Quizá todos , en mayor o menor medida, agarrotados por el miedo al virus y hastiados de pandemia, arrinconemos nuestro lado humano, forzados por el aislamiento social requerido en la lucha contra la enfermedad que tantos estragos lleva hechos; no obstante, no debemos perder la perspectiva más valiosa de que disponemos: nuestra dimensión humana y humanitaria.
Si nos acorazamos por el temor a perder la salud física y nos olvidamos del otro e incluso de nosotros mismos, salvaremos tal vez la vida, pero habremos perdido la partida.
Y para no perder la batalla a veces solo un gesto basta.
Un deseo de buenos días al tendero o al vecino; un " gracias" acompañado de una sonrisa al profesor que tras la mascarilla se esfuerza en resolver mis dudas,al médico que nos atiende, al policía que nos informa de las nuevas restricciones; una palabra amable ; una llamada telefónica al amigo o al familiar que vive solo o pasa una mala racha...
De momento nada dice que un gesto amable sea contraproducente para la salud.Al contrario. Y ese pequeño detalle es tan fácil si alzamos la mirada por encima de nuestro ombligo...
No permitamos que el bichejo, que ya nos robó los besos, nos congele el corazón y nos borre las palabras o las llene de ira o resentimiento. Salvemos al menos esos gestos o detalles que no comprometen la salud o correremos el riesgo de quedarnos a solas con el enemigo.
Y esto lo avala Sampedro, un auténtico humanista: "La libertad, la educación, el compromiso con lo humano y la felicidad son elementos inherentes al humanismo."





Nota: texto producto de la observación y de la reflexión. Se ven por doquier gestos preocupantes: padres mayores abandonados a su suerte con la excusa del Covid, amigos que ya no se ven por las nuevas circunstancias pero que ni hacen llamadas telefónicas , trabajadores desidiosos e insidiosos, caras torvas, grosería y mala educación...
Por suerte, muchas otras personas luchan como titanes en las trincheras , como los sanitarios, extenuados, y más personas , que no han perdido la humanidad y la amabilidad, tan necesarias hoy.