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Inicio / Cuenteros Locales / curiche / Cerrar círculos, curar heridas, atenuar cicatrices, dedicado a: Mi_mundo_paralelo, Tristana94, Selkis, lunalunera, airesdevalencia 1° pate

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Cerrar círculos, curar heridas, atenuar cicatrices….


Con mucho cariño a: Gadeira de la Región Autonoma de Andalucia; la Sevillana Ángela (mi_mundo_paralelo_y_yo)
A la cordobesa Tana (tristana94)
A la Catalana Selkis
A Lunalunera, a Aires de valencia, y todos los/as cuenteras/os españoles
Y a todos quienes no han bajado el moño ante la vida.

En la vida de muchos seres suelen producirse heridas muy profundas que dejan cicatrices eternas sobre las cuales solo se puede atenuar mas nunca borrar. En algunos hombres y mujeres o mujeres y hombres el círculo de su entorno queda abierto y lo importante es poder cerrarlo alguna vez, es esta una narración (historia) de un hombre, (de esos con mayúsculas, es decir un HOMBRE) que conocí recorriendo el país, Alí en la tranquila Quillota, hablo del Rafael Fernández, padre de la mujer que es la madre de mis hijos. Hombre que llegué a quererlo entrañablemente.
Sergio Rafael, (mi hijo y de Sonia) acaba de llegar de España, solo alcanzó a estar un par de días, no pudo ver a mi querida Ángela (mi_mundo_paralelo) y me ha pedido le pida las disculpas, pero, que allí a Andalucía a reunirse con el Rafael, hijo del Rafael Fernández, es decir de quien alguna vez fue mi suegro, con este encuentro cerró un circulo para el hombre de Córdoba y para Sonia, un hermano que nunca ha visto, no lo ha visto por que quedó en España cuando al Rafael lo trajeron en el Winnipeg.
Es una historia muy intima y la quiero compartir.

Era un día de abril del año 1977, la vida misma llevó a Sergio a radicarse en Quillota, en el cruce de la línea férrea apareció una muchacha, alta, casi delgada, con un abrigo café y su cabello largo atado atrás en una cola, luego de las presentaciones e intercambio de direcciones se siguen los caminos, una hora después se regresa al hotel que es de propiedad de los padres de la muchacha alta, de abrigo café, por esa noche y durante una semana el lugar de radicación será el hotel.
El padre, delgado y bajo, con 40 o mas años en Chile aún conserva su españolísimo hablar, Rafael era su nombre, cordobés, oficial del Ejército Republicano Español, llegado a Chile con los cientos de refugiados que trajo Neruda en el Winnipeg, allí desde Valparaíso los españoles republicanos se descolgaron y viajaron a radicarse en la patria, desde Arica hasta Punta Arenas algún/a comenzaron a rehacer sus vidas, Rafael se quedó en Quillota, campesino en Andalucía llegó a ser campesino acá en las ricas tierras de Quillota, luego vendría una mujer e inevitablemente los hijos: 2 hombres y 4 mujeres, y allí en el comedor del hotel comencé a conocer de la historia de Rafael Fernández
Poco a poco la historia fue conocida, así como un día ya en su ocaso la doctora le contó a lo menos 24 impactos de bala y metralla, en el 85 aún le sacaron metales del cuerpo, herido en combate, al termino de la guerra salió caminando hacia Francia, iba con algunos amigos, solo que en Francia el gobierno lo detuvo y metieron a uno de los campos de concentración fascista. Meses y meses comiendo solo lentejas, así que el abuelo desde que salió del campo y hasta su muerte, nunca volvió a probar un plato de las legumbres café.
Su vida, tanto en su Andalucía como en Quillota llena de altibajos, de chascarros por decirlo de algún modo, quien sabe cuantas de ellas verdad y cantas creación de una fértil mente campesina...
Seguir la vida de alguien que ha vivido tanto tiempo, pero no solo del cronológico, sino que recorrer los pasillos de hecho y hechos acaecidos (algunos reales y otros quien sabe) no es cosa fácil, pero hagamos un acercamiento.
En esos días en que los ojos de los viajeros del Winnipeg se acostumbran a los cerros de Valparaíso, son enviados a dormir a algún hotel, el Rafael con dos o res andaluces fueron a parar a la misma habitación del hotel porteño, ellos llegaban desde el barco y antes del barco de algún campo de concentración y más atrás, del campo de Andalucía, el Rafa desde Córdoba, entonces, poco conocedores de los avances de la vida en las ciudades y menos aún conocedores de hoteles.
Su habitación del hotel, con camas, con baño, ducha, inodoro y bidet, pero no hay mesa para almorzar y menos aun utensilios de cocina, y pues hombre hacía hambre y a ratos con deseos de comerse una ensalada, así una mañana o tarde quizá, pues bajaron las ganas de comer y ¿Dónde?
Todas las cosas del mobiliario de la habitación hotelera tenía destinado sus usos y los cuatro amigos las usaban, pero, “¿para que sirve esto? Pues preguntó uno mirando el bidet. Nadie le contestó, por que nadie lo sabia, “pues que no sirve para mear” dice uno “pa lo otro tampoco” dice otro, los otros dos se rascan la cabeza.
“parece una fuente” dice uno, “pues hombre si que lo parece”
- “Jodé hombre jodé, pues que yo tengo unos tomates que compre en el mercado”.
- “Y yo unas cebollas, ajos”
- “¿Hombre, pues y donde la hacemos?
- “En esta fuente” dice un tercero, quien se ofrece a buscar aceite y sal.
- “Pues partamos los tomates y las cebolla
Cierran, la llave del bidet, se sientan en el suelo alrededor del bidet y pican todo, eso si, de que lavaron los tomates lo hicieron, llego el aceite y la sal conseguida con simpatía en la cocina del hotel, unas marraquetas aparecieron de algún bolsillo, y sentados en ruedo en la fuente que encontraron y sopearon el causeo.
Eso se lo oí alguna vez al Rafael, entre tinto y coñac, mas unas aceitunas y unos daditos de queso contaba, verdad o no, que importa… ¿Sería acaso para olvidar el sufrimiento del campo de concentración franquista?




Texto agregado el 23-10-2004, y leído por 1499 visitantes. (9 votos)


Lectores Opinan
14-06-2006 Jajaja. Bien bueno esto ***** SorGalim
01-04-2006 Y yo me pregunto: ¿Cómo es posible que algunos españoles protesten y digan: ¡No más emigrantes!, !nos van a comer! o cosas peores? -Dejad que entren por favor que tienen hambre. ¿No os dais cuenta que que buscan un tomate, un ajo o una cebolla y que si es necesario, para comer, lo aderezarán en el fondo de un bidet? ¡Dejad que entren, coño! Que triste y que corta es la memoria muchas veces. Yo como español siento verguenza y pido perdón por estas cosas. No obstante (menos mal) aunque hacen mucho ruido, estos son pocos. Un abrazo Juan Manuel, un fuerte abrazo. Noguera
05-10-2005 Por desgracia, querido amigo, estas historias son tan reales como la misma vida de penurias, sufrimientos y humillaciones que debieron tragar al ser vencidos y pisados por las botas de los rebeldes que ganaron y los pisaron y mataron, si no huyeron antes. Con afecto, un abrazo. (Lee mi narración "malditos asesinatos"...es la historia de la muerte de mi abuelo, aunque contada en forma novelada, pero con fechas y datos que son reales) El_loco_del_cerro
23-05-2005 Curiche,acabo de leer una de las historias más bonitas que encontré en estas páginas.¡Qué dignida le has dado y que honor a ese gran números de españoles que tuvieron que abandonar sus cerros y sus aguas.Ha sido un placer amigo mío.Como española, nieta de abuela republicana me siento honrada con tus palabras.Gloria a Rafael Fernández donde quiera que esté.Mis estrellas y un abrazo cálido desde España. Gadeira
16-05-2005 Es un texto muy emocionante escrito por un noble corazon, Felictaciones, Pilar de España, mis ***** pilardelmar
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