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Abro los ojos... Todo esta obscuro, ¿que sucede?, ¿Dónde estoy? Solo escucho el viento. Me toco la cara con las manos y tallo mis ojos, pero no veo resultados, creo que estoy ciego, trato de extender mis brazos para tocar algo pero no hay nada a mí alrededor. Trato de recordar algo... nada. Lo ultimo que recuerdo es... no lo sé. Mi mente esta hecha añicos, no sé que sucede y me estoy comenzando a asustar, trate de pedir ayuda pero de mi boca n salen palabras bien formadas, sino gemidos. Cierro los ojos pero no hay diferencia, los abro pero la obscuridad sigue ahí, perturbadora y densa, tan densa que podría fácilmente cortase con un cuchillo. Doy un paso al frente, y descubro que estoy parado en un terreno irregular. Tengo zapatos, toco mis piernas y descubro que tengo pantalones y al tocar mi pecho siento una camiseta liviana-tengo ropa- alcanzo a decir. –¡¿Hola?!- Grito, pero no hay respuesta, siento un escalofrió recorriendo mi cuerpo que se detiene de golpe en mis rodillas y comienzo a temblar. Siento una gota resbalar por mi mejilla y aprieto la quijada. Me arrodillo sobre el extraño terreno y lo tanteo con las manos... –es pasto- digo. Coloco las dos manos sobre el suelo y comienza a avanzar a gatas, el piso esta húmedo. Tras avanzar unos cuantos metros logro escuchar algo mas moviéndose no muy lejos de mí. Trato de avistar algo pero no veo absolutamente nada, miro a donde creo esta el cielo pero no veo nada más que obscuridad total. El aire me comienza a parecer cada vez más denso y frió. De pronto se escucha algo delante de mí: un crujir de hierba. Hay algo frente a mí. Pero no veo nada. De pronto de la obscuridad dos pequeños ojos amarillos me miran a una distancia de veinte metros más o menos. Y me siento aterrado. Pero también aliviado... –No estoy ciego- digo sin querer. De pronto observo que los dos ojos comienzan a acercarse hacia mí. Y me pongo de pie de un golpe. Doy un paso hacia atrás y exhalo un ruido muy extraño, como un grito ahogado. ¿Que demonios esta pasando?, un terror enorme me invade al ver esos dos ojos brillantes acercarse hacia mi. Cada vez se acercan más y más, pero no me puedo mover, mi reparación esta muy agitada y mi corazón late más aprisa que nunca. De pronto mis piernas responden, doy tres pasos hacia atrás pero tropiezo con algo y me golpeo la espalda. Por el dolor cierro los ojos, es un dolor terrible. Me toco la espalda con la mano y me quejo de dolor. ¡Pero los ojos!, ¡Ya deben de haberme alcanzado!, , Ho dios... no quiero ver. Pero necesito ver, que era esa criatura con mirada centellante. Abro los ojos y miro hacia donde esa fría mirada amarilla debería estar pero no hay nada. Mi corazón late cada vez más rápido y me cuesta trabajo respirar. Trato de tranquilizarme, me siento y toco mi espalda, aún me duele. Sin previo aviso los ojos brillantes aparecen junto a mí, a mí izquierda. Y me miran, me levanto desde un salto y comienzo a correr. Me resbalo y ruedo por el pasto mojado, no me puedo detener. Me duele todo el cuerpo, pero debo correr, huir de esos ojos. Me detengo bocabajo y pongo mis manos a los lados de mi rostro sobre el suelo. Respiro y me incorporo. Miro a mí alrededor pero no veo aun nada. La desesperación es terrible. Grito varia veces hasta que me duele la garganta pero no hay repuesta. Miro hacia atrás donde me imagino hay una especie de desnivel o una pequeña colina por la cual rodé hacia abajo. Miro hacia arriba y en efecto varios metros por encima de donde creo esta el suelo están esos ojos amarillos flotando en la obscuridad y mirándome fijamente. Me siento atrapado. Aprieto mis puños fuerte y un recuerdo invade mi mente: un boleto, eso es lo único que recuerdo, mi mano sosteniendo n boleto y yo caminando hacia algún lugar. Había un piso de madera ya obscurecida y era un día nublado. Eso es todo. Trato de examinar más este extraño recuerdo pero me veo interrumpido por estos ojos amarillos que flotan frente a mí a la altura de mis rodillas y me miran a la cara. Los miro detenidamente y ni siento mas miedo, algo en mi dice que no me harán daño sea lo que sea esa criatura no tiene la intención de lastimarme. Miro esos ojos fríos como el hielo y me quedo tranquilo. Todo parece tan apacible. Una brisa fresca llega hasta mi y escucho árboles crujir a lo lejos, el sonido del viento es arrullador y esos ojos frente a mi me tranquilizan. Pasan alrededor de cinco minutos, no sé. A lo lejos escucho un silbato. Salgo del trance en le que estoy. Muevo la cabeza y cierro los ojos. Mi respiración se agita de nuevo y otra vez siento el frío del lugar. Miro a los ojos frente a mí y trato de imaginar que clase de criatura puede poseer esos ojos tan penetrantes. No puede ser un animal conocido, o tal vez si, eso no importa, son muy bellos y tranquilizadores, todo parece tan cálido al mirarlos. Pero otra vez el silbido de algo alo lejos me interrumpe y esta vez giro la cabeza hacia donde se escucha este sonido. Una pequeña luz se ve a lo lejos. Parece humana. Una lámpara o algo así. El sonido del silbido de nuevo. ¿Que es ese silbido?, No lo reconozco, pero una imagen llega a mi mente. Una enorme locomotora arrojando humo que sube hacia el cielo nublado. ¡Eso es!, Un tren. Mi salvación. No estoy solo ahora, hay humanos cerca. –¡Auxilio!, ¡Alguien!, ¡Hola!- la luz del tren comienza a tomar mas forma. Es un farol que alumbra hacia el frente. No esta muy lejos parece que va hacia mi izquierda a unos varios cientos de metros pero podré encontrar las vías del tren y seguirlas. Esa es mi salvación, miro hacia donde estaban los dos pequeños ojos y ya no los veo allí. Ahora no hay nada. Pero ya no importa, trato de avanzar hacia done creo que están las vías de tren. En cual se acerca cada vez más. Doy pasos largos pero lentos, no quiero tropezar de nuevo, aun me duele el cuerpo de las dos caídas. He caminado por una eternidad pero no alcanzo el posible destino del tren que ahora apreciara que no avanzase, va muy lento, pero yo también, mis piernas no aguantan más. Mi cuerpo esta congelado, hay un frío terrible. Sigo caminando y escucho el pasto crujir bajo mis pies. Un horizonte aparece frente a mis ojos por arte de magia. Una línea roja que separa el cielo de la tierra se va formando frente a mí. Pero la obscuridad aun sigue aquí, envolviéndome. Trato de apurar el paso pero el terreno se torna más dificultoso, la hierba es mas alta, la siento en mis rodillas y cuando tropiezo de ves en cuando esta roza mi cara, pero debo seguir, algo me dice que debo ir mas aprisa. Con dificultad avanzo por un terreno que no sé que es y hacia algún destino desconocido. Solo puedo ver una línea roja que crece alo lejos y un gran faro que se aproxima hacia donde me dirijo. No más. Es silbido del tren resulta lago escalofriante pero cálido. Y ahora recuerdo un poco mas de la escena con el boleto en mi mano. Si, me encuentro en la estación del tren esperando la llegada de este y tengo la mitad de mi boleto aun en mi mano. Peor no sé a done voy, no recuerdo aun a donde me dirijo. El tren ya esta cerca y la hierva cada vez crece más. Escucho un silbido diferente al del tren, un silbido mas parecido al de una serpiente. Pero no me interesa. La hierba ahora es muy alta, esta casi tal alta como yo. Y ahora el suelo se hunde bajo mis pies, es lodo. Me cuesta aun más trabajo avanzar y la obscuridad comienza a tornarse menos densa. Ahora el mismo silbido que escuche mas atrás se vuelve muy intenso y siento un terrible dolor en mi pierna izquierda. Grito, me hinco y abrazo mi pierna, siendo dos enormes colmillos incrustados debajo de mi rodilla. Pongo mi mano donde siento el dolor y grito mas cuando el dolor invade mi cara. Era una serpiente y me ha mordido, en la pierna y en la cara. El dolor es indescriptible. Pero me levanto y con los ojos cerrados corro hacia delante. Tropiezo varias veces y mi pierna comienza a ponerse muy dura. Mi cara me arde como si me hubieran echado ácido. Toco mi cara y grito pero mi garganta me duele. Y ahora siento la garganta hinchada. Mi cara ahora parece más una pelota, siento un calor terrible, mi cara esta ardiendo pero sigo corriendo. Pero siento que mi pie chocan contra una madera. Abro los ojos y lo primero que veo es un enorme tren echando humo y con el faro de luz blanca frente a mí avanzando a toda velocidad. Solo siento un golpe y luego siento como mi cuerpo se destroza bajo las ruedas del inmenso tren negro, es un sonido horrible pero ya comienza a cesar, pronto todo terminara.

Texto agregado el 16-02-2005, y leído por 438 visitantes. (2 votos)


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