FORMAS DE CAMINAR
“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes,
porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”,
Josué 1:9
Todos labramos un camino y todos los días caminamos por él, a través de él y gracias a él, pero ¿estamos en el camino correcto?
¿No existirá —acaso— un mejor camino? Seleccionar una profesión, escoger pareja y aceptar un trabajo son decisiones que marcan nuestro destino y, por ende, también nuestros derroteros; sin embargo, con el tiempo y con el correr de los días e inmersos en la cotidianidad propia de la vida sentimos que quizás vamos bien porque estamos cómodos y de cierta manera satisfechos con los logros alcanzados y contentos con lo que hacemos y vivimos. ¿Pero es el camino fácil, tranquilo y cómodo el mejor camino? ¿No es acaso mucho mejor (y hasta conveniente) el camino que ofrece obstáculos y dificultades el que nos lleva a desarrollar nuevas habilidades para resolver los diversos retos que éste nos presenta? Quien se resigna a luchar no obtendrá mayores resultados de los que ya obtiene con su mínimo y limitado refuerzo.
Hay quienes caminan lento y llegan, no muy lejos, pero llegan y se conforman con sólo eso: llegar; pero hay otros que corren y hasta vuelan: son los que alcanzan metas insospechadas y desarrollan habilidades inimaginables, porque siempre aspiran a más y quieren más y sueñan con más. Nunca están conformes porque su espíritu está vivo y tiene sed de triunfo y de conquista.
Si estás tranquilo con lo que haces, mira bien si ya tienes todo lo que has soñado; de lo contrario te animo a que despiertes y que te muevas en otras direcciones en busca de mejores pastos y de un aire renovado que te impulse a mejorar. Usa todos tus talentos y pídele a Dios que te llene de fuerza y de valor. La vida es corta y el tiempo es oro. Aprovéchalo siempre de la mejor manera. Busca siempre la excelencia en todo, no te conformes con poco; esto no es digno de un hijo del Rey de Reyes ni del Señor de Señores y mereces alcanzar y tener siempre lo mejor. Sé el orgullo de quienes confían en ti. No los decepciones. En ti está la decisión. Todo depende de ti mismo. Sé un luchador incansable y no te desanimes antes las dificultades. Nada se logra sin un mínimo esfuerzo. ¿Estás ofreciéndole a Dios, a tu pareja y a ti mismo tu mayor y más denodado esfuerzo?
• Ponte metas nuevas y trabaja por ellas.
• Ponte nuevos retos y lucha por ellos.
• Ponte objetivos medibles y alcánzalos.
• Desarrolla nuevas habilidades y destrezas.
• No te conformes con lo ya aprendido. Todo evoluciona.
• Pon tu mente, tu corazón y tu espíritu en todo lo que hagas. Con seguridad obtendrás grandes recompensas.
• Ponte sin descanso a trabajar porque no sabemos cuándo vendrá el día malo y tu despensa esté vacía o a medio llenar.
Recuerda que somos el resultado no sólo de lo que pensamos sino, principalmente, de lo que hacemos y de lo que sembremos siempre —tarde o temprano— cosecharemos.
43 "No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto.
44 Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas.
45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca".
Lucas 6:43-45
Cajicá, enero 2 de 2023
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