Reconoce la vergüenza
el peso en tu pecho
se acelera,
encarcela
los odios que llevas.

Corre el agua en tus venas
putrefacta
certera
cercena las ideas
en humo tranforma
las palabras
corroídas y mutadas
en letras
en náuseas.

Mira tus pasos
zigzaguentes e indecisos
como todo tu ser
vagando
errante en las sombras,
te abrazan,
todos tus miedos
te acorralan,
te encara tu pasado.

No llores,
no basta,
nada sirve
para borrarlo.
Lo hiciste,
reconoce,
tus manos
no mienten,
tus manchas
no se limpian
con frases
ni miradas,
reconoce,
limpia,
tu suciedad,
no sale,
no se olvida.