Con miedo veo caer la lluvia
pedazos de lo que fui algún día
sentimientos que se inundan
de una tormenta de sensaciones desprevenidas
para observarme por un agujero llorar
y caer con cada gota
que se aproxima violentamente al suelo
que laboriosamente la tristeza ha sembrado.
La agonía se va volviendo mi puente
hacia las palabras desconsoladas de los seres
que intentan no reprochar el por qué lloro
si todo tiene un hilo de normalidad
si todo aparentemente esta bien ubicado en el espacio
y en el tiempo...
El hastío de una lágrima
que dificultosamente no termina de caer
intentando lograr algo inédito
que el alivio del alma no ha recetado
al dolor de mi muerte
consumida en la mismísima soledad
que como un fuerte se ha creado
en el amor mas tristemente guardado.
La lluvia sigue cayendo
por el abismo sin fin que se ha creado en mi alma
tratando de solventar algo que no tengo
y que aparento ser
cuando la nada mas remota que oculta la soledad
me toma con sus garras y me abraza
para ofrecerme el asesino amor
que hoy destruye el muelle
donde he esperado la muerte
de una lágrima en mi corazón marchito.

Nathalia Rojas Acacio