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Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Retos y Concursos / Primer juego literario - [F:16:12504]


roseblack,19.01.2013
Acá les dejo un desafío que plantee hace unos años para aquellos que se atrevan. OJO, es solo para valientes.
………………………………………………….

CONSIGNA:

Transformemos un hermoso cuento clásico para niños en un espeluznante cuento de terror.

Ejemplos posibles: Pinocho, Blancanieves, Rapulzel, El gato con botas, los tres chanchitos, La bella durmiente, et... Elijan el cuento y diviértanse.


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Pd: Ante cualquier duda podés mandarme un pm.

Cariños y paz.
RB

........................................................................

D ejen el cuento en privado en mi libro de visitas (Roseblack) para que pueda subirlos en orden,. ¿Qué les parece?

.................................................................


Par a que se den una idea de cómo se puede hacer ese juego con los cuentos les dejo uno:

La cigarra

Se limpiaba la boca con placer despejando los jugos que desbordaron después de la suculenta cena, abrigada en el calor de los túneles que la alojaron en los últimos meses. Era una cigarra bohemia, errabunda y muy segura, que sabía muy bien cómo sobrevivir el invierno. En sus ancestros estaba el secreto de poder vivir de su arte en el verano tocando una sinfonía hipnotizante y seductora para conseguir los favores de otras criaturas durante la temporada invernal.


Consiguió ese año con sus encantos aposento en el hormiguero que había circundado tocando su música y las hormigas pensando en entretenerse la aceptaron con su música a cambio de alimento, un trueque muy justo. Al principio todo estuvo bien, la compañía era buena, pero poco a poco la sed de carne heredada por sus padres se apoderó de la cigarra y uno a uno fue emboscando por los rincones del hormiguero a sus moradores sin dejar rastros de ellos, por lo cual, nadie podía culparla de esas faltas, después de todo, eran miles y unas cuantas docenas no eran mucho.

Estaba sentada satisfecha al punto de casi no poder moverse. La reina del hormiguero paso en su recorrido cerca de su invitada y vio algo perturbador pero no hizo nada pare revelarlo, tan solo siguió su paso y juntó a algunas guerreras en su aposento, no pasó mucho para que un regimiento de guerreras sitiaran a la cigarra pero ésta astutamente escapó hasta llegar cerca de los aposentos reales. Grande fue su sorpresa cuando mezclado con su propio pulso escuchó una leve sonrisa, era la de la reina que la aguardaba sabiendo que sus guerreras la terminarían arrinconando para dejarla a su alcance.

-¿Has saciado tu hambre querida amiga?- preguntó la reina tratando de no mostrar ansiedad.
-Por supuesto querida Reina, su generosidad de compartir los alimentos me ha saciado durante todos los días que he permanecido con ustedes- respondió la cigarra.
-¿Cuántas obreras has comido ya?- preguntó directamente la reina. La cigarra repentinamente comenzó a sentir que algo estaba mal, peor que el hecho de haber hecho lo que hizo.
-Tú me entiendes bien, ¿cuántas de mis hijas has devorado?- dijo alzando su cuerpo para mirar cara a cara a su invitado mientras con una pata acariciaba la barriga de la cigarra.
-Creo que no sabe de lo que habla, yo solo...
- Tu solo te has servido de nosotros, pero ahora, ahora empieza el verdadero festín- dijo la reina mientras sus guerreras tomaron por sorpresa a la cigarra.
-Abusaste de nuestra generosidad, ahora, para llevar al punto máximo tu abuso, permanecerás con nosotros hasta que la vida te abandone, y mientras decía esto, las hormigas arrancaron sus patas dejando tan solo un cuerpo amorfo y dolorido que cicatrizaría para dejarla como un juguete para las nuevas generaciones que se divertirían tocando con sus patas, las arrancadas, melodías odiosas y desafinadas en el oído de la caníbal cigarra hasta el último de sus días.


Final
-


Espero ansiosa sus historias para que todos las podamos disfrutar.
 
roseblack,19.01.2013
A quien le interese no hay tiempo límite, es para jugar, divertirse y compartir.

Gracias por la respuesta.
Cariños
 
rhcastro,19.01.2013
Interesante, me encantan los cuentos de terror.

Regreso.-
 
gsap,19.01.2013
Desafiante, no me gusta el terror, pero lo voy a intentar.
Gracias por la invitación.
 
morgund,19.01.2013
jajajaj sinceramente una idea interesante XD, me ha gustado, con gusto participare, a ver que cuento tierno convierto en algo terrorífico.
 
roseblack,19.01.2013
Gracias querida gente, espero ansiosa cada aporte. A medida que lleguen les haré saber por su lv los cuentos que lleguen para que no perdamos el hilo de este juego.

Buen susto a todos.
Cariños
 
roseblack,20.01.2013
El amigo zepol me ha mandado ésta página donde están casi todos los cuentos clásicos por si no se acuerdan de ninguno:


¨Si alguien no recuerda cómo va un cuento, acá está una página donde se encuentran todos (o casi)

Basta hacer click sobre el nombre del cuento y voilà, aparece.

http://aprenderes... ¨

 
juanjair,20.01.2013
a ue vamos a jugar
 
quntur,20.01.2013
A jugar se ha dicho... prometo intentarlo =P
 
luciola,20.01.2013
Parece interesante, pero revisando un poco los cuentos que nombras, encuentro que la mayoría ya son en si cuentos de terror, por ejemplo, el lobo que se come a la caperucita y la abuela, los padres que abandonan a sus hijos en el bosque (pulgarcito), la reina que manda a matar a un bebé y mas tarde la envenena (blancanieves), el lobo que quiere comerse a los 3 cerditos o a los 7 cabritos, el ogro que mata a sus 7 hijas (pulgarcito), y que decir de barba azul, que asesina a todas sus esposas. No se si me atreva a hacerlos aun mas horribles.
 
roseblack,20.01.2013
La realidad es que la mayoría de los cuentos originales, en especial los de los hermanos Grimm son escalofriantes, pero las versiones que a la mayoría nos han llegado son las de disney o los cuentitos que nos contaban de niños.
La idea es retorcer un poco las historias, darles nuestra propia y oscura versión.

Gracias a todos por el interés.
 
Adalgisaprincesadeojosnegros,21.01.2013
Nunca escribi nada de terror, pero se intentara. Graciassss
 
isita_paloma,21.01.2013
hay noooooooooooo osea debo hacer que la caperucita Roja sea vampiraaaaaaaaaaaa?...!que horror!!!!!!!!! aunque me gusta ver sangre correr...jejejej
felicidades Ross por esta propuesta.....tratare de entrar al juego..aunque salga trasquilada jejejej
un abrazo..ya te quierooooooooooo..jejeje
 
kisierate,22.01.2013
Me encanto la idea, a trabajar!
 
roseblack,23.01.2013
Chicos, si se prenden varios ya tengo el próximo juego que implica trabajo detectivesco de campo

Rose
 
chingola,23.01.2013
uyyy es un desafio!! no se si podre pero la pena jugar , ademas... quien dijo que caperucita no sea un tremendo cuento de terror!!!! jajajjaja
Gracias por la invitacion
 
JacPhoenix,23.01.2013
Aquí os dejo mi cuento (enviado previamente a rose y posteado aquí por recomendación suya) a ver qué os parece.

Terror, lo que se dice terror, no es. No se infundir miedo.

Espero que os guste.

PD: También podeis encontrarlo en mi perfil.
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CENIZAS CIENTAS

Pudo escuchar las risas y el tintineo de los cubiertos provenientes del comedor. Todo estaba saliendo tal y como lo había previsto. Ni su madrastra, ni sus hermanastras parecían haberse dado cuenta de ninguno de los pequeños cambios y detalles repartidos por la mansión; como el par de briznas de paja entre los leños apagados de la chimenea, el tono oscurecido las cortinas, fruto de capas de aceite aromatizado, las dos alabardas sueltas en las manos de las armaduras de la entrada o la pequeña y extraña botella de adorno sobre la cómoda del reloj, situada junto a uno de los candelabros que iluminaban la estancia.

Terminó de recorrer el pasillo que la traía desde las cocinas y penetró en la habitación donde transcurría la velada envuelta en una tensa hipocresía. Falsos cumplidos, sonrisas vacías y frases sin fundamento cruzaban la mesa de un comensal a otro mientras ella iba sirviendo poco a poco la sopa que el cocinero de palacio le había entregado.

A pesar de mentalizarse durante los últimos tres años sobre aquella noche, no pudo reprimir un estremecimiento cuando el príncipe susurró un leve "gracias" después de que sirviese su plato. Un escalofrío recorrió su espalda como un latigazo, haciendo que estuviese a punto de derramar un poco de comida sobre el consejero real.

A pesar de que no sucedió nada más allá del sobresalto, se despidió musitando una disculpa y salió del comedor.
-Lamento que la torpeza de mi sirvienta pudiera haberle ocasionado algún problema, señor consejero. -escuchó que decía su madrastra arrastrando las palabras- Si lo preferís, puedo ordenar que se retire a sus aposentos antes de que provoque alguna desgracia.

Contuvo el aliento al escuchar estas palabras. Permaneció inmóvil a la espera de una respuesta. Aquella orden de retirarse a sus aposentos significaba, en realidad, quedarse encerrada bajo llave en su buhardilla esperando la paliza correspondiente, y aquello supondría que su plan, preparado meticulosamente durante los últimos meses, no habría servido para nada.

-No será necesario -respondió la voz profunda del consejero- Sólo ha sido un pequeño susto. Bueno, no nos distraigamos. Continúe contándome esa historia tan divertida sobre la noche del baile...

Un profundo alivio invadió su interior al tiempo que el corazón le latía frenéticamente en el pecho. Había faltado poco para echarlo todo a perder por un descuido. No podía permitirse volver a fallar. Sería mejor adelantar el plan antes de ponerlo de nuevo en peligro.
Caminó apresuradamente hasta las cocinas, donde dejó la sopera vacía y se excusó un momento alegando que tenía necesidades femeninas que atender con urgencia.

Corrió hasta su buhardilla, cerró la puerta con cuidado de no hacer ruido y se arrodilló junto a la cama. Metió las manos bajo esta y tanteó hasta dar con un saco de lino, el cual extrajo con cuidado. Suspiró sintiendo como los nervios comenzaban a hacer acto de presencia. Era ahora o nunca.

* * *

-...y desde entonces no ha vuelto -se excusó el camarero real ante los comensales.
-¡Esta niña es una indisciplinada! -exclamó la madrastra- ¡Vuelve a las cocinas, por si está allí y dile que se presente ante mí de inmediato!
-Sí, señora
-No creo que sea necesario una reprimenda en este momento -intervino el consejero- Cuando estemos en palacio podremos ponerla en lavandería con un ama que...
-¡Aun no estamos en palacio y me corresponde a mi imponer su castigo! -vociferó olvidando el protocolo y la compostura- ¡Cenicienta! ¡CENICIENTA!
-¿Llamabais, madre? -contestó una voz desde la otra entrada del comedor.

Al volverse, los comensales palidecieron. Cenicienta permanecía en pie al otro lado de la estancia, cubierta por lo que, en su origen, debió ser un precioso vestido de noche blanco y ahora no era más que un vago recuerdo del mismo, ennegrecido por el polvo y semi-roído por las ratas. El pelo estaba recogido en un moño similar al de la noche más mágica de su vida y, en uno de sus pies, calzaba un tosco zapato hecho con el vidrio de una botella vacía.

De entre todos los presentes, Cenicienta centró su mirada en uno de ellos; el príncipe. ¡Su príncipe! Aquel hombre soñado que, durante una noche maravillosa le juró amor eterno. Un amor que desapareció antes del alba, junto con su recuerdo, pues al día siguiente aquel hombre tan increíble había olvidado su nombre, sus besos y hasta su rostro. Un hombre que, como único recuerdo, conservó un fino zapato de cristal que quiso probar a todas y cada una de las damas de la corte, sin pensar siquiera que, tal y como sucedió, le encajaría a la mayoría de las chicas jóvenes.
Pero no terminó ahí su mala fortuna. Quiso el destino que Anastasia mencionase el nombre de la finca en la que residían, con la suerte de que el príncipe recordó aquel detalle de la noche anterior confundiendo a Cenicienta con su hermanastra. ¡Como si pudiesen compararse siquiera!

-Tú... -murmuró el príncipe perplejo- ...sabía que no había elegido bien...
-Os ha costado tres años percibirlo, majestad -respondió con la voz ahogada por contener el llanto- Tres años que he pasado ante vos casi todos los días... pero claro, yo no era más que una vulgar sirvienta.
-¡Ya basta! -vociferó la madrastra- ¡Vete a tus aposentos!
-¡Cállate, bruja! -chilló llorando de rabia- ¡Tú fuiste quien me encerró en el sótano impidiéndome decirle que era yo la mujer que le dejó el zapato! ¡Tú has sido quien me ha recordado todo este tiempo que sabías que era yo quien debía ocupar el lugar que me ha robado tu hija! ¡Tú has sido quien me ha dado motivos para llegar hasta aquí!
-Cenicienta, yo... -dijo el príncipe poniéndose en pie- ¡te he encontrado! ¡Olvidemos lo sucedido! ¡Empecemos de nuevo!
-Ya es tarde, majestad.
-No, no lo es. Ahora sabemos la verdad.

Estando pendientes de Cenicienta, ninguno de los presentes se percató de como la puerta principal se cerraba y atrancaba desde fuera con las dos alabardas sueltas de las armaduras. Un par de mozos de cuadra, disfrazados de miembros la guardia real, y pagados previamente por una cantidad bastante golosa, se encargaron de llevarlo a cabo. Una buena cantidad de dinero sustraído de la bolsa de la madrastra, resultó ser más fuerte que la lealtad a la corona. Aunque juró y perjuró su inocencia, la falta de aquellas monedas le costaron a Cenicienta varias palizas, pero el saber en qué había invertido el dinero le ayudaba a soportarlas.

Después de ver bloqueada la entrada principal, Cenicienta cerró la pequeña puerta que daba al salón del té, por la que había entrado. Echó la llave y se tragó la misma.
-¿Se puede saber qué pretendes? -por primera vez en su vida, Cenicienta no percibió desdén en la voz de su madrastra, sino terror. Verdadero pánico.
-Mostraros el infierno en el que habéis convertido mi vida -susurró.

Ante la mirada atónita de todos, se acercó a la cómoda del reloj y tomó en sus manos aquella botellita tan extraña rellena con un líquido dorado. Con la fuerza adquirida durante años de trabajos forzados, se arrancó la manga izquierda de su vestido, empapó la tela con la botella, introdujo la mitad en su interior y prendió la otra mitad con la vela de uno de los muchos candelabros que había repartidos por la habitación.

Las llamas prendieron rápidamente el paño empapado. Con una carcajada desquiciada, Cenicienta arrojó el frasco contra las cortinas, que prendieron con facilidad gracias al aceite aromático que las empapaba.
No tardó en llenarse la estancia de humo, llamas y gritos. Los montones de paja que había atascado la noche anterior en la chimenea impedían que saliese el humo al exterior y, en muy poco tiempo, respirar sería algo imposible.

Mientras Cenicienta bailaba un vals de música inexistente, al tiempo que lloraba y sonreía a la vez por ver su plan cumplido, los comensales tiraban sillas contra las ventanas en un desesperado intento por escapar del fuego. Las rejas de hierro forjado lo impedirían.

Por fin Cenicienta consiguió reunirse con su príncipe. De nuevo en un evento real. De nuevo con su bonito vestido de noche. De nuevo sin estar invitada. Sólo había una diferencia; en aquella ocasión, el baile y el amor serían eternos.
 
roseblack,24.01.2013
Me encantó, sinceramente, buenísimo.
Gracias por el valioso aporte.
Cariños.
Rose
 
morgund,24.01.2013
bien, estoy en la selección aun pronto verán el mio XD, aunque nunca he hecho terror, para lograrlo se necesita escribir una buena ambientación y dar miedo no es fácil a mi entender, pero acepto el reto
 
lagunita,24.01.2013
Me gusta jugar… allá voy amigos.
Gracias roseblack.
Besos
 
Taconvino,24.01.2013
¿Sabes? Siempre he tenido la sensación de que estos cuentos infantiles clásicos son historias de terror en potencia. Tal vez nacieron así. A ver si se me ocurre algo. :-)
 
huapi,24.01.2013
Hola, ahi te mande un cuento raro, aunq con matiz infantil, jaja
Avisame si te llego. Sino decime como te lo hago llegar.
 
huapi,24.01.2013
Ahi lo mande de nuevo........avisame i te llego. Sin por favor guiame como enviar el mensaje.........ya que tambien en eso soy malo, jajaj
 
ailedzullzayhev,25.01.2013
De acuerdo, me gusta la idea, jajaja a ver que sale. Saludos y gracias por la invitación,
 
yosoyasi2,26.01.2013
CAPERUZITA ROJA Y LA ABUELITA

La casita parecía formar parte del bosque.

Arreciaba la tormenta, pero no amedrentaba a la pequeña.

Elegiría el camino mas largo. Era muy posible que por allí encontrara a su presa.

El lobo se agazapaba detrás de los árboles, ya había tenido un encuentro con la abuelita y había quedado maltrecho. Había olvidado que ella aprobara su curso de karateka. También el cazador seguía sus pasos y desconocía el manejo de las muletas.

Caperucita llevaba en su canastita toda clase armas.
De pronto ve un bulto y arremete con furia hacia él y se declara victoriosa.

Arranca su corazón y se aleja cantando, mientras junta las flores del campo y de una huerta vecina, roba verduras y frutas para completar el almuerzo

Las brazas están a encendidas y entre risas y bromas, se sientan a la mesa y saborean el corazón sangrante, por lo jugoso que queda acompañado de un buen vino
 
glori,26.01.2013
Un cuento diferente

Mi hermano y yo siempre fuimos muy unidos. Y aunque nuestra infancia fue un tanto peculiar, hoy somos muy felices. Vivíamos en el bosque. Nuestro padre trabajaba como leñador; éramos muy pobres. Mamá se dedicaba a las tareas del hogar, y aunque siempre se mostró muy cariñosa, era un poco distraída. Nunca nos controlaba demasiado.
Cierta vez, jugando, nos alejamos de casa, y sin darnos cuenta, comenzamos a caminar por un sendero desconocido. A la hora de regresar, no recordábamos cómo hacerlo. Ese día, nuestras vidas cambiaron totalmente.
Ahora vivimos en la gran ciudad, en una hermosa residencia, rodeados de lujos y confort.
A veces, suelo recordar el temor que sentí en aquella oportunidad, al notar que estábamos perdidos. Ya había empezado a oscurecer cuando entramos sigilosamente a la casa de aquella anciana.
Luego de deambular sin rumbo durante horas, teníamos hambre. En la despensa, la señora guardaba manjares de todo tipo. Ninguno de los dos pudo vencer la tentación, y luego de una gran comilona, nos dedicamos a revisar la casa. Escondidas en un viejo armario, había joyas y monedas de oro. Mi hermano guardó algunas en sus bolsillos. Al principio, lo miré horrorizada, pero luego comencé a imitarlo.
El problema fue cuando la vieja regresó. Trató de agredirnos. Nos defendimos golpeándola con su propio bastón. En un momento, la empujamos con fuerza. Tuvo mala suerte. Cayó dentro de un gran horno que usaba para hacer pan.
Por suerte, se nos ocurrió inventar esa estúpida historia de la bruja malvada. No sé si nos creyeron, pero aprendimos mucho.
Durante nuestras siguientes incursiones fuimos más precavidos, al desvalijar las casas. En cada ocasión, nos aseguramos de que los moradores no puedan reconocernos. Claro. Empleamos otros métodos, aquí nadie posee hornos para hacer pan. Además, el uso de guantes, ha evitado molestas huellas, y poco a poco, fuimos incorporando nuevas estrategias que resultaron útiles en nuestros siguientes trabajos. Debo reconocer que disfrutamos cada vez más, sobre todo del horror que vemos en la mirada de nuestras víctimas cuando advierten que van a morir.
Ahora, somos profesionales competentes, y no nos gusta dejar ningún cabo suelto.
Hansel se encarga de planear muy bien todos los detalles. Es muy considerado conmigo. Siempre me obsequia un ramo de rosas, luego de cada operación. En la tarjeta suele escribir: A mi querida Gretel, con cariño.

 
roseblack,26.01.2013
Yosoyasi2 y Glori, excelentes aportes. Muchas gracias por prenderse a jugar.

Les aviso cuando lleguen nuevos cuentos para compartir y cuando lance el próximo juego que creo van a disfrutar.

Cariños
Rose
 
gmmagdalena,27.01.2013
En verdad pasé un rato regio leyendo los cuentos que han escrito, me encantaron, mis felicitaciones a Jack, yosoyasí2 y Glori. ¡Muy buenos!
 
gmmagdalena,27.01.2013
Aquí va el mío que ya fue aprobado por la anfitriona, espero los entretenga.

buCaperucita Roja y el Odio/u

- No mamá, por favor mamita, no quiero escuchar más ese cuento, tengo mucho miedo.

- ¡Lo vas a escuchar cuantas veces yo quiera!

- “……. Abuelita, abuelita, ¡qué dientes más grandes tienes!
- Son para...¡comerte mejoooor!- y diciendo esto, el lobo malvado se abalanzó sobre la niñita y la devoró, lo mismo que había hecho con la abuelita.”

……………………………………………………………………………..

Todos los diarios y noticieros televisivos y radiales del país anunciaban que al fin habían detenido al asesino serial que había cometido más de noventa crímenes en los últimos diez años. Las personas volvieron a respirar aliviadas. El terror había estado instalado en todos los hogares dónde hubiese una anciana. Únicamente asesinaba mujeres y las escenas que la policía encontraba en cada crimen, parecían calcos una de otra. Una anciana abierta a la mitad con todos sus órganos en el piso; una niña vestida con una especie de capa roja, totalmente desfigurada por mordiscones y una mujer con un libro de cuentos en la mano y un hacha atravesando su cráneo.

…………………………………………………………………………………….

- Inspector, dígame la verdad, no me engañe, será un asesino pero es mi hijo.

- Mire señora, su hijo está totalmente loco, no creo que pueda recuperarse jamás, él se cree el leñador del cuento de Caperucita Roja y su único objetivo es ir despanzurrando ancianas creyendo que es el lobo disfrazado.

- Pero …. ¿y las pequeñas destrozadas a mordiscones?

- Bueno, parece que además él cree que es el lobo. Según el cuerpo de psicólogos que lo está atendiendo, es un caso de personalidad múltiple.

- ¿y las mujeres con el hacha en la cabeza?

- Esa es una incógnita que aún no podemos dilucidar ya que no hay ningún personaje en el cuento que se le asimile.

…………………………………………………………………..

- Basta mamá, basta por favor.

- jajajajajajajaja, niño maricón, lo escucharás todo……

- No, no… ¡te odio, te odio!
………………………………………………………………………
b
 
roseblack,27.01.2013
Muy buena vuelta de tuerca Magda, esto es lo lindo de estos juegos, cada uno le encuentra su veta a las historias y nos enriquecen a todos.

Cariños a todos y gracias por seguir jugando.
Rose
 
glori,27.01.2013
Muy bueno el cuento de Magda. Felicitaciones!!
 
morgund,27.01.2013
jejejeje no esta mal, aunque los veo algo corticos, pronto vendra el mio
 
morgund,28.01.2013
ya tengo el mio listo, solo que no se como se colocan negrillas y cursivas en las publicaciones alguien podría indicarme donde se puede leer sobre eso o explicármelo en un mensaje ami ldv

Muchas gracias
 
quntur,28.01.2013
jajajaja... qué mentes las nuestras!!!!

En verdad los cuentos son uno mejor que el otro. Felicitaciones a todos amigos, sinceramente...

Bien, aquí les dejo el mío...

La verdadera historia de la Bella Durmiente

Cuenta la historia que una pareja real tuvo una hija, y que para celebrarlo decidieron invitar a las hadas de la corte, que eran trece, pero ellas solo comían en platos de oro de los cuales solo había doce. Por lo tanto los reyes decidieron invitar a doce de las hadas.
Durante el banquete cada hada le concedió un don a la princesa, tales como belleza, inteligencia, bondad y todos dones por el estilo. Sería la princesa perfecta.
Cuando la décimo primera hada le otorgaba su don, se hizo presente y furiosa, la décimo tercera hada, que por no haber sido invitada lanzó sobre la princesa una maldición terrible, presagiando que al cumplir los quince años se pincharía con una aguja y moriría.
La Décimo segunda hada, que aún no había otorgado don alguno a la princesa, cambió el conjuro diciendo que en vez de morir, la princesa solo se dormiría y que despertaría cuando un príncipe que la ame la besara.
El rey asustado, mandó a destruir todas las agujas de su reino.
Pasaron los años y cuando la princesa cumplió sus quince años encontró una vieja torre que no conocía, subió la escaleras hasta llegar a una habitación donde una mujer anciana estaba cosiendo, y le pidió que le enseñe, y así lo hizo la mujer. Fue entonces cuando la princesa se pinchó un dedo con la aguja e inmediatamente se cumplió la maldición entrando ella en un profundo sueño.
El rey desconsolado mandó a sus emisarios a recorrer los reinos vecinos en busca de un príncipe que se enamore de su hija y que al besarla la despierte terminando con la maldición.
Mientras tanto, mandó hacer un cofre de oro con piedras preciosas engarzadas, y colocó allí a su hija, la princesa, la bella durmiente, como ya se la llamaba en el reino.
Al cabo de unas semanas se presentó ante el rey un apuesto príncipe que dijo amar a la princesa desde que eran pequeños, y que quería ser él quien termine con el hechizo de la malvada hada.
El rey feliz aceptó de buen grado prometiéndole la mano de su hija, la bella durmiente.
El joven príncipe se dirigió hacia la habitación donde reposaba la princesa, y quitando la tapa del cofre se dispuso a besarla...
Grande fue su dolor cuando vio a la princesa con su rostro desfigurado por los arañazos y su manos ya sin uñas. Sucedió que dentro del cofre ella había muerto asfixiada.

 
roseblack,28.01.2013
Qun, venía tan bien que no me esperaba el final, muy bueno. Me reviviste una vieja pesadilla.

Gracias por jugar.
Cariños.
Rose
 
rhcastro,28.01.2013
!Ops! Pobre duermiente!
Je.-Bien.-
 
rhcastro,28.01.2013
Muy buenos los textos. Me gustan todos. Me sorprende como en pocas letras arman una historia distinta a la original. Yo como morgund necesito un poco màs de espacio, debe ser que no soy buena para esto de la prosa ustedes ya saben.

En fin. Los leì todos y me han gustado mucho. Espero sigan subiendo màs.

Saludos.
 
rhcastro,28.01.2013


La otra versiòn de:

b'Juan y los frijoles màgicos'/b

Juan era un niño extraño, desde pequeño su madre lo regañaba porque era tan fantasioso que el dìa
que lo mandò a vender lo ùnico que les quedaba, la cambiò por unos frijoles màgicos. Eso dijo èl, claro
que ni los frijoles eran màgicos ni las fantasìas de Juan terminarìan allì.
Cuando la madre lo regañò y acostò a dormir sin cenar por el trueque tan absurdo que hizo por la vaca,
Juan pensò en la una y mil formas de recuperar un poco de dinero, y para eso estaba dispuesto a todo.
Esa noche quitò las veladoras que su madre ponìa a uno de todos sus santos y las llevò a su cuarto, con un
gis marcò una estrella de cinco puntas y en cada punta encendiò una vela y allì comenzò su aventura con
lo que el llamarìa pacto con satanàs por una vaca
Invocò a todos los demonios y ninguno contestaba, hasta que se cansò y acostò a dormir. Fue entonces que
de la penumbra iluminò la habitaciòn una luz roja muy intensa, que con voz de ultratumba le llamaba por su nombre:
-Juan... Despierta... Tu alma por la vaca.
-¿Y cuànto vale mi alma?
-No mucho, es infantil y fantasiosa, lo màs que puedo dar es una vaca
-¿Pinta igual que la que cambiè por esos falsos frijoles màgicos?
-Mmmmm Pinta es màs costosa
_¿Por què?
-No sè, pero es como las televisiones de colores, cuestan màs.
-¿Què es una televisiòn?
-!Oh! Tù no entiendes, dentro de algunos años inventaràn un aparato de comunicaciòn con imàgenes a distancia. Algo
parecido a la fotografìa, pero en tiempo real.
-¿En verdad? ¿Es magia?
-Los humanos tienen capacidades que ignoran, tambièn viajaràn a otros planetas y se asesinaràn unos a otros por hacerlo.
-A mi padre lo mataron y no llegò màs lejos que el mercado.
-NO Juan, tu padre fue un hombre de mucho poder, y si, viajò
muy lejos
-¿Què tan lejos?
-Tan lejos como el universo, està en el quinto cielo
-¿El quinto cielo?
-Ejem... Allà van todos los tontos que sacrifican su vida por su pròjimo.
-¿Una vaca es mi pròjimo? ¿Me irè yo con mi padre si sacrifico mi vida para recuperar la vaca de mi madre?
-!Claro que no! Tù te iràs al infierno, sufriràs tormento eterno, pero antes, recuperaràs la vaca
para que tu madre ya no estè enojada y puedas venderla por un precio justo !Es màs! harè que te den el doble
de su valor !Olvida a tu padre!
-¡Y què tengo que hacer?
-Mañana, muy temprano, tienes que tomar los frijoles màgicos que te diò el hombre por la vaca y enterrarlos.
Diràs las palabras que dejarè en el centro de la estrella y en el lugar donde entierres los frijoles
derramaràs un poco de tu sangre. El pacto estarà hecho. Tendràs la vaca
de vuelta cuando hagas lo que te pido.
-¿ASì de fàcil?
_Si, pactar conmigo es muy fàcil.


Por la mañana Juan despertò muy temprano, las velas se habìan consumido. Limpiò todo antes de que su madre
se diera cuenta,anotò las tres palabras que estaban escritas en el centro de la estrella y
fue a buscar los frijoles màgicos sobre la mesa donde los dejò cuando su madre lo mandò a dormir
... !Oh my goD! ¿Y los frijoles? ¿Hervìan sobre la estufa?

-!Mamà! ¿Què hiciste?
-¿Què hice? Frijoles hijo... NO hay màs.
_¿Esos que estàn sobre la estufa son los frijoles màgicos que me dieron por la vaca?
-¿Màgicos? Ay Juan... No escarmientas. Son simples frijoles y es lo ùnico que tenemos para comer hoy, asì que
si Dios quiso darnos estos frijoles por la vaca, lo menos que podemos hacer es comerlos.
-Madre, pero... Yo...
-¿Tù què? Anda càmbiate y lava tus manos para desayunar, los frijoles ya estàn listos.
_Mamà... ¿Por què muriò papà?
_Papà muriò para salvarnos hijo, pero eres muy pequeño, cuando seas màs grande te contarè.
-Bueno.

Mientras comìa, Juan pensaba que el pacto con satanàs ya serìa imposible y muy triste comiò su porciòn sin
pronunciar palabra. Habìa estropeado la oportunidad de agarrar un dinero para su madre y... Hechò el papelito donde anotò las palabras que satanàs le diera al fuego sobre
la estufa, provocando una gran llamarada.
-¿Què haces Juan?¿Quieres quemar la casa? Anda sièntate, te voy a servir.

Despuès de comer se fue a cortar leña, ayudò a su madre a arreglar una puerta que ya estaba deteriorada y
pronto se hizo noche. Ya no hablarìa con satanàs, no tenìa caso, pero en el sueño satanàs nuevamente apareciò
y le dijo:

-Juan... El pacto aùn sigue, quiero tu alma.
-Es que ya no tengo frijoles màgicos, mi madre los cocinò y tuvimos que comerlos
-¿Comiste de esos frijoles?
_Si Satanàs, lo siento, teniamos mucha hambre.
En ese instante satanàs desapareciò en una nube negra y nunca màs volviò.



Unos dìas despuès, Juan fue al baño, bueno, a la letrina porque en aquellos años no existìan los baños de agua y
mucho menos los drenajes. Como era inquieto, jugaba entre sus dedos
la llave de casa, de repente resvalò y callò dentro de la letrina Juan se asomò para buscarla con la mirada y ver
si podìa sacarla, mamà se enojarìa mucho porque no tenìan dinero para mandar a hacer otra. Cual fue su gran sorpresa
cuando al ver dentro de la letrina unos destellos color oro le deslumbraron !Oro! !Oro! gritaba mientras corrìa
a avisar a su madre.
-!Ay Juan por favor! ¿Oro? ¿Vuelves con tus fantasìas? ¿Dònde hay oro Juan?
_!En la letrina madre! Se me cayò la llave de la casa y buscàndola la luz intensa que resplandece me...
_Juan por favor ¿Quièn va a poner oro en la letrina de unos pobres campesinos?
_Mamà !Ven a ver!
La madre fue y efectivamente, algo dentro de la letrina brillaba de manera fuera de lo normal. Encendiò un leño
para alumbrar dentro y eso que flotaba junto con el escremento sì parecìa oro.
Ella y Juan comenzaron a sacar con cubetas un poco de lo allì dentro, y claro... Los frijoles sì eran màgicos.

-¿Què haremos con todo este dinero mamà?
-bRecuperaremos el castillo que era de tu padre y que un gigante malvado le robò/b
-!Ay mamà! b!Y dices que yo soy el fantasioso!/b

Con el tiempo Juan comprendiò que las cosas malas que nos suceden a veces son para bien y que... Cambiar frijoles
màgicos por una vaca puede no ser tan malo, ademàs... b!Satanàs es un tacaño!/b

RH
 
roseblack,28.01.2013
Gracias RH, me gustó la historia, y que le dieras también una cuota de humor, todos los recursos son válidos.

Te mantengo informada.
Cariños
Rose
 
rhcastro,28.01.2013
Sip. te debo la correcciòn a las palabras excremento y cosas asì, es que la acabo de escribir y corrijo las historias cuando releo.-

Me disculpo por eso y sigan adelante.- Es divertido estar con ustedes.

Beso.-
 
yosoyasi2,28.01.2013
increíble! todos están muy buenos
producen risa y despiertan l niño que se lleva adentro
 
glori,28.01.2013
Excelente, tu cuento rh. Me alegraste la mañana.
 
morgund,29.01.2013
bEl patito feo(versión oscura)/b

Erase una vez.... una pareja de patos que con esmero protegían a sus pequeñas crías, paseaban por todo el lago buscándoles alimentos, en un momento inesperado un monstruo tuerto salio de las aguas y devoro a unos de los pequeños, fue tan rápido que los padres ni se dieron cuenta, durante horas guiaron a su camada por el lago hasta que la madre se percato de la falta, desesperada recorrió el camino de regreso, buscando desconsolada a su pequeño.

Dándose por vencida se detiene al escuchar un ruido extraño proveniente de unos arbustos, al asomarse quedo sorprendida con una horrorosa criatura, estaba apunto de escapar si no fuera por aquel objeto blanco que vio a su lado, al observarlo un irresistible instinto maternal le llevo a tomarlo, salio nadando como alma que lleva el diablo, al llegar con su familia el padre nota que traía un huevo encima y le dice “y nuestro hijo”, ella con una mirada llorosa lo abraza y el no hace mas preguntas.

Los días pasaron y con amor ella y su pareja daban calor al huevecillo incluso las crías participaban en el cuidado, esa misma tarde la dedicación dio sus frutos, el cascaron empezó a romperse, un fenómeno invadió a todos, estaban emocionados, eufóricos al ver cada pieza caer, los padres se abrazaban, los pequeños bailaban de fascinación y al terminar un silencio lo envolvió todo. Algunos hermanitos lo vieron con cara de asombro, otros con una risa burlona mientras conversaban con sus contiguos, su madre fue la primera en abrazarlo y su padre le siguió con una clara mueca de desagrado. Su aspecto es terroso con una gran cola y un pico exageradamente grande, aun así para una madre su hijo es lo mas hermoso y asi lo trato, como el mas hermoso de sus hijos.

Sus hermanitos no tenían la misma percepción que la madre y menos aun el padre quien lo miraba con rabia, con el tiempo el mal ver se convirtió en un rechazo directo, los pequeños se burlaban de el diciéndole “patito feo”. Las burlas fueron debilitandole y no soportaba mirarse al reflejo del agua, se sentía solitario a excepción de los momentos con su madre que le animaba con sus mimos. En un momento en que la madre no se encontraba fue expulsado violentamente por sus hermanos y padre. Nado lejos, mirándose en las aguas, deseando no haber existido, cuando a lo lejos escucho a su madre gritando “¡hijo!, ¡ven hijo mio!”, esas frases le reanimaron y salio a su encuentro pero de la orilla una horripilante sombra sacudió el agua y de un golpe su madre quedo muerta en grandes fauces, furioso intento atacar al asesino sin causarle daño alguno, de un coletazo fue lanzado al otro extremo del riachuelo con la bestia tuerta acercándose, el pequeño estaba asustado y hacia un ruido raro de auxilio que hizo al monstruo mirar, con su único ojo, de un lado a otro con temor, y era justificado.... otros par de animales similares se les acercaron, uno le arranco una pata mientras otro le mordió el cuello dando desgarrantes volteretas hundiéndole en un rastro sangriento, la madre pata salio a flote y sin miedo el patito feo fue a rescatarla y lloro por ella. Las dos criaturas confundidas se aproximaron al temeroso pequeño y empezaron a mimarlo, allí supo quien era...

Poco tiempo después, al otro lado del lago.....

Los paticos y su padre comían tranquilos algunos insectos en las orillas, ninguno se preocupo por su madre o del desagradable hermano, algunos decían con rabia “espero se pierdan” y otro “no se como mama puede gustarle, mejor que se quede sola con ese bicho”, así eran los comentarios de todos, ninguno deseo buscarlos, ni siquiera el padre que masticaba tranquilo sin hacer nada ante los comentarios irrespetuosos hacia pareja. A lo lejos notaron una estela de corriente de agua e identificaron al despreciado hermanito de inmediato, todos empezaron a insultarle diciendo “vete de aquí asqueroso”, “ piérdete pato feo“, “¡desaparece de aquí!” y así una incontable cantidad de frases, el padre se le puso enfrente con porte desafiante y con una mirada de desprecio le dijo “ LÁRGATE”, en ese momento el feo mordió una de sus alas, mientras el pato con odio le dice “ SUÉLTAME PEDAZO DE MI...” antes de terminar la frase dos montañas de agua sacudieron la orilla a izquierda y derecha haciendo desaparecer en instantes a los insultantes patitos. El padre quedo atónito e intento emprender vuelo inútilmente porque estaba sujeto, asustado, el tono del pato cambio y le dijo suavemente a su captor “por favor hijo, suéltame”, con ojos de ira el patito feo le respondió “no soy tu hijo, soy un cocodrilo y tu eres mi almuerzo” al decir eso lo aprisionó por el cuello y lo hundió, al terminar surge dando un eructo mientras sus padres reales se rieron de lo vivido por su hijo.

respetaron el deseo del pequeño de no comer el cuerpo de la que fue su madre sustituta, dejándola enterrada en una pequeña isla adornada de flores.


bMoraleja: Los ojos de la madre solo ven belleza y si vez a un feo mejor háblale con respeto/b
 
morgund,29.01.2013
Bueno allí esta mi historia, si ninive lee esta sección pediré que sea revisado porque no se si cumplo con los tiempos de verbos pasado y presente
 
roseblack,29.01.2013
Excelente morgund, muy buena historia.

Gracis por jugar y compartir.
Cariños
Rose
 
NeweN,29.01.2013
El Lobo

i“Había una vez una adorable niña que era querida por todo aquél que la conociera, pero sobre todo por su abuelita, y no quedaba nada que no le hubiera dado a la niña.”/i

Así comenzaba el hermoso libro de cuentos que Maricia encontró en el banco de un parque de su barrio. En su tapa se leía “La caperucita Roja” y en su primera página decía:

i“Has tenido la suerte de encontrarme, disfrútame y una vez que me leas, puedes compartirme con otros niños dejándome donde me encontraste, así serán muchos quienes sentirán el mismo placer que tú”./i

Maricia siguió leyendo el cuento, que la verdad con sus 8 años ya lo conocía, pero nunca había visto uno con tan bellas ilustraciones y colores. Sabía del lobo y la abuelita, del leñador y el final. Quizás por eso avanzó tan velozmente maravillándose con cada detalle de los dibujos que más parecían fotografías donde los personajes eran personas vistiendo preciosos disfraces.
Una vez terminado el libro, encontró el aviso en letras doradas.

biParticipa en el concurso para conocer los personajes de este cuento, sólo ingresando al sitio www.el-lobo.com.ar y completa tus datos que se te piden. Suerte y no olvides de dejar el libro donde lo encontraste./i/b

Maricia no creía en cuentos, pero sí en concursos y promociones. Corrió presurosa a casa y pretexto de hacer una tarea ingresó al sitio donde completó sus datos, su nombre, edad, dirección, actividad de los padres, y algunas como el nombre de la abuelita y su color preferido.

A las semanas de desaparecer encontraron en un bosque el cuerpo de Maricia, desnuda, sangrante y ultrajada. En su mano derecha tenía una cesta con una foto, donde ella sonreía vistiendo un fantástico vestido rojo con capa.
 
roseblack,29.01.2013
Cruel cruel newen. Sin palabras.
 
yosoyasi2,29.01.2013
creo que este cuento de NEWEN SE AJUSTA A LAS REGLAS,
ME HA DADO ESCALOFRÍOS
 
huapi,29.01.2013
Hola...........muy buenos los cuentos......muy buena imaginacion....
 
morgund,29.01.2013
Vaya!!! Newen tu pequeño relato es corto pero preciso, me encanto, es uno de mis favorito del evento
 
divinaluna,29.01.2013
Newen me diste miedo, porque esos lobos existen! todavia puedo jugar? me dieronunas ganas locas locas
 
kisierate,29.01.2013
Buenas buenas, denoto mucha creatividad aqui, Newen te felicito por tu cuento!
Dejo el mio para que se entretengan un rato leyendo. Saludos!




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bLa extraña obsesión de Geppetto./b

Todos conocemos bien a pinocho, pero conocemos bien a Geppetto?

Este noble y simpático carpintero, al cual todos conocían y brindaban su confianza, un día decidió hacer algo mas que un simple banquillo o una mesa.

El decidió realizar un títere de madera, con sus rasgos bien detallados y definidos, para eso uso su mejor madera a disposición, pino de los bosques embrujados.

Los habitantes del pueblo pasaban y no entendían de que se trataba. b-"Quedaras como si fueras de verdad"-/b Repetía una y otra vez.
Luego de semanas de trabajo, el títere quedo terminado y para su gran sorpresa, no necesitaba de los cordeles para moverse. Pues hablaba y se movía como un niño normal.

b-"¿Pero que he hecho?"- Dijo
-"¿Cómo explicar a los habitantes de esta, digamos, magia?"-
-"Nadie debe enterarse!"-/b

Luego de un tiempo, concluyo que lo mejor no era destruirlo, sino buscarle otra solución, una que vendría de algunos libros oscuros.

b-"Claro, aquí esta, un ritual será suficiente para convertirlo a un niño de verdad"-/b

Solo que todos los rituales de todos los libros, exigían un cuerpo humano para el traslado del alma.

Los niños no tardaron en ir desapareciendo del pueblo, ritual fallido tras ritual, niños distraídos, confiados del noble carpintero, alejados de la vigilancia de los padres, caían en manos de Geppetto, quien obsesionado con su idea no paraba de sacrificar niños.

b-"Mantaria alegario! Omnante commodoriuuuu!"-/b
Las palabras dichas por Geppetto al viento, hicieron temblar el piso, habían dado resultado!
El títere, tieso y desmoronado en un rincón había cedido su alma al cuerpo de carne y hueso que yacía en el piso.

Pronto todos conocerían a pinocho el gran niño alegre, claro que Geppetto ocultó el asesinato de 31 niños, para eso modificaría a los rituales por un hada, los temblores por un grillo llamado pepito y todos felices. Salvo las 31 familias que perdieron a sus niños claro!! Como olvidarnos!

Pinocho pinocho, que linda historia la suya.
 
NeweN,29.01.2013
wauuu. ya no se puede confiar en nadie, ni siquiera en ese afable carpintero. Prueba y error y un niño menos.

Es curioso que los "hermosos cuentos clásicos" están llenos de matanzas de los "malos o diferentes", abiertos y despanzurrados, cocidos en una gran olla, apaleados o muertos a hachazos. La vuelta de tuerca del horror es que todos somos diferentes.
 
quntur,29.01.2013
Muy buenos todos los cuentos!!!
 
morgund,29.01.2013
jajjaaj el mio resuelto infantil en comparacion con los siguientes, excelente!!!
 
GLORI,29.01.2013
Felicitaciones a todos por tan buenos cuentos
 
NeweN,29.01.2013
kisierate, debí haber supuesto que sólo era un cuento: Repito en la ducha:
bMantaria alegario! Omnante commodoriuuuu!/b

Y el títere sigue inerte, sin vida. Que frustrante.
 
roseblack,29.01.2013
Chicos pueden seguir jugando los que se estén animando, el juego sigue y como verán es espeluznantemente divertido.

Gracias a todos por jugar y por la buena onda.

Cariños
Rose
 
roseblack,29.01.2013
Kisiérate muy bueno.

Yepeto ¿quién lo diría?

Gracias por jugar.
Cariños.
Rose
 
JacPhoenix,29.01.2013
Pues en vista de la buena acogida que ha tenido el juego de rose y tras leer vuestros cuentos, me he animado a escribir uno más.
Aviso; es MUY largo.

Espero que os guste
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LA BELLA MORDIENTE

Silencio.

Dos disparos.

Silencio de nuevo.

Permaneció inmóvil mientras mantenía en alto su arma apuntando al cuerpo inerte. Aguardó atento mientras los casquillos terminaban de rebotar y rodar por el suelo de piedra.

Habiéndose asegurado de que no había peligro, se encaminó hacia el cadáver al tiempo que enfundaba su revólver. Una vez a su lado, tomó una de las múltiples piedras esparcidas por todo el palacio y la dejó caer sobre la cabeza de su víctima. Era mejor asegurarse antes que lamentar. Volvió a desenfundar el arma e intentando regular su ritmo cardíaco y retomó su camino.

Pero ¿qué hacía él allí? ¿Cómo termina un joven estudiante perdido en un castillo ruinoso rodeado de seres que intentan devorarlo?
Debió sospechar que algo raro ocurriría cuando, semanas atrás, sonó el teléfono del despacho del profesor Karaby para avisar del que, posiblemente, fuera el mayor hallazgo arqueológico en el corazón de Europa; El esqueleto completo de lo que parecía ser un gran reptil alado. Obviamente, el profesor James Karaby no dudó en aceptar la invitación para dirigir la excavación mano a mano con el biólogo Alexander Polo. Ambos eran personajes de conocido renombre, con varios galardones a sus espaldas y un profundo afán por descubrir cosas nuevas. Eso fue, en realidad, lo que impulsó a Henry, nuestro protagonista, a convertirse en el pupilo, secretario y becario del Profesor Karaby. Sabía que trabajando con él viviría mil experiencias e historias que contar en la vejez, sintiendo haber tenido una vida plena. Al igual que el profesor aceptó la invitación a la excavación, él aceptó al instante acompañarle.

Los primeros días fueron maravillosos. El centro de Europa es un lugar lleno de historia, de paisajes de leyenda y cuentos fabulosos. Realidad y ficción se mezclan en cada uno de sus rincones haciendo del pasado algo enigmático y mágico, siempre y cuando, claro, se sepa marcar la línea de la diferencia entre ellas. No obstante, esa línea era bastante difusa en el caso que se les presentó con el tiempo.

A medida que avanzaba la excavación, lo hacían también los descubrimientos, y no sólo en el yacimiento. A los pocos días de empezar a trabajar, un grupo de jóvenes excavadores volvió de dar un paseo por el bosque colindante. Volvieron emocionados contando que habían encontrado un enorme palacio en ruinas abandonado en medio de una red de enormes espinos. Ninguno de los historiadores presentes supo darle un nombre a tal construcción ni ubicar a ninguna familia como propietaria de la misma. Inmediatamente se destinó a un equipo de personas a cortar espinos y abrir un camino para examinar dicho palacio, con la esperanza de poder penetrar en él y examinarlo a conciencia.
Fue poco antes de terminar de abrir dicho camino, cuando un nuevo descubrimiento alteró el trabajo. Dentro del esqueleto del gran reptil aparecieron unos huesos corroídos, amarillentos y de textura arenosa. A pesar de su fragilidad, que supuso un equipo completo de restauradores trabajando sólo en ellos, se pudo reconocer claramente que eran huesos humanos. Aquel hallazgo disparó la publicación de una hipótesis que afirmaba la coexistencia de humanos con dinosaurios. No obstante, aquella misma tarde, ésta teoría sería descartada al encontrarse, a pocos centímetros de profundidad, un mandoble incrustado en una de las costillas del reptil. Un análisis superficial le bastaba a cualquiera de los historiadores y arqueólogos presentes para saber que aquella espada no era, ni mucho menos, un arma prehistórica. Forjada en acero, con empuñadura de oro y joyas incrustadas, aquella espada era un arma digna de un caballero noble. Efectivamente, un análisis más exhaustivo confirmó, dos días después, que se trataba de un arma de acero francés, cuya empuñadura estaba hecha a partir de monedas fundidas; este tipo de armas, forjadas a partir de monedas, joyas o amuletos, respaldaban la creencia de que tenían el poder para acabar con la vida de monstruos y demonios.

La prensa internacional no tardó en hacerse eco de la noticia. Un monstruo abatido por un caballero tal y como cantaban las gestas de los juglares medievales. Era la primera prueba material de la existencia de los monstruos que se habían convertido en cuentos con el paso de los siglos. Varios expertos en temas de parapsicología y mitología aprovecharon la noticia para volver a la carga con sus teorías sobre temas similares como el monstruo del Lago Ness en Escocia o el Mokele Mbembe de África. Tanto alboroto le otorgó cierto caché a la excavación, que no dejó de recibir ofertas y subvenciones procedentes de todo el mundo. Incluso se facilitaron máquinas, como las que utilizaban en los aserraderos, para poder terminar de abrir el camino entre el bosque de espinos y acceder al castillo.

Con las grandes sierras y máquinas de limpieza se terminó de abrir el camino en una sola tarde, dejando la entrada principal del palacio completamente despejada. En pocas horas se montó una avanzada del campamento encabezada por el propio profesor Karaby, acompañado, obviamente, por su aprendiz Henry Brown.
Ansiosos por examinar el palacio, varios expedicionarios penetraron en él a pesar de la prohibición de Karaby, quien quería establecer un plan de reconocimiento y seguridad al no conocer en que podía encontrarse la edificación. Era un procedimiento rutinario marcado por un protocolo estricto a fin de evitar accidentes y desgracias por encontrarse el lugar en estado ruinoso. No obstante, como indicaba, varios jóvenes inexpertos esperaron a que el campamento durmiese para penetrar en el castillo.

Varios gritos provenientes del interior, despertaron a quienes permanecieron acostados. Alaridos aterradores sacaron a la gente de sus ensoñaciones y sacos de dormir. Los focos se encendieron a los pocos segundos iluminando todo el perímetro y la fachada blanca del palacio, pero nadie pudo ver nada. Tras varios minutos de agonía, los gritos cesaron y el bosque volvió a verse invadido por un tétrico silencio.
Karaby, quien había corrido de un extremo a otro del campamento recogiendo cascos, chalecos y cuerdas, permaneció inmóvil a la espera de nuevas señales de vida procedentes del interior. Nada.

-¡Henry, Emille, Toni, Sergio y Andrea, conmigo! –ordenó señalando a los nombrados- Tomad cuerdas, linternas y, si sabéis manejarlas, armas.
-¿Armas? –preguntó Toni tembloroso- ¿Para qué armas?
-El castillo lleva siglos deshabitado –informó el arqueólogo dando unos golpecitos en la funda que guardaba su pistola- Probablemente sea usado como madriguera por animales salvajes. No me sorprendería que eso sea la causa de los gritos –explicó impasible
-“Ameguicanos…” –murmuró Emille poniendo los ojos en blanco
-¡Hermund, Victoria! Id al otro campamento y avisad al profesor Polo de lo ocurrido. Decidle que llame a la ciudad para que envíen dos o tres ambulancias lo antes posible.

A los pocos segundos, el profesor Karaby y sus cinco compañeros atravesaban cautelosamente la puerta principal, mientras los dos mensajeros volaban en busca de auxilio.

Envueltos por la penumbra, sólo podían ver los pequeños círculos de luz proyectados por sus linternas. No supieron muy bien qué o quién bajó corriendo por las escaleras de la entrada y se abalanzó sobre Toni, que profirió un alarido mientras forcejeaba con su atacante rodando por el suelo. Pudieron escuchar como los gritos eran sustituidos por un gorgoteo desagradable acompañado por un ruido de succión y pequeños crujidos. Cuando lograron enfocar sus linternas, vieron que Toni había rodado varios metros por el suelo y yacía muerto, con la zona de la boca devorada por lo que parecía ser un cadáver a medio descomponer.
Andrea profirió un grito ahogado y salió corriendo del castillo, acaparando la atención del ser que corrió ágilmente tras ella inmune a los disparos que el profesor había ejecutado.
Corrieron tras ellos, pero Andrea y ser se perdieron en la oscuridad del bosque. Segundos después escucharon un fuerte alarido. Había logrado darle alcance.
-¿Qué demonios “ega” eso? –preguntó Emille
-No lo sé… -respondió el agitado arqueólogo reponiendo las balas gastadas en el tambor del arma- pero estoy seguro de que hay más.
-¡Yo me “laggo”! –exclamó de nuevo el chico francés
-¿Y a dónde vas a ir? –preguntó Sergio
-¡A casa, idiota! ¡No voy a quedadme aquí “espegando” que me “devoguen”!
-Emille, no seas bobo –replicó el profesor- en el bosque vas a correr el mismo peligro. Si no quieres entrar, de acuerdo, pero espera al menos a que se haga de día. Espera en el campamento.

Minutos más tarde, tras haber examinado algunas estancias del palacio, confirmaron la teoría del profesor de que el ser que salió a recibirles no era el único en todo el lugar. Varios del mismo tipo salieron a su encuentro a medida que penetraban en la inmensidad de aquel castillo ruinoso y por cada uno que conseguían abatir o dar esquinazo, obtenían algo de información.
-Son abatibles –informó Sergio después de arrancarle media cabeza a uno al golpearle fuertemente con un atizador de alfombras que encontró en el suelo.
-En su día estuvieron vivos –informó Henry después de ver como otro caía rodando por las escaleras al pisar un escalón ruinoso y se desmontaba en varias partes- pero ahora parece que están medio descompuestos.
-Fijaos en sus ropajes –explicó el profesor señalando a tres que acababan de eliminar en un amplio pasillo- Yo diría que son del s. XVII… Este de aquí –señaló dándole la vuelta a uno de ellos utilizando la pata que había arrancado de una silla- debía ser alguien importante dentro de la corte ¿Veis el escudo familiar?... Dios mío… -susurró al mirar el escudo
-¿Qué sucede, profesor? –preguntó Henry.

Miró el escudo con atención observando el dibujo de una rosa bordada con hilo de oro. La única peculiaridad era que el tallo estaba completamente limpio a excepción de una sola espina.
-Es el palacio de Dornröschen –murmuró finalmente Karaby
-Ni idea –respondió Sergio encogiéndose de hombros mientras vigilaba sus espaldas con el atizador dispuesto. Henry también permaneció atento sin comprender
-Es una dinastía real alemana considerada ficticia –explicó en un susurro, más para si mismo que para sus acompañantes- ¿Conocéis el cuento de la Bella durmiente?
-Profesor, con todos mis respetos, no creo que sea el momento oportuno para… –respondió Sergio
-Según el relato de los Hermanos Grimm –interrumpuió el profesor ignorándole- el cuento se llama Dornröschen, es decir, la espina de la rosa. El mismo nombre que la dinastía desaparecida.
-¿Y usted cree que…? –preguntó Henry incrédulo señalando el cuerpo del mayordomo muerto
-¡Todo encaja! –afirmó el profesor mirándole con ojos desorbitados. Henry, por primera vez, vio en su mentor a un anciano dominado por la edad y la presión del miedo- El bosque de espinos, el reptil alado, el caballero… ¡Los huesos que estamos excavando son los del dragón abatido que custodiaba el sueño de la princesa Aurora!
-¿Y si el dragón fue eliminado, por qué esto no volvió a la felicidad con perdices y todo eso? –preguntó Sergio incrédulo
-El caballero tuvo que ser devorado por la bestia, lo que explicaría el esqueleto corroído que encontramos dentro de lo que debía ser su estómago.
-Un dragón muerto se come al caballero…
-No, al revés. Un dragón vivo se come al caballero y éste lo mata desde dentro. Dragón y caballero caen y el castillo permanece custodiado por el bosque de espinos imposible de atravesar.
-Profesor, no tiene ni pies ni cabeza… -expuso Henry- Los dragones no existen y nunca han existido. No hay crónicas fiables acerca del tema.
-¿Y estas bestias que ahora mismo intentan devorarnos existen o han existido según tus crónicas? –preguntó tajante
-Jaque Mate –sonrió Sergio
-¿Qué sugiere entonces, profesor? –preguntó Henry molesto
-Al no cumplirse el contrahechizo y perdurar la maldición más tiempo del establecido, partiendo siempre de los relatos populares –indicó frunciendo el entrecejo- la única explicación que se me ocurre es que se trate de una fecha vencida.
-¿Qué?
-Un hechizo caducado, por decirlo de otro modo
-¡Eso sí que ya no me lo creo!
-¿Y qué debemos hacer ahora, señor Karaby? –preguntó Sergio- ¿Ir a besar a la bella durmiente en la torre oculta del castillo? ¡Pensadlo bien! El dragón está muerto, el bosque de espinos superado… ¡sólo nos queda besar y salvar a la chica! –rió
-La princesa Aurora debe estar en el mismo estado que el resto de la corte –meditó Karaby ignorando las burlas- La maldición también tuvo que pasarse para ella.
-¿Entonces?
-Debemos encontrar la entrada a la torre para confirmarlo. Puede que allí encontremos la respuesta definitiva.

Decirlo era fácil, pero llevarlo a cabo era algo muy distinto. A pesar de que Sergio y Henry se opusieron en redondo, tuvieron que separarse para explorar más deprisa.
-No tenemos tiempo que perder –dijo el profesor cuando los chicos se negaron a la propuesta de separarse- Una de esas cosas ya ha salido del castillo detrás de Andrea y no sabemos si alguna más ha dado con el portón abierto. Cuanto antes demos con el foco de la maldición, antes podremos averiguar cómo ponerle fin.

“No me creo que esté buscando una princesa maldita” pensó Henry tras reanudar la marcha “Pero tampoco creía en muertos vivientes y, si las cuentas no me fallan, ya me he topado con una veintena”
Su instinto y sus escasos conocimientos sobre historia de Europa le decían que si buscaba una torre, lo mejor era hacerlo en las esquinas de la edificación o en el patio mayor. No obstante, aquel castillo era un entramado de pasillos, cámaras, habitaciones y pasadizos en ruinas que hacían imposible establecer un plano concreto de la zona. A ello había que sumarle la penumbra, rota únicamente por el círculo luminoso que proyectaba la linterna de su casco, y el hecho de que toda su atención se centraba en detectar a los ocupantes del castillo para evitar ser devorado.

Había recorrido lo que consideró que sería un anexo de la biblioteca, cuando escuchó un rumor no muy lejos de donde se encontraba. Se detuvo manteniéndose pegado a la pared y agudizó el oído intentando oir por encima del estruendo provocado por los violentos latidos de su corazón. En aquel momento, su respiración entrecortada le resultaba estruendosa y le impedía ubicar con claridad la procedencia del ruido. ¿Delante? ¿volviendo la esquina? ¿En la habitación de al lado? ¿detrás de él? No lo sabía.
Un poderoso temblor se apoderó de su cuerpo que se tambaleaba pegado a la pared intentando avanzar con todo el sigilo que le fuera posible. El rumor era cada vez más claro, pudiendo distinguir el sonido de algo que se arrastraba acompañado por unos leves gimoteos angustiosos.

Enfocó el haz de luz hacia el final del pasillo y entrecerró los ojos. Continuó avanzando lentamente con la espalda pegada a la pared y el revólver sujeto firmemente en sus manos. Finalmente logró ver una sombra que se arrastraba lentamente por el suelo hacia él. Seguramente lo que quisiera que fuese, o quien quisiera que fuere, se estaba dirigiendo hacia la luz que proyectaba con su linterna. Conteniendo la respiración, alzó el arma y apuntó. Tenía que esperar a tenerlo cerca para asegurarse de no errar el tiro; apenas le quedaban un par de balas de repuesto.

Por suerte no disparó. Quien se acercaba arrastrándose era Julio, uno de los chicos que, esperando a que todo el campamento estuviese dormido, se había saltado el protocolo de seguridad y se había adentrado en el palacio. Aunque avanzaba con la cabeza gacha, pudo reconocerle por la sudadera naranja intenso que tanto le gustaba.
-¡Oh, Dios mío, Julio! –exclamó arrodillándose junto al chico que no paraba de gemir y sollozar- ¡Estás viv… aaah!

Cuando le alzó, contempló horrorizado como el rostro de su compañero estaba completamente desfigurado. Profundas heridas le surcaban el rostro ensangrentado, su mandíbula inferior colgaba inerte y triturada por varios sitios en medio de una masa sangrante que, en un momento, debieron ser las mejillas, encías y el mentón. La lengua le había sido arrancada y ahora no era más que un pequeño bulto musculoso que se movía velozmente en todas direcciones. Pero lo que más aterró a Henry fueron los ojos de Julio. Sus ojos, empapados en lágrimas, le miraban horrorizados e implorantes. Pedían auxilio, atención médica, algo que le calmase el dolor y el sufrimiento de su cuerpo y de su mente.
Intentaba comunicarse, pero sólo emitía angustiosos sonidos guturales que se fueron desvaneciendo poco a poco junto con sus fuerzas. A los pocos segundos, se desplomó y permaneció inmóvil a sus pies.

Tras tomarle el pulso y confirmar su muerte, Henry reanudó su exploración siguiendo el abundante reguero de sangre que había dejado su compañero, hasta dar con un amplio salón de música invadido por la maleza y las telarañas. En pocos segundos, su linterna fue perdiendo intensidad hasta dejarle a oscuras. Sin embargo, los rayos de luna que entraban a través de las grietas del techo le mostraron una fila de cuerpos inertes repartidos por la estancia. Poco a poco fue volteándoles con el pie pudiendo confirmar sus sospechas. Era el resto del grupo y todos presentaban la misma imagen; la cara destrozada y ni rastro de sus bocas.

Un movimiento brusco en el extremo opuesto de la habitación le hizo alzar el arma y apuntar a la sombra que acababa de asomar por la puerta.
-¡Henry, no dispares! –dijo la voz de Sergio. Sonaba como enlatada- ¡Soy yo! ¡Corre, ven! ¡Lo hemos encontrado!
-¿Hemos?
-El profesor y yo nos hemos encontrado en las cocinas –explicó mientras corrían por los corredores. Henry pudo ver que Sergio había hecho un laborioso trabajo de limpieza- El profesor ha subido a la torre mientras yo venía a por ti.
-¿Ha ido él sólo? –preguntó horrorizado
-¡No te preocupes! ¡Hemos descubierto el modo de protegernos! Eso me recuerda... –dijo dándose la vuelta y cambiando de rumbo.

Bajaron por unas amplias escaleras de mármol hasta un pequeño recibidor que, si Henry estaba en lo cierto, debía hallarse en el extremo opuesto por el que habían entrado. Ensimismado en el juego de luces que proyectaba una impresionante cristalera ubicada en lo alto del muro, no se percató de Sergio, el cual se había encaminado a una armadura solitaria y luchaba por quitarle el yelmo.
-¡Dame eso, condenada! ¡Si tú no lo vas a necesitar! –protestaba mientras tiraba. Finalmente cedió y dio un traspié con el casco sujeto entre sus manos- ¡Por fin! –suspiró.
-¿Qué haces? –preguntó Henry. Por primera vez se fijó en que Sergio también llevaba puesto el yelmo de una armadura en la cabeza- ¿Y por qué llevas eso?
-Es la protección que te decía, póntelo. Te lo explico mientras vamos a buscar al profesor.

Obedeció y siguió a su guía por un amplio claustro semiderruido. Sergio le contó que él, y el profesor antes que ambos, también había dado con el salón de música, donde yacían sus compañeros. A ninguno de ellos se les pasó por alto que las víctimas habían perdido sus bocas. Así pues, concluyeron que la mejor opción para poder seguir adelante era proteger las suyas.
-Al principio me pareció ridículo –indicó Sergio a paso ligero- Pero después de toparme con los primeros vi que, efectivamente, se tiraban a morder ahí. Se vuelven bastante estúpidos cuando ven que no pueden alcanzarte. No sé qué afán tienen por comer bocas, pero es así. El peligro ahora reside en que se ponen muy violentos, así que aunque no puedan mordernos, no bajes la guardia. Intentarán quitarte ese casco a toda costa.
-Lo tendré en cuenta
-Ya hemos llegado –indicó entrando en un torreón ubicado en el patio mayor.

Ascendieron por una tortuosa escalera de caracol hasta el nivel más alto, donde el profesor les recibió con un giro brusco y encañonándoles con su revólver. Era una imagen ridícula la del profesor con su chaleco reflectante, la cuerda de seguridad en el cinturón y el yelmo con plumas encajado en la cabeza.
-¡Por Dios, no entréis así! –protestó bajando el arma- ¡Podría haberos matado!
Henry no dio opción a una réplica. Aquello que veía le había dejado sin palabras. Se encontraban en una estancia circular ocupada, en su mayor parte, por una lujosa cama con dosel. En un rincón, una vieja tejedora de madera carcomida por la humedad y los insectos, se mantenía en pie sujeta por sólidas telas de araña.
-¿Está… ahí? –susurró Henry
-Supongo –murmuró el profesor- No me he atrevido a descorrer el dosel… además, quiero que echeis un vistazo a esto –dijo señalando una gran losa de mármol que había en el suelo.
-Nunca se me dio muy bien la paleografía –replicó Sergio intentando leer los caracteres de la losa- Ni el latín tampoco fue mi punto fuerte –confirmó al examinar las primeras líneas- ¿qué pone?
-Yo tampoco he podido hacer una traducción literal –comentó Karaby- pero sí he podido entender el contexto. Viene a decir que aquel que quiera despertar a la princesa y, con ella, a toda la corte, ha de hacerlo con un beso, como todos sabemos por el cuento. Deduzco que está en latín porque esperaban que pudiese entenderlo cualquier príncipe o caballero que viniese en su búsqueda fuese cual fuese su procedencia. Lo que no entiendo es por qué la corte ha vuelto a la vida y tienen ese afán por comer bocas.
-¿Y si lo que buscan es despertar a la princesa y romper la maldición ellos mismos? –propuso Sergio- Pensadlo por un momento: Según el cuento, el bosque de espinos protegía a los miembros del castillo para que nadie pudiese sacarles de su letargo. Bueno, eso explicaría por qué han vuelto a la vida.
-Ya ¿Y la princesa? –intervino Henry
-Ella sigue ahí dormida –señaló la cama- porque es quien debe recibir el beso, pero aun no se lo ha dado nadie
-¿Y lo de comer bocas también es por las espinas, no?
-¡No, ahí es a donde voy! Tras permanecer siglos inertes, dormidos, sin comer ni nada, su cuerpo, como contenedor, se ha degradado, pero su alma sigue viva. Han perdido varios órganos, entre ellos los ojos, así que no ven quién es su princesa y ante cualquier sensación de vida que notan cerca de ellos, se lanzan a la desesperada a darles el besito.
-Una cosa es un besito y otra muy diferente es arrancar la boca a mordiscos…
-Sea como sea… -intervino el profesor que se había acercado a la cama y había retirado el dosel- la parte de que la princesa Aurora permanece aquí es correcta. Ahora; ¿Quién es el valiente que le da el beso y comprueba si funciona?

En la cama, cubierto por lo que debía ser un vestido de gala azul, reposaba un esqueleto grisáceo con varios mechones de pelo lacio sujetos por una fina corona de plata. Sus manos permanecían cruzadas sobre el pecho sujetando una rosa marchita y su mirada, desde las cuencas vacías, se perdía en el infinito mientras esbozaba una divertida y macabra sonrisa.
 
JacPhoenix,29.01.2013
Pues en vista de la buena acogida que ha tenido el juego de rose y tras leer vuestros cuentos, me he animado a escribir uno más.
Aviso; es MUY largo.

Espero que os guste
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LA BELLA MORDIENTE

Silencio.

Dos disparos.

Silencio de nuevo.

Permaneció inmóvil mientras mantenía en alto su arma apuntando al cuerpo inerte. Aguardó atento mientras los casquillos terminaban de rebotar y rodar por el suelo de piedra.

Habiéndose asegurado de que no había peligro, se encaminó hacia el cadáver al tiempo que enfundaba su revólver. Una vez a su lado, tomó una de las múltiples piedras esparcidas por todo el palacio y la dejó caer sobre la cabeza de su víctima. Era mejor asegurarse antes que lamentar. Volvió a desenfundar el arma e intentando regular su ritmo cardíaco y retomó su camino.

Pero ¿qué hacía él allí? ¿Cómo termina un joven estudiante perdido en un castillo ruinoso rodeado de seres que intentan devorarlo?
Debió sospechar que algo raro ocurriría cuando, semanas atrás, sonó el teléfono del despacho del profesor Karaby para avisar del que, posiblemente, fuera el mayor hallazgo arqueológico en el corazón de Europa; El esqueleto completo de lo que parecía ser un gran reptil alado. Obviamente, el profesor James Karaby no dudó en aceptar la invitación para dirigir la excavación mano a mano con el biólogo Alexander Polo. Ambos eran personajes de conocido renombre, con varios galardones a sus espaldas y un profundo afán por descubrir cosas nuevas. Eso fue, en realidad, lo que impulsó a Henry, nuestro protagonista, a convertirse en el pupilo, secretario y becario del Profesor Karaby. Sabía que trabajando con él viviría mil experiencias e historias que contar en la vejez, sintiendo haber tenido una vida plena. Al igual que el profesor aceptó la invitación a la excavación, él aceptó al instante acompañarle.

Los primeros días fueron maravillosos. El centro de Europa es un lugar lleno de historia, de paisajes de leyenda y cuentos fabulosos. Realidad y ficción se mezclan en cada uno de sus rincones haciendo del pasado algo enigmático y mágico, siempre y cuando, claro, se sepa marcar la línea de la diferencia entre ellas. No obstante, esa línea era bastante difusa en el caso que se les presentó con el tiempo.

A medida que avanzaba la excavación, lo hacían también los descubrimientos, y no sólo en el yacimiento. A los pocos días de empezar a trabajar, un grupo de jóvenes excavadores volvió de dar un paseo por el bosque colindante. Volvieron emocionados contando que habían encontrado un enorme palacio en ruinas abandonado en medio de una red de enormes espinos. Ninguno de los historiadores presentes supo darle un nombre a tal construcción ni ubicar a ninguna familia como propietaria de la misma. Inmediatamente se destinó a un equipo de personas a cortar espinos y abrir un camino para examinar dicho palacio, con la esperanza de poder penetrar en él y examinarlo a conciencia.
Fue poco antes de terminar de abrir dicho camino, cuando un nuevo descubrimiento alteró el trabajo. Dentro del esqueleto del gran reptil aparecieron unos huesos corroídos, amarillentos y de textura arenosa. A pesar de su fragilidad, que supuso un equipo completo de restauradores trabajando sólo en ellos, se pudo reconocer claramente que eran huesos humanos. Aquel hallazgo disparó la publicación de una hipótesis que afirmaba la coexistencia de humanos con dinosaurios. No obstante, aquella misma tarde, ésta teoría sería descartada al encontrarse, a pocos centímetros de profundidad, un mandoble incrustado en una de las costillas del reptil. Un análisis superficial le bastaba a cualquiera de los historiadores y arqueólogos presentes para saber que aquella espada no era, ni mucho menos, un arma prehistórica. Forjada en acero, con empuñadura de oro y joyas incrustadas, aquella espada era un arma digna de un caballero noble. Efectivamente, un análisis más exhaustivo confirmó, dos días después, que se trataba de un arma de acero francés, cuya empuñadura estaba hecha a partir de monedas fundidas; este tipo de armas, forjadas a partir de monedas, joyas o amuletos, respaldaban la creencia de que tenían el poder para acabar con la vida de monstruos y demonios.

La prensa internacional no tardó en hacerse eco de la noticia. Un monstruo abatido por un caballero tal y como cantaban las gestas de los juglares medievales. Era la primera prueba material de la existencia de los monstruos que se habían convertido en cuentos con el paso de los siglos. Varios expertos en temas de parapsicología y mitología aprovecharon la noticia para volver a la carga con sus teorías sobre temas similares como el monstruo del Lago Ness en Escocia o el Mokele Mbembe de África. Tanto alboroto le otorgó cierto caché a la excavación, que no dejó de recibir ofertas y subvenciones procedentes de todo el mundo. Incluso se facilitaron máquinas, como las que utilizaban en los aserraderos, para poder terminar de abrir el camino entre el bosque de espinos y acceder al castillo.

Con las grandes sierras y máquinas de limpieza se terminó de abrir el camino en una sola tarde, dejando la entrada principal del palacio completamente despejada. En pocas horas se montó una avanzada del campamento encabezada por el propio profesor Karaby, acompañado, obviamente, por su aprendiz Henry Brown.
Ansiosos por examinar el palacio, varios expedicionarios penetraron en él a pesar de la prohibición de Karaby, quien quería establecer un plan de reconocimiento y seguridad al no conocer en que podía encontrarse la edificación. Era un procedimiento rutinario marcado por un protocolo estricto a fin de evitar accidentes y desgracias por encontrarse el lugar en estado ruinoso. No obstante, como indicaba, varios jóvenes inexpertos esperaron a que el campamento durmiese para penetrar en el castillo.

Varios gritos provenientes del interior, despertaron a quienes permanecieron acostados. Alaridos aterradores sacaron a la gente de sus ensoñaciones y sacos de dormir. Los focos se encendieron a los pocos segundos iluminando todo el perímetro y la fachada blanca del palacio, pero nadie pudo ver nada. Tras varios minutos de agonía, los gritos cesaron y el bosque volvió a verse invadido por un tétrico silencio.
Karaby, quien había corrido de un extremo a otro del campamento recogiendo cascos, chalecos y cuerdas, permaneció inmóvil a la espera de nuevas señales de vida procedentes del interior. Nada.

-¡Henry, Emille, Toni, Sergio y Andrea, conmigo! –ordenó señalando a los nombrados- Tomad cuerdas, linternas y, si sabéis manejarlas, armas.
-¿Armas? –preguntó Toni tembloroso- ¿Para qué armas?
-El castillo lleva siglos deshabitado –informó el arqueólogo dando unos golpecitos en la funda que guardaba su pistola- Probablemente sea usado como madriguera por animales salvajes. No me sorprendería que eso sea la causa de los gritos –explicó impasible
-“Ameguicanos…” –murmuró Emille poniendo los ojos en blanco
-¡Hermund, Victoria! Id al otro campamento y avisad al profesor Polo de lo ocurrido. Decidle que llame a la ciudad para que envíen dos o tres ambulancias lo antes posible.

A los pocos segundos, el profesor Karaby y sus cinco compañeros atravesaban cautelosamente la puerta principal, mientras los dos mensajeros volaban en busca de auxilio.

Envueltos por la penumbra, sólo podían ver los pequeños círculos de luz proyectados por sus linternas. No supieron muy bien qué o quién bajó corriendo por las escaleras de la entrada y se abalanzó sobre Toni, que profirió un alarido mientras forcejeaba con su atacante rodando por el suelo. Pudieron escuchar como los gritos eran sustituidos por un gorgoteo desagradable acompañado por un ruido de succión y pequeños crujidos. Cuando lograron enfocar sus linternas, vieron que Toni había rodado varios metros por el suelo y yacía muerto, con la zona de la boca devorada por lo que parecía ser un cadáver a medio descomponer.
Andrea profirió un grito ahogado y salió corriendo del castillo, acaparando la atención del ser que corrió ágilmente tras ella inmune a los disparos que el profesor había ejecutado.
Corrieron tras ellos, pero Andrea y ser se perdieron en la oscuridad del bosque. Segundos después escucharon un fuerte alarido. Había logrado darle alcance.
-¿Qué demonios “ega” eso? –preguntó Emille
-No lo sé… -respondió el agitado arqueólogo reponiendo las balas gastadas en el tambor del arma- pero estoy seguro de que hay más.
-¡Yo me “laggo”! –exclamó de nuevo el chico francés
-¿Y a dónde vas a ir? –preguntó Sergio
-¡A casa, idiota! ¡No voy a quedadme aquí “espegando” que me “devoguen”!
-Emille, no seas bobo –replicó el profesor- en el bosque vas a correr el mismo peligro. Si no quieres entrar, de acuerdo, pero espera al menos a que se haga de día. Espera en el campamento.

Minutos más tarde, tras haber examinado algunas estancias del palacio, confirmaron la teoría del profesor de que el ser que salió a recibirles no era el único en todo el lugar. Varios del mismo tipo salieron a su encuentro a medida que penetraban en la inmensidad de aquel castillo ruinoso y por cada uno que conseguían abatir o dar esquinazo, obtenían algo de información.
-Son abatibles –informó Sergio después de arrancarle media cabeza a uno al golpearle fuertemente con un atizador de alfombras que encontró en el suelo.
-En su día estuvieron vivos –informó Henry después de ver como otro caía rodando por las escaleras al pisar un escalón ruinoso y se desmontaba en varias partes- pero ahora parece que están medio descompuestos.
-Fijaos en sus ropajes –explicó el profesor señalando a tres que acababan de eliminar en un amplio pasillo- Yo diría que son del s. XVII… Este de aquí –señaló dándole la vuelta a uno de ellos utilizando la pata que había arrancado de una silla- debía ser alguien importante dentro de la corte ¿Veis el escudo familiar?... Dios mío… -susurró al mirar el escudo
-¿Qué sucede, profesor? –preguntó Henry.

Miró el escudo con atención observando el dibujo de una rosa bordada con hilo de oro. La única peculiaridad era que el tallo estaba completamente limpio a excepción de una sola espina.
-Es el palacio de Dornröschen –murmuró finalmente Karaby
-Ni idea –respondió Sergio encogiéndose de hombros mientras vigilaba sus espaldas con el atizador dispuesto. Henry también permaneció atento sin comprender
-Es una dinastía real alemana considerada ficticia –explicó en un susurro, más para si mismo que para sus acompañantes- ¿Conocéis el cuento de la Bella durmiente?
-Profesor, con todos mis respetos, no creo que sea el momento oportuno para… –respondió Sergio
-Según el relato de los Hermanos Grimm –interrumpuió el profesor ignorándole- el cuento se llama Dornröschen, es decir, la espina de la rosa. El mismo nombre que la dinastía desaparecida.
-¿Y usted cree que…? –preguntó Henry incrédulo señalando el cuerpo del mayordomo muerto
-¡Todo encaja! –afirmó el profesor mirándole con ojos desorbitados. Henry, por primera vez, vio en su mentor a un anciano dominado por la edad y la presión del miedo- El bosque de espinos, el reptil alado, el caballero… ¡Los huesos que estamos excavando son los del dragón abatido que custodiaba el sueño de la princesa Aurora!
-¿Y si el dragón fue eliminado, por qué esto no volvió a la felicidad con perdices y todo eso? –preguntó Sergio incrédulo
-El caballero tuvo que ser devorado por la bestia, lo que explicaría el esqueleto corroído que encontramos dentro de lo que debía ser su estómago.
-Un dragón muerto se come al caballero…
-No, al revés. Un dragón vivo se come al caballero y éste lo mata desde dentro. Dragón y caballero caen y el castillo permanece custodiado por el bosque de espinos imposible de atravesar.
-Profesor, no tiene ni pies ni cabeza… -expuso Henry- Los dragones no existen y nunca han existido. No hay crónicas fiables acerca del tema.
-¿Y estas bestias que ahora mismo intentan devorarnos existen o han existido según tus crónicas? –preguntó tajante
-Jaque Mate –sonrió Sergio
-¿Qué sugiere entonces, profesor? –preguntó Henry molesto
-Al no cumplirse el contrahechizo y perdurar la maldición más tiempo del establecido, partiendo siempre de los relatos populares –indicó frunciendo el entrecejo- la única explicación que se me ocurre es que se trate de una fecha vencida.
-¿Qué?
-Un hechizo caducado, por decirlo de otro modo
-¡Eso sí que ya no me lo creo!
-¿Y qué debemos hacer ahora, señor Karaby? –preguntó Sergio- ¿Ir a besar a la bella durmiente en la torre oculta del castillo? ¡Pensadlo bien! El dragón está muerto, el bosque de espinos superado… ¡sólo nos queda besar y salvar a la chica! –rió
-La princesa Aurora debe estar en el mismo estado que el resto de la corte –meditó Karaby ignorando las burlas- La maldición también tuvo que pasarse para ella.
-¿Entonces?
-Debemos encontrar la entrada a la torre para confirmarlo. Puede que allí encontremos la respuesta definitiva.

Decirlo era fácil, pero llevarlo a cabo era algo muy distinto. A pesar de que Sergio y Henry se opusieron en redondo, tuvieron que separarse para explorar más deprisa.
-No tenemos tiempo que perder –dijo el profesor cuando los chicos se negaron a la propuesta de separarse- Una de esas cosas ya ha salido del castillo detrás de Andrea y no sabemos si alguna más ha dado con el portón abierto. Cuanto antes demos con el foco de la maldición, antes podremos averiguar cómo ponerle fin.

“No me creo que esté buscando una princesa maldita” pensó Henry tras reanudar la marcha “Pero tampoco creía en muertos vivientes y, si las cuentas no me fallan, ya me he topado con una veintena”
Su instinto y sus escasos conocimientos sobre historia de Europa le decían que si buscaba una torre, lo mejor era hacerlo en las esquinas de la edificación o en el patio mayor. No obstante, aquel castillo era un entramado de pasillos, cámaras, habitaciones y pasadizos en ruinas que hacían imposible establecer un plano concreto de la zona. A ello había que sumarle la penumbra, rota únicamente por el círculo luminoso que proyectaba la linterna de su casco, y el hecho de que toda su atención se centraba en detectar a los ocupantes del castillo para evitar ser devorado.

Había recorrido lo que consideró que sería un anexo de la biblioteca, cuando escuchó un rumor no muy lejos de donde se encontraba. Se detuvo manteniéndose pegado a la pared y agudizó el oído intentando oir por encima del estruendo provocado por los violentos latidos de su corazón. En aquel momento, su respiración entrecortada le resultaba estruendosa y le impedía ubicar con claridad la procedencia del ruido. ¿Delante? ¿volviendo la esquina? ¿En la habitación de al lado? ¿detrás de él? No lo sabía.
Un poderoso temblor se apoderó de su cuerpo que se tambaleaba pegado a la pared intentando avanzar con todo el sigilo que le fuera posible. El rumor era cada vez más claro, pudiendo distinguir el sonido de algo que se arrastraba acompañado por unos leves gimoteos angustiosos.

Enfocó el haz de luz hacia el final del pasillo y entrecerró los ojos. Continuó avanzando lentamente con la espalda pegada a la pared y el revólver sujeto firmemente en sus manos. Finalmente logró ver una sombra que se arrastraba lentamente por el suelo hacia él. Seguramente lo que quisiera que fuese, o quien quisiera que fuere, se estaba dirigiendo hacia la luz que proyectaba con su linterna. Conteniendo la respiración, alzó el arma y apuntó. Tenía que esperar a tenerlo cerca para asegurarse de no errar el tiro; apenas le quedaban un par de balas de repuesto.

Por suerte no disparó. Quien se acercaba arrastrándose era Julio, uno de los chicos que, esperando a que todo el campamento estuviese dormido, se había saltado el protocolo de seguridad y se había adentrado en el palacio. Aunque avanzaba con la cabeza gacha, pudo reconocerle por la sudadera naranja intenso que tanto le gustaba.
-¡Oh, Dios mío, Julio! –exclamó arrodillándose junto al chico que no paraba de gemir y sollozar- ¡Estás viv… aaah!

Cuando le alzó, contempló horrorizado como el rostro de su compañero estaba completamente desfigurado. Profundas heridas le surcaban el rostro ensangrentado, su mandíbula inferior colgaba inerte y triturada por varios sitios en medio de una masa sangrante que, en un momento, debieron ser las mejillas, encías y el mentón. La lengua le había sido arrancada y ahora no era más que un pequeño bulto musculoso que se movía velozmente en todas direcciones. Pero lo que más aterró a Henry fueron los ojos de Julio. Sus ojos, empapados en lágrimas, le miraban horrorizados e implorantes. Pedían auxilio, atención médica, algo que le calmase el dolor y el sufrimiento de su cuerpo y de su mente.
Intentaba comunicarse, pero sólo emitía angustiosos sonidos guturales que se fueron desvaneciendo poco a poco junto con sus fuerzas. A los pocos segundos, se desplomó y permaneció inmóvil a sus pies.

Tras tomarle el pulso y confirmar su muerte, Henry reanudó su exploración siguiendo el abundante reguero de sangre que había dejado su compañero, hasta dar con un amplio salón de música invadido por la maleza y las telarañas. En pocos segundos, su linterna fue perdiendo intensidad hasta dejarle a oscuras. Sin embargo, los rayos de luna que entraban a través de las grietas del techo le mostraron una fila de cuerpos inertes repartidos por la estancia. Poco a poco fue volteándoles con el pie pudiendo confirmar sus sospechas. Era el resto del grupo y todos presentaban la misma imagen; la cara destrozada y ni rastro de sus bocas.

Un movimiento brusco en el extremo opuesto de la habitación le hizo alzar el arma y apuntar a la sombra que acababa de asomar por la puerta.
-¡Henry, no dispares! –dijo la voz de Sergio. Sonaba como enlatada- ¡Soy yo! ¡Corre, ven! ¡Lo hemos encontrado!
-¿Hemos?
-El profesor y yo nos hemos encontrado en las cocinas –explicó mientras corrían por los corredores. Henry pudo ver que Sergio había hecho un laborioso trabajo de limpieza- El profesor ha subido a la torre mientras yo venía a por ti.
-¿Ha ido él sólo? –preguntó horrorizado
-¡No te preocupes! ¡Hemos descubierto el modo de protegernos! Eso me recuerda... –dijo dándose la vuelta y cambiando de rumbo.

Bajaron por unas amplias escaleras de mármol hasta un pequeño recibidor que, si Henry estaba en lo cierto, debía hallarse en el extremo opuesto por el que habían entrado. Ensimismado en el juego de luces que proyectaba una impresionante cristalera ubicada en lo alto del muro, no se percató de Sergio, el cual se había encaminado a una armadura solitaria y luchaba por quitarle el yelmo.
-¡Dame eso, condenada! ¡Si tú no lo vas a necesitar! –protestaba mientras tiraba. Finalmente cedió y dio un traspié con el casco sujeto entre sus manos- ¡Por fin! –suspiró.
-¿Qué haces? –preguntó Henry. Por primera vez se fijó en que Sergio también llevaba puesto el yelmo de una armadura en la cabeza- ¿Y por qué llevas eso?
-Es la protección que te decía, póntelo. Te lo explico mientras vamos a buscar al profesor.

Obedeció y siguió a su guía por un amplio claustro semiderruido. Sergio le contó que él, y el profesor antes que ambos, también había dado con el salón de música, donde yacían sus compañeros. A ninguno de ellos se les pasó por alto que las víctimas habían perdido sus bocas. Así pues, concluyeron que la mejor opción para poder seguir adelante era proteger las suyas.
-Al principio me pareció ridículo –indicó Sergio a paso ligero- Pero después de toparme con los primeros vi que, efectivamente, se tiraban a morder ahí. Se vuelven bastante estúpidos cuando ven que no pueden alcanzarte. No sé qué afán tienen por comer bocas, pero es así. El peligro ahora reside en que se ponen muy violentos, así que aunque no puedan mordernos, no bajes la guardia. Intentarán quitarte ese casco a toda costa.
-Lo tendré en cuenta
-Ya hemos llegado –indicó entrando en un torreón ubicado en el patio mayor.

Ascendieron por una tortuosa escalera de caracol hasta el nivel más alto, donde el profesor les recibió con un giro brusco y encañonándoles con su revólver. Era una imagen ridícula la del profesor con su chaleco reflectante, la cuerda de seguridad en el cinturón y el yelmo con plumas encajado en la cabeza.
-¡Por Dios, no entréis así! –protestó bajando el arma- ¡Podría haberos matado!
Henry no dio opción a una réplica. Aquello que veía le había dejado sin palabras. Se encontraban en una estancia circular ocupada, en su mayor parte, por una lujosa cama con dosel. En un rincón, una vieja tejedora de madera carcomida por la humedad y los insectos, se mantenía en pie sujeta por sólidas telas de araña.
-¿Está… ahí? –susurró Henry
-Supongo –murmuró el profesor- No me he atrevido a descorrer el dosel… además, quiero que echeis un vistazo a esto –dijo señalando una gran losa de mármol que había en el suelo.
-Nunca se me dio muy bien la paleografía –replicó Sergio intentando leer los caracteres de la losa- Ni el latín tampoco fue mi punto fuerte –confirmó al examinar las primeras líneas- ¿qué pone?
-Yo tampoco he podido hacer una traducción literal –comentó Karaby- pero sí he podido entender el contexto. Viene a decir que aquel que quiera despertar a la princesa y, con ella, a toda la corte, ha de hacerlo con un beso, como todos sabemos por el cuento. Deduzco que está en latín porque esperaban que pudiese entenderlo cualquier príncipe o caballero que viniese en su búsqueda fuese cual fuese su procedencia. Lo que no entiendo es por qué la corte ha vuelto a la vida y tienen ese afán por comer bocas.
-¿Y si lo que buscan es despertar a la princesa y romper la maldición ellos mismos? –propuso Sergio- Pensadlo por un momento: Según el cuento, el bosque de espinos protegía a los miembros del castillo para que nadie pudiese sacarles de su letargo. Bueno, eso explicaría por qué han vuelto a la vida.
-Ya ¿Y la princesa? –intervino Henry
-Ella sigue ahí dormida –señaló la cama- porque es quien debe recibir el beso, pero aun no se lo ha dado nadie
-¿Y lo de comer bocas también es por las espinas, no?
-¡No, ahí es a donde voy! Tras permanecer siglos inertes, dormidos, sin comer ni nada, su cuerpo, como contenedor, se ha degradado, pero su alma sigue viva. Han perdido varios órganos, entre ellos los ojos, así que no ven quién es su princesa y ante cualquier sensación de vida que notan cerca de ellos, se lanzan a la desesperada a darles el besito.
-Una cosa es un besito y otra muy diferente es arrancar la boca a mordiscos…
-Sea como sea… -intervino el profesor que se había acercado a la cama y había retirado el dosel- la parte de que la princesa Aurora permanece aquí es correcta. Ahora; ¿Quién es el valiente que le da el beso y comprueba si funciona?

En la cama, cubierto por lo que debía ser un vestido de gala azul, reposaba un esqueleto grisáceo con varios mechones de pelo lacio sujetos por una fina corona de plata. Sus manos permanecían cruzadas sobre el pecho sujetando una rosa marchita y su mirada, desde las cuencas vacías, se perdía en el infinito mientras esbozaba una divertida y macabra sonrisa.
 
roseblack,29.01.2013
Muy bueno jac, laaargo pero bueno.
Gracias por jugar y compartir.

Cariños
Rose
 
WEISSTURNER,29.01.2013
MONTE SIMELI (de los hermanos Grimm) CON GATO CON BOTAS (de Charles Perrault) INCLUIDO Y ALOMBRIZADO

Las suelas de las botas de siete leguas habían acabado por gastarse de tanto ir de parranda por la calle de las sierpes de Sevilla. El Gato estaba amostazado. Ningún zapatero de oficio y prestigio vendía esas botas. Había que ir a la caverna mágica del monte Simeli (que el Diablo Cojuelo me lleve si sé dónde queda eso). No maúlles, Gato maulero, y cállate ya.

En esta página de las azules estampas se le pregunta a maese Zumm sobre la ubicación de cualquier sitio del planisferio, y sabe cómo ir. “Sí, el monte Simeli queda tres cuadras más allá de donde vive Camila Bordonaba. No te vayas a perder”. Allá que vas, gato pulgoso con las suelas cuarteadas. Llévate el libro de los hermanos Grimm para que sepas cuál es la fórmula mágica que abre el útero del monte Simeli (¡Ábrete Sésamo no vale!).

Aquí, en la página 37:

-Monte Semsi, monte Semsi… ¡Ábrete o ciérrate!

-Si eres mujer me abro, si eres varón me callo.

-Gato soy.

-Entonces aféitate los nudillos y las témporas.

-Afeitado estoy.

La montaña se abrió con el gruñido de las tripas de Majencio Alcorcón (si no sabes quién es, no me des un coscorrón). El gato entró y la montaña se cerró. Que sí, que sí… que allí estaban los tesoros de Ali Babá, excepto el iPhone5.

-Monte Semsi, ¿botas de siete leguas tienes?

-Negativo, son de once leguas, con GPS y conexión USB.

-Envuélvemelas, me las llevo puestas.

¡Qué bonitas eran! Con esas hebillas doradas que parecen la cara de don Newen en día de paga. Se las puso y… ¡oh fatalidad!... Del empeine a la puntera estaban cuajadas de lombrices de pescar.

-¡Miaooo, miaooo! ¡Que no me gustan los tallarines a la boscaiola!

-Tranqui, pibe. Eso es porque las botas han estado guardadas en sitio cerrado. En cuanto las domes un poco al aire libre, ya verás cómo las lombrices se las lleva Rip Van Winkle para usarlas de cebo en sus cacerías de venados.

-¡Monte Semsi, monte Semsi! ¡Ábrete!

-Nada. Ésa no es la contraseña.

-¡Monte Semsi, monte Semsi! ¡Ábrete, por los tintineantes doblones del marqués de Carabás!

-Ni aunque fuera por las doradas trenzas de Verónica Lake.

-¡Monte Semsi, monte Semsi! ¡Ábrete por el cóndor que se comió a la paloma por el huevo del gavilán pasado por agua!

-Nada, nada. Parece que las lombrices están hambrientas.

No dejaron del gato ni el bigote que se atusaba los martes. El terror del pobre felino mientras entregaba sus diez vidas, sólo es comparable al del que bajó a las fúnebres catacumbas en busca del tonel de amontillado del señor Edgar Allan Poe. De ver tantas lombrices carnívoras y los huesos del gato mondos y lirondos, estoy sintiendo que los pelos del antebrazo se me ponen como escarpias y mis intestinos redoblan sus borborigmos.

Y ahora dime, monte Semsi, ¿cuál era la contraseña para salir de tus prietas entrañaduras? Si me lo dices, te doy a cambio este precioso sacapuntas de manivela para ponerlo con tus tesoros.

-Así, con regalo mediante, nos vamos entendiendo. Anota en papel de estraza, como hicieran los hermanos Grimm:

MONTE SIMELI, MONTE SIMELI, ÁBRETE DE NALGAS O TE ARREPENTIRÁS.

Pufff, me voy disparado. Nunca me gustaron los pelos de gato ni las lombrices en mis partes umbrías.

(Si no hay terror, te lo inventas. Ya bastante que lo he hecho gratis).
 
lagunita,29.01.2013
VERSIÓN LIBRE DE CAPERUSITA


Caperucita camina por el bosque tratando de encontrarse y de encontrar la solución. Fastidiada por las palabras del leñador, que la vive atormentando con la idea de que el lobo se la quiere deglutir. Así, mientras cavilaba que hacer, se encuentra con todos los animales del bosque que le gritan cosas a su paso. Ella con su hacer frágil, su coqueteo, cree que la están halagando y no se percata de la furia de los pobres animalitos, que están casi mas perdidos que ella. Los mira, y con su andar de princesa en decadencia, les dice que el lobo no podrá con ella, que no se entregara a sus deseos, que su fuerza de voluntad es más fuerte que todo el clásico olor de la naturaleza. Ellos la miran sin entender muy bien lo que les quiere comunicar, y caperucita sigue su camino con la frescura de quien no sabe muy bien en qué lugar esta posicionada. Descansa entre la bruma de sus desquicios y piensa en su príncipe azul, y los sueños la trasladan al mundo sin más responsabilidad que sus bellos recuerdos.
Pero de pronto hay fuego en el bosque, los árboles están ardiendo y los animales en plena corrida por el lugar en busca de seguridad, hacen sonar sus pequeñas uñas, es como un lamento continuo y profundo, llama la atención de las hormigas y de todos los insectos que alberga la selva.
El lobo agazapado aúlla de furia, esta como loco, se topa con las frescas flores y los fuertes olmos. En una mueca de desesperación llora y rebuzna en busca de consuelo, es que ella no lo entiende y el esta súper mal, esperanzado de ser el lobo malo que se come a caperucita y a cualquiera que se le parezca. La abuela no le gusta, a él le gusta tener carne fresca, además hay tantos otros lobos desesperados por lo mismo que se siente perseguido.
El tiempo se termina, los animales esperan respuestas y llaman a comenzar rápidamente la lucha, comerse a la niña que coquetea sin cesar con cualquier lobo siberiano o del norte o del sur. Ha comenzado la caza, ella corre en busca de un lugar seguro, en la persigue con furia y deseo, el descontrol es total. Así, los demás, están tan afanados en mirar, que salen y se aglomeran entre los verdes juncos, entre las aguas cristalinas. Ella llega sudando a la casa de la abuelita, y ahí supuestamente creé encontrar la solución, se viste de abuela y espera por él, que llega con la baba entre los colmillos, desafiante, pero al reconocer a quien no quiere comer, se agrava su bronca, se retira, ella recapacita y se pone su traje de roja ilusión, sale al portal de la casa justo para ver el espectáculo más estremecedor que nunca pensó ver. Vestida así de rojo carmesí, tal cual está el volcán que arde, con su lava que se extiende por las colinas y baja llegando hasta sus frágiles piernas, el azufre se siente penetrar hasta lo más recóndito del alma, y se ve allí llena de lodo, llena de lava, convertida en piedra.
La lluvia salvadora llega con furia, y el lobo que aúlla lejano corre, pero sabiendo que perdió a su presa se refugia entre las piedras toscas y encorvadas, allí, en su madriguera se siente seguro, busca entre su piel la sangre seca que rasca con violencia, sabe que perdió esta partida, como sabe que volverá al bosque en busca de revancha, ahora es preferible descansar de tantos altibajos a pesar de que huele cerca a los de su manada no quiere que lo encuentren, ni que le reprochen su debilidad, se acurruca en busca de una posición cómoda tratando de dormir hasta que pasen los que buscan su vida.
Ella mira como la lluvia cae sobre los arboles que se chamuscan de frio, apagando el fuego que quemaba sus viscosos troncos y sus hermosas hojas lustrosas… que ahora, brillan negras y mojadas, el volcán no sabe de lluvias reparadoras, solo conoce el poder de ser lava, de ser fuego, de ser el máximo poder de la tierra, y ruge, y se lamenta, prolonga su furia y canta una canción de horror, las criaturas vagan desorientadas, temerosas, sin poder encontrar el lugar adecuado para dejar su miedo.

Todo queda en las pupilas de caperucita como una muestra, como una consigna sin margen, ella comprende la majestuosidad del fenómeno, y cae en la cuenta que debe salvar su edén; y corre presurosa por el bosque, deshace las enredaderas que se anteponen a su paso, desafía al terrible volcán, al lobo, a la manada, al bosque, y deja su lamento recorrer en silencio el espacio, coronando así de fiesta la llanura.
Ve a sus criaturas volverse a mirar el sendero por donde ella camino antes de comprender, que el lobo no existe, que ella es la dueña de su caperuza, que es la reina del bosque y debe defenderlo de lobos virtuales, conmovida, siente que encontró la verdad , llora de felicidad sabiéndose ganadora de sus propias equivocaciones.
Así, el bosque es una muralla de sombras latentes que no quieren dejar de ser importantes, caperucita siente su fragilidad, sabiéndose fuerte, reconoce que debe ahondar sus ideas para conseguir que la vida del bosque siga perteneciéndole a ella, a su leyenda, sabe que el lobo ya no puede seguir siendo intolerante con sus manías.
Crece la fuerza en su interior, ya siente que su sangre roja como su capa, recorre su torrente sanguíneo. Sabe que si supera los escollos acumulados por su propia inoperancia, todo volverá a ser como antes, y ella será eternamente la caperucita roja que recorre el mundo, haciendo soñar a todos los que conocen su historia.



 
roseblack,29.01.2013
Weis, de lo que tomes bajale que estás sobremedicado


Gracias por compartir.
Cariños.
Rose

 
roseblack,29.01.2013
Lagunita, una versión aventurera de caperucita, ágil.

Por momento se siente la agitación del texto, el apuro imperioso que llena de ansiedad.

Gracias por jugar.
Cariños.
Rose
 
JacPhoenix,29.01.2013
A mi me dijeron que escribiese a lo grande, pero creo que no pillé el transfondo del mensaje jajaja.

Me he reido mucho con el cuento del gato con botas, aunque estoy de acuerdo con rose en el tema de la sobremedicación xD
 
JacPhoenix,29.01.2013
A mi me dijeron que escribiese a lo grande, pero creo que no pillé el transfondo del mensaje jajaja.

Me he reido mucho con el cuento del gato con botas, aunque estoy de acuerdo con rose en el tema de la sobremedicación xD
 
JacPhoenix,29.01.2013
A mi me dijeron que escribiese a lo grande, pero creo que no pillé el transfondo del mensaje jajaja.

Me he reido mucho con el cuento del gato con botas, aunque estoy de acuerdo con rose en el tema de la sobremedicación xD
 
JacPhoenix,29.01.2013
No se por qué ha salido el mensaje tres veces. Si alguien puede borrarlos...
 
NeweN,29.01.2013
JacPhoenix... El mensaje salió 3 veces por efecto de la auto y sobremedicación. ¡Ya deja eso que te hace mal!!
 
gsap,29.01.2013
El cuento de Rhcastro me encantó, genial la parte del baño y la aparición del oro... la última frase, como para final de película...Felicitaciones!!
 
gsap,29.01.2013
Quntur y la bella durmiente. Escueto, me gustó el remate...
 
JacPhoenix,30.01.2013
Va a ser por eso, NeweN. Va a ser por eso... jajajaja
 
roseblack,30.01.2013
A todos los que están participando de una u otra manera mil gracias. Como mal decía un amigo ¨juntos somos más muchos¨

Estamos generando un buen espacio de juego y compañerismo digno de hacernos bien.

Cariños a todos
Rose

Pd: obvio que pueden subir sus cuentos a su bio.
 
vihima,30.01.2013
Aun se puede participar?? m encanta tu idea Rose, yo tengo una saga de cuentos llamada Destripando los Clásicos y me gustaría hacer un aporte (si es que puedo reutilizar un cuento viejo)
 
huapi,30.01.2013
Ahi va el mio............Espero que guste.

La bella y la bestia- modificada
Había una vez
En el castillo del reinado de Azcaban la princesa Sofía, una hermosa pero inquieta adolescente, era pretendida por el príncipe Ricardo. El cumplía con todos los atributos para ser el esposo ideal, su cara angelical en nada contrastaba con su bondad y riqueza, pero como en todo cuentos de hadas, faltaba algo, faltaba el corazón y Sofía, rebelde a las ordenanzas de su padre, se oponía a viva voz.
Luego de la cena y habiendo discutido con su padre, fue a dar un paseo como ella acostumbraba, por la aldea lindera al castillo. Solo lo acompañaba su amiga y confidente institutriz, Beatriz. De repente, en el medio de la calle cercana a un callejón, 2 ladronzuelos las atacan y al querer llevarlas hacia un lugar más solitario para poder abusar de ellas y sustraerles sus pertenencias, aparece como un superhéroe moderno, un hombre grandote que a razón de coraje y actitud, les propino unos golpes a los malhechores los cuales escaparon raudamente. Sofía, estaba tirada en la entrada del callejón con las vestiduras rasgadas y Carlos, así se llamaba su héroe, se le acerco para ver como se sentía. Al verlo de cerca, ella se retiro inconscientemente hacia atrás, debido a una deformación que tenía en su cara que le dio impresión, pero hizo un esfuerzo y le agradeció con algunas monedas de oro. Él orgulloso y con bronca por la reacción de ella, las rechazo y salió corriendo hacia su escondite, el único lugar donde se sentía cómodo.
Una vez devuelta en el castillo, Sofía, no podía pegar un ojo pensando en ese hombre y en cómo había actuado, ella era virgen al amor y no sabía que ese frenesí de pensamientos, ese latir raudo de su corazón y ese pensar apasionadamente en él, en su acción, hizo con el correr de los días que fuera su amor imposible. Era él quien podía evitar el casamiento con Ricardo. Era a él a quien le quería brindar su amor.
Con ayuda de su compinche, salían todas las noches y algunas tardes en busca de Carlos, con el fin de poder encontrarlo, hablarle, agradecerle y por sobre todas las cosas poder hacer que él sienta lo mismo por ella. Por fin se dio ese encuentro y con el correr de los días, se fueron dando todos sus sueños, todo lo que ella había imaginado se cumplía.
La noche del 6 de febrero, una noche fresca de luna llena, Carlos asiste a la fiesta en el castillo invitado por Sofía sin imaginar que esa noche el rey iba a anunciar el compromiso entre Ricardo y su hija Sofía. Carlos estaba invitado y mientras bailaba con algunas damas del lugar o más bien intentaba bailar, ya que las mismas huían de él, el Rey pide la palabra y anuncia lo tan esperado para todos menos para ella. El compromiso de su hija. Sofía, lo mira y con una seña le dice que no estaba de acuerdo, pero él, saca su animal interno, movido también por la luna llena, ya que en sus genes había algo de lobizón, de animal, y al escuchar esa declaración, pega un grito, se abalanza y cuando ella imaginaba un final épico de película en la cual era rescatada por el amado príncipe, le clava en la yugular, cual vampiro los colmillos y sale corriendo del castillo, mientras la bella Sofía se desangraba ante la presencia de todos. El huía como el justiciero del amor.
 
yar,30.01.2013
Ustedes sasben que no es mi estilo -aja-, pero siento muchotas ganas de participar, les dejo este horripilante cuento, espero después puedan dormir... leanlo bajo su riesgo.


La horrible durmiente.

Cuenta la leyenda que en un reino muy, muy lejano… ya saben (so far away).

Nació una princesa cuya fealdad -aun contemplándola con toda la benevolencia que imponía su sangre real- hacia estremecer a todos los que estaban a su alrededor.

Sus mismos padres que no atinaban a develar el misterio de este infortunio; se paralizaban de terror cada que la “criatura” emitía uno de sus aterradores gritos.

Cada noche era un verdadero suplico para los reyes y toda la corte que no tenia más remedio que fingir indiferencia ante la diabólica visión.

Más de un ministro solicito “licencia” para servir en menesteres diplomáticos en algún reino extranjero.

Y los que no pudieron “irse”; eran atormentados por las más cruentas pesadillas.

Fue llamada una hada buena para romper lo que se consideraba un conjuro de una bruja y así era en efecto; pues cuando nació la bebe fue hechizada, quedando de que al cumplir los 16 años el “monstruito” dormiría para siempre y dejaría de aterrorizar al reino.

Ella nada tuvo que ver con la fealdad de la princesa, eso solo fue obra de sus padres -la verdad el rey estaba pa´los perros-

El hada llego justo el día del cumpleaños y trazo algunos pases con su varita sobre la cabeza de la horrenda princesa.

Ella que se había hecho mala a fuerza de sentir el rechazo de que era objeto: “emitió” un fulgor maligno a su bienhechora.

Que quedando pasmada por unos instantes rego el hechizo a todo el reino: quedando todos paralizados por los siglos de los siglos… y aún hasta ahora.

¿Llego alguna vez un príncipe?

Si.

Un día uno muy despistado, que cuando se descuido fue engullido por la “bella” princesa.

ray . yar

P.D.

Los iré leyendo de a poco compañeros(as), apenas me enteré de este evento;

¡¡¡saludos y abrazos a tooodos!!!






 
yar,30.01.2013
Leí ya el cuento de rosblack.. el de la cigarra;

pobre animalito, pero se lo tenía mercido, nadie sale impune de su "maldad"... bueno los políticos en México si que lo lográn... je je je

Muy buen cuento.

¡¡¡FELICIDADES Ross!!!
 
yar,30.01.2013
creo que el Jac..."cenizas cientas" ya lo había leido en home, pero va de "nuez".

me gusto hermano; además ya era tiempo de que se desquitará de las barbajanas de sus hermanastras y su horrible madrastra.

un abrazo amigoooo!!!!

¿no se cuantos aullidos puedo dejar aquí...?

¡¡¡¡MUCHOS!!!!
 
yar,30.01.2013
bu bu bu... El cuento de Yososyasi...

el de "caperuzita ..." me dió mucho miedo; creo que fue a mi primo el que se almorzarón.

¿Que tal que yo hubiera ido?

No hay derecho jovén... como diría "cantinflas"

¡¡¡muchos aullidos aterrorizados para ella!!!!
 
roseblack,30.01.2013
Huapi y yar muy buenos cuentos, espero que lo hayan pasado bien escribiéndolos porque acá nos vienen como dulce. No se a los demás pero a mi me fascina ver la imaginación de todos frotándose las manos con cada historia.

No me voy a cansar de agradecerles a todos la buena onda de leer y/o escribir.

Cariños
Rose

pd: cuando vean como es el próximo juego los quiero ver , pero no se preocupen, falta un poco de tiempo, por lo que veo éste está en pañales.
 
roseblack,30.01.2013
Olvidé pasarles un pedido: de ser posible no hagan los cuentos muy largos para que la lectura no se haga pesada y podamos leerlos a todos.

Gracias
Rose
 
JacPhoenix,30.01.2013
Mensaje captado, rose jajaja
 
roseblack,30.01.2013
Listado de cuentos compartidos:

-La cigarra - roseblack
-Cenizas cientas (La Cenicienta) - jacphoenix
-Caperucita Roja y la abuela- yosoyasi2
-Un cuento diferente (Hansel y Gretel) - glori
-Caperucita Roja y el odio – gmagdalena
-La verdadera historia de la bella durmiente - quntur
-Juan y los frijoles mágicos - rhcastro
-Patito feo - morgund
-El lobo (Caperucita Roja) - de newen
- La extraña obsesión de Geppetto (Pinocho) - kisierate
-La bella mordiente – jacphoenix
-Monte Simeli y el gato con botas - weissturner
-Caperucita - lagunita
-La bella y la bestia - huapi
-La horrible durmiente - yar
 
vihima,30.01.2013
Bueno, pues con el beneplácito de la Rosa Negra allá va mi cuento :



bLa MuerTe AzuL
O la verdadera historia de La Sirenita/b
SAGA CLÁSICOS DESTRIPADOS


Él volvió a la cala donde la vio por primera vez, seguro ella estaría... Volvía a haber luna llena, su tripulación y las gentes del lugar le habían advertido, tendría la precaución de no adentrarse en las profundidades, pero esta vez no se escondería.
Después de un buen rato, la vio llegar desde lo profundo, era dolorosamente bella, su piel era muy blanca, casi azulada a la luz de la luna, y tenía un largo y oscuro cabello que ondulaba en el agua.
Él desafiante, se quitó la camisa dejando desnudo el moreno torso, se quitó las botas y entró en la orilla. “¡No te tengo miedo hermosa mujer!”. Gritó, y ella quedó inmóvil en medio del mar, mirando fijamente hacia él pero con el rostro en sombras. De pronto, en un segundo, desapareció en el agua.
Estaba muy excitado, nunca había visto algo tan asombroso en ninguno de sus viajes, y aunque era joven, había navegado por los siete mares desde que tenía cinco años, su padre era el capitán del barco.
Ella era su quimera, la Dama del Mar, algunos la llamaban la Muerte Azul. Los marinos decían que su canto era el más hermoso y mortífero del mundo, que tenía cola de pez en vez de piernas… A él no le importaba, sentía que en ese ser estaban todas las respuestas, desde que supo que existía la buscó incansable y cuando al fin la vio en aquellas tierras vikingas sintió algo que enturbió para siempre la luz de sus ojos.
Sus compañeros le decían que estaba enfermo, que había caído presa de una obsesión fatal, que era un loco si entraba en la boca del lobo… Pero él no podía dejar de pensar en ella, no la temía, ¿cómo temer lo que se ansía?... Además conocía el mar desde que nació, se había debatido entre todo tipo de olas y tempestades, su sangre era más salada que el océano, sus ojos más fieros que el más temible huracán… Su padre, su abuelo, su bisabuelo, todos habían sido hombres de mar desde que la tierra se separó de las aguas. Y ahora, tras milenios de servidumbre al océano, él, estaba cerca de descubrir el más preciado secreto que el mar le podía ofrecer, lo había ganado por derecho.
“¡No te tengo miedo Dama del Mar!” volvió a gritar. “¡Heme aquí, sólo deseo verte de cerca, hablar contigo!”
Entonces, un chapoteo cercano, y a menos de tres metros, una cabeza asoma en el agua. El corazón le golpea fuerte en el pecho: “¡Sólo deseo saber quien eres!, sólo quiero mirarte”. Nada, sólo silencio.
“¡Por favor, no quiero hacerte daño hermosa criatura, sólo deseo ver si eres real!”. Su voz ahora sonaba implorante.
Poco a poco, la figura se acerca, nadando sin ruido, sigilosa, ondulante como una serpiente, su silueta aun sigue en sombras.
“SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSHH” se escucha de pronto
“VENMARINEROACERCATEAMÍ” una suave y gutural voz sale de la garganta de la criatura. El chico siente un escalofrío, el pánico se empieza a apoderar de él, recuerda de pronto las advertencias de que no se adentrara en lo profundo.
“SITEMESVETEPORDONDEVINISTE” Su voz se deslizaba por el aire, como si no hubiera pausa entre las palabras, cómo si todo lo dicho fuera un rumor del océano… Pero extrañamente la entendía.
Sin pensar mucho penetra más allá de la orilla… Ahora el agua le cubre hasta la cintura. “¡Hasta aquí llegaré por ti Dama del Mar!”
“NADADELOQUETEHANDICHOESCIERTO”. Ella se mueve de nuevo sinuosa y se acerca a menos de medio metro de él, la luz de la luna le da ahora de lleno y cuando se yergue puede ver su verdadera figura: Su cabello no es negro sino de un azul intenso muy oscuro al igual que sus almendrados y grandes ojos; la piel blanca de sus pechos y brazos refulge como si de nácar se tratara y exhala cierta iridiscencia. Pero lo más impactante de ella era la expresión de su rostro, el marinero se sobrecogió: “Dios mío, si es apenas una niña, ¿cómo podría alguien tener miedo de tan inocente ser?”. Y mientras él la observaba embelesado ella lo miraba con una dulzura estremecedora, casi angelical.
“ERESHERMOSOHOMBRE” le susurró la criatura como un eco de lo que él pensaba.
“Veo q-que… c-conoces mi idioma” le dijo él casi sin voz.
“YOSÉTODOSLOSIDIOMASDETURAZA”
“¿Cómo se llama tu raza, qué eres?”
"SOYLOQUELOSTUYOSLLAMANSIRENA"
"PEROHEMOSTENIDOMUCHOSNOMBRES”
“¿D e dónde vienes?. ¿Siempre has vivido en el agua?”
“HUBOUNAERAENQUETURAZAYLAMÍAERANLAMISMACOSA”
“¿Y qué pasó?”
“ELMARRECLAMÓLOSUYOYALGUNOSTUVIMOSQUEACUDIR”
“Entonces, ¿hay más cómo tú?”
“LOSHAYCOMOYOYLOSHAYDISTINTOSAMÍ”
“¿Es verdad todo lo que se dice sobre ti?”
“NOTODO”
“¿Por qué te llaman entonces la Muerte Azul?”
“PORQUETEMENLOQUEDESCONOCEN”
“¿Y por qué no vuelven los que hablan contigo?”
“PORQUENOLODESEAN”
La criatura sonrió y su seductora sonrisa desarmó al joven marinero y una pasión repentina se apoderó de él.
“¿Me dejarías tocarte?”
“YOTETOCARÉ”
Entonces ella avanzó quedando delante de él y él se estremeció, “Tócame” suplicó, y cerró los ojos, cerró los ojos y no pudo ver que ella no tenía oídos ni nariz, no pudo ver que no existía el blanco en sus ojos, no pudo ver la hilera de finos y puntiagudos dientes de su boca, no pudo ver las branquias de su cuello ni su enorme cola de pez enroscarse en torno a él. Sólo sintió una sedosa y escurridiza piel rozarse contra su áspera barba, unos turgentes y duros senos aplastarse contra su pecho, y sintió el más embriagante de los mareos cuando su larga lengua lamió su salado cuello y sus labios.
“AHORAPIDÉMELO”
“¿Q- qué…?” respondió él alucinado.
“PIDÉMELOHUMANO”
“¿Pedirte…? ¿El qué…?”
“TUMAYORDESEO”
Entonces él, presa de un ardor sin igual, respondió sonriendo: “Estar contigo”

Dichas esas palabras el cuerpo de ella se quedó rígido, su cola apretó con la fuerza de una constrictor el cuerpo del muchacho, y con un suave movimiento sus fuertes brazos le agarraron el cuello mientras sus dientes de cuchillo desgarraban su joven piel. De esa forma, medio descarnado, lo arrastró a las profundidades dejando una roja estela tras de sí.

“SÓLOTENÍASQUEDESEARVOLVERACASA”

 
JacPhoenix,30.01.2013
Muy bueno, vihima. Me ha gustado la forma en que has representado el lenguaje de la sirena.
 
morgund,30.01.2013
excelente vihima!!!!, no se podia esperar menos de la reina oscura XD
 
roseblack,30.01.2013
Excelente vihima, oscuro y seductor.

Gracias por el aporte.
Cariños
Rose
 
NeweN,31.01.2013
FELICITACIONESVIHIMATUSISABESELARTEDELASEDUCCION.
 
yar,31.01.2013
Hola;

Recien leí le cuento de Glori; "Un cuento diferente"... hasta me dieron escalofrios... que hermanitos tan sadicos. me gusto mucho.

Sigo en orden cronológico...
 
yar,31.01.2013
Auuuu !!!!!

"Caperucita roja y el odio" de mi querida amiga gmmagdalena, buenisimooooo... pleno de imagenes aterradoras y sadismo extremo ji ji ji

abrazos a toooodos!!!!!
ray . yar

P.D.
Luego le sigo, tenganme paciencia.
 
vihima,31.01.2013
muchas gracias a todos, la verdad lo escribí hace mucho, pero iba totalmente con el reto jeje
 
silversoncco,01.02.2013
Todos estos cuentos se pueden publicar en el grupo abierto de facebook: ESCRIBE UN CUENTO Y PUBLICALO, MÁS ADELANTE, EDICIONES EYSAN LOS EDITARA EN UN HERMOSO LIBRO CON LOS NOMBRES Y UNA PEQUEÑA BIOGRAFÍA DE CADA AUTOR. Aprovecho la oportunidad para saludar a todos, un abrazo
CORISONCCO
 
kisierate,01.02.2013
Me encanto vihima, el gran poder de la seduccion.
 
roseblack,01.02.2013
A todos los que participaron los invito a invitar a otros cuenteros que puedan interesarse en jugar.

Dando tiempo calculo que si no postean más cuentos, aunque pueden seguir jugando a este juego voy a postear el Segundo Juego Literario titulado ¨Buscando el personaje¨. El primero se llamaba ¨Cambiando la historia¨, no lo puse al inicio pero ese el el nombre de este juego.

Pd: Como siempre y muy sinceramente gracias a todos por la buena predisposición y la onda.

Cariños.
Rose

Pd: éste juego seguirá abierto para quien desee seguir jugando o comenzar a jugar.
 
NeweN,02.02.2013
Gracias a tí por la invitación.

Espero el inicio del Segundo round
 
yosoyasi2,02.02.2013
escalofriante el cuento de la sirena
no podré dormir esta noche*******
 
yosoyasi2,15.02.2013
y quién ganó?
 
roseblack,16.02.2013
Yosoyasi2, la idea no es competir sino participar y compartir, por eso es un juego, el reto es animarse a jugar siguiendo las reglas de cada juego.

Nuevamente gracias a todos por compartir y participar.
Cariños
Rose

Pd: esta noche o a lo sumo mañana posteo el juego nuevo, hoy se cortó la luz por tormenta y no tuve internet hasta recién.
 
efelisa,16.02.2013
Vihima
ESCALOFRIANTETUCUENTOESTREMECEDOR
SOLOTENIASQUEESCRIBIRLO
 



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