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Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Retos y Concursos / RESULTADO de las votaciones del certamen aniversario - [F:16:12421]


ninive,04.09.2012

He aquí el resultado de la votación del certamen 14 Aniversario de La página de los Cuentos.
Calurosas felicitaciones del comité de control del certamena todos los participantes:
Ninive,Vihima,Rhcastro e Ignacia
 
ninive,04.09.2012
b style= "font-size:20px; color: green ; font-family: monotype corsiva" GANADOR con 13 votos
Godiva con "Normalidad"
Copa de Platino

Viceganador con 12 votos: Beautysname con "Estela"
Copa de oro

Viceganador con 11 votos: Draguis con "El sueño del caballero"
Copa de plata

Mención de honor con 6 votos (votación de los lectores): [U:Vascofrancés] con ¿Quien es el olvidado?
Copa de bronce


 
ninive,04.09.2012
bLista completa de la votación de los AUTORES/b

13 votos
Godiva con Normalidad
12 votos
Beautysname con Estela
11 votos
Draguis con El sueño del caballero

6 Votos
SHERKFIONA con No quiero jugar nunca más

5 Votos
GRLSH con El texto del siglo
LUCHADOR2008 con Contando los días
UMBRIO con Despertares
CHANGUIARIO con Las de la temporada

4 Votos
THEGIRLWHOPLAYEDWITHFIRE con ¿Bendición o Maldición?

3 Votos
VASCOFRANCÉS con ¿Quién es el olvidado?
JULIANGA con El Desierto
GARYLUNA con Las uñas de Pedro

2 Votos
ALFACERO con Un año más
SIRMILIANO con Genaro, Don Genaro*
NOMADASINRUMBO con Dulce Inoportuna
PIULY Con Lo que provoca tu amor

1 Voto
ESCRITOR GABRIEL con Tocando la perfección con la punta de los dedos
YODFRAN con El lejano
MARTHABCH con El último sueño de Ricardo Real
HERACLITUS con Un deseo concedido
QUERETARO con Una historia de niños
MARCOSM con La pensión del perro
HUGODEMERLO con Los caminos del destino

El resto: 0 votos
 
ninive,04.09.2012
bLista completa de la votación de los LECTORES/b

6 votos
Vascofrancés con ¿Quién es el olvidado?

5 votos:
MORGUND con Las protectoras del bosque

4 votos:
LIDER DE MASAS con Nuevo Mundo

3 votos:
SIRMILIANO con Genaro, don Genaro
QUERETARO con Una historia de niños
UMBRIO con Despertares
DRAGUIS con El sueño del caballero
HUHODEMERLO con Los caminos del destino

2 votos:
JULIANGA con El desierto
THEGIRLWHOPLAYEDWITHFIRE con ¿Bendición o maldición ?
ALEJANDRA106 con Dulce esmeralda
BEAUTYSNAME con Estela

1 voto:
ALFACERO con Un año más
HERACLITUS con Un deseo concedido
MARCOSM con La pensión del perro
ALBON con Simplemente un sueño

El resto 0 votos

 
copacampeon,04.09.2012
b style= "font-size:20px; color: green ; font-family: monotype corsiva" Felicitaciones a todos , autores y lectores y Feliz 14avo Aniversario de La Página de los Cuentos
 
godiva,04.09.2012
Muchas gracias a todos por mi copa de platino, principalmente a ninive y al comité de control. Felicitaciones a Beautisname, a Dragis, y a todos los que partiparon. Un gran abrazo, y Feliz aniversario!!!!
 
hugodemerlo,04.09.2012
Felicitaciones Godiva por tan merecido premio!
También felicito a los demás participantes que la secundan, y a todos los que participaron con muy buenos cuentos en este aniversario.
Estoy contento con haber recibido el reconocimiento de mis pases con sus votos, y quiero un fuerte aplauso para las organizadoras e integrantes del comité de control, por la dedicación, el esfuerzo y las ganas que le pusieron al concurso del aniversario de la querida página!
Que se repita!
 
hugodemerlo,04.09.2012
"reconocimiento de mis pares" quise decir.
 
umbrio,05.09.2012
Felicidades Godiva, sin duda el mejor del concurso. A todos muchas felicidades.
 
ninive,05.09.2012
GANADOR con 13 votos
Godiva con "Normalidad"
Copa de Platino

Viceganador con 12 votos: Beautysname con "Estela"
Copa de oro

Viceganador con 11 votos: Draguis con "El sueño del caballero"
Copa de plata

Mención de honor con 6 votos (votación de los lectores): Vascofrancés con ¿Quien es el olvidado?
Copa de bronce

Textos Ganadores:

Normalidad por godiva

Un año más… decía en voz baja mi amigo, con un tono confidencial que le daba cierto matiz misterioso a sus palabras. Todos creían que ella estaba loca ¿sabe? siguió diciendo, yo solo quise ayudarla a preservar la poca cordura que aún conservaba… Me llevó mucho tiempo reconocer los mecanismos que utilizaba para lidiar con su enfermedad. Era algo similar a lo que sucede cuando el cuerpo se defiende de algún virus. ¿Comprende? Todos necesitamos escapar del sufrimiento; algo bastante lógico ¿no le parece? Estamos tan acostumbrados a hablar de “lo normal”…sin embargo, yo pienso que la normalidad no existe. Simplemente poseemos diversos grados de locura. Pero claro, si alguien tiene fiebre, enseguida nos asusta contagiarnos ¿No es verdad? Bueno, eso era precisamente lo que ocurría cuando alguien observaba sus síntomas: se apartaban atemorizados, y tal vez, sin desearlo, fueron agravando la situación.
Aquella tarde, yo no me atrevía a interrumpir a mi amigo. Escuchaba mudo su relato, mientras los relámpagos proyectaban sombras fantasmales sobre las paredes desnudas. Durante un breve instante, recordé nuestros días de juventud, y experimenté la certeza de que nunca podría comprender a ese extraño sentado frente a mí.
Ella tenía un nudo en el corazón, me dijo, como si eso lo explicara todo. Yo sabía que hablaba de su esposa.
Cuando los sentimientos nos ahogan, perdemos la paz, siguió revelándome. Todos esos medicuchos eran unos inútiles. Ana no lograba engendrar hijos, y esa imposibilidad se había convertido en un castigo maldito.
La mente de cada ser un humano es un enigma, amigo, me explicó. Yo la amaba demasiado, pero comprendí bastante tarde lo que le ocurría. Su lucha era encontrar ese equilibrio que muchos llaman normalidad. Todo empezó cuando llegó a sus manos un libro que hablaba del poder de la energía positiva. Al principio, se la veía bastante bien, pero cuando decidió unirse a un grupo que practicaba ciertas técnicas de control mental, su estado empeoró. Poco tiempo después comenzó a exhibir algunas conductas que me resultaron insólitas, y hasta grotescas. Se colocaba un almohadón en su vientre y salía a la calle. Todo el mundo la observaba con curiosidad al verla actuar de esa manera. Ella trataba de mentalizarse ¿entiende? algo así como verse a sí misma en el estado que más deseaba. Creía que de esa manera iba a quedar embarazada. Poco a poco, su obsesión terminó apartándola de la realidad. A mí no me resultaba nada fácil tolerar todo eso; pero lo intentaba todo el tiempo.
Cuando el supuesto bebé “nació”, las cosas se complicaron aún más. Imagínese: compraba mamaderas, pañales, ropa de recién nacido. Al poco tiempo me di cuenta de que tal vez la gente tenía razón: la locura era contagiosa. Bañábamos juntos a una criatura imaginaria, y por las noches nos turnábamos para darle el biberón. Mi mente se hallaba demasiado confusa; ya no sabía qué era real. Supe entonces que yo también debía defenderme: la demencia se estaba apoderando de mí.
En ese momento mi amigo guardó silencio. Había dejado de llover; algunos débiles rayos de sol comenzaban a colarse por entre las rejas de la pequeña ventana. Yo lo miraba tratando de entender sus extrañas divagaciones. Las palabras que pronunció a continuación todavía resuenan en mis oídos.
Las horas trascurren muy lentamente aquí, compañero. Pero no se preocupe; todos dicen que estoy mejor. Como le dije, ha pasado un año más, por lo tanto también falta uno menos para que salga de este lugar. ¿Y sabe que voy a hacer cuando llegue ese momento? Le voy a llevar una flor. A ella, claro. Y también al niño. Usted me comprende, ¿verdad? Es que no me quedó otra alternativa. Aquel día, amigo mío, tuve que matarlos a los dos.

****
Estela por beutysname

Un año más me encontré encerrada entre las paredes amarillas que me rodeaban tanto en la habitación como en la facultad. Creí que terminaría esta rutina y, por el contrario, las jornadas se hicieron más intensas. Uno a uno, fueron pasando los días sin nada que me hiciera olvidar que después de todo esto no había nada. No había nada nuevo después de colocar los libros recubiertos en polvo de la biblioteca, sonreír a los clientes, descubrir los intereses ajenos, inquietudes y sentimientos de los desconocidos. Y tras ello, las clases.
Todo iba sucediendo así como esperaba hasta que un día, vagando por los pasillos del centro, descubrí un pequeño brillante escondido en uno de sus pasillos: ¿una llave que alguien habría perdido o un pendiente de alguna chica, que hubiera estado amando a algún muchacho en ese preciso lugar? Cualquier cosa menos lo que era. Se trataba de una bolita similar a aquellas pelotas saltarinas que todos teníamos a los siete u ocho años pero, a diferencia de aquellas, ésta desprendía un brillo especial, un brillo inusitado que parecía proceder de su interior. Opté por guardarla en el maletín negro que cargaba a diario con la idea de que nadie me observara; pues no soportaba que la gente me mirase por el pasillo. Así pues, el brillante, no más grande que una ciruela, resbaló por la cubierta de Astrophel and Stella entre los tejidos de la cartera. Durante todo ese mismo día cada vez que quería sacar algo del maletín, contemplaba mi nueva adquisición. Era increíble, nunca perdía el brillo que desde un primer momento me atrajo a ella.
Una vez acabadas las clases me apresuré a casa, pues debía llegar a antes de que mi madre se fuera; había olvidado las llaves. Sin embargo, por suerte (buena o mala), tropecé con mi antiguo profesor de literatura: un hombre de unos sesenta años, pelo algo canoso, barba larga y ojos verdosos o más bien azulados, no sabría decir. Estuvimos charlando durante largo rato hasta que me convenció para que lo acompañase a su despacho y enseñarme algo que aseguraba que sería de mi interés. Así que, olvidando por completo el tema de las llaves, fuimos hasta su “refugio”.
Una vez allí, se sentó en su vieja silla y abrió cuidadosamente, con sus manos arrugadas por la edad, el cajón que se encontraba a su izquierda. No creía lo que estaba viendo. En el cajón guardaba numerosas bolitas resplandecientes como la mía. Esta visión era aún más impresionante que la de horas antes. Aquellas piezas resplandecían más allá del cajón; resplandecían en la mirada templada del hombre. Al darse cuenta de que mis ojos habían abandonado el tesoro y se encontraban sumidos en los suyos sonrió y me dijo: “pero debe tener cuidado, pues si las contempla durante largo tiempo con impaciencia y sin decoro, acabará por perder su brillo y grandeza”. No entendí muy bien que quería decir con aquellas palabras, no porque no supiera el significado que comprendía a la perfección, sino porque no le veía mucho sentido. ¿Cómo me iba a obsesionar con una simple bola con luz? Aquel hombre siguió explicándome cómo las fue encontrando una a una, cómo hacía para que brillasen entre ellas e insistía en lo más importante: que no se apagaran. No pude apartar la mirada de sus ojos, iluminaban su despacho a más no poder. Cada alabanza de las piedras le hacía perder años, arrugas e incluso canas. Era impresionante. Casi admiraba más el poder que éstas ejercían sobre él que a ellas mismas.
Al llegar a casa no tuve que esperar en la calle, pues aunque no lo creyese había pasado horas dejándome maravillar por las esferas. No podía quitármelas de la cabeza. Así que, aun habiendo escuchado todas las recomendaciones y avisos del anciano, abrí mi cartera y decidí contemplar durante unos instantes mi adquisición. ¿Habría vida dentro de la bolita? Tomé como entretenimiento el crear historias e imaginar que dentro de ella habría una pequeña hada a la que en algún tiempo pasado habían encerrado por desobediencia. Horas fueron las que pasé inventando cuentos en relación con la esfera: hadas encerradas, una estrella caída del cielo, que algún niño habría perdido, una historia de amor materializada en brillo… Infinitos relatos, hasta que finalmente caí rendida en un sueño que se rompió con el trinar del tedioso despertador. Al incorporarme, descubrí que el escenario había cambiado, ya no estaba en el sofá del salón sino en mi cama con el pijama puesto y sin rastro del brillo de la bolita. Busqué, como sin en ello perdiera la vida por todo el salón, la cocina, la entrada, la habitación; ni rastro de ella por ninguna parte, ¿se abría apagado? Debí hacerle caso al profesor y no abusar del resplandor ni dejarme llevar por él. Recorrí toda la casa hasta que, finalmente, fui a parar al cuarto de baño. Allí se encontraba sobre la repisa de las colonias brillando más que nunca. Con ello, ya estaba más que dispuesta para ir a la universidad y soportar un día más de trabajo.
Una vez allí me crucé con el anciano, al que paré para explicarle lo que sucedió el día anterior. Al narrar que dediqué horas y más horas en contemplarla e inventar historias, me reprochó no haber hecho caso de sus advertencias. Pero en un abrir y cerrar de ojos, en el momento en el que saqué el resplandeciente objeto de la cartera quedó ensimismado. No comprendía por qué a él se le apagaron años atrás. Así mismo, segundos más tarde comprendió que no se trataba de guardar el tesoro y observarlo más que materialmente, como objeto digno de venerar. Sino que tenían un uso y valor que debía ser apreciado, pero que no todo el mundo les sabía otorgar. Sólo las verdaderas mentes podían incrementar su brillo y sacar fruto de su luz, incuestionable belleza y perfección, para que llegado el momento, bastara con describirlas para reflejarlas en miradas humanas.

****
El sueño del caballero por draguis
Un año más, de conquistas territoriales. En esas épocas, vivía Nicolás. Un humilde campesino.
Su casa rodeada de tierras cultivadas por sus manos, trigales amarillos que parecían un rayo de sol puesto sobre la tierra, pastizales verdes como esmeraldas.
Se sentaba a mirar la puesta de sol, dejando volar su imaginación.
Soñaba con ser uno de esos caballeros.
Entrada la noche, se fue a dormir
A la mañana siguiente encontró a un costado de su cama una armadura, igual a la de sus sueños.
Afuera lo esperaba su corcel. Un esplendoroso caballo negro como la noche, de crines largas como las constelaciones. No podía creer lo que le estaba pasando.
Se puso la armadura, la cual era pesada para él, pero su entusiasmo fue tan grande que no le importó. Fue hasta el estanque y vio su reflejo en el agua. Se vio como el caballero de sus sueños.
Montó su caballo y fue hacia el castillo del Rey.
Al llegar al castillo, el puente levadizo fue bajado para que él entrara.
Se inclinó ante su majestad, el Rey.-
-Dime que buscas. Dijo
-Solo vengo a ofrecerme para poder luchar en tus tropas.
-Cuál es tu nombre.
- Nicolás, no tengo un título de Lord, ni de Señor. Soy un simple campesino, que desea servir a su majestad.
-¡Eh! Un simple campesino, exclamó el Rey.
-Sí su majestad, pero deseo servirlo.
-Pues así lo harás, desde ahora te nombro caballero Nicolás.
Nicolás no salía de su asombro al ver que era uno más entre las filas del Rey. Se sentía orgulloso.
-Pero dime caballero Nicolás, cómo siendo un simple campesino tienes una armadura, dijo el Rey.
Así Nicolás le contó al Rey todo lo acontecido esa noche. Terminando su relato, montó su caballo y partió hacia las filas del Rey.
A partir de ahí comenzaron sus aventuras.
La noche lo alcanzó en el camino, prendió una fogata para no pasar frío, pero se acordó que no tenía una espada para pelear, el jamás había pensado en ello, solo en su armadura y caballo. Pero la emoción fue tanta que quedó dormido.
Por la mañana despertó y vio una hermosa espada con empuñadura de oro. Él seguía asombrado.
Después de mucho cabalgar llegó a destino. Vio el ejército del Rey, muchos soldados formaban la tropa. Se presentó ante el comandante
-Soy Nicolás para servirlo Señor-dijo.
El comandante le explicó todo lo que acontecía.
Nicolás en un momento le preguntó.
-Mi señor yo no se pelear, solo se cultivar la tierra.
-Has venido hasta acá sin saber pelear, defenderte.
-No lo pensé, solo quería luchar por mi Rey.
Nicolás fue entrenado en pocos días. No era un gran espadachín, pero lo poco que pudo aprender le salvaría la vida.
Y llegó el día, cabalgaría hacia la batalla.
Peleo durante semanas, llegaba agotado. En su tienda se puso a reflexionar todo lo que había experimentado.
Matar, ver sangre en sus manos. Ya no era ese campesino Era nada más que un guerrero.
En vez de tener tierra en sus manos, tenia sangre.
En vez de ver campos llenos de trigo, veía en ellos cuerpos sin vida.
Toda la noche pensó en lo que había vivido mientras era un soldado a las órdenes del Rey.
A la mañana siguiente se levantó, tomó su caballo y se dirigió hacia donde estaba su comandante.
-Mi señor, ya no deseo pelear.
- ¡Cómo has dicho! No puedes irte así, tú tienes una misión que cumplir.
-No deseo hacerlo más. Quiero regresar a mis campos, a mi humilde vivienda. Desde que estoy aquí ya no sé como es una puesta de sol, ni recuerdo de que color son mis campos.
Veré al Rey para que entienda de mí desistir. Esta aceptó su decisión y lo dejó ir.
Con su caballo cansado y tristeza en su rostro, llegó a su vivienda, pero vio algo que no podía comprender.
Sus campos seguían cultivados, los trigales estaban más amarrillos que nunca.
No entendía cómo había ocurrido eso en su ausencia.
Bajó de su caballo, se saco su armadura y la espada.
Se sentó a ver la puesta de sol, la cual había extrañado muchísimo. Y pensaba quien le había dado esas cosas.
En ese momento una gran silueta se fue acercando.
Nicolas asustado se levantó para salir huyendo. Pero una voz le dijo.
-No huyas de mí, no te haré daño.
Y el caballero se detuvo, giró y vio lo que jamás pensó ver. Un Dragón.
Estaba petrificado, no podía moverse ante tal bestia.
El Dragón se acercó hasta él y dijo.
-No te asustes. Vine a darte las respuestas a tus preguntas.
-He estado velando tus sueños por varios años. Supe de tus fantasías de ser caballero. Y fui yo quien te dio la armadura, caballo y espada.
He cuidado tus campos en tu ausencia. Y también te observé en el campo de batalla.
-Porque hiciste todo esto, si no me conoces- le dijo
-Si lo hubiese hecho antes me temerías. Por eso fue que no me he presentado antes.
Pensé que al darte las cosas que soñaste serías feliz, pero me equivoqué. Volviste con tristeza, nostalgia.
No eres hombre de batalla, sino un noble campesino .
Extrañaste tus tierras y volviste a ellas. El haber participado de las batallas, te diste cuenta de lo importante de la vida.
-Tienes razón Dragón, pensé que siendo un guerrero me tendrían respeto. Al ser un campesino nadie se fijó en mi, ni valoran mi trabajo.
-Tú debes ser como eres. Lo que haces es muy importante aunque no lo veas, mira a tu alrededor. Como toma vida la tierra a través de tus manos, como tocas cada espiga y sientes que la naturaleza te habla.
-No había reparado en eso.
-Vive caballero la vida como se te presenta.
El Dragón tomó la armadura y la espada entre sus garras y levanto vuelo. Para poder llevar consigo las armas de la pena, la tristeza. Para perderse en el olvido.

****

¿QUIEN ES EL OLVIDADo? Por vascofrances

Un año más, y él está tendido en la acera, su alma está ausente, su sensibilidad presente.
No consigue conciliar el sueño, la cara sobre el dorso de la mano pretende una mínima comodidad, imposible de lograr por la dureza del improvisado lecho.
La gente pasa en sus autos, raudos, otros apurando su paso para llegar no se sabe donde y apenas si lo notan.
Las estrellas brillan para el desdichado y la luna le acaricia con sus plateados rayos.
¿Qué hacer en esta noche fatal?
Intenta dormir, olvidar la intemperie, el frío, sus miedos.
Trata de olvidar que su boca apenas reconoce el sabor de algo, frío o caliente, para llenar o entibiar sus tripas que parecen pegadas a su espalda.
Apenas reconoce el calor de la gente, que antes solían llenar sus horas con amenas charlas sobre la vida, política, fútbol o pueblos casi olvidados que en su vida joven supieron tenerlo.
Sus pies rozan piedrecillas en el descampado lecho, incomodándolo y algunas veces, casi sin darse cuenta, en su inconciencia, lo despiertan.
Y alguna sonrisa lo sacude, casi en un espasmo, quizás pensando en sus sueños de aquella época de muchachas, plazas y parques donde el idilio y romance se tomaban de la mano.
¿Vendrá quizás esta noche el diablo, a increparlo, diciéndole que es el peor hombre del universo y que su destino prontamente estará en sus manos?
¿O llegará Jesús con su conversación cautivante y suave, para prometerle que luego, no le dice cuando, estará allí a su lado, soñando con miel y panes recién horneados?.
Pasé un día y no lo vi más.
Quizás sus promesas de viaje siguieron presente y su cuerpo, o quizás su alma viajó a aquel lugar que ese joven de barba y largo pelo, en sus charlas casi diarias le prometió.
Un año más y nada cambia.







 
ninive,05.09.2012
beautysname
 
vihima,05.09.2012
Mis felicitaciones a Godiva y al resto de ganadores, gracias al resto por participar y por votar
 
Beautysname,05.09.2012
Lo primero de todo, mil gracias a todos los que habéis votado y a los que nos habéis leído. Enhorabuena a los que habéis quedado entre los mejores, lo merecíais.

Un abrazo
 
alejandra0106,05.09.2012
Felicitaciones a los ganadores, fue una linda experiencia haber participado, muchas gracias
Besos
 
morgund,05.09.2012
felicidades a los ganadores, se lo merecian eran los mejores escrito que lei
 
morgund,05.09.2012
¿Ya uno puede publicar su obra?
 
ninive,05.09.2012
Los participantes pueden publicar desde ahora su texto.
 
MarthaBCh,05.09.2012
Felicitaciones a los ganadores! Ha sido un gusto compartir con tantos bellos texto. En especial a Godiva y su genialidad. También un agradicimiento a Nínive, Vihima, Leticia e Ignacia por su dedicación y paciencia.
Y suerte a todos..!!!
 
Barven,05.09.2012
Felicitaciones a todos los ganadores...
Un abrazo a la distancia...
 
Nomadasinrumbo,05.09.2012
Zorionak denei!!!
 
rhcastro,05.09.2012
Felicidades .
 
almalen2005,06.09.2012
b style= "font-size:20px; color: blue ; font-family: monotype corsiva"Felicitaciones a todos los que alcanzaron el podio,a los que participaron, también a quienes se encargaron de llevar adelante el concurso hasta el final.
Nínive te han quedado muy bonitas las coloridas letras.
Serpentinas estrellitas y besis de luz, Ma.Rosa.
 
haditavelher,07.09.2012
Felicitaciones a Bautysname por "Estela", para mi, de los 3 ganadores es el mejor. Ojalá todos los que votamos, lo hayamos hecho por honestidad y sin consideración de amistad, que cada autor no haya compartido con sus amistades el título de su cuento para aumentar votos, porque al final, se supone que estamos "calificando" nuestra imaginación con miras quizá a perfeccionar nuestra forma de escribir; porque el cuento es eso, parte de una imágen inventada (creo yo) o real de la que surja un sueño no real, que "dibujamos" con letras, nada de lo que hemos de escribir como cuento o novela, debería ser parte de nuestras vidas sino simplemente una perfeccion quizá de nuestras realidades, lo demás se llama reflexión a mi entender y que cada cuento calificado haya sido reflexionado con un poco de madurez y honestidad.
Felicitaciones a todos los concursantes y en especial a los 3 por los yo voté (sin ofender al resto, solo se podía votar por 3) porque para mí, me lograron transportar a otro sitio mientras leía y considero que al final eso es lo que cuenta de un cuento.
 



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