Tus sueños te han traicionado
y tus esperanzas robado,
tu aliento cálido se ha vuelto frío
y tus ojos están envenenados.

No es la muerte ningún guía
hacia tu vida soñada,
el tiempo olvidará tus tormentos,
la muerte los clavará más adentro.

Dame la mano, vuelve,
no caigas a los abismos,
olvida tu estupidez,
rechaza ese egoísmo.

Soy la voz que te aleja
de tus falsas creencias,
mueve atrás tus piernas,
deja que ella muera.

Ella caerá a los infiernos,
será juzgada por si misma,
tu vida se unirá al tiempo,
no volverá a ser herida.

Vuela fuera ese dolor
a través de la antigua trampa,
cae donde pensaste caer
y aparece la esperanza.

Y tú inundas de arrepentimiento,
las sábanas de aquella cama
y tus párpados se cierran,
sumergiéndote en un sueño.