Camino por una calle, en una de tantas esquinas!que colabore, que compre el postre es barato, económico, que es para la capilla.
Al ignorar tan “tentadora promoción”de unas dignísimas “damas”, que sobresalían por tan lujosos accesorios en sus finas vestimentas. continúo mi camino, en otra de tantas esquinas. No muy lejos de allí.
Un niño, su madre con un bebe en sus brazos y con ellos un viejo con un sucio letrero “somos desplazados, necesitamos su ayuda, que dios los bendiga”
Los niños reflejan la tristeza en sus ojos, el hambre en su rostro, y el frío en sus cuerpos.

Que ironías, que contradicciones!