TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / marxxiana / carta de amor 4

[C:859]

Hace apenas unas horas que dejamos la fiesta y la ciudad atrás, ahora estamos en este camarote del tren camino a Bariloche. Te veo ahí dormida, con el pelo enredado de amor y con el sabor de tu piel impregnando aún mis sentidos y no me lo puedo creer.
Pensar que ayer a la noche estábamos temblando frente al cura, diciendo que sí a todo, sin poder dejar de mirarnos, sabiendo que todos los parientes y los amigos estaban ahí atrás parpadeando. Y vos con tus eternos anteojitos empañados de emoción y yo con esta calvicie cada vez más evidente, muertos de amor y de felicidad.
¿Te acordás hace unos años, cuando yo dejé la universidad? Todos nos decían que la vida nos iba a llevar por caminos tan distintos que no íbamos a poder evitar separarnos. Y al final tuvieron razón, pero solamente en parte.
Vos recibiste tu diploma en Medicina y yo conseguí trabajo en la petroquímica como obrero de mantenimiento. Tus amigos médicos me miraban bastante feo, es que claro, mis manos grandes y siempre un poco ásperas y sucias no tenían nada que ver con esas manos blancas y pulidas que todos ellos lucían con orgullo. Vos lograste tu especialidad y yo me banqué los horarios estrambóticos que me dejaban tiempo suficiente como para darte un beso a la corrida. Tan poco podíamos vernos que nos acostumbramos a esta forma de charlar, en papel, y aprovechábamos cada segundo juntos para besarnos desde la punta de los dedos hasta la punta del alma. Y yo me llevaba al trabajo tus caricias escondidas abajo del overol, y vos tenías mis besos en la punta del estetoscopio =Je, Je=.
"Hacer El Amor", estas tres palabras se supone que deben definir todas las sensaciones por las que pasaron mi cuerpo y mi mente, pero no es suficiente. Ha sido demasiado profundo, demasiado intenso, demasiado...
El tren sigue devorando la noche y yo sigo como un idiota mirándote dormir.
Quisiera despertarte y decirte tantas cosas, tantos pensamientos que se me cruzan, tantas palabras que tengo acá en la garganta atascadas sin remedio. Pero aún si lo hiciera no podría decirte nada. Apenas abrieras los ojos me desarmaría y no tendría más remedio que besarte y acariciarte entera.
No, prefiero dejarte descansar y seguir llenando este papel con esta letra toda chueca por los golpeteos en los rieles. Echo de menos uno de esos ideogramas orientales que saben captar la profundidad de los sentimientos en toda su extensión asociándolo con una imagen. Me quedan tan cortas las palabras cuando quiero describirte como me siento. Pero de todas maneras yo sé que vos apenas apoyas tus dedos en mi cara podés sentir todo lo que me hierve por dentro.
Ahora apostamos a proyectar el futuro juntos, y aunque siempre me pongo serio y trato de parecer seguro, a vos no puedo ocultártelo: tengo un miedo que tiemblo. Miedo de que tantas premoniciones de amigos se terminen cumpliendo, miedo a que tu viejo un día se raye del todo y me termine acogotando por haberle robado un ángel, miedo a que nos pase lo mismo que a mi hermana Claudia, que no duró ni un año con el Flaco (cuando todos decían que eran la pareja perfecta), miedo a terminar como mis viejos separados después de veinte años de casados porque a él se le pintó una pendeja, miedo a que un día me despierte de este sueño y descubra que detrás de tus anteojos dorados no hay más estrellas de placer, miedo a transformarnos en dos desconocidos sin nada más en común que los recuerdos y una pila de cartas amarillas.

Mejor no pensar, mejor cerrar los ojos y disfrutar como se disfruta de flotar en el mar. O de este traqueteo monótono que hace que el sueño y el cansancio de amarte me derrumbe. BAY
XX*XY*XX*XY*XX*XY*XX*XY*XX*XY*XX*XY*XX*XY*XX*XY*XX*XY*XX*XY*XX*XY*XX



(1992 – 26 años)

Texto agregado el 15-11-2002, y leído por 705 visitantes. (3 votos)


Lectores Opinan
06-01-2007 Increíble, me han encantado. *********Mayté VACYA
06-01-2007 Increíble, me han encantado. *********Mayté VACYA
04-01-2005 Querida compatriota, me hiciste llorar, que ternura estas cartas, que antologia del amor hiciste, ahora, quisiera yo saber tantas cosas de esa historia... con la cual me senti tan identificada en cada sentimiento... Gracias por dejarnos leer estas maravillas. besos. becquer
15-11-2002 Todos sentimos a veces ese temor, porque lo seguro, nunca es para siempre, pero mejor si no pensamos en ello jaja, beso, Ana. AnaCecilia
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]