Datos resumidos:
Arquitecto argentino, 50 años, casado tres hijos
Tengo alguna que otra deuda, a pesar de tener una inmensa fortuna, mi familia

Datos ampliados:
Mi universo

En estos últimos días he tratado de comprenderme, y al intentarlo, creo haber descubierto como se comporta este mi universo el cual pienso esta compuesto por diferentes matices, o sub-espacios que en definitiva marcan mis conductas.

Poseo una visión de mi mundo al cual llamaría la parte celeste, que sería aquella que veo durante el día, cuando trabajo, cuando proyecto, cuando estoy conciente de mi entorno y de las personas que amo, este sector de mi universo es el que creo interpretar cundo actúo en mi vida cotidiana en forma conciente, sería la interpretación de mi mundo como creo que es, y esto no significa que sea como yo lo interpreto.

Otra parte de este mi universo, es aquella que está en tinieblas, en donde no puedo ver y todo es desconocido par mí, pero que intuyo un lugar, quizás lejano o muy profundo en donde existe una luz que me guía, sería mi inconsciente, desde el cual también observo cuando me sitúo allí las otras partes de mi universo y las interpreto desde otro ángulo.

También está el espacio verde, el cual me conecta con la naturaleza, con el aire, el agua, y la tierra, es el espacio en donde me puedo distender y mis sentidos se revitalizan, siento que soy parte de esa naturaleza que me rodea, podría decir que es lo mas cercano a la felicidad, es cuando me siento bien tanto con los seres que amo y que se que me aman, como con migo mismo.

Por último mi mundo primitivo o de fuego, en donde me descontrolo, y sale a la superficie todo el odio y la idea de querer destruir lo construido, es un torbellino de furia, que tiñe todo de rojo. Pero pasa y recapacito que quizás ese deseo de destrucción, sea una forma más de querer escapar de mis miedos, o solo un escudo de defensa para con aquellas cosas que no puedo controlar.

Estos diferentes campos de mi universo, no son estancos, no tienen un límite fijo, se encuentran sutilmente conectados y cada uno puede aparecer cuando menos lo espero, no se si tengo el control de los mismos, creo que existe una fuerza que los contiene, que no depende justamente de mí.

Tal ve esa fuerza desconocida, sea el razonamiento es decir la capacidad que todos tenemos para poder interpretar que nos ocurre, y en que lugar de nuestro universo multifacético nos encontramos.

Todo funciona como un preciso mecanismo de relojería muy sofisticado, que me permite pasar de un estado a otro sin siquiera darme cuenta, pero con la fuerza de un péndulo que se desplaza por estos espacios acompasado y lentamente.

Cuando este intrincado sistema se descompone, todo se desequilibra, y los sutiles límites se pierden y una gran confusión reina en todo este universo.

Por fortuna se puede componer, lo cual puede llevar tiempo y no es sencillo, pero una vez que estas fuerzas se acomodan, continúan marcando sus ciclos de cielo, tinieblas, verde y fuego, una y otra vez, durante toda nuestra vida.

Tal vez mi universo sea muy similar a un gigantesco reloj que no marca el tiempo, y solo marca los instantes de mi vida que me permiten saber que estoy vivo y que puedo disfrutar de ese sutil equilibrio que ha creado la naturaleza, tal vez de pura casualidad pero que nadie puede negar.