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deimos,27.06.2015
Hace algún tiempo vi un foto en el face, en la que aparece un señor ya entrado en años y vestido con descuido, sentado frente a una mujer en un lugar público cualquiera, podría ser una calle una plaza, parque no lo sé, en la foto se les veía conversando y frente al hombre había un cartel que decía “se escuchan historias de amor gratis”, desconozco el origen de la fotografía y cierto es que podría parecer una cursilada, pero me gustó mucho y creo que hasta la compartí diciendo algo así que a mí me encantaría dedicarme a eso. Como no pierdo la esperanza de hacerlo he venido aquí a ensayar en eso de escuchar historias de amor gratis (gratis para mí por su puesto), no hay humano que tenga una vida fácil y creo que todos tenemos por ahí guardada alguna historia de amor propia o ajena de esas que valen la pena compartirse.
 
deimos,27.06.2015
Esta es una historia contada en su momento por quienes la vivieron, no tuvo un buen final para nadie, pero todos sobrevivieron sin cicatrices notables y permanentes en lugares visibles de sus anatomías.

Se trata de una chica en sus veintes, muerta de amor por un tipo que pues digamos no era ni feo ni bonito, solo pasaderito, al cabo de unos tres años de noviazgo, el tipo comenzó a tener un comportamiento extraño, que lejos de ser interpretado como un signo de alerta, la chica en pleno delirio erotomanico interpretó como las señales inequívocas de que el chico de sus sueños se preparaba para formalizar el compromiso y entregarle el anillo correspondiente, de tal forma alimentó ella misma la creencia que por su cuenta contrató una hipoteca, lo llevaba a recorrer mueblerías para que imaginaran juntos como decorar el lugar en el que querían vivir y llegó al punto de suscribirse a una revista de “novias” y a tener su álbum de vestidos de ídem favoritos con vistas a la gran elección.

En esas vivía nuestra chica, cuando una compañera de su trabajo es invitada por su pareja para ir a una boda, al mirar la invitación se le caen hasta el piso las prendas interiores al notar que el contrayente es también el novio de nuestra chica.

Como no se atrevió a decírselo, reunió en asamblea a la legión de oficinistas para informar el descubrimiento y consensar la conveniencia de informar a nuestra ingenua mujercita, como resultado de las deliberaciones resulta que todas creen que deben decírselo, pero nadie se atreve a hacerlo.

Pasan los días y las semanas y aparece publicada en diversos diarios locales la nota sobre la despedida de soltera de la prometida del chico de los sueños de la candorosa chica de nuestra historia, lo cual precipita la intervención y en la mesa de una cantina le sueltan la noticia.

Como era de esperarse, nuestra chica va y le reclama al infelicito la traición y este le dice, “esperaba ser yo quien te dijera lo de la boda, recuerdas que cuando comenzamos te dije que no te enamoraras de mi porque no me gustaría lastimarte? Pensé que las reglas entre nosotros estaban bien claras”.

Obviamente la chica no se lo tomó bien y después de meses a base de terapias de alcohol y sexo con desconocidos, pues no sé si encontró nuevamente el amor o solo salió embarazada, pero finalmente tuvo boda y vestido blanco y arroz y palomas blancas de las que hacen popo sobre los tejados y todo eso, con un tipo que no se si la amaba o le creyó eso de que el niño era suyo.

No hay moraleja, porque eso implicaría que estamos juzgando, solo fue. Los personajes siguen vivos suponemos que a veces felices, a veces no tanto, o sea como todos y como cualquiera, excepto como yo, que me cocino aparte.
 
glori,27.06.2015
A veces el corazón pesa tanto dentro del pecho que parece abarcar la vida entera.
Eso sintió Luis cuando Marta falleció. Aunque él sabía que para ella todo había terminado mucho antes: el día que descubrió que no podría volver a escribir. La tristeza que la abatió a partir de ese momento aceleró el final previsible.

Luis se había acostumbrado a escuchar las historias que ella inventaba. A veces,
las leía mientras tomaban una taza de café en el barcito de siempre. Sin embargo, durante los últimos días se hicieron amigos del silencio porque ya habían usado casi todas las palabras.

Y ahora la extraña. Ha descubierto que su aroma se impregnó en sus poros mientras le robaban a la vida instantes de eternidad.

Una tarde ella le dijo que su historia se asemejaba a "La tregua". Él era el nuevo Martín Santomé. En cualquier momento la iba a perder.
Y él ya había perdido un amor; ella era la esperanza que necesitaba ... pero quedaba poco tiempo.
Tenía que estar preparado.

Hace unos días encontró uno de los escritos de Marta. Se trata de una versión de su propia tregua. Finalmente decidió escribirla.
Pero a él lo describe muy diferente de Santomé.
Su nostalgia es luminosa; está colmada de gratitud.
Entonces Luis comprende que ella no ha muerto; continúa viviendo en sus cuentos y también en su corazón.
 
deimos,27.06.2015
Quién no se enamoraría hasta el tuétano, si le dijeran No sabe usted cómo es que yo agradezco su sencillo coraje de quererme
 
rhcastro,27.06.2015
El chico aquel... el travieso de la cuadra. El màs guapo, su amiguito de la infancia quien queriendo dar a una paloma con una piedra, por accidente pegò a Irene dejàndola tuerta. La tuerta, decìan en la escuela, en casa empezaron a mimarla, pero ninguna de las dos formas de trato le gustaban. En realidad a ella solo le habìa agradado 'el lalo' a quien amaba desde antes de que le sacara el ojo.

Desde aquel accidente Irene se volviò distante, solitaria. Ni lalito podìa convencerla de abrirse al trato. No sè si por culpa o algo èl llegò a pedirle que fueran novios y asì se dieron de besos, hasta que de mayores la pidiò en matrimonio, pero Irene no respondiò. Era como si tambièn se hubiese quedado muda. Nunca volviò a hablar con èl.

Sus hermanos preferìan dejarla sola ¡No habìa quien la aguantara con el caràcter tan àcido!
Sola... sì, asì fue como asistiò a la boda de Eduardo. A todos extrañò porque no era catòlica y pocas o nulas veces se le veìa en pùblico. Eduardo la mirò inquieto y por instinto tomò fuerte la mano de la chica en el altar. Aquella joven vestida de blanco como paloma, de alas amplias y horizonte infinito. ¡Se veìa tan bella! Casi como Irene cuando niña, con aquella sonrisa còmplice del juego.

Recordò la sangre y el carro de urgencias. Aquel correr de la gente y su sonrisa, un poco antes de llorar.
 
Desideria,28.06.2015
iAquella historia de amor la perseguiría hasta el fin de sus días. Mi tia-abuela era una mujer de gran belleza viviendo en un tiempo que no le pertenecía. Principios de siglo XX, en un lugar inadecuado, rodeada de personas que se dedicaban a la labranza.

En el pueblo vino en las fiestas un afamado cantante, ella se prendó de su sonrisa, de sus canciones, de su voz. El, de aquella serena belleza en una joven de veinte esplendorosos años.

Ella, se casaría en otoño. Estaba prometida a un rico terrateniente.

Se vio a solas con el cantante, y los dos decidieron fugarse, para no regresar.

Fue un escándalo de los que hacen época, juntos huyeron al país vecino. El terrateniente loco de celos los mandó perseguir, hasta encontrarlos. De un balazo acabó con la vida del cantante, y ella, loca de amor salió corriendo para despeñarse por un barranco.

Cosas así, pasan en mi país.i
 
deimos,29.06.2015
Bella y terrible, historia, que me ha puesto del este humor:

Me acostumbré a guardarte, a llevarte lo mismo
que lleva uno su brazo, su cuerpo, su cabeza.
No eras distinto a mí, ni eras lo mismo.
Eras, cuando estoy triste, mi tristeza.

Eras, cuando caía, eras mi abismo,
cuando me levantaba, mi fortaleza.
Eras brisa y sudor y cataclismo,
y eras el pan caliente sobre la mesa.

Amputado de ti, a medias hecho
hombre o sombra de ti, sólo tu hijo,
desmantelada el alma, abierto el pecho,

ofrezco a tu dolor un crucifijo:
te doy un palo, una piedra, un helecho,
mis hijos y mis días, y me aflijo

Alguien lo recuerda?
de nuestro imprescindible Sabines
 
deimos,29.06.2015
Bueno, yo tengo una historia con un desenlace, más apto para horario infantil, alguno de ustedes se ha enamorado por internet?

Creo que más gente de la que está dispuesta a admitirlo ha tenido al menos una ilusión y una desilusión. Las mariposas en la barriga no son menos reales por ser provocadas por una voz que nos arrulla, desafiando distancias y lógica. Les propongo esta, que me contó la protagonista y propietaria de la historia y pasó en una época en que las redes sociales eran más simples y había salas de chat por todos lados, como la que todavía tenemos por aquí.

Fue el viernes dos de marzo, insólito que recuerde la
fecha, ni siquiera sé qué día de junio es hoy, eran aproximadamente las dos de la mañana y tenía sueño, tenía el ICQ conectado, pero no le estaba haciendo demasiado caso, estaba por apagar la computadora y
acostarme, cuando un "uhu uhu" sonó y en la barra vi que tenía un mensaje, muy tímido, solo decía "hola", como soy una chica bien educada conteste perezosa el saludo con otro idéntico, sin ver siquiera el nick del remitente.
-¿qué haces? Volvió a preguntar.
Buscaba una canción, pero ya tardó mucho en bajar (nada wei me voy a dormir, pensaba)
- ¿cuál?
A la orilla de la chimenea
- Sabina, yo te la mando, dame un segundo.

Y no me fui a dormir, pasamos de hablar de música, a cine, de comida a computadoras, de acuariofilia a nosotros.
-Yo tengo un negocio de equipo de cómputo, estamos frente a la primaria “los héroes” ¿la conoces?
Nop, pero necesito una impresora con urgencia, pero no sé qué comprar
- bueno, tal vez yo te puedo ayudar a escoger, aunque no la compres conmigo igual te ayudo.

Te lo agradecería mucho, nunca sé que comprar de estas cosas.
- Te invito a un concierto de Alejandro Filio
- ¿Así nomás?
- Si ¿por qué no?

_Me encantaría. Mañana no trabajo es dos de marzo, puedo ir a tu negocio y vemos lo de la impresora.
- y nos ponemos de acuerdo para ir al concierto.

Me lo encontré y vi unos ojos tremendos que me traspasaron el corazón, le compré la impresora que me quiso vender, me acompaño apagar mi teléfono, nos dimos nuestros números telefónicos casa, trabajo, celular, negocio, me dejo en la puerta de mi casa y quedamos vernos el lunes.

- mañana no puedo verte, pero el lunes paso por ti a tu trabajo y te instalo la impresora.

Y yo que hago hasta el lunes?

Enciende la pc, Que bien!, me dejó una tarjeta electrónica en mi mail, conecta icq, va a llegar va a llegar, tiene que venir, no le puedo llamar, ya quedamos para el lunes.

Lo llamaré con mis poderes extrasensoriales, un mensaje telepátetico, "ven por favor"

Se hace cada vez más tarde, no vino, me voy a dormir.

Entonces "uhu uhu" y el mundo se detiene...


Lo que viene después es que transcurridos unos meses nuestra pareja se puso por escrito, que estarían juntos, en las buenas, en las malas y en las terribles y al parecer el acuerdo todavía les funciona.
 
Desideria,13.07.2015
iMis dedos teclean con velocidad las diferentes letras, en ellas sólo se me ocurre darte las gracias. Gracias por estar ahí, en las buenas y en las malas. Gracias por mirarme como lo haces, con embeleso de hombre amado. Me dices que me admiras por lo conseguido en mi vida. Y no, no sabes que tú eres mi bien más preciado porque me amas, porque te amo. Ahora, en la noche permaneces sentado esperándome, ya que soy un alma inquieta, que me gusta de escribir, a veces a altas horas de la madrugada. Te tomo tu ordenador prestado, y escribo una historia inventada que espero que vea la luz, en alguna revista literaria. Y es que, tú eres el protagonista de mis sueños, de mis sinsabores, de mis pesadillas y mis lamentos. Te amo, me amas, desde tiempo inmemorial, en casi media vida juntos.

Sin ti nada tenia sentido. Mi mundo se derrumbó en tu abandono, me sentí morir. Una cruel depresión se apoderó de mí. No me cuidaba, no me maquillaba, no salía, no hablaba, nada me alegraba, permanecí inerte mirando al vacío, a la “caja tonta”, sólo lloraba en muchas noches de soledad. Escribí hasta perder el conocimiento, escribí sin tino ni concierto, escribí porque tú eres mi mitad. El destino nos unió de nuevo, en una calle de nuestra ciudad. Empezamos, de nuevo, poco a poco. Despacio. Siempre serás el hombre que amo en mis días y en mis noches, eres a quién busco entre la tibieza de las sábanas. Ahí estás. Aquí estoy. El catorce de julio fue nuestro aniversario.i

Lo siento: soy una romántica
 
Desideria,13.07.2015
iNos entregamos como animales hambrientos, llenos de pasión y desenfreno en una noche sin final. Silente es la luna testigo de dos cuerpos, siendo uno entregados al placer. Amantes sin freno, en un lecho olvidado en una entrega mutua. Las sábanas envuelven dos cuerpos perlados de sudor. Siento amor mío tus labios recorriendo poco a poco mi vientre que estalla a tus caricias. Te pienso y te siento, es ¡tanto amor el que derrochas! En la oscuridad de la noche tus manos me hacen estremecen en un mundo onírico, cuando tus dedos me explorar con sapiencia. Me mimetizo en el sabor de tus labios, piel con piel. Jadeos en un rincón de la habitación. Te conozco, me conoces. Somos dos viejos amantes que el destino unió. Me subyugas con el sonido de tu voz, y me siento plena. Fragmentos de piel con piel mientras amanece un nuevo día. ¡Me haces la más feliz de las mujeres!i
 
rhcastro,14.02.2017
Amor...
 
rhcastro,14.02.2017
No sè si es dìa del amor. Leo detenidamente como mis amigos se felicitan y pienso: ¡Debe ser el dìa!

El amor fue algo que dejè al paso, una carga pesada para llevar a cuestas. Se puede seguir sin el bulto.

Convivir con otro humano no es cosa sencilla. No entiendo su lenguaje, en el mìo era de suma importancia el hecho, la parte palpable, pero la palabrerìa matò mis proyectos de pareja.

Caminar juntos debìa de ser descansado o al menos un poco, pero no es lo mismo cargarte con el otro todo el trayecto mientras al oìdo susurran un te amo. El cuerpo necesita mucho màs que eso para fortalecerse. Cargar a otro individuo es una compañìa demasiado cansada, mejor era ir solo y aprender que tambièn se puede llegar de esta manera.

Recuerdo a doña Mary y a Manuelito, viejos entretegiendo enfermedades incurables. Pròximos a la muerte hacièndose promesas. Llegaron solos a la caja, cada uno en su respectivo agujero. Era injusto pedir a Manuel que se cargara el muerto, no sè como pudo prometerlo.

Nunca hice promesas que no pudiera cumpir. Hasta que dure o quizàs solo una noche. Hay que aprender que nada es para siempre.

Las cartas de amor se quedaron en la infancia, entonces escribì algunas supongo, todo niño es inducido a creer en salvadores, pero la vida te va dejando el sendero vacìo con un horizonte incierto. Y caminas... o detienes ... buscas en quièn subirte para que cargue contigo en caso de que no traigas a alguno ya montado.

El amor es divino y si sientes alguna carga estàs equivocando el paquete. Tira eso y sigue asì, sin màs que tu necesidad de llegar.








 
kupiga,20.02.2018
A veces suceden cosas contra toda probabilidad o pronóstico, buenas y malas. En el segundo supuesto con frecuencia van de mal a peor, pero hay ocasiones en que parece ser que nos toca el billete premiado o que por lo menos no heredamos al ángel de la guarda de los Kennedy.

Hay quienes creen en la intervención divina, milagros les llaman, aun cuando tienen poco que ver con caminar sobre el lecho seco del mar rojo o multiplicar panes y peces.
Se dice que los caminos de Dios son misteriosos como la senda del viento, o como la forma en que el espíritu humano se infunde en el cuerpo del niño aún en el vientre de la madre.

Cuando la conciencia es puesta en una circunstancia de verse al borde de la muerte, busca un asidero que haga menos difícil la transición, tal vez la alteración de la química cerebral pueda hacernos llegar al convencimiento de haber pasado experiencias que en realidad no sucedieron.

Tal vez sea posible que Dios obre de maneras extrañas, tal vez nuestros muertos realmente nos miran desde el otro lado.

Lo que resulta cierto, es que aun sin intervención divina el amor obra de modo extraño en nuestras conciencias y se manifiesta de muchas tan variadas formas que nos hace construir nuestros propios milagros, no los ampulosos relacionados a separar aguas del mar o cosas así, sino a los milagros humildes pero suficientes para encender el sol en un día nublado.

Quiero compartir una historia de un accidente terrible o tal vez de un milagro no se bien, sucede que el joven de quien hablamos salió un viernes por la tarde de su trabajo, igual que como lo ha venido haciendo durante meses para trasladarse a su casa, con su mujer y su hijo.

Pero esta ocasión algo fue diferente, en el trayecto un auto impactó al suyo volcándolo. Cuando fue consciente de lo ocurrido trató de salir del vehículo y fue ahí cuando distintas partes del cuerpo le hicieron saber que no era tan fácil como pensó al principio, no podía abrir la portezuela, ni gritar, ni recordaba bien a bien dónde estaba, solo sabía que tenía que salir y salió.

Se recuerda recostado contra el pavimento y convencido de que se encontraba muriendo.

En ese momento escuchó una voz
- Abre los ojos y mírame.
Era su padre muerto hacía más de veinte años
- No puedo papá, estoy muriendo.
- Levántate cabrón, no vas a morirte, dame la mano.

Se levantó asido al brazo de su padre y caminando se acercó hacia los mirones que ya se habían reunido a quienes pidió ayuda.

Durante al trayecto en ambulancia recuerda haber estado despierto y preguntó al paramédico por qué no le hacían sonar la sirena, le dijeron que estaba sonando, pero le prometieron que cuando se recuperara lo invitarían a dar una vuelta con la sirena encendida, pero le subirían el volumen para que la escuchara.

Durante esa noche fue intervenido por politraumatismo craneoencefálico con estallamiento de masa, entre otras lesiones.

A las cuarenta y ocho horas despertó, con apetito, muy adolorido, pero sin pérdida de memoria, habla, vista o movilidad al día de hoy se encuentra recuperándose convencido de que su padre querido vino a rescatarlo.

Es una historia de amor en la que un padre llegó de otro plano de existencia a poner a salvo a su hijo.

O tal vez es una historia de amor porque un hijo en el instante que creyó era el último de su vida, le dedicó sus pensamientos a su amado padre de tal forma que su mente extraviada dio sustancia y voz a ese recuerdo y le ayudó a sobrevivir.

Lo único cierto es que es el amor que nos hace obrar de modos extraños.




 
Mialmaserena,20.02.2018
Hermosa historia.
 
kupiga,22.02.2018
La mujer de la historia, conoció al hombre con quien se casó cuando eran estudiantes vivir juntos, por espacio de diez años los había hecho convivir en una simbiosis que hacía pensar a cualquiera que eran un matrimonio envidiable.

El un respetado médico usaba dos teléfonos celulares y tenía una plaza de neurocirujano en un hospital de primer nivel en lo que ahora se conoce como Ciudad de México, ella maestra en un jardín de niños en la ciudad de Pachuca, Hidalgo.

Una mañana de tantas antes de salir Ella percibe el zumbido del teléfono de su esposo y decide utilizarlo para marcarle a su segundo número y decirle que apagará este y lo dejará en casa, pero el mensaje la deja en shock, era de una mujer y revelaba una relación íntima, siguió el hilo de los mensajes y le quedó clara la situación.

Llamó al esposo y mientras trataba de gritar o pedir explicaciones. El balbuceo el llanto y el darse cuenta desde que número le estaba marcando, le hizo darse cuenta que estaba descubierto.

Regresó a casa y la encontró en el punto entre el asesinato y el suicidio, pidió perdón y prometió todo lo se le ocurrió e ese momento.

Ella decidió perdonarle, pero su corazón no perdonó, estaba lleno enojo, de celos, era la ruptura de su sueño de princesas, la verdadera pérdida de su inocencia, durante meses persiguió acosó amenazó, investigó a la otra mujer, descubrió que trabajaba en el mismo hospital.

Una mañana la furia la sacó de la cama y abordó un autobús a la CDMX, cabe decir que no estaba para nada familiarizada con las complicaciones del transporte público, las distancias, direcciones, pero estaba decidida a generar en el hospital en el que su tan respetado esposo trabajaba el escándalo más grande que pudiera, para que al menos perdiera el trabajo y la reputación.

Cuando bajó del autobús no se arriesgó a extraviarse en esa inmensa ciudad que no conocía y abordo un taxi para que la llevara al hospital.

Cuando le indicó el destino y al verla llorando el chofer trató de aligerarle el viaje preguntando qué la llevaba al hospital, ella mencionó que sus esposo estaba ahí, así que el conductor asumió que el esposo estaba internado en un hospital de primer nivel y al verla tan mal asumió que era grave, trato de consolarla, le puso música suave y le dijo que rezaría mucho pidiendo fortaleza y paz para su corazón para que pudiera atravesar ese mal trago con serenidad y sabiduría, apagó el parquímetro le cobró la mitad del trayecto.

Al llegar al hospital decidió que su matrimonio había finalizado y comenzó a llorar por eso, pero no con enojo, solo tristeza y una mujer al verla así le ofreció un sándwich una botella de agua y sin preguntar nada la abrazó.

Ella se retiró del lugar sin haber visto ni al esposo ni a la mujer, al tomar el autobús de regreso a casa llevaban el acompañamiento de una película de Richard Gere y sin darse cuenta comenzó nuevamente a llorar, el hombre del asiento de lado, le ofreció un dulce y un pañuelo al bajar el autobús solo le dijo, las cosas van a tener que mejorar en algún momento y se alejó.

Y mejoraron a partir de ese punto, como quien se saca la piedra del zapato y de pronto percibe que por el dolor le ha dado tregua.

La amabilidad es también un acto de amor y cuando viene de extraños puede llegar a sentirse como un suave beso de Dios o la señal de que las cosas van a tener que mejorar en algún momento.

 



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