¿Sabes? Resuelto y seguro, agradecido estoy de sobremanera y modo contigo; seguro de que ignoras aún cuan bueno es todo de cuanto provocas tú, agradecido por lo que me has devuelto al ser tan sólo como eres, sin que ello implique acaso que lo sepa, tanto menos que pretenda hacerlo, y resuelto de mantenerme al intento de provocar en ti lo mismo; sea así que llegue hasta ti, mi completa gratitud por significar (acaso sin saberlo ni desearlo) el brillo que me ha traído de vuelta plácida al estímulo que tu efigie me significa.

Espero que todo esto no se torne como rebuscado o convencional en demasía a tus ojos, cuando lo que menos pretendo es provocar en ti un sentimiento encontrado que derive hacia tu extrañeza, desidia o desencanto, ya que si así lo deseas puedo ser tanto o más terreno y coloquial como todos, pero es tal el júbilo, que mi rostro me delata y mis aún inmaturas ideas no hacen más que traicionarme, es entonces cuando me siento a pensarte e invocarte sonriente, y vienen a mí las imaginables venturas que te acompañan, entonces no hago más que escribir con la inspiración que ha regresado después de tanto y aún tan poco con pensarte, tan sólo.

Deseo que la coincidencia nos alumbre y acompañe, porque espero en ti encontrar aquello que a sabiendas me falta y sobre por dar, queriendo seas tú y sea yo, seamos el orden y la causa de las cosas que no hemos alcanzado todavía; aspiro que al tiempo pueda extrañarte si me faltas, pretendo intentarlo si te pasa como a mí desde hace un tiempo, pero primero que nada quiero que sepas que nada de esto lo he planeado, ni intento explicar, sólo me remito por ahora a sentir los embates que tu nombre e imagen causan sin premeditación ni mesura.

Gracias por inspirarme y hacerme sentir feliz con tan únicamente pensarte, siempre acepta mis sentidas disculpas si no logro provocar lo mismo.