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Este es un relato de ficción, pero con personajes reales de esta página, amigos antiguos y el encuentro fue real, pero la historia no, hago la aclaración para los que los textos en primera persona les parezcan real....

QUE GRAN SORPRESA

¿Cómo alguien puede estar preparado para las sorpresas de la vida diaria?
Recuerdo cuando la conocí, fue en el metro, pasan muchas cosas en el tren subterráneo es todo un mundo distinto al de arriba, es la misma gente que camina en la superficie, pero al bajar al metro se vuelve diferente, más amable más respetuosa, nadie tira papeles al suelo la gran mayoría pide permiso para pasar o disculpas al tocar a otra sin querer.
Bueno, como decía, la conocí en el metro. Yo llevaba como siempre un libro en las manos cuando la vi, la nueva extensión de línea dos con dirección a Estación Vespucio Norte. Fue química, fue casualidad, acción y reacción, causa y efecto, no lo sé, pero ahora comprendo que, si uno está atento a ciertos signos, a ciertas señales y detalles, debería estar cubierto en gran parte de las sorpresas de la vida.
Ella al igual que yo leía un libro y oh sorpresa En Dudosa Batalla de John Steinbeck, eso fue lo que llamó mi atención, no he visto a otra persona leyendo a Steinbeck, salvo algunos amigos. Yo mismo llegué a él por recomendación de un amigo.
Sentí que había algo en común entre esa chica y yo por lo menos una afinidad literaria pensé por lo mismo después de un rato, me atreví a hablarle.
- Ese libro es muy bueno- le dije
Me miró sorprendida y reparó en la novela que yo llevaba en mis manos. La Broma de Milan Kundera.
- Veo que también eres aficionado a la buena lectura
- Me llamo David
- Encantada, yo soy Sandra
Luego todo fue un comentario sin fin de los libros que habíamos leído y las correspondientes presentaciones, terminamos bajando juntos del metro y todo era tan entretenido que nos fuimos a un café y entre las anécdotas y recomendaciones para lecturas futuras, me contó que estaba en busca de empleo y yo andaba corriendo de un lado a otro de la ciudad.
Las horas pasaron rápidas e intercambiamos números de teléfonos para seguir en contacto, con la comunicación a diario nació una relación que por más que me juraba a mí mismo no la busqué ni provoqué, en el fondo mi ángel malo me lo recordaba a cada momento, sin que por ello me sintiera culpable, el lado tramposo de devela así en nuestras vidas.
En el lado opuesto y real de mi vida, estoy frente al computador y escribo, escribo los cuentos y relatos que se me vienen a la cabeza y los comparto con tanta gente aficionada a escribir en muchos países del mundo. Acá soy yo, no hay envidias ni malos modales ni mentiras por lo tanto las relaciones de amistad se dan de manera sincera al compartir las lecturas con los y las escritoras de la página de los cuentos.net.
Acá soy David, casado, cuatro hijos y escribo por hobby y me gusta que comenten mis textos.
En el lado perverso de mi vida, la nueva relación iba viento en popa, con una cantidad inverosímil de mentiras y excusas para sacar adelante las vidas paralelas sin ser descubierto, pero como en la vida nada es gratis, todo se paga más antes que después las cosas quedan al descubierto cuando menos lo pensamos.
Ahora el tiempo ya ha pasado y estoy excluido de la página de los cuentos y no puedo subir mis cuentos, estoy solo con mi llantito de quiltro callejero y me lo merezco.
¿Y cómo iba yo a saber lo que ocurriría?
La cuestión es que cuando se organizó el primer encuentro de cuenteros de la página, yo fui uno de los más entusiastas, coordiné las invitaciones, animé a asistir a la mayor cantidad posible de integrantes.
Llevaríamos cuentos y poemas para leerlos, alguien propuso ponernos etiquetas autoadhesivas en la solapa con nuestros seudónimos para reconocernos, el lugar elegido fue el Naitum de Ricardo Cumming por ser amplio y tener un buen salón en el segundo piso.
Llegó el gran día y fuimos llegando de a poco y nos sorprendimos a ver frente a frente a quienes leíamos a diario en la pantalla del computador sin ver imagines ni fotos. Ahí estaba Poemme, Curiche, Wara, Newen, Cafayate, Trostkki, Abita, renacer libertario y otras tantas amistades forjadas en la escritura, todo un éxito de junta, llegamos alrededor de treinta integrantes de la página, incluso algunos venidos de fuera de Santiago. Todo iba muy bien hasta que llegó ella. Thema y Louis, sentí que la sangre se agolpó de golpe en mi rostro, podía sentir el calor en mi cara, el corazón dando grandes latidos en mi pecho, ahí estaba ella, radiante, Hola a todos dijo, soy Thelma y Luois. Y me miró como si fuera la primera vez que me viera…Así que tú eres Bilbo, encantada de conocerte después de tanto tiempo leyéndonos en la página.
¿Cómo hacen algunas mujeres para actuar como si nada extraño pasara?
Porque ahí estábamos los dos personajes, ella Thelm y Luois y yo Bilbo por primera vez mirándonos a las caras, y también estábamos David y Sandra con las cartas descubiertas sobre la mesa.
No hace falta decir que no volvió a dirigirme la palabra en toda la velada, se mantuvo incólume durante todo el encuentro, leyó algunos poemas y relatos, compartió con los demás y cuando todo terminó se despidió de cada uno y me dijo al oído.
- Eres un conchetumadre.
No volví a verla, desapareció, se esfumó, borró su libro de visitas, dejó la página.

Texto agregado el 04-01-2021, y leído por 78 visitantes. (1 voto)


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