Anonadada ante lo que mis ojos tenían delante,

asombrada , incrédula por la sorpresa.

Mi cerebro no entendía si lo que veía era una visión,

un invento de mi imaginación.

La aparición modulaba palabras,

el sonido era conocido iluminado por el celeste de sus ojos.

Al fin dos palabras se escaparon de mi boca,

¡Hola Hija!

Mi corazón casi se detuvo de emoción,

aunque su llegada me dejó en estado de shock,

impactada escuchaba su monologo rebosante de agresión.

El ataque era justificar que pudo enfrentar,

lo mucho que le costaba estar ahí.

El esfuerzo debe haber sido titánico,

¡Supero con sabiduría desplazar los temores que la asechaban!

Las insuficientes escusas que la mantuvieron alejada.

“Triunfo el valor”

Los días se hicieron semanas y estas se transformaron en meses,

el año pego duro llamando a la reflexión.

El acercarse solo fue dar un paso,

el orgullo se desvaneció.

“Gano el amor”

CAL.COR