Había una vez un mago
que galera y bastón no usaba
sonriente jugaba con sus lentes
al aire besaba con sus labios.

Entre baúles resguarda
sorpresas y enigmáticos trucos
mientras su voz cercana hablaba
tan ronca y suave que no puedo olvidarla

La historia perdura en mi memoria
de la gran familia el Gran Tucán asoma
y muestra su destreza de Jatún Yann.

El juego ha comenzado
nada por aquí, nada por allá
un niño elige su suerte
todo está y desaparece a la vez.
Entre los dedos inquietos del mago
una a una las cartas juegan su escondida
y sólo resiste el As elegido.

Salta en júbilo la platea
atónito el niño busca razón alguna
a su oído el mago de voz ronca murmura:



” ¿Es cierto lo que ves?
¿o tan sólo la ilusión te hace soñar?
piensa, piensa…
¡piensa un deseo y dale alas de libertad!
cual moneda en la punta de la lengua
se hará realidad.”



Había una vez un mago
yo lo conocí
galera y bastón no usaba
quise saber si era de verdad
y en un abrazo apretado me reveló
sus ilusiones postergadas.