Secretos, miradas, voces, sonrisas, letras.
Caminos que se cruzan, decisiones, sueños,
alegrías, laberintos, aromas, calidez.
Humedad, manos tiernas, caricias, suavidad y firmeza.
Sabores, sentidos que aletean,
vértigo, miedo, palabras, sonidos.
Todo en un ínfimo punto.
Condensado.
Compacto.
El universo en una mota de polvo.
Poesía, locura, amor, dolor,
símbolos extraños que buscan sentimientos.
Raíces comunes, destinos diversos.
Recuerdos, roce de piel, abrazos,
boca cálida y áspera, brillo en los ojos.
Misterio, rompecabezas, complemento,
años de búsqueda, siglos de conocerte.
El momento ideal, el sitio perfecto.
Maraña de gente.
Y vos ahí.
Y yo aquí.
Efímero como una llama en el viento,
eterno como tu presencia y tu mirada,
pulsante como una estrella.
Estremecimiento que nace en el centro mismo del cuerpo.
Electricidad creciendo
hasta el punto de hacer irrespirable el aire que me rodea.
Piel erizada bajo el influjo de un hechizo,
sonidos rítmicos y anhelantes.
Navegantes sin brújula ni destino,
olas del placer golpeando mi pecho,
desgarrándome hasta el dolor, hasta las lágrimas...
Presencia intangible,
fortalezas escondidas,
guiños cómplices,
ternura infinita.
Junio 2000 |