PROFESIÓN DE LOCO
Para profesionalizarse en la locura hay que tener estilo y visión. Como en toda profesión la ética cumple un rol importante. La profesión de loco está sujeta a una gran responsabilidad y se tiene que ejercer de la mejor forma posible, solo así, se llegará a ser un buen representante de la locura. Ser convincente es estudiar a las personas que se suponen normales, para poder habituarse a un modo de actuar extraño o por decirlo de otra manera, demente. Con el examen minucioso y hasta meticuloso del medio que nos rodea, comprendemos dentro de la locura, la verdadera pasión de esta. La locura tan solo es una forma de comportamiento alejado de la coherencia del pensamiento. Dentro de esta, se juzgará a los cuerdos o a aquellas personas que bajo lineamientos o malas interpretaciones de lo que es una persona equilibrada, atacan a los que ejercen, la profesión de locos. Ser un buen loco, no es estar bajo la influencia del alcohol o de las drogas psicoactivas, eso no es locura sino un deterioro del estado de ánimo. De tal manera, que si no puedes analizar, comprender y evaluar con exactitud a otros seres humanos, no podrás ser un verdadero loco. Cuando un profesional duerme en un andén, anda sucio y buscando en las basuras algo de comer, va en sentido contrario de lo que usualmente la gente hace, es un principio que se gobierna en la locura. Hablar solo o con personas imaginarias es de gran ayuda, para concretar el perfil profesional. Si una persona, dícese cuerda o normal, se burla o ataca al profesional en la locura, este estará capacitado para diagnosticarlo y ubicarlo entre los estúpidos o los analfabetas. Quedaría pensar que los normales son un peligro, pues estos asesinan sin contemplación, mientras que un profesional de la locura solo le interesa subsistir, ama la vida y le importa un comino, los complejos que dominan a los cuerdos. El profesional de loco es parco, es auténtico, callado y no es chismoso, aunque puede ser goloso y esperar durante horas las sobras. Se nace, se estudia y se ejerce de loco hasta la muerte, porque es un gran privilegio ser un psicólogo de la gente normal; afirmaría que ser un loco, es ser una persona equilibrada, porque huye de la violencia que ejercen los cuerdos. Cuando los psiquiatras tratan a un alcohólico o a un drogadicto como loco, cometen un gran error, porque estos son violentos, injuriosos y vulgares. Todo lo contrario y por ende jamás serán profesionales en la locura. La locura ensalza el alma, la llena de sensibilidad y bloquea los traumas anteriormente vividos. La locura es escapar a un mundo de verdadera paz interior, donde no importa la condición social, sino la capacidad para comprender el propósito de estar vivo. Tener la profesión de loco es darle gracias a Dios, por las migajas o las sobras que se puedan hallar, en un día de trabajo arduo, por las calles y a pleno sol caliente, sin calzado, con la ropa sucia, rota, andrajoso, despeinado, pero orgulloso de ser equilibrado, humilde, sensato y con la satisfacción de ser un verdadero representante de la locura y no un imitador de loco que solo busca robar y causar daño a otras personas.
17/12/2022
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