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Desde una esquina de su sueño

Contestó el teléfono con un poco de susto. El sonido de la campanilla siempre le indicaba a los de su origen, la presencia de un ente maligno. Los entes benignos tenían muchas sutiles maneras de llamar la atención de los mortales que aun no viven.

Entre campana y campana, levantó el auricular cuidando que los lagartos crecieran en un número igual o superior a la cantidad equivalente de saltos dados en un pie sin quebrar una copa. Reconoció la voz de inmediato.

- Poco hombre, psicópata, mal nacido, sin especias, argonauta de desiertos, piloto manco de avión modelo. Nunca debiste levantar el dedo índice sobre el ataúd de la zona amamantada. Fuiste más que un necio, un Apocalipsis de gaviotas silvestres que silban la marsellesa.-

Mientras tú te sientas al frente y me miras con esos ojos que son dos y son tuyos. Explícame la presencia de los santos y los apóstoles en tu cúpula dorada donde encontraste ese billete de mil pesos con que compras un boleto de tren al lugar más lejano que exista dentro del radio de los mil pesos.

Explícame la confusión exigida a las voces, explícame el temblor de tus huesos y la razón del estribillo de ese canto repetido entre crisis i crisis.

(Al borde de esta guerra encuentro sentido a tus palabras – antes de salir me advirtió donde se reúnen los de su porte con gritos, ganas y palmas –)

No ver la imagen en la pantalla no puede significar lo mismo que soltar el cable que nos ata a la soledad i a la risa de los niños, de los ancianos, que en el fondo son la misma risa que te veo i que me ves.



A la mañana siguiente, logra recomponer los hechos a la distancia que nos dan las horas dichas por los sueños que normalmente no recuerda.

Era extraño – una vez me presto los calcetines, en realidad no eran sus calcetines, sino los de su hermano- I ahora se queda en silencio detrás de la línea. Las palabras dichas y las que no diría nunca le dan motivos i se introduce de a poco en su propia helicoide. Desde esa perspectiva, logra componer una melodía, que no sabe de donde sale, pero que imagina. I que es bella. Nueva, como los olores de esta mañana, cuando se despertó de a poco con las manos sobre sus hombros tibios, i una mariposa voló desde sus ojos, los de ella, hasta sus labios los de él.

El teléfono o el espejo o mis libretas de notas son recordatorios de mi sed de imágenes móviles, líneas convergentes i risas congeladas. Me quedo tranquilo con la vista.

Con la vista sobre los árboles, tratando de recordar la hora exacta de nuestra cita, mientras las hormigas suben por una de las tantas vocales del enorme silabario, donde un día nos acostamos para aprender a leer y aprender la diferencia entre cabello, caballo i coballo.

He guardado todas tus fotos bajo la lámpara, en el espacio que queda entre la claridad i la noche. De esta forma tengo tus sabores en el momento justo en que quiero traer tus palabras a mis oídos. Después de todo, nada ha invadido tus rincones donde llevas los gritos de las noches anteriores y las lagrimas que bañaron las páginas de las cartas que leías hace unas semanas cuando nos escribimos canciones románticas a modo de reproches por lo que no hicimos o por lo que hicimos de más.



La hermana le sacaba las hojas a los libros de ágata para fumar, esos libros de páginas amarillas (que en realidad no eran amarillas, sino el efecto de una degradación fotoquímica de la celulosa)

- ¿ves, da lo mismo?- se da cuenta que da lo mismo estar allá o acá. La mira con cara de circunstancia.

Veo una escalera con peldaños de madera, pegada a la pared. Da a un tercer piso, ai un montón de puertas i elegí una, la que está al frente, un poco a la derecha. La abro aparece un callejón, es de noche.

Mira los dibujos i verás lo que soi. Soi un enredo de voces que me dicen cosas i que a la gente le dice cosas.

- La vida es viajar. Es así no más, el destino te deja solo. Porque ya no existe el destino, no existe dios, ni Jesús, ni los sueños son ciertos. No ves que da lo mismo, es lo eterno de lo eterno una i otra vez-

En la hoja que falta al libro, por ejemplo, en tratar de encontrarla te distraes i dejas el agua en la cama, o no dejas entrar el agua en la cama, para no mojar tu espalda al posar tus huesos uno a uno sobre la colcha i tomarlos. Tal vez te des cuenta de una vez…

¿Cómo saber que estaba en lo correcto?, construyendo lo correcto.

– tienes que creer- le dijo, sentada en una esquina de su sueño. -¿me ves, estoi aquí?, si miras los dibujos verás lo que soi… i no soi antidepresivo, ni estabilizante del ánimo, ni ansiolítico. Simplemente te puedes dar el lujo de ser, lo que tu deseas ser a través de mis ojos, que en realidad son tus ojos-

Es una obsesión por ser la verdad, tras letras confusas que tu no entiendes i que quieres entender. Lo ve, lo lee en sus labios, en sus líneas i colores.

“La vida,
viajar puede tener otro sentido
bombas de gases alucinógenos
no ai que ir a la luna, no ai mapas aquí,
pensé que existía,
pero no era posible escribir un discurso sobre lo posible”

Eso es, enamorar.
Ahora lo sabe mui bien, entonces decide mantener eso i escribe la historia a su pinta, como una película o un libro. Está tan seguro que lo cree i le creen. Se da cuenta.
Que extraño se siente, es así i es feliz de eso. Se siente libre de ser lo que ella quiere que sea.

¿I tu, quién eres?

Texto agregado el 09-07-2003, y leído por 233 visitantes. (0 votos)


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