azúcar del pelo porque tenía olor a pochoclo y me recordaba a cuando era chico. Te hubiera gustado este momento, el después de las fiestas, cuando todo se va apagando y quedan los que están solos, te hubiera gustado agarrarme la mano, espantarme dos o tres moños y obligarme a comer un último pedazo de pan dulce.
 
conociendonos,24.12.2021

Autores:
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1) Piedra - Gnomono
2) Gina- Steve
3) Corazón Nuevo - -Hector-
4) Nostalgias de Navidad - Clorinda
5) El Cumpleañero - Steve
6) La Foto Familiar - Clorinda
7) Otra Cosa - MCavalieri
8) Nochebuena - Gsap
9) Intermitencias - MCavalieri


Ganador:
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1er. Lugar MCavalieri con su relato: Intermitencias. Obtuvo 9,83 de 10 puntos.

2do. Lugar MCavalieri con su relato: Otra Cosa. Obtuvo 9,33 de 10 puntos.

3er. Lugar Clorinda con su relato: La Foto Familiar. Obtuvo 7,66 de 10 puntos.


¡Felicitaciones a MCavalieri por su doble distinción! Felicitaciones también a Clorinda por su bello y emotivo relato.

Muchísimas gracias a todos quienes enviaron sus trabajos y de una u otra forma apoyaron este concurso que se presentó tan a última hora, pero que de igual modo propició la creación de hermosos cuentos. Gracias a eRRe por su generosidad y buena disposición al ser parte de esta actividad. Finalmente, y no menos importante, el Jurado: Gracias Mujerdiosa por su constante apoyo, a Maparo55 que se sumó entusiasta y a un exigente Hectorfari que miró con lupa los trabajos presentados.

Hasta la próxima y ¡¡FELIZ NAVIDAD!!

Muchas gracias.
 
Marcelo_Arrizabalaga,24.12.2021
Muy buenos relatos.
Felicitaciones a los ganadores.
Y felices fiestas para todos.
 
Clorinda,24.12.2021
Hermosos relatos!!! Felicitaciones a Melina, a Sheisán, al jurado, a los participantes... Una alegría participar! Gracias!!!
 
MujerDiosa,24.12.2021
Felicitaciones entusiastas a todos los participantes, especialmente a Sheisan que motiva tanto. Felicitaciones al jurado y a la campeona doble, jajajaa...Meli sos un fenómeno le dije a Sheisita. Increíble lo tuyo, ya venías ganando y ahora doblete casi. Clorinda tu cuento también ha sido uno de nuestros favoritos. Queridos todos, ha sido un año especial, por eso el haber llegado hasta acá casi con el último aliento y dar esos frutos es loable. Los apapacho, los abrazo con todo mi cariño y deseo tengan una dulce y bella Nochebuena y una muy hermosa Navidad. Bendiciones!!!
 
Steve,24.12.2021
Los iré leyendo poco a poco

Un abrazo a todos !!!
 
MCavalieri,24.12.2021
¡Muchas gracias a todos! ¡Felicitaciones, Clara!
Y felicitaciones a todos los participantes que hacen, junto a Shei y los jurados, estas cosas posibles.
Una alegría haber estado por acá y llevarme el premio: Erre me vas a tener que aguantar. Ya voy preparando el mate para cuando digas
Alegría de ver que todavía se suma por estos lados, que hay gente que le pone ganas.
Agradecida con Shei, Delia, Mario y Hectorfari.
Que todos tengan mucha felicidad.
 
Gnomono,24.12.2021
¡Gracias a todos por participar y organizar esta justa literaria!
¡Qué bueno que hagan estas actividades para darle vida a la página y fomentar la camaradería entre nosotros!
Ni a tercer lugar llegué y eso que me parece una de mis mejores obras. Jajaja. No cabe duda que uno ve a sus obras como si fueran un hijo: "¡Está hermoso mi chamaco, chimuelo, bizco, gordo y cacarizo pero es una belleza!" jajaja
Muy buenos los cuentos ganadores. ¡Felicidades!!!!
 
Ninive,24.12.2021
Mil felicitaciones a las ganadoras, a la organizadora ,al jurado y a todos los participantes , aprovecho el momento ¿para extender mis buenos deseos a todos loa habitantes del planeta azul; deseando que por fin en el2022 pueda ver toda la humanidad un resplandor en el horizonte .
 



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