saco como conclusion que el treinte por ciento de mi discurso, es un lamento doloroso. y que mi personalidad esta fraccionada en diferentes estadios de latancia.
en algun momento ese grito desgarrado pero intelectual, reflota como un submarino, o flota como un sorongo, en la superficie de mi destino. por este motivo es que me ejercito, figurandome una descarga, parecida a un llanto de herido de hospital.