De repente un viejo amor

aparece,

y de repente uno nuevo

se desvanece.

De repente los amigos se

alejan,

mientras otros nuevos

y viejos se quedan.

De repente los amantes

no se aman más,

y comienzan nuevos

amores.

De repente las ausencias

duelen más que de costumbre,

y de repente también

te acostumbras más a las ausencias.

De repente borras todos

sus recuerdos,

y al rato estas evocándolos

en tu memoria.

De repente no duele,

no quieres que duela,

mas aparece aquello

que te lleva a escribir las penas.

De repente no sabes

si hablar o callar,

eliges mejor gritar

entre versos así duela.

De repente sientes el deseo

de alzar los ojos

y ver el sol iluminar,

simplemente para seguir tu camino.

De repente llega la noche

el insomnio,

un remanso por algunas horas;

el despertar de un nuevo día.