LA DESENFRENADA.


Suenan las campanas en la selva amazónica
Se acerca el rey indiscutible en busca de su amada
Viene con sus guerreros y sus hermosas cortesanas
Navegando por los mares y cruzando las montañas
Desde lejanas tierras viene en busca de su amada.

En el claro del bosque está esperándolo su futura esposa
Eróticamente ofreciendo al sol su desnuda piel
Y bajo su intensa llamarada deseando ser
Por fin…eternamente amada.

El rey levanta su cola encampanada
Y con un grito erótico comienza su avanzada
Mientras ella la diosa de amazonía
Su sensual y seductor juego del amor le brindaba.

Desaparecieron los guerreros y las cortesanas
Del séquito del rey no quedaba nada
Los dos amantes extasiados al amor jugaban
Y con un desenfrenado entrelazar de sus cuerpos
La eternidad se juraban.

De pronto un grito de triunfo, ¡Evohé, Evohé!
En la espesura de amazonía resonaba
Y el rey con su cola cascabelita
El último adiós al mundo le daba.

Quietud total…silencio en la espesura…

Descansa la diosa gloriosa de amazonía
Con satisfacción su esbelto cuerpo
Nuevamente sobre las frescas hierbas acomodaba
Y muy dentro de ella el rey y sus súbditos
Con el último tañir de sus colas encampanadas
En un triste adiós… su vida exhalaba. DIOSA Y SU PASIÓN