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Esto me sucedió hace unos 2 meses y medio atrás.
Aquella noche de sabado y luna llena me encontraba aburrido mirando una tipica pelicula hueca por canal Once, aburrida. Entonces, decidi salir a caminar. Hacia ya unos meses que en un parque cercano a mi casa, me habian regalado un pequeño cachorro, sabra dios la raza.
Me acerque hasta el bar de un amigo. Hablamos mas de la cuenta, trivialidades, creo haber sido el unico cliente en toda la noche capaz de sostenerle una conversacion, el, se encontraba un poco mareado debido al vaho encerrado en ese agujero en la tierra, demas esta decir que el bar se encontraba atrapado en un subsuelo. Y yo, debido a mi humor y el poco dinero con el que contaba, preferi quedarme ahí, aburrido.
Cerca de las 7 de la mañana, me despedi de el y de sus continuas amenazas de suicidio. Me tome el colectivo que me devolveria hasta mi cama. Al llegar a la cuadra de la misma, note que el portero del edificio de enfrente se santiguaba una y otra vez.

Cuando logré abrir la puerta del pasillo que da entrada a mi casa, observé en el un desorden poco habitual, la tierra de mis tomates de maceta parecían revueltas. Alguno de los arbustos estaban completamente desgajados. En un primer momento creí que otra vez mi perro se encontró deprimido y encerrado en aquel angosto pasillo. Y que, a modo de descargo, se la había agarrado con mis tomates. Ya antes me lo habia hecho, aquella vez durmio unos dias en la terraza sin poder salir a la calle.
Llegue por fin hasta la puerta, encendí la luz y me encontré con miles de titilantes y filosos ojos abiertos. Los vidrios rotos estaban esparcidos además de sobre una mesa desordenada, por toda la casa. Sobre algunos trozos se resbalaban pequeñas gotas purpúreas, espesas. Sonreí, al ver desatada frente a mi, toda la furia de una escena singularmente barata de cine americano clase B. Automáticamente se ampliaron mis labios, y esta vez, acompañadas de una carcajada incrédula, nerviosa. A quien pudo habérsele ocurrido que en esta pocilga encontraría algo de valor, dicho esto en caso de si su misión hubiese sido la del robo, pero y las gotas de sangre y mis macetas revueltas ?
Cogí un martillo que tenia ocúlto en un paragüero entre la pared y la puerta.
Y fui a la caza del intruso.

Lo extraño de aquel suceso fue que no pude encontrar absolutamente a nadie y nada que me indique la falta de algun material.

Anteanoche, senti unos aullidos extraños en mi terraza. Subi en silencio hasta la misma, sin abrir la puerta, vi por la hendidura de la llave como, ´Pichicho´, mi perro, se transformaba en un inmenso hombre de mas de dos metros de alto.


nenedeantes.

Texto agregado el 04-10-2004, y leído por 186 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
20-01-2011 un relato fuera de lo cotidiano...sigue asi bishanitaw
17-02-2005 Me ha gustado eso de "encendí la luz y me encontré con miles de titilantes y filosos ojos abiertos", muy buen final y el relato es simple pero excelente. KaLyA
09-02-2005 EFICAZ, BUENO, DIVERTIDO. Desdentado_Daroca
13-12-2004 Jaja, muy bueno, muy bueno, fluye muy bien. psychotron
05-10-2004 Uhhh!! buenísimo, negrito. Igualmente le daria más forma a la narrativa, pero la idea es maravillosa, y pude focalizar cada espacio mencionado. Un beso grande! Oliveria
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