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Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Retos y Concursos / Reto: pon cuento al poema - [F:16:12439]


ninive,27.09.2012
El reto pide :

un texto no superior a 1000 palabras
Los textos se enviarán al nick EL_RETO_GANADORES en Privado

Los textos se publicarán a medida que vayan
llegando.

La votación y su modalidad será publicada llegado el
momento.
Se vota en VOTARETO en Privado
Votan sólo los participantes.
pero no modificarán la clasificación

Se agradecerá el comentario de autores y lectores al finalizar el reto

Todo comentario ofensivo o que obstaculice el normal proseguimiento del
reto será rechazado

 
ninive,27.09.2012
El reto comienza hoy y finaliza el 15 de octubre
Tema del reto PON CUENTO AL POEMA

En esta nueva serie del reto propondremos una poesía a la cual tendremos que vestir con un relato. La poesía será el disparador de la inspiración. No es necesario incluirla en el texto



 
ninive,27.09.2012
Octavio Paz : La Calle

Es una calle larga y silenciosa.
Ando en tinieblas y tropiezo y caigo
y me levanto y piso con pies ciegos
las piedras mudas y las hojas secas
y alguien detrás de mí también las pisa:
si me detengo, se detiene;
si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie.
Todo está oscuro y sin salida,
y doy vueltas y vueltas en esquinas
que dan siempre a la calle
donde nadie me espera ni me sigue,
donde yo sigo a un hombre que tropieza
y se levanta y dice al verme: nadie.

 
Beautysname,27.09.2012
Entonces, la idea es un cuento en verso, ¿no? ¿O un relato que incluya un poema?
 
rhcastro,27.09.2012
Me gustaria participar en este reto.
 
silvimar-,27.09.2012
Hay que hacer un cuento sobre este poema?
 
rhcastro,27.09.2012
Hagamoslo!!
 
TxEkiToS,27.09.2012
Si no me equivoco, la idea es hacer un cuento inspirándote en este poema.
 
Lotty,27.09.2012
Muy buena idea!!!!!!!!!! Gracias por la invitación
 
sigfrido,27.09.2012
¿Y donde esta la poesìa?
 
rhcastro,28.09.2012
Aqui mismo sigfrido.
 
crimsoncrow,28.09.2012
Gracias rhcastro por avisar, me parece genial la idea.
 
morgund,28.09.2012
mmmm, un relato que se inspire en el poema, es un reto llamativo, ya tengo una idea xD, ¡¡hagasmolo!!
 
crimsoncrow,28.09.2012
Gracias rhcastro por avisar, me parece genial la idea.
 
salsalha,28.09.2012
Se agradece la invitación.
 
El_RETO_GANADORES,28.09.2012
La conciencia del asesino

He matado a alguien en mi camino, me suplico y no me importo, pude ver aquel destello cuando su alma le abandono y sin embargo no me inmute, corro como nunca en la calle seguido por esa cosa, no entiendo que es, siempre me sigue susurrándome cosas sin sentidos. Llego a un largo callejón mientras camino se hace mas largo parece un laberinto, limpio mis ojos y siento esa cosa, sigue mis paso como mi sombra y aun así no puedo verla entonces ¿como se que esta allí?, sigo caminando y volteando en cada tramo, en cada esquina, en cada paso hasta que al fin se me manifestó, ahora lo conozco, ahora lo se y con la soga en mi cuello llego mi conciencia llevándome a la nada
 
El_RETO_GANADORES,28.09.2012
La calle AA

He decidido llegar al final del asunto, no una pistola, no la horca: doble dosis de mataratas y dos copas de ron para celebrar la partida. Salgo al abismo de la noche, mi gabán es demasiado largo y mis intenciones demasiado negras, y por tanto esta calle que me invita a sus tinieblas, es solo el marco perfecto para mi agonía. La boca esta seca, los pasos son cada ves mas lentos y el pulso mas rápido. Oteo la noche, y ésta se pierde en el silencio de la avenida sin fin, que se estrella en mi rostro. Caigo.

El sonido se distorsiona, desaparece en esta piedras rodantes que golpearon mi cráneo, insólitos crujidos de las hojas revoltosas de un otoño lejano le siguen. Alguien ve mi muerte, no estoy solo en esta despedida, sus pisadas siguieron al sonido de mi cuerpo convulso, de mi boca espumeante, de mis ojos que buscan los suyos, los últimos, los veo: Nadie.

He alucinado, maldito veneno, que no nos protege de esa plaga inmunda que pulula en los basureros y menos aun de nuestra propia existencia. Me sacudo, las hojas ya no suenan, las piedras rebotan en el asfalto, mis pies son ligeros mi corazón enmudece, y el viento de la noche me transporta. Deseo volver, doy la vuelta a la esquina, a la esquina, a la esquina y a la esquina. Hay alguien en el suelo. Miro sus ojos expirantes, sus ojos de despedida, sus ojos secos de espejo roto. Me susurra: Nadie.

Lo demás es obscuridad.
 
EL_RETO_GANADORES,28.09.2012
Corregido: Northumbria.

“¡Es aquí, Sr. Leighton, el condado de Northumbria!” Decía el alcalde Bennett mientras me conducía hacia lo que sería mi nuevo consultorio en el condado, luego de un alegre recibimiento, formado por no más de diez personas, pasamos a charlar en la clínica de la cual, a partir de ese día, yo estaría a cargo, aunque fuese poco tiempo.
Mi nombre es Edmund Blair Leighton, doctor recién graduado de la universidad de Glasgow en Escocia. El día de la graduación, un profesor me dijo “Escucha Ed, tengo un amigo en un condado de Inglaterra cerca de un barranco llamado Northumbria, hace poco lo visité y me hizo saber que en su pequeño pueblo no habían médicos, pues el único murió hace ya dos meses, problemático ¿No crees?” Conocía la actitud del profesor, supe que trataba de que yo fuera, aprovechando que en Escocia no me quedaba familia alguna. Luego de varios días de insistir, terminé aceptando y el alcalde mismo cruzó la frontera para llevarme, un señor simpático el Sr. Frederick Bennett, en el viaje no paraba de hablarme de su amado condado y de su familia “Vivo con mi esposa, no tengo más familia y no me hace falta” Creo que lo hacía compadeciéndose de mí.
Una vez en mi consultorio, estaba listo para ejercer mi profesión sin embargo luego de algunos meses, me di cuenta que quizás me esforcé demasiado en la universidad pues mis pacientes –que no eran más de una docena al mes- llegaban a quejarse de dolores musculares y fiebres, causadas por su mismo estilo de vida. A parte de mi entretenido trabajo, tenía que asistir a las interminables reuniones del alcalde y su círculo de amigos donde no se hablaba ningún tema de interés para éste oyente que aprendió a fingir muy bien la sonrisa. A veces me escapaba de las reuniones y me iba a un balcón a ver el oscuro pueblo, ahí conocí a Caitlin Salisbury, sobrina del alcalde. Ella se interesaba mucho en las artes y terminé comentándole que yo solía pintar cuadros en la universidad, comencé a pintar para ella lienzos insípidos, pero ella los amaba, y yo terminé amándola.
Un día, pinté la larga y oscura calle principal de Northumbria, ella me contó sobre una leyenda acerca de ella: “Durante la fundación de la ciudad, se creó la calle acabas de pintar, algunos comerciantes decidieron adornar también los edificios que la rodeaban, así, un día dos trabajadores tuvieron una disputa al atardecer, uno era un extranjero, y tal fue la riña, que uno empujó al otro, el cual cayó en medio de la calle. Solo dos personas atestiguaron el crimen, el asesinado era forastero en sus tierras así que favorecieron a su conciudadano y enterraron ahí mismo el cuerpo. Se dice que si sales a media noche, el forastero asesinado saldrá a cobrar venganza obligándote a vagar para siempre” Me contó la historia con un tono serio y después de haber reído por semejante cuento, ella, aún más seria, dijo “Lo reto, Edmund, esta noche a las doce, a que camine por la calle principal” “Iré si va conmigo” respondí tratando de que se retractara, mas no fue así, salió de la habitación diciendo “Esta noche, en la entrada de la clínica, doctor Edmund”. Su reto me dejó perplejo, pero lo acepté.
Esa noche, salí y ella me esperaba, más seria que nunca, como si su rostro fuese de piedra. Pensé que querría que me acobardara para mofarse, así que la seguí. Caminamos por toda la calle, mas ella no decía nada, solo mencionó algo: “Sabe, aquel forastero era un mercenario, luego de pasar por prisión decidió cambiar de vida, empezando una nueva, aquí en esta repugnante ciudad, ¿Mala elección verdad?” Cuando terminó éstas palabras, perdí el control de mi cuerpo, el cual caminaba por sí solo y ella comenzó a sonreír, a la mitad de la calle, entre un poco de niebla, logré ver la figura de un hombre que se acercaba con paso lento como si fuera un cazador que viene por su presa sabiendo que ésta ya está muerta. En esos instantes sentí que me liberaba de algo, como un hechizo, y recordé las palabras del Sr. Bennett “Vivo con mi esposa, no tengo más familia, ni me hace falta”.
Desde entonces, sigo caminando, aunque la figura lejana viene hacia mí, jamás se acerca, a veces oigo voces de los del pueblo diciendo: “Pasó otra vez, es el segundo doctor que cae al barranco por caminar de noche”.
 
EL_RETO_GANADORES,28.09.2012
NUNCA

Salí de la oficina con la idea de tomarme unos tragos, antes de volver a casa.
Puse rumbo al bar de la esquina, donde el letrero de neón roto, titilaba como un ojo a medias ciego. Ciegos éramos los parroquianos, que a esas horas, bebíamos whisky malo sin prestar atención al televisor con su partido de futbol sempiterno, ni a la camarera madura que se dormía parada, detrás del mostrador. Después de dos vasos, me lancé a la calle desierta. Era lunes. Lo peor de la muchedumbre ya había pasado. La gente retornaba a sus casas como ovejas y lobos, en trenes y micros, atestados de tanta soledad acompañada.
Me gustó el pensamiento y decidí escribirlo en cuanto llegara a casa. Mis pasos resonaban sobre los adoquines, mientras el impulso de escritor pergeñaba en mi mente acciones y nombres para degustarlos frente a la pantalla del ordenador. De repente sentí que no estaba solo, volví la cabeza esperando encontrarme con otro transeúnte. Nadie. Una mirada al otro extremo de la calle me convenció que estaba solo, “alone again…naturally” dije canturreando, como Gilbert O’ Sullivan y le di una patadita a una lata , que le hizo un gol a la oscuridad de la vereda.
Solo diez cuadras me separaban de “mi hogar, dulce hogar” un cuarto de pensión donde vivo solo. De nuevo me acometió la sensación de estar siendo observado y perseguido. Decidí hacerme el distraído y en cuanto el tipo o la tipa (¿por qué no?) pasaran cerca le preguntaría la hora.
Podía escuchar los pasos del otro u otra cada vez más cerca. En un impulso por saber quién, detuve mi caminata y encendí un cigarrillo, los pasos también cesaron. Comencé a sentir frío. Levanté las solapas de mi traje y continué caminado sin importarme ya, más que llegar a casa. Había avanzado siete cuadras sintiendo el taconeo del extraño detrás de mí. A estas alturas, estaba convencido que era un maníaco perseguidor, porque oportunidades de atacarme había tenido muchas y nada pasó.Sus pasos y los míos cruzaron las calzadas desiertas que me separaban de la pensión, sin que tuviera yo el valor de volver la cabeza. De pronto la calle me pareció demasiado oscura, salvo un haz de luz casi al final de la cuadra. Avancé de prisa con el psicópata pisándome los talones y una vez que hube llegado al farol todo se iluminó, fuera y dentro de mí. El corazón detuvo su galope y un alivio muy parecido a la paz, me invadió por completo. Nunca me enteré en qué momento, la muerte me alcanzó con su frío abrazo.


 
EL_RETO_GANADORES,28.09.2012
La Sombra

Sobre el gris, un negro abismo desgarrado por nubes inflamadas de sol y de vacios. Existe entonces y por un segundo, un solo amigo postrado a mis pies, pegado a mis plantas. Creciendo como crecen las tinieblas y desapareciendo a la luz que refleja mi esperanza. Nadie, es nadie cuando lo alcanzas y es todo cuando en la soledad te abrazas.

 
El_RETO_GANADORES,28.09.2012
Madre e Hija

Eride cerró la puerta con sigilo. Acostumbraba poner la llave en la puerta y girar lentamente, como a la espera de un suceso que podría modificar completamente el curso de su día. Sin embargo, la abría, su gato se acercaba para enredarse en sus piernas, y luego, con su mascota en brazos, cerraba suavemente. Odiaba los portazos, tanto como el volumen alto de la música en los bares, el griterío de la gente los días de feria, los petardos como una retahíla de piedras en su cabeza. E, incluso, había llegado a taparse los oídos cuando llovía, porque en cada gota que caía, sentía el peso excesivo del agua horadando, poco a poco, el suelo que pisaba en su ir y venir por la vida.
Dejó a Ashley en su cesta – “¿Ashley? Le habría dicho su madre “¡menudo nombre para una triste gata!” y agregaría la coletilla de costumbre “¡tú y tus excentricidades!”. ¿Ves? Se dijo a sí misma “eres tú quien la trae cada día, nuevamente, a la vida”. Pero sabía que era una excusa tonta. No era ella quien la traía diariamente a "su" vida.

Al llegar a la puerta de su cuarto, dijo en voz apenas audible “ya estoy aquí”. No hubo respuesta. Dejó sus zuecos de silicona rfectamente ordenados uno junto a otro, detrás de la silla donde colocó la ropa que traía de la calle. Se calzó sus zapatillas de estar por casa y, sobre la camiseta, una bata azul. Rogaba que hoy fuera diferente.
Con la misma lentitud, se dirigió al final del pasillo, mirando los otros dos cuartos y el aseo, y volviendo a cerrar la puerta. En la última estancia, sin encender la luz, se acercó a la cama. En la semipenumbra, rota la oscuridad por las luces de la calle, un hombre septuagenario respiraba regularmente, vestido e inmóvil en posición fetal. La miró, con los ojos azules húmedos de lágrimas y le preguntó, como cada día:

-¿Disculpe, señorita, podría decirle a mi esposa que necesito hablar con ella?
-Desde luego, Don Jaime. Ahora mismo la llamo.
Desandando uno a uno sus pasos, se detuvo entre el salón y la cocina durante un instante. El viento comenzaba a silbar nuevamente. El otoño había traído una sucesión de días lluviosos que apagaban aún más su alma mortecina. Se tapó los oídos un instante y reaccionó cuando, a lo lejos, escuchó la voz del hombre reclamando la presencia de la esposa.
Regresó a su cuarto, dejó ahora la bata sobre la silla, vistiéndose nuevamente, pero esta vez con un conjunto que descansaba en el galán de noche: un tailleur azul, camisa blanca con llavot, tacones negros de diez centímetros. Se soltó el cabello que, hasta ese momento, llevara recogido con un broche de pinza. Colocó luego las pantuflas junto a sus zuecos de silicona, y repasó el brillo de los tacones.

Comenzó a cepillarse el cabello hasta dejarlo brilloso y prolijo, entonces, miró al espejo, viendo detrás suyo, velado por la penumbra, un cuadro en el que una niña jugaba a los pies de su madre, que escribía en una vieja Olivetti. Su primer cuadro.

El reflejo de su vida entera iba transcurriendo, junto a la imagen, como si de una película se tratara. La madre que primero se entregó al alcohol, cuando la inspiración comenzó a abandonarla, para luego contraer leucemia; la muerte que la alcanzara no cumplidos aún los cincuenta años, su propio noviazgo roto ante la imposibilidad de conciliar los tiempos entre cuidados y un nuevo trabajo de ayudante de cocina en la tasca de una tía abuela. Y su atelier. Cerrado en principio, arrendado luego y, finalmente, vendido, cuando su padre enfermó de Alzheimer. Se miró al espejo, de frente y con más resignación que cansancio se dijo a sí misma: “Fuerzas, Eride”.
Caminó hacia el cuarto de su padre, entró con paso firme, sus tacones transmitiendo una sonora determinación, se acercó a la cama, le dio un beso suave y largo en la frente y acarició sus labios con las yemas de losdedos.
- Mi niña, eres tú. ¿Qué tal te ha ido en la editorial? Al fin ¿Cuándo sale tu nueva novela
- Amor mío, no te preocupes ahora por eso y descansa. La novela saldrá, ya lo verás. Y tengo más proyectos en carpeta.
El hombre sonrió como un niño y agregó:
- Dime, ¿y Eride?
- Como siempre, en el atelier. Lleva muy avanzado el cuadro inspirado en la foto que le diste, de aquel verano en la playa, en que escribí mi primer novela.
- Ah, muy bien, muy bien. Mi niña… nuestra hija será una revelación en las artes plásticas, como tú lo has sido en las letras.
- Ya veremos, mi amor. Ahora ven, que te quito la ropa y te pongo el pijama. Luego la cena y a dormir.
- Pero no te me alejes demasiado: ¡no sabría vivir sin ti! Por cierto, ese tailleur te queda magnífico. Estás hermosa.
El silencio de Eride dejó en el aire la respiración monótona de su padre mezclándose con los latidos apresurados y estridentes de su propio corazón.
Cuando terminó de cambiarle el pijama, su padre le repitió su temor cotidiano:
- Cielo, sabes? Hace un momento ha venido una mujer vestida muy desprolijamente, con el cabello desaliñado, oliendo a comida rancia. Por un momento me pareció ver los rasgos de Eride, pero cuando se me acercó vi su rostro tan arrugado que sentí miedo, y de inmediato le he pedido que te llame. ¿Quién es?

- Nadie, no es nadie.

Y salió del cuarto con las lágrimas de todos los días surcando sus arrugas, mientras Ashley caminaba en torno suyo.

- Nadie. Es decir, lo que ha quedado de mí.
 
El_RETO_GANADORES,28.09.2012
EL DALETH

Hacía tiempo que los cruzados liderados por Ricardo Corazón de León acosaban a la Ciudad Santa de Jerusalén que pretendían arrebatar “por la gracia de Nuestro Señor” a los infieles de Al Násir Salah ad Dín Yusuf ibn Ayyúb, o Saladino.

Para entonces ya había ocurrido el ahogamiento de Federico Barba Roja, el pisoteo de Ricardo del estandarte ventajoso del duque Leopoldo de Austria, y la batalla de San Juan de Acre donde Ricardo tomaría 3000 prisioneros asesinados para calmar la ira divina cuando Saladino no cumplió su palabra de entregar la Cruz Verdadera.

Sin embargo muchos atestiguarían el regreso de Ricardo Corazón de León a Inglaterra sin recuperar Jerusalén, a causa de la traición de Juan sin Tierra apoyado por el rencoroso Leopoldo…
Y aún así Saladino permitió visitar la Ciudad Santa a quienes desearan hacerlo.

Todos cerraban los ojos frente a la barbarie arquitectónica engendrada en los “vientres mentales impuros” de los moros. Los más celosos de los mandamientos miraban con odio la luna que ornaba una torre. Mientras tanto uno de los caballeros llamado Goodstaff incursionaba en la vía dolorosa que Cristo recorrió con la cruz a la espalda y el cuerpo mancillado por el Mal.

Era de noche. A lo lejos se veían las luces del campamento de guerreros dispuestos a recuperar las fuerzas luego del arduo peregrinaje; más allá varios se entretenían con unas mujeres en desacato. Un hombre le salió al paso a Goodstaff, quien volteó hacia una de las antorchas incrustadas en las paredes, con la cual iluminó al extraño.

Se trataba de un viejo cubierto de harapos que se apoyaba en un tiento y ladeaba la cabeza de pelos dispersos. Sus ojos de párpados desquiciados parecían enfocarse en un punto intermedio y lejano. Estaba ciego y sonreía.

El anciano estiró su mano hacia la armadura de mallas de Goodstaff y la tironeó. Giró y avanzó un poco borneando la cabeza para esperar el sonido de unos pasos. Confirmó que Goodstaff lo seguía y anduvo de modo tortuoso hacia unas ruinas donde se incrustó como topo mientras el caballero blandía la tea socavada por las termitas para no perderle la pista.

De súbito Goodstaff notó que el viejo se había esfumado; pero no tuvo tiempo de sentir miedo, pues un núcleo luminoso como siete luciérnagas entrelazadas de las patas se mantenía ante él, parpadeando cual si lo llamara…

…Vi un electroencefalograma intercraneal para registrar la actividad electrofisiológica de pacientes con epilepsia.

Vi el resurgimiento de un Ritmo Gamma de 44 hertzios elevado hasta 100 en el hipotálamo a causa de la zozobra de la memoria.

Vi docenas de Universos Burbuja con sus propias constantes físicas, conformados por la energía del espacio vacío de origen cuántico, y subyugados por el Efecto Casimir que separa a los cuerpos por la mera resonancia de los campos energéticos.

Vi el Transmultiverso, el devenir de Heráclito llevado a las dimensiones de Planck en el cual la galaxia, el Sol y la Tierra se mueven y nunca son los mismos.

Vi amables robots cognoscitivos a punto de ser desenchufados.

Vi una Interfaz Neuronal, constituida por una venda con electrodos que permitía al pensamiento puro determinar los movimientos y acciones de los ‘avatares’ virtuales de la Segunda Vida.

Vi unos metamateriales que refractan la luz y vuelven invisible lo que rodean mientras generan un túnel electromagnético como agujero de gusano para todas las frecuencias de ondas.

Vi un binocular que combina óptica y encefalograma para detectar la actividad de las ondas cerebrales del enemigo, junto a cierto avión que aprovecha las ondas expansivas de su propio vuelo para darle aire comprimido al reactor.

Vi el Free Electro Laser con base en fibra óptica.

Vi insectos espía y abejas que detectan explosivos.

Vi robots exterminadores autómatas con una armadura transparente de aluminio capaz de resistir proyectiles iracundos.

Vi el Homúnculo Sensorial, la imagen antropomorfa modelada por la conciencia donde el cerebro era abatido por el burbujeo de la sangre.

Vi ‘El Daleth’ al derecho y al revés… y vi en unas ruinas la versión ancestral de mí mismo metido en una armadura medieval: mi otro yo que soltaba una tea socavada por las termitas y corría desgarrando un grito…

 
El_RETO_GANADORES,28.09.2012
RUTINA

Cuando la neblina fue más tenue, salí a la calle rumbo a mi trabajo, madrugadas oscuras me llevaban somnolienta, siempre me acompañaba ella, un día me cansé y me puse a correr, los adoquines de mi barrio estaban más negros que nunca y el farol de la esquina padecía de humo. Y siempre firme a mi lado, ella me seguía y no podía desprenderme o a veces la dejaba que siguiera arrastrando su figura, todas las mañanas lo mismo, la rutina de encontrarme sola y siempre acompañada.

Cuando llegó el verano y fue más temprano el amanecer, sentí un alivio de tristeza extraña, ella había muerto o nunca existió.

Esperar otro invierno para ver a nadie
 
El_RETO_GANADORES,29.09.2012
Sentado en la esquina

Doblo cien veces la esquina, doy vueltas aquí y allá, y siempre, siempre acabo en el mismo lugar.
En esta calle larga y tranquila, la hilera de focos se pierde a lo lejos, alumbrando los adoquines con una suave luz mortecina. Y yo me pierdo en la neblina, cansado de buscarte y de no hallarte, pisando las hojas secas que crujen en un lamento desahucio, del ajado otoño que se va.
Para que seguir cruzando calles, sí en cada esquina me encuentro, y en todas ellas me pierdo.
En una me encuentro sentado, perdido en la diagonal amargura del ayer, o en la intersección de tus mentiras, mirando a los cuatro lados donde me vuelvo a ver. En otra me veo parado, pensante, indeciso, con la hoja en blanco del mañana para llenar. Volver a escribir tu nombre, a dibujar tu rostro, tus ojos verdes que ya no me verán.
Estoy cansado de buscarte, en un laberinto de calles sin final.
Me vuelvo a ver en cada esquina, desolado, en la soledad de tu ausencia, a vivir eterno con la vergüenza, de no poderte olvidar, porque sé que nunca...nunca volverás.
 
El_RETO_GANADORES,29.09.2012
Siempre te voy a querer.

Su voz penetra paredes húmedas,
rompe el silencio y Ulises rompe los huesos,
arranca las uñas tratando de huir del lugar que lo aprisiona.
Quiere estar con ella !Verla!
!Sentirla!
Cuánto tiempo amor... ¿Dónde estás?
¿Me escuchas?

Se agita, daña... Lo oscuro lo atrapa y no entiende qué pasa.

Amada mia... ¿por qué no te veo?¿ Por qué no te siento?
He estado tan solo, Sin besos y noches en que nos juramos amor eterno...
¿Recuerdas?
¿Qué pasa?
¿Qué hice para que te alejaras?

A veces golpean las calles entaconados cuerpos, e imagino
tu cabello jugar con el viento, manos en mis manos y tu cuerpo...
!Tu cuerpo amor!
!Cuánta falta me has hecho!
Pero te alejas, regresa el silencio,
y me mata... !Me mata el recuerdo!
Preciosa mía...
No sé si estoy preso, intento salir, correr
tras de ti y no puedo.
!No puedo!
¿Qué me han hecho?
¿Dónde estoy?
¿Estás llorando?
¿He sido tan malo para merecer esto?
No llores amor, Elena... No llores...
!Porque entonces sí que prefiero estar muerto!

Elena huele las blancas gardenias antes de ponerlas en la jardinera y
piensa...Flor pequeña que emana
fragancias de ayer. Como duele quererle, como sufre su ausencia.
Vienen a su mente las tardes tranquilas entre promesas, risas y te quieros..
Como me dueles Ulises...
!Como me dueles!
Entrecierra los ojos y gruesas lágrimas cubren su rostro...

!Prefiero estar muerto! Escucha.
¿Ulises?
Nada... No es nada. Quizas... Solo el viento.

 
El_RETO_GANADORES,29.09.2012
NOCHE TRAS NOCHE

A estas horas de la noche, la barra del bar no es más que una pista cubierta de charcos de licor y vino seco. Sólo quedamos cuatro individuos sentados amenazantes sobre ella, y yo ahogo mis penas en silencio con el único objetivo de escapar de estos lúgubres recuerdos que me atormentan. Me gustaría poder decir que se pasará pronto y que no volveré a sentir el resquebrajar de mi cordura, pero no puedo, no puedo porque sé que tendré que soportar esta carga el resto de mis días.

Pasó las noches aquí sentado, junto a individuos que parecen no haber corrido mejor suerte que yo en la vida, hasta que me miró las manos y me digo a mí mismo que éste no es lugar para mí, que no es lugar para olvidar. Todas las noches igual, y siempre acabó levantándome del mugriento taburete totalmente ebrio, intentando buscar a duras penas la salida de este tugurio de mala muerte.

Salgo de la taberna y la primera ráfaga de viento arrastra su voz calle abajo, hacia la oscuridad de la noche. Mis ebrios pensamientos se activan, y me presionan la conciencia hasta obligarme a recordar. Rompo a llorar porque no hay nada más que pueda hacer. Mi corazón se anega de lágrimas dolorosas que me traen el recuerdo de Ella, y del olor a chapa humeante y neumático quemado. Mi mente se transporta al instante que revivo noche tras noche; cuando mi vida se desmoronó en aquel accidente de coche.

Camino calle abajo en la silenciosa oscuridad de la noche creyendo saber a dónde me dirijo mientras voy dando bandazos de un lado a otro. Una ráfaga de viento choca contra mi nuca y me susurra algo dulcemente al oído. Es Ella. No. Me doy la vuelta pero ahí no hay nada, solo oscuridad. Sigo mi camino errante y un atisbo de lucidez me hace pensar que ya he pasado por este lugar, pero eso ahora me da igual, solo quiero llegar a casa y contarle a mi almohada que la echo de menos una noche más.

Algo detrás de mí acaricia mi mejilla. Es Ella. No. Me doy la vuelta pero ahí no hay nada. Me asusto y corro. Corro por las calles oscuras hasta que un adoquín frena mi carrera y me hace caer al suelo. Aquí tendido, con los dientes ensangrentados, una vez más rompo a llorar, porque me doy cuenta de que mi mayor tortura no es el recuerdo, sino la muerte que me persigue para dejarme vivir.
 
El_RETO_GANADORES,29.09.2012
Soy parte de la penumbra.

Regresaba a casa tranquilamente como cualquier otra noche, pero desgraciadamente ésta fue diferente a otras. Luego de salir de mi trabajo pasé por el banco a retirar un poco de dinero para pagar unas cuentas. Estaba agotado, la neblina opacaba el horizonte y junto a la oscuridad de aquella calle mi visión era nula. Mi hogar se encontraba distante de las demás, ya era tarde, no había nadie cerca de mí, ni a metros a la redonda. Creí estar solo, pero inesperadamente oí pasos detrás de mí… De reojo observé mis costados, pero no logré ver nada. Mi largo saco negro era parte de la oscuridad, solo se distinguía mi rostro pálido entre tanta penumbra, volteé a ver lo que me seguía, pero ése algo pareció esconderse inmediatamente. Continué mis pasos, sentía el molesto fajo de billetes en mi bolsillo al caminar, traté de acomodarlo pero un estruendo detuvo mis acciones. Sentí un fuerte dolor en el pecho, dejé de caminar y me tumbé al suelo, traté de tranquilizarme y el dolor desapareció. Seguí caminando, ahora yo era parte de esa penumbra, de esa nada ocultándolo todo. Fue raro, ahora me encontraba caminando mucho más atrás de donde estaba, y lo más extraño fue ver a lo lejos a una persona, tenía un largo saco negro como yo, miró a sus costados y siguió caminando. A un costado algo se movía, era un ladrón encapuchado, sacó un arma y disparó... El hombre cayó al suelo, el ladrón se acercó y sacó un fajo de billetes del bolsillo y regresó, venía corriendo hacia mí, pero pareció ignorarme, yo estaba asustado y lo dejé ir. Corrí hacia el hombre, estaba muerto. Recibió un disparo en la espalda y la bala llegó hasta su corazón. Estaba boca abajo, traté de girar el cuerpo y ver quien era. Me impacté, un escalofrío recorrió mi cuerpo, me ví en él, su rostro era yo, algo terrible había ocurrido. Fui asesinado…
 
El_RETO_GANADORES,30.09.2012
UN DON NADIE

El director del banco me llamó a primera hora de la mañana, las noticias eran por decirlo de alguna manera suave “DEPLORABLES”, me convocó a una reunión urgente, inmediata, para resolver asuntos relacionados con la empresa (la mía) que posteriormente tendríamos que firmar ante notario.

Salí de casa en dirección al Banco, a pesar del color negro de que se había teñido mi humor después de la “agradable conversación telefónica” el día era sorprendentemente soleado y calido en una palabra muy agradable, de siempre he tenido problemas con la luz del sol me produce un lagrimeo incesante e incomodísimo, por lo que me coloqué mis maravillosas gafas de sol de una autentica súper marca de “barato, barato”y me dirigí a mi cita en el Banco.

Cuando llegue sentado en la puerta estaba un hombre que me extendía la mano, en el lugar donde se encontraba y con la luz de frente no podía distinguirlo bien, me saque las gafas y las guarde en su estuche dentro del bolso, al mismo tiempo que buscaba en la cartera alguna moneda (pues sin tener una percepción clara de su imagen y por su actitud de suplica entendí que era un mendigo), pues no, el hombre extendió su mano para entregarme una octavilla en la que explicaba el escarnio al que había sido sometido por el Banco a cuya puerta estaba sentado.

Aunque tenía bastante prisa me quedé un rato charlando con el hombre sobre las acciones preferentes que le había colocado el director de la sucursal en cuestión (su mejor amigo, en el que confiaba ciegamente) había depositado todo su dinero, todos sus ahorros, todo su futuro en unas acciones con las cuales no podía hacer nada hasta el año 8.000.

Con esta información sobre el sujeto con el que tenía que entrevistarme, mi actitud de entrada fue más que beligerante, le saludé fríamente, le escuché atentamente y finalmente salimos hacia el notario que se encontraba en esa misma calle a pocos metros del banco, el sol con toda su agresividad chocó contra mis retinas, busqué las gafas de sol en el bolso pero no las encontré, pensé -me las habré dejado en el despacho del director-, caminamos unos metros y a nuestra espalda escuché unos pasos apresurados, le comenté a mi acompañante mientras seguíamos caminando –parece que nos siguen-
Él se volvió y dijo NO ES NADIE, seguimos caminando y los pasos cada vez más presurosos, cada vez más cerca…., esta vez, me volví yo, y descubrí a NADIE, corriendo calle arriba esgrimiendo el estuche de mis gafas de sol.

 
El_RETO_GANADORES,30.09.2012
Encuentro en Sendlinger Strasse

Pasa a las siete de la tarde, cuando abandono el puesto, luego de que Irene cierre el día con alguna broma gastada, como la de que los telemarketers dejan de existir cuando sueltan el tubo. Necesita llamar mi atención, la seduce mi silencio, y cualquier zoncera le viene bien. Si supiera que es precisamente esa actitud la que me irrita, se cuidaría de hacerlo. Al inicio le seguí el juego, creyendo que el retraso me evitaría el suceso, pero comprobé que éste es inaplazable.
Así que camino lento. No importa por dónde doble, ni cuánto tarde, siempre llego al mismo lugar. Es semejante al triángulo de las Bermudas, no interesa que lo rodee por la izquierda o por la derecha, ni que le pase por atrás o por delante, basta que esté a determinada distancia. Las siete y algo de la tarde se convierten en las tres o cuatro de la mañana; la calle se cubre de adoquines; los edificios devienen en casonas de altos ventanales. El silencio no perdona a los grillos. Las estrellas brillan, empiezo a tiritar de frío dentro de mi camisa. Mis pies perturban el descanso de la calzada produciendo un chirrido sobre las hojas secas. Bajo la vista y reconozco los bolcegos de suela de caucho. Me tropiezo. Caigo. El horizonte se desdibuja, retorna, cambia caprichosamente.
La vibración que cabalga en el aire me presagia la hora en que no podré avanzar aunque me afane. Mis pasos no prosperan, no logro desplazarme por más que empeñe todas mis energías. El hombre de sombrero surge con un quinqué y entorna la vista, pregunta quién anda en un idioma que aprendo milagrosamente.
—Soy …—mi voz se apaga cada vez que quiero pronunciar mi nombre, pasa todos los días, es inútil ir contra la censura—. Trabajo de telemarketer, algún día voy a triunfar como artista.
Busco su mirada infructuosamente. Él contempla con cara de sueño las tinieblas, baja y levanta el quinqué, desorientado. Después de unos segundos pregunta nuevamente quién anda, con gesto de fastidio. Observa hacia los lados, se golpea las caderas y se mete. La puerta de su casa está esculpida por la mano de algún ebanista experimentado; luce un enorme y hospitalario candelabro. Trato de relacionar las siete de la tarde con las siete velas, pero no lo consigo. Mi esfuerzo asociativo se interrumpe al materializarse en mi mano un bastón, uno de esos que en ciertas épocas servían para adornar la figura de caballeros de alcurnia. Lo sostengo con aburrimiento, ya me sé todos sus detalles, tal vez fue moldeado por el mismo artesano que trabajó la puerta.
Pruebo dar marcha atrás, no obstante una suerte de fuerza de gravedad me lo impide llevándome a rebotar increíblemente contra la oscuridad. El motor de un Ford Coupé excedido en peso gruñe sobre la calle lóbrega. Tengo la sensación de que me siguen.
—¿Va a golpear esa puerta o no?—dice el gordo con casco que baja del auto—. ¿Tenemos cara de Gestapo o de judíos, a ver?
—Yo…
—Qué espera, golpee, ¿o no entiende?—frunce la cara como un macaco—. O es usted… ¿mudo?
Con movimientos cansinos elevo el bastón y, con la cabeza de águila tallada en el asidero, aporreo la puerta. El señor de galera negra asoma acomodándose los rulos. Me descubre con asombro, recula, suelta el quinqué, levanta las manos como si le apuntaran, tartamudea, se excusa, se arrodilla, echa gritos de advertencia hacia el interior de la vivienda.
—Vamos, me dice el gordo— golpéelo y cárguelo al auto.
—No—respondo, las primeras veces me tildaba en un qué bobalicón. Ahora respondo no, porque sé que esa no es mi tarea y que me están probando.
Tomo al judío de las solapas de su traje negro, lo incorporo y lo acuso.
—Usted queda detenido por exhibicionismo desvergonzado del judaísmo. Sirvan los peyot de muestra—declaro, y uno de los uniformados se acerca con una tijera a rebanarle sendos rulos.
—La culpa es suya—señala de pronto el gordo, el cabecilla—. Usted viene acá todos los días y siempre hace lo mismo.
—Nunca entiendo cuando dice eso.
La figura del gordo se hace traslúcida, desde la oscuridad, a través de su cuerpo etéreo me veo a mí mismo con la ropa de telemarketer, presenciando todo. El gordo albino pronuncia sus últimas frases antes de esfumarse como polvo junto al Ford y los tripulantes.
—Nosotros no existimos, nadie le puso a usted un arma en la nuca—dice—. Su inconsciente lo apaña, su inconsciente nos crea, nos juzga y nos culpa. Usted actuó con deliberación y consciencia. Nosotros somos tulpas. ¿Sabe lo que es un tulpa?
Mi otro yo no es como yo que, merced a la rutina, dejo de sorprenderme. No. Él atisba hierático, con ojos desorbitados y apuntando el índice hacia mí, me advierte, alterando la morfología:
—¡Fuiste yo! ¡Yo acusaste a toda esa gente!
—¿Perdón?
—Tú he acusado. Yo has acusado… Hemos. ¡Dios mío!
Ofuscados y maravillados nos exploramos con la vista. Somos la misma persona. Somos yo. El telemarketer chilla, indignado:
—¡Soy mudo, por tu culpa!
La imputación me provoca encogerme de hombros. Todavía falta tanto para ser él, décadas enteras. Qué me importo yo dentro de tanto tiempo.
—Sólo puedo hablar si tengo un teléfono en la mano, ¿lo ves? ¿Lo ves?—grita yo levantando un artefacto cuadrado del que fluye una voz femenina que lo declara insano—. Lo que hacés con tu voz afecta la mía.
Vuelvo a encogerme de hombros. Él me avienta el aparato. Yo le arrojo el bastón. Móvil y bastón se comportan como boomerangs. Vuelven a nosotros una y otra vez, a veces intercambiados. Mentalmente nos preguntamos quién tiene la culpa. Al unísono respondemos:
—¡Nadie!
Hasta que el tiempo caduca. A veces vuelvo yo; otras, yo. El resultado de la afrenta es indistinto; el karma es implacable.

 
El_RETO_GANADORES,30.09.2012
Matilde

A Matilde le gustaba el barrio, su nuevo apartamento era luminoso y amplio, y por sobre todo, no estaba lejos de la tienda, le bastaba caminar tres cuadras y atravesar el puente para llegar a la Plaza Retruécanos en donde podía tomar uno de los tantos buses que la llevaban hasta su trabajo en poco más diez minutos.

Le gustaba salir de su casa en la mañana y caminar por esas calles de casas antiguas en donde se veía una que otra persona yendo a comprar el pan o barriendo delante de su puerta; una vez cruzado el puente se sentía como aterrizando en otro mundo, la barahúnda del tráfico que giraba incesante alrededor de la enorme plaza parecía aturdirla.

Por las tardes, al regresar de su trabajo, desde que cruzaba el puente se sentía más liviana, como si hubiese llegado a un remanso de paz, partía caminando por Amapolas, luego bifurcaba por Ramales y al doblar la esquina hacia su casa la sorprendían los trinos que le llegaban desde las ramas de los árboles.

Al llegar el otoño las cosas empezaron a cambiar, empezó a fijarse en que pasado el puente se veía poca gente en la calle, y ya llegado el invierno se dijo que no le gustaba que oscureciera tan temprano, y la asaltaba una vaga inquietud al tener que caminar por esas mismas calles desiertas y apenas alumbradas por antiguos faroles de fierro forjado.

La primera vez que escuchó el sonido de unos pasos detrás de ella -calculó mentalmente unos cien metros-, pensó que seguramente se trataba de alguien que como ella volvía tarde a su casa, y al imaginarse que ese desconocido -estaba casi segura de que se trataba de un hombre- pudiese alcanzarla, apuró el paso para adelantarse. El desconocido hizo lo mismo, lo que desconcertó a la muchacha que trató de calmarse pensando que su imaginación le jugaba una mala pasada, y se detuvo un momento fingiendo sacar un pañuelo; como los pasos también se detuvieron, Matilde empezó a sentir miedo y decidió caminar lo más rápido que podía, los pasos tras ella también aceleraron su cadencia, y al doblar la esquina de la calle Confucius, su calle, la muchacha empezó a correr hasta llegar a la puerta de entrada del edificio y subió hasta su apartamento. Bebió un vaso de agua y algo más calmada se asomó a la ventana y le sorprendió ver una silueta que corría por la calle casi oscura. Empezó entonces a tratar de hilvanar conjeturas que pudieran explicar lo sucedido. Sea como sea, se dijo, a partir de hoy, voy a volver inmediatamente desde que termine mi turno en el trabajo.

La segunda vez que escuchó los pasos, siempre a unos cien metros detrás, pensó en echarse a correr, pero sintiéndose algo ridícula, se contuvo y trató solamente de apurar el paso, luego se detuvo y como la vez anterior, los pasos se detuvieron. Entonces empezó a caminar cada vez más rápido y al doblar la esquina echó a correr a todo lo que daba, pero al acercarse a su edificio, vió encendida la luz de su propia ventana desde donde una persona la seguía con la mirada, y pudo descubrir con horror que se trataba de ella misma. Llena de pánico siguió corriendo, giró a la derecha, volvió a girar y se encontró nuevamente en Amapolas. Unos cien metros delante de ella caminaba una muchacha, Matilde trató de calmarse y acomodó sus pasos a los de ella, cuando la muchacha se apuraba, ella también se apuraba, cuando se detenía, ella hacía lo mismo. Llegó un momento en que la desconocida empezó a correr, y Matilde, sintiéndose desamparada, corrió tras ella, tenía que alcanzarla, no quería quedarse sola en esas calles tan oscuras, al doblar la esquina la muchacha había desaparecido, seguramente ya había entrado a alguna de las casas de la cuadra, y casi muerta de pánico siguió corriendo. Matilde desde su ventana del tercer piso, la vio perderse en la noche.

 
El_RETO_GANADORES,01.10.2012
La calle eterna

No sé quién soy. Supongo que no soy nadie, igual que todos los que deambulan por aquí. Está muy oscuro, apenas puedo verlos.
A cada paso tropiezo, pero me resisto a caer. Alguien me sigue; tal vez desea hacerme algún tipo de advertencia. Mi intuición me indica que eso es imposible; sin embargo me detengo, pero nadie se acerca. Tal vez me tiene miedo. Yo ya no siento temor. Creo que no puedo sentir nada. Sé que no hay salida. Mi destino es recorrer eternamente estas calles sin salida. Me invade la sensación de que no existo. Tal vez nunca existí…
De pronto, siento necesidad de correr… ¿Hacia dónde? pregunto a los otros inexistentes. Nadie responde. Me detengo, trato de mantener inútilmente un equilibrio que estoy segura nunca más volveré a recuperar...Por fin caigo, y siento un gran alivio al dejarme caer. Una mano helada toma la mía. Intento aferrarme pero descubro que en realidad no hay nadie. Es solo el sinsentido, que por fin me ha atrapado, y resignada, dejo que me envuelva en sus tinieblas, mientras me sumerjo en una fría y eterna oscuridad.




 
El_RETO_GANADORES,02.10.2012
NADIE

Sentí la voz gangosa, gutural, desesperada, como si algo le apretara la garganta que me decía: todo está oscuro y sin salida. Es una calle larga y silenciosa que transito sin saber cómo llegué a ella. Volteé hacia donde venían los sonidos y para mi sorpresa y miedo no había nadie. Un elemental sentido de defensa me hizo correr sobre el empedrado sintiendo para mi desconcierto que alguien también las pisa sobre las piedras mudas escuchando el crujir de las hojas secas a pocos metros de mi espalda. Vuelvo el rostro: Nadie. Sigo mi andar y siento sus pasos. Si corro, corre, si me detengo, se detiene. Me tranquilizo. Si quisiera alcanzarme, herirme, eliminarme, ya lo hubiera hecho, es la angustia que me invade, pienso. Continuo mi camino en las tinieblas, tropiezo, caigo, siento que la garganta me quema, me asfixia, como si dos tenazas se hubiesen adueñado de mi cuello, y doy vueltas y vueltas en esquinas que siempre dan para la calle donde nadie me espera ni me sigue, sintiendo que el aire me es más esquivo cada minuto, cada segundo y veo delante de mí a un hombre que tropieza y cae girando el rostro hacia mí diciéndome: nadie.
 
El_RETO_GANADORES,02.10.2012
El atelier
El atelier de Don Lóbrego Urtubey queda en la calle Alsina. Su mayordomo lo ve inclinarse todos los días con sus pinceles sobre el atril, dándole forma a su idea. Enfrente de él tiene un espejo que lo refleja hasta la cintura, y con frenesí a veces, y otras con cansancio, esboza su brazo enhiesto y finalmente se desliza en el lienzo que ya ha quedado cubierto con algunas pinceladas.
El Mayordomo Pardomo, no puede creer lo que ocurre, aunque a veces piensa que su amo Lóbrego, está completamente aturdido por los años, la vejez, la locura, o el Alzheimer. Pero trata de no demostrárselo. Y a las cinco de la tarde” five o Clock”, le lleva su té de menta con su tetera de porcelana y le sirve su te que deleita con ardor.
Luego prosigue sus pinceladas.
Pardomo se asoma por el largo pasillo, hasta que su vista se posa en el cuadro que está en el atril. Esta seguro que Lóbrego esta pintando su propio retrato , pero a veces desconfía de su agudeza visual, aunque Lóbrego lo intima una y otra vez a comprar los tarros de cian, magenta, amarillo, dark Orange, red salmón, y mezclarlos en los otros tarros que permanecen en la tarima de madera, como expectantes e ilusionados de ser vertidos.
Lóbrego, por fin termina su obra. Esta satisfecho, y con voz en alto lo llama y éste acude velozmente .Lóbrego exige un halago, una gratificación, un elogio. Pardomo se dirige por fin a deleitarse con la obra maestra de su amo.
Cierra los ojos, y cuando los abre no sale de su asombro, toca el lienzo y no lo puede creer. Luego de haber gastado tarros y tarros de colores y haber usado decenas de pinceles, encuentra que en el manto blanco, donde su amo y señor ha transcurrido días enteros, parado, inclinado y rebosante de felicidad, no hay nadie.
 
EL_RETO_GANADORES,03.10.2012
NO HAY SALIDA

Yo, que igual que tú, camino ciego entre hojas secas,
tengo el caminar hecho a las piedras de las calles.
Tú, mejor que yo sabes de sombras y detalles,
luces de neones agotados que hacen muecas.

¡Cuánta oscuridad la que encadena tus muñecas
presas por si olvidan que tus manos con sus ayes,
se alzan en tinieblas detenidas! ¡No me falles!
Dime cuantas calles pisan hombres de almas huecas.

¿Corres tropezando como el hombre que tropieza?
¿Caes, te levantas, ves la calle oscurecida?
¿Buscas en lo oscuro una farola sin pereza?

¿Caen en tu calle las farolas... ya sin vida?
Calle. Larga calle. Calle muda y la certeza,
franca, Octavio Paz, de que en "La Calle" no hay salida.

 
EL_RETO_GANADORES,04.10.2012
TIEMPO EXTRAÑO

Era un tiempo extraño, un tiempo de vivos-muertos y de muertos–vivos, un tiempo de oscuridades instaladas hasta el infinito, en infinitas calles de infinitas ciudades e infinitos mundos dimensionalmente opuestos que giraban tocándose entre sí, fundiéndose en un mismo sentido o en sentido inverso, acoplándose hasta no saber dónde terminaba uno y comenzaba el otro y hasta no saber si todo era un mismo engendro infectado de interrogantes sin respuestas.

Era un tiempo extraño y yo era un extraño más entre tantos otros, topándome a cada paso con el hombre que había sido, el que era y el que sería. Triste destino el mío, sin poder reconocerme en ninguna etapa o percibiéndome, como si fuese una vieja películas de chistes en que pisaba la sombra del que sería y me perseguía la sombra del que había sido, sin poder alcanzar nunca a saber en definitiva, quien era en ese instante. Y me decía a mi mismo que no era, ni fui, ni sería nunca nadie, absoluta y totalmente nadie para nadie en esta vida.

Era un tiempo extraño, en que las calles se me hacían infinitamente tenebrosas, infinitamente peligrosas, moviéndose en infinitas dimensiones y yo caminando en ellas, sin poder alcanzarme nunca y sin lograr salir nunca de este círculo vicioso de este mundo insólito, topándome a cada instante con los vivos-muertos y muertos-vivos que caminaban a mi lado, persiguiendo su futuro y acechados por su pasado, buscando reconocerse, sin lograrlo.
 
EL_RETO_GANADORES,04.10.2012
La Calle

Me marcó la página y dificultosamente me dijo:

—La vida es así, como una calle- No supe si la calle que decía mi padre tenía alguna característica especial, porque fue lo último que dijo en su agonía.

Luego de su funeral me di el tiempo de leer el poema de Paz y entender lo que quiso decirme. Pero ya estaba demasiado inundado de penas y preocupaciones para asumir que la vida de mi padre había sido tan en tinieblas, tan lastimera, tan sin paz, -no el Octavio por supuesto, que mi padre nunca tuvo humor como para hacer ese chiste.

De ahí me dije que mi vida no tendría que ser como esa calle. Me alejé del silencio y me hice músico. Me hice acompañar y muchas veces acompañé para no andar solo, para tener de quien afirmarme si caía, o que entre risas me levantara.

Viajé y caminé casi todas las tierras con mi música llevando el libro conmigo, como un recordatorio, un conjuro para no repetir la vida triste. En vez de pisar las piedras las arrojé, a veces con furia y otras jugando a que rebotaran en el agua. No pisé las hojas secas y tristes, las coleccioné por colores y las fui guardando en el libro de Paz, o a veces caminaba por avenidas otoñales jugando a patear las grandes hojas secas y de vez en cuando recogía una para escribir sobre ella pequeños poemas.

Aprendí que tropezar te hace estar más cerca de la tierra, impregnarte de su olor, detenerte a reír o maldecir, que las esquinas son como las parejas, puedes girar en ellas pero luego vuelves a la misma calle, y solo.

Ahora ya anciano, sin un hijo ni familia, nadie me espera ni me sigue, miro hacia atrás en mi último tropiezo, queriendo que alguien reciba de mis manos este libro lleno de hojas, de música, poemas y recuerdos: Nadie hay. Nadie.
 
rhcastro,06.10.2012
Es aqui:

http://www.loscue...
Donde se mandan los textos al reto.
Gracias.
 
rhcastro,06.10.2012
Recuerden marcan la casilla de privado.
 
El_RETO_GANADORES,06.10.2012
FANTASMAS

Pero ahora entiendo, has regresado sin avisar. Ahora empiezo a acordarme de tus largas noches de delirio cuando entre sueños y sollozos empezabas a pronosticar el advenimiento de la vida , o las sucesivas idas y venidas de los fantasmas que andaban en tu mente y que según tu eran los espíritus que rodeaban tu muerte; entonces era cuando empezabas a invocar a todos los santos y santas que estaban por llegar porque según vos había que tener fe en las cosas de Dios, o de lo contrario se apoderarían de nosotros todos los seres extraños de la tierra y el infierno. O acaso no has venido para eso…..para seguirme atormentando? O es que acaso has venido a seguirme para que yo te vea esa cara de bruja que tenés encima de los hombros. O es que acaso te has disfrazado de fantasma para meterme miedo porque siempre te dije que no creía en los fantasmas.
Está bien, yo te respeto tus fantasmas opero no me sigas más que ahora si me estas metiendo miedo de verdad. Pero por favor, quítate de esa cartulina amarillenta que has dejado colgada en tu cuarto, que por ahora me basta con saber que ya estas muerta. Quítate de ahí por favor que solo estaba recordando aquel domingo de marzo cuando tu madre y yo te fuimos a enterrar

 
El_RETO_GANADORES,06.10.2012
dos almas

Camino a ciegas sobre el empedrado gris, una sensación de cosquillero recorre mi nuca y me hace acelerar el paso, no estoy solo.
Minutos antes el hombre de barba blanca me dijo " Despertaste hoy en otro cuerpo, hay una sombra que te sigue y no descansará hasta alcanzarte ", no entendí sus palabras, no creí en esas cosas,pero la sensación se fue haciendo más fuerte, esa sensación de que alguien te mira y que siempre acaba con un cruce de miradas, pero que esta vez no había nadie en el sitio, sólo el empedrado y yo, sólo la noche sin luna y yo.
Los sueños me habían advertido, desde pequeño sentí que mi cuerpo era un cántaro con dos aguas, lo llamé desdoblamiento, alejando de mi cabeza esa idea de las personalidades múltiples, por su asociación constante con conductas violentas. Sabía que era algo distinto, algo latente y hoy había lelgado el día de enfrentarlo, de saborearlo y empezar a vivir con ello, es sólo que no entendí que era, y divagando con este pensamiento me dí cuenta que era una calle cerrada, que frente a mi estaba un muro de ladrillo rojo tan alto como para intentar treparme y debía regresar y asumir mi destino, dar la vuelta y ver cara a cara la explicación para todo lo que en mi vida fue un completo misterio, saber porqué en ocasiones habían horas completas que no recordaba, entender porqué me saludaba alguien que jamás había visto, saber quién degolló a mi perro cuando cumplí trece años, quién lanzó en el retrete el pastel de los dieciocho, era el moemnto.
Dí la vuelta y me pareció estar frente a un espejo, mi ropa, mi rostro, mis ojos aun que un poco borrosos, como si estuviese frente a una puerta con una realidad alterna.
-Es hora - me dijo - Hoy tendrás todas tus respuestas.
Me contó que entre siglo y siglo ocurre algo similar, que Dios se equivoca o el Diablo mete su mano en el prodigio, que dos almas convergen en un sólo cuerpo y sin remedio se alternan en el aprendizaje hasta que llega el momento en que el universo para mantener el equilibrio cósmico, destierran un alma e intentan corregir el error cometido.
Empecé a recordar mis manos untadas con la sangre de mi perro, el pastel de cumpleaños dando vueltas en el retrete y la voz de mi madre tras la pared del cuarto gritando de horror al encontrar a mi padre con un destornillador incrustado en el pecho, eran recuerdos míos, hacinados en algún lugar de mi cabeza.
El cuerpo se me hizo lejano, las luces de los postes me indicaban que algo trascendental ocurría, me ví a mí mismo frente a mí pero en el ángulo opuesto y sin estar en mi cuerpo me sentí mas estrecho, como una vieja fotografía que pierde el color.
El nuevo habitante de mi piel sonrió al tiempo que dejó escapar una lágrima y me dijo con cierto desconsuelo.
-Este mundo es demasiado pequeño para los dos.

 
EL_RETO_GANADORES,07.10.2012
¿Quién...ahí?

Cuando Andy despertó no supo a ciencia cierta si había abierto los ojos, la oscuridad a su alrededor era tan espesa que no pudo distinguir su propia mano frete a su cara, miró a su espalda y solo pudo divisar negrura, miró al frente y solo penumbras halló, percibió que estaba descalzo pues sentía las frías y filosas piedras que se clavaban en sus pies; claramente escuchó como el viento arrastraba parsimonio las hojas secas caídas de los arboles a ambos costados de aquella larga y totalmente oscura calle, tan familiar a su memoria y ahora invisible a sus ojos que se esforzaban inútilmente por enfocar cualquier halo de luz, comenzó a caminar a traspiés guiado por la intuición y las manos siempre alargadas al frente, palpando; todos sus sentidos estaban en alerta , alguien mas estaba cerca, pero. . .
-¿quien?- se preguntó.
Le sintió tan cerca y al tiempo tan lejos, tan palpable e intangible a la vez, un escalofrío le recorrió la espalda y una gota de sudor resbalo por su frente, al fin preguntó:
-quien eres?-
a lo que el vacío respondió:
-nadie-.
Trató de echar a correr pero las piernas fallaron, fue a dar contra una pared que recorrió con manos y mente -¿de donde había saldo ésta?-; de pronto de la nada surgió un destello de luz haciéndole ver que estaba de cara al piso, Andy había caído sin siquiera darse cuenta, trabajosamente se puso de pie, dio tres pasos encontrando una esquina dando vuelta sintió esa presencia una vez mas, pero diferente, como sincronizada a sí mismo; Andy avanzaba: él avanzaba, Andy se detenía: el se detenía.
Andy aceleró el paso, volvió el rostro para mirar atras, no vio a nadie, tan solo soledad y vacío sin vida, siguió caminando doblando esquinas. . . Ahora ya no es perseguido, se convierte en perseguidor, su presa tropieza, Andy se acerca ve levantarse a un hombre sin rostro que le mira y lentamente se levanta.
-¿Quien eres?-.
Él le mira fijo, le traspasa de hito en hito, gritando directo a su cerebro:
-¡¡nadie!!-. . .
En un angustiado grito, bañado en sudor frío, con los ojos vidriosos Andy despertó sobresaltado; una vez mas esa pesadilla, ya varias veces en lo últimos días le había acosado, se frotó la cara, recuperó la respiración y trató de tranquilizarse; finalmente se levantó, calzó sus sandalias y fue al baño, se miro en el espejo, aún sudaba pero se sentía mejor, se lavó la cara y fue a la cocina, tomó un vaso de agua y volvió a la cama, al llegar a la puerta se detuvo en seco, su lugar estaba ocupado, se acerco lento y bruscamente tiró las cobijas, no había nada, tan solo resonó un tétrico grito en la oscuridad:
-¡¡NAADIEEEE!!- . . .

 
EL_RETO_GANADORES,08.10.2012
NADIE WWW

Es una calle ancha y silenciosa, parte del museo naval y llega hasta la glorieta de las flores.
Está anocheciendo, ando entre tinieblas y tropiezo, caigo una y otra vez. Estoy torpe y cansado, mi mente no responde.
Logro levantarme y piso con pies ciegos las piedras mudas y las hojas secas.
Siento un aliento frío en la nuca, mi cuerpo suda, seguro que alguien me sigue, piso sus pisadas, oigo el crujir de las hojas. me detengo y se detiene, miro hacía atrás, no hay nadie, solo oscuridad. Las farolas no se han encendido, busco algo de luz, miro las ventanas, el faro de algún coche, pero solo encuentro soledad y silencio. Tengo miedo, salgo corriendo y corre, vuelvo el rostro y no hay nadie. Todo está oscuro, no hay salida.
Doy vueltas y vueltas por las esquinas y siempre choco con un muro que me impide avanzar. Necesito encontrar una luz, un faro que me guíe.
Solo en la calle donde nadie me espera ni me sigue. Oigo unos maullidos y de nuevo este silencio atronador.
Me habré vuelto loco. No puedo continuar, no tengo fuerza. Me siento en acera, quiero que termine esta noche, que amanezca, entonces podré volver a casa.
Veo la sombra de un hombre, se tropieza y se levanta y dice al verme, nadie.
Me despierta un fogonazo, unos focos iluminan al fin la oscuridad, ya es de día. Miro a mi alrededor; estoy en una cama, intento moverme pero mis muñecas están atadas en esta habitación vacía.
Veo como se acerca una enfermera. Otra vez este maldito delirio. Nunca debí beber esa última copa.

 
EL_RETO_GANADORES,09.10.2012
EL SONIDO DE UNOS PASOS…

Era una noche tan fría, lluviosa y húmeda, que sería digna de enmarcar a manera de prototipo como una de aquellas en las que deseas estar frente a la chimenea acompañado de una copa de buen vino.
Sin embargo ahí estaba yo, escuchando el sonido crujiente de mis pasos retumbando hueco sobre los muros de aquella calle, tan larga que al avanzar parecía alejarse cada vez más. La fría niebla casi sólida golpeaba mi rostro sin piedad, en tanto que mis piernas mantenían una lucha encarnizada para tratar de mantener el equilibrio sobre el resbaloso moho que cubría el suelo, batalla perdida cuando menos un par de ocasiones en las cuales caí de bruces contra las silenciosas piedras de aquel solitario y desolado lugar.
Tratando de enfocar en la penumbra no acierto a distinguir más allá de mi nariz, por mi cabeza desfilan todo tipo de pensamientos, los cuales mi mente procesa a todo vapor intentando comprender, poco a poco el miedo empieza a apoderarse de mí, presa de terror intento huir de este lugar, pero tropiezo de nuevo, me levanto y en ese instante siento un escalofrío que recorre mi espalda hasta erizar los cabellos de la nuca, escucho un sonido que me detiene en seco y al voltear lentamente la cabeza para tratar de distinguir el origen del mismo veo a, nadie… únicamente tinieblas.
Apuro el paso con el corazón desbocado y, ahí está de nuevo, ese seco sonido de hojas quebrándose, el sonido de unos pasos… justo al ritmo de los míos, acelero sin atreverme a mirar atrás, en mi mente miles de imágenes dantescas danzan tenebrosamente al tiempo que un desfile de seres vivos, muertos, míticos y reales, asechan desde aquella impenetrable oscuridad tratando de apoderarse de mi alma, mi sangre, mi cuerpo y, qué sé yo cuánto más.
Presa del pánico resoplo angustiosamente lanzando un grito ahogado que forma una fantasmal nube frente a mi cara, la adrenalina fluye en torrente por mis venas, mis músculos se tensan hasta el dolor y corro despavorido doblando esquinas a diestra y siniestra hasta quedar agotado, reduzco la velocidad aguzando el oído y, ahí está de nuevo, el sonido de unos pasos… justo al ritmo de los míos, enfoco la vista y horrorizado me doy cuenta que sigo en la misma calle, en el mismo lugar, trato de tranquilizarme aspirando profundamente y, tomo una decisión…
Me detengo en seco y doy media vuelta, con los brazos en guardia observo a mi alrededor dispuesto a todo, pero… nadie. Ahora soy yo quien persigue, avanzo rápidamente de manera decidida siguiendo a mi corazón, el cual me lleva un trecho de ventaja, recorro las tinieblas preparado para lo peor, pero…nadie.
Enloquecido con la piel en efervescencia nuevamente doy media vuelta y corro despavorido tratando de huir de ese, nadie… que me hostiga y persiguiendo a ese, nadie… que se esfuma. En ese avanzar loco y desenfrenado, casi a tientas, de pronto percibo la presencia de una sombra, ahí está, de espaldas, tropezando, huyendo, en ese momento como si advirtiera mi presencia se detiene en seco, voltea lentamente la cabeza y se me hiela la sangre al ver su rostro, desencajado, horrorizado… mi rostro.

 
EL_RETO_GANADORES,09.10.2012
Sombras de mi

Soy olvido del mundo, vivo en la calle, me viste el polvo y me conversa el ruido, caigo cada atardecer rendida por el hambre y el frío, me miran sin verme pasan junto a mis huesos sin reconocerme, son muchos, los mas, nada dicen, solo siguen, y en el instante mas perverso donde la locura pelea con el recuerdo me reconocen, me miran, me observan, y puedo oír antes que pronuncien, pobre como llego a esto, y otra vez soy nadie, menos, una pena un recuerdo, la calle, la miseria y este andar sin senda ni puerta, solo yo, un despojo , para todos una mendiga.

 
EL_RETO_GANADORES,09.10.2012
Nadie(YYY)

Sentado en mi sillón favorito me quedé dormido. Al despertar, me encontraba en una oscura calle. Alguien me seguía. El golpe en la cabeza me sorprendió, y lo último que recuerdo es la hojarasca en mi cara y las piedras del camino tiñéndose de rojo. Quise escapar, pero la oscuridad me desorientaba. Intenté incorporarme. El horror se apoderó de mí. No podía quitar la tapa del ataúd. Grité, pero no había nadie que pudiera escucharme. Finalmente pude escapar, corrí, tropecé, mientras buscaba una salida de aquel callejón en tinieblas. Una presencia me seguía durante mi laberíntico escape, pero cada vez que giraba para ver quién era y preguntaba: ¿quién eres? una única respuesta: Nadie. Llegué a casa, en mi sillón estaba el libro. Lo tomé. Salí a la calle. Un hombre caminaba delante de mí. No pude evitar seguirlo. Se volvió, pero no pudo verme, y cuando me preguntó quién era yo, le contesté la verdad: Nadie.


 
EL_RETO_GANADORES,09.10.2012
bPor favor el texto Nadie que comienza : es una calle ancha y tenebrosa parte del museo naval y llega hasta......
decir de quien es el texto!!!!!

También comunicar de quien es el textoLA SOMBRA/b
 
EL_RETO_GANADORES,11.10.2012
ESAS MANOS


Las nubes del atardecer dibujan el cielo en rosado. Necesito salir, caminar y perderme por las calles antes que anochezca. ¿Por qué me cuesta tanto? Soy crisálida… Quiero ser mariposa y volar.

¡Al fin logro desplegar mis alas y volar!

Hay perfume a primavera y mientras siento el crujir de las hojas, los recuerdos me invaden. “Soy pequeña con una rama joven entre las manos.”

A lo lejos creo distinguir una figura; se acerca pero la veo borrosa. Ahora se aclara: es un hombre y se acerca más y más.
Siento que me paralizo. Tengo miedo. Se detiene frente a mí con el ceño arrugado
Caigo de rodillas...
Me muestra sus manos cubiertas de llagas:
-¡Por favor una moneda! - grita- Tengo hambre por piedad.

Desesperada busco en mis bolsillos: Nada.
Sus manos se acercan a mi cuello.
-¡Espere por Dios!
Arranco el reloj de mi muñeca y se lo entrego, temblorosa.




Las manos lo toman con voracidad y se alejan de mi cuello.
Ya cayó la noche y el hombre desaparece en la oscuridad.

Un sollozo me cierra la garganta con más ferocidad que esas manos.
Quiero volver al encierro, a la seguridad, pero mis piernas caminan flojas sin voluntad

¡Al fin llegué! Cuando quiero buscar mis llaves, las manos no me obedecen.

Están cubiertas de llagas y se acercan a mi cuello…

 
ninive,12.10.2012
Por favor el texto Nadie que comienza : es una calle ancha y tenebrosa parte del museo naval y llega hasta......
decir de quien es el texto!!!!!

También comunicar de quien es el textoLA SOMBRA
 
EL_RETO_GANADORES,14.10.2012
Mañana es el último día para enviar textos.
Comienza la votación el 16- 20

bSe vota en VOTARETO en PRIVADO

Se vota3 puntos al mejor
2 y 1 a los que siguen en preferencia.

No se puede votar por el propio texto
Quien no vota recibe -3 de sanción/b

Textos de lectores no participantes, si los hubiere, se considerarán sólo como indicativos del gusto del público
 
EL_RETO_GANADORES,14.10.2012
Magister dixit

Y cuando el hombre creyó que su tristeza pasaría inadvertida, se atrevió a mezclarse entre la gente que invadía el mercado.

—¡Te he observado en meditación sentado en el borde la fuente! —comentó una persona de mediana edad mientras caminaba a su lado.

Y el hombre sorprendido dijo:

—¿Que quieres forastero? ¿Que necesitas de mí?

Y la persona de mediana edad dijo al hombre:

—Soy un viajero de paso por Cossyra. Espero que alguna nave mercante atraviese el último tramo de mar que separa tu isla de mi tierra. Y soy curioso de saber que te sucede. Tal vez, si tú quisieras contármelo... podría ayudarte.

Y el hombre, después de observar detenidamente al viajero, confiando en él le dijo:

—No puedo quitar de mi cabeza sueños o pesadillas que me persiguen. Transito entre tinieblas una calle larga y silenciosa. Tropiezo, caigo y me levanto. Mis pies ciegos pisan piedras mudas, hojas secas y… alguien detrás de mí también las pisa. Si me detengo, se detiene; si corro, corre. Vuelvo el rostro: NADIE.
Todo está oscuro y sin salida, y doy vueltas y vueltas en esquinas que dan siempre a esta misma plaza, donde NADIE me espera ni me sigue, donde yo sigo a un hombre que tropieza y se levanta y dice al verme: NADIE.

Y el viajero de paso por Cossyra dijo al hombre:

—Debes saber que las palabras construyen historias, construyen el mundo, que le dan forma, que lo dibujan. El mythos es palabra, lenguaje de la naturaleza divinizada — ¡Escucha atentamente aquello que te diga! Ordenó.

Y ante la muda aprobación del hombre, el viajero dijo:

—El reloj de sol que ves en el ángulo de la plaza, nos enseña el movimiento de una sombra en el espacio… mide espacios, no tiempo. Las horas, los días, los meses, son el transcurrir uniforme de espacios. Ese tiempo es de todos y para todos, la negación del tiempo en sí… es uniforme, siempre el mismo.
En la existencia real, los hombres sentimos que no todos los tiempos son iguales, su percepción es subjetiva. El tiempo real es la vivencia y no puede ser medida con un reloj, no se mide en espacios. Es el transcurso interior de esa vivencia única, irrepetible. Los días se repiten, las vivencias no. Somos tiempo. Pasamos no en el tiempo, nuestro pasar pasa el tiempo. Somos el tiempo que pasa. El mundo no fue hecho en el tiempo, sino con el tiempo. El pasado ya no es y el futuro no es todavía.

Y el hombre, después de meditar las palabras del forastero dijo:

—Sé que debido a la insatisfacción brota mi angustia y aunque negativa, cumple una función liberadora. Sé que a través de ella me libero, me digo, me hablo, me cuento, me creo. Comprendo que mi existencia se despliega en el tiempo. De aquí interpreto que tiempo es existencia.

Y el viajero de paso por Cossyra, interrumpiendo, dijo al hombre:

—¿Qué es, pues el tiempo?
Si tú no me lo preguntas, lo sé; si quiero explicártelo, no lo sé. Sólo puedo decirte que no hubo tiempo alguno en que no hubiese tiempo.
El hombre es el deseo de ser, concebido como carencia de ser. Un ser que está siendo. Y ha de perseverar en aquello que es, por que ser hombre no nos ha sido concedido. Nuestro ser es tiempo, es transcurrir, es la otredad; sólo a través del deseo nos constituimos para ser lo que queremos ser. No hay esencia humana, solamente hay existencia. Todo se desvanece, nada es sólido.
No podemos adherirnos a NADIE. Tampoco hay a que, o a quién adherirse.
Todo existe, está ahí afuera, arrojado; está siendo, sin origen, sin finalidad y sin Dios… en libertad. Debemos decidir que hacer con nuestro estar en el mundo, frente al mundo. No es indispensable, NADIE nos necesita. Pero debemos darle forma porque nuestra existencia lo necesita, debe proyectarse en el tiempo y sin instrucciones. La muerte no es un tema literario, es la conciencia misma de la temporalidad. Porque sabemos que existimos, que dejaremos de existir y que hemos nacido para morir. Estamos desamparados, NADIE nos cubre, NADIE nos garantiza. El ser como nosotros mismos, en nuestra autenticidad nos produce angustia ante el vacío de un mundo sin amparo y la presión de la libertad.
En la existencia auténtica nos encontramos con nosotros mismos, pero la angustia nos asalta. Todo el mundo es un modo de ser del cual no nos podemos liberar, nos aplaca, y nos conforma. En la existencia banal, la pasamos bien pero no somos NADIE. Esta es la realidad y en ella estamos.

Y el hombre preguntó asombrado:

—Viajero, me sorprendes ¿Quién eres? ¿De donde vienes? ¿Adonde vas?
Y el viajero habló por última vez al hombre y dijo:

—Vengo de Casiciaco de Mediolamun y pasé por Roma. Las personas que me conocen, me llaman Aurelius Agustinus Hipponensis.
Detrás de mi quedaron el catecúmeno y el maniqueísta que fui… pero cuando vuelvo el rostro no veo a NADIE. Debo llegar lo antes posible a Hippo Regius, allí, está esperándome Dios, que no cae ni tropieza: En el encontraré la verdad que persigo… aunque no vea a NADIE.

Y entonces… al hombre de Cossyra no le importó que su alegría no fuese advertida por la gente que invadía el mercado
 
votareto,16.10.2012

bVOTACIÓN RETO: PON CUENTO AL POEMA/b

16 al 20 de Octubre

bSe vota en VOTARETO en PRIVADO

Se vota 3 puntos al mejor
2 y 1 a los que siguen en preferencia.

No se puede votar por el propio texto
Quien no vota recibe -3 puntos de sanción./b

Textos de lectores no participantes, si los hubiere, se considerarán sólo como indicativos del gusto del público.
 
Votareto,21.10.2012
bEstos son los resultados de la votación :

Ganadora con
18 votos:
Matilde de loretopaz

Viceganadora con
13 votos
Nunca de divinaluna/b


11votos:
El atelier de efelisa

10 votos:
Madre e hija de crom

9 votos:
El Daleth de Gatocteles

8 votos:
Noche tras noche de TXEKITOS
La calle de Newen

6 votos:
No hay salida de ilogico - 3 de sanción por no votar = 3 votos

5 votos
El sonido de unos pasos de sirio
La calle AA de salsalab - 3 de sanción por no votar = 2 votos

4 votos:
Soy parte de la penunbra de AlexisJV
Rutina de silvimar
Nadie YYY de glori
Magister Dixit de Alejandrocasals

3 votos:

Sentado en una esquina de hugodemerlo
La conciencia del asesino de morgund
Esas manos de Landany
Dos almas de JOHNNYCAS - 3 de sanción por no votar = 0 votos

2 votos:
Fantasmas de Julianga
Siempre te voy a querer de rhcastro
¿ Quién ... ahí de Dust
Nadie de Pitrimitri - 3 de sanción por no votar = 0
La calle eterna de Godiva - 3 de sanción por no votar = 0

1 voto
La sombra de ???


Sin votación:
Tiempo extraño de gmmagdalena
Un don nadie de Elisatab
Encuentro en Sendlingerstrasse de Dhingy
Northumbia de crimsoncrow
Sombra de mi de laperegrina . (su voto fue invalidado por ncompleto)
Nadie WWW de ???

bFelicitaciones a todos los participantes/b
 
EL_RETO_GANADORES,21.10.2012
Felicitaciones a la ganadora loretopaz y a su vice divina luna. Excelentes textos.
A todos también mis felicitaciones .La concurrencia fue grande, los textos buenos pero la votación tuvo algunas fallas. Muchos no votaron y espero que esto se solucione en el futuro y quien participe tome también la responsabilidad de votar.

Muchos de los participantes son nuevos y es probable que la falta de práctica en los retos haya motivado la falta de votación.

El reto ama cumplir con las fechas y el atraso se debió a la espera de los votos de los rezagados.

Dejo aquí mi aprecio y agradecimiento a las "contadoras " del Reto : Ignacia y Gadeira
 
loretopaz,21.10.2012
Que sorpresa, la verdad es que no me esperaba ganar con cuentos tan buenos, la elección no fue fácil, tenía 5 favoritos y tuve que repartir mis votos entre sólo 3 cuentos. Gracias a todos por sus votos, felicitaciones a Divinaluna y a todos los participantes, también a Nínive por haber propuesto un poema tan inspirador.
 
glori,21.10.2012
Felicitaciones a los ganadores, y a todos los participantes. Un placer participar
 
divinaluna,21.10.2012
felicitaciones a la ganadora y a todos los compañeros participantes, es un gusto compartir estos foros, con gente tan buena onda y talentosa!
 
crom,21.10.2012
Loreto: lo mereces, absolutamente.
Divinadivinura: eres una maestra de la pluma.

Al resto de los compañeros que han participado, un excelente reto.

Gracias, Ignacia y Gadeira, colaboradoras siempre entre bambalinas, sin deseo de brillar ni de destacar, sólo dando lo mejor de sí ambas siempre.

 
NeweN,21.10.2012
Felicitaciones a las ganadoras. Aquí nadie pierde en estos torneos, pues ya es un premio leerlas. Gracias a Ninive, Ignacia y Gadeira por su trabajo.
 
rhcastro,21.10.2012
Mi preciosa efelisa... Siempre tan grande. Uh! Me encantaas! Felicidades mujer. Eres unica.
 
rhcastro,21.10.2012
Felicidades a todos en general y disculpen que disfrute como mio el primer lugar de efelisa, pero es que a esta canija yo le tengo un especial afecto.

Muy Buen reto, muy buenos textos. Felicidades.
 
sirio,21.10.2012
Felicidades a todos, ganó el mejor, un abrazo
 
morgund,22.10.2012
¡¡¡¡Felicidades a loa ganadores!!!!, fue una gran experiencia XD, espero con ansias que sigan haciendo estos concursos, es entretenido y nos hacemos revelarnos entre todos, este es el verdadero camino que todo escritor debería tomar
 
ninive,22.10.2012
Dado el entusiasmo y el alto número de participaciones el próximo reto será poner cuento al poema pero en este caso el poema lo elijen ustedes. Tendremos la oportunidad de leer buena poesía y buena prosa. Les anticipo el tema para que empiecen a buscar un poema adecuado al tema.
 
gmmagdalena,22.10.2012
Felicitaciones Loreto y Divinaluna por sus merecidos primeros puestos! me encantaron todos los cuentos así que extiendo mis felicitaciones a todos los participantes, mucha imaginación despertó el poema y si bien nadie votó mi escritito, eso no es la primera vez que pasa, sniff, voy a insistir escribiendo para desgracia de ustedes, jajaja. Besos a la organizadora y a las contadoras. Magda
 
ilogico,22.10.2012
Gracias por darme la oportunidad de participar en "Reto: pon cuento al poema".

En primer lugar, quiero felicitar a todos los participantes y muy especialmente a las ganadoras Loreto y Divinaluna. No cabe duda de que el premio es merecido porque sus relatos son de una gran calidad.

Y sin ánimo de reclamar, me gustaría decir que yo hice mi votación en tiempo y forma, no sé por qué me restan 3 puntos por no votar. Pienso que posiblemente haya votado en un lugar equivocado, no tiene importancia.

Un saludo afectuoso para todos.
 
salsalha,22.10.2012
Felicitaciones a los ganadores, y gracias por invitarme a participar. Por impetuoso quede descalificado, pero para próximos retos será. Saludos y mucha felicidad.
 
Gatocteles,22.10.2012
Enhorabuena para loretopaz y divinaluna por los primeros lugares en "pon cuento al poema". Saludos a todos.
 
ninive,22.10.2012
Dado el entusiasmo y el alto número de participaciones, el próximo reto será: " poner cuento al poema " pero en este caso el poema lo belijen ustedes./b

Tendremos la oportunidad de leer buena poesía y buena prosa. Les anticipo el tema para que empiecen a buscar un poema adecuado.

El_RETO_GANADORES comenzará a recibir poemas y textos desde el 26 de octubre hasta el 9 de Noviembre.
 
NeweN,23.10.2012
Entiendo entonces, que cada participante elige un poema sobre el tema equis (aún no señalado), pudiendo darse tantos poemas "inspiradores" como participantes haya.

Esto va a estar muy bueno pues ya la selección del poema implicará "habilidad o talento".
 
laperegrina,23.10.2012
nunca me entere devia votar x mas de uno, vote y fue invalidado. como experiencia no me gusto, pero felicito a los ganadores.
 
TxEkiToS,23.10.2012
Y ¿porqué, si es un nuevo reto, no se hace otro tema en el foro? Es una sugerencia nada más
 
loretopaz,23.10.2012
Quisiera felicitar a Alejandrocasals por su escrito que encuentro excelente, con una profunda reflexión sobre el tema que plantea el poema. Tal vez no fue apreciado en su justo valor por haber sido el último en ser subido. Felicitaciones, Alejandro, escribes muy bien.
 
silvimar-,24.10.2012
Felicitaciones a Loreto y Divinaluna!!! Y a todos los participantes en general, todos son muy buenos, es difícil la elección, un gran abrazo a todos!!!!
 
Gadeira,27.10.2012
Tras el concurso he estado algunos días sin entrar en los cuentos, pero no quiero que falte aquí mi felicitación para loretopaz y divinaluna, ganadora y viceganadora respectivamente de este reto; así como para el resto de concursantes. Ha sido estupendo asistir a una participación tan masiva.

Personalmente es un placer para mí estar cerca de ninive y colaborar junto con Ignacia en el recuento de vuestros votos.

Os animo a participar en el próximo y os dejo un fuerte abrazo.
 



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