TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / azariel / ENVIDIO A LA MUERTE

[C:612819]

De mi libro: Relatos (Culpable, solo el pensamiento).
Página 57, cuento número ocho.


ENVIDIO A LA MUERTE


Envidio a la muerte, ¿quién como ella? Abraza y sepulta a todos con el mismo talento. No hay corrupción en sus decisiones y menos pleitesía. Envidio su existencia desde que apareció el primer ser viviente sobre la tierra y tendré curiosidad sin dudarlo, cuando intente llevarse al último humano que quede vagando sobre la tierra. Solo, entonces, sí logra su objetivo, la muerte será extinta en la humanidad, en este universo de células vivas. Lástima que no seré el postrero, entre mamíferos salvajes, reptiles, plantas e insectos, para enfrentar a doña muerte, y sí así, lo fuera, por algún excepcional suceso futurista, jamás antes planeado y que con seguridad puede salir de la imaginación y el pensamiento innovador de las neuronas humanas, sí eso fuera cierto, seguro me reiría de ella. Porque su hegemonía y reinado sobre la existencia racional desaparecería, por causa mía. Razón que sería de gran placer y motivos suficientes, para no seguir viviendo. Aunque, el análisis pide justificación, y sé, que doña muerte no sería tan boba de acabar con mi existencia, más bien, pienso que sería mi guardiana y me protegería sobre todas las cosas. Seríamos como enemigos intocables por cuestiones de supervivencia. Pasarían las horas, los días y hasta los siglos, ambos en disputa por la posible procreación de otro ser humano o el otro principio de la humanidad. Iría ante Dios a rogar por una mujer para mí, y entonces, tratar de convencerme, de multiplicar mi ser, para que ella pudiera seguir existiendo y yo desaparecer. Pero, yo también, clamaría a Dios, para defender mi decisión, porque siendo el último ser humano viviente, e inclusive el de todos los reinos clasificados, no voy a ser tonto de generar prole, para que ella se sienta victoriosa y funde nuevamente cimientos llenos de dolor, llenos de destrucción moral y abundante maldad. Se retorcería de la rabia, porque no podrá llevarse mi alma, porque ella moriría en este mundo de razones y sin razones justificadas y sería extinta, como quedaría la raza humana. Si buscare matarme, ella se opondría, siendo la contradicción de sus principios que la han gobernado en toda la eternidad. Eso sería una gran venganza por todas las almas que se ha llevado. Quizás escucharía su queja:
—Esto no es existir, antes me complacía llevarme las almas, pero ahora me toca proteger a una ¡Qué fastidio!
— ¿Por qué te quejas tanto, doña muerte? —le diría —. Tienes el don de interrumpir la vida y Dios no te juzga por ello.
— ¿Para qué quieres seguir viviendo? —me preguntaría —. Debes cumplir con tu ciclo, ese es tu destino, no puedes seguir siendo obstinado. Acepta a la mujer que será creada, para que dones tu gameto.
—Si lo hago moriré, y tú ganarás, no es justo, porque tenemos el derecho de elegir.
—Sigue el ejemplo de Adán y seguirás viviendo a través de la reproducción. Tu ADN permanecerá en todas las generaciones.
—Adán jamás pensó que el mundo sería cruel, creyó que sus descendientes siempre serían bondadosos.
Además, te he visto por las tumbas deseando que vuelvan a la vida los difuntos, ¿no te da pena eso, después de haber acabado con sus cuerpos?
— ¡Cállate!, tarde o temprano aceptarás tu destino, la soledad es un castigo y es mejor tener una vida corta sin egoísmo, que una vida larga llena de ego.
—Ja, ja, ja, sufre tu destino, muerte y espera en tus miedos. Ya vez lo que se siente estar amenazado. Lleva con resignación mi presencia y el trabajo de mantenerme con vida por tu propio bien.
—Ja, ja, ja, vive humano en tus sueños de vida eterna y en tu precaria venganza. Al final el peso de tus años y tu locura vendrá siendo tu derrota. Procrearás como lo hizo Adán con tu misma carne y serás pecador hasta que yo te salve de esa desgracia.
Y yo, siendo aquel último ser viviente de los humanos y de los demás reinos de la naturaleza, le diría a doña muerte —. Pobre muerte, cuanto te tuve miedo, pero ahora, solo siento lástima por ti. Aunque te sigo envidiando por tus privilegios y por ser imparcial.

Texto agregado el 28-06-2022, y leído por 134 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
08-09-2022 Me gustó este cuento, donde tu idealismo puramente ilusorio quiere vencer a la muerte, más allá de lo que tendrías que dar a cambio: la falta de descendencia. Nunca se me había ocurrido pensar que traer hijos a este mundo implicaría condenarlos al sufrimiento y a la muerte. Pienso, en cambio, que a través de ellos sobreviré. Te invito a leer mi poema "Comunicado temporal" (28/03/2017) y "Comunicado" (07/04/2017). Saludos desde Argentina. Clorinda
16-07-2022 Buen relato, reflexivo y filosófico a la vez, aunque no exento de cierta ironía de cara a la vida humana, que tarde o temprano llega a su fin. Saludos desde Valencia (España). Cedric
28-06-2022 Interesante escrito Azariel. Te invito a leer “Gervasio, el hombre sin tiempo”, un texto que habla de mi concepto. Creo que te va a gustar. Te mando un gran abrazo!!! MujerDiosa
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]