-Mmm… interesante.

Tomó otro sorbo de café.

Sin proponérselo, se encontraba en un viejo bar de la ciudad de Buenos Aires, justo en el momento en que un disertante se explayaba sobre los grupos de dominio en el escenario del poder mundial.

Terminó el café, que por cierto estaba delicioso.

El conferencista remató su exposición con una frase que impactó a la audiencia:

-¡Y no crean que les creemos todo! ¡Estamos aquí, conscientes de que lo que está en juego es una guerra entre la luz y la oscuridad!

El aplauso fue prolongado. La audiencia estaba ahora de pie.
Desde su mesa, se sumó batiendo palmas. Estaba realmente impactado.
Ya ni recordaba que había entrado al bar con intención de escribir lo que un rapto de inspiración le había dictado mientras caminaba minutos atrás.

El mozo se acercó a retirar la taza:

-Se complican demasiado con la cabeza- dijo en señal de desaprobación.

-¿Le parece?

- Claro, hombre. La vida no es tan complicada.

-¿Y cómo es?

-Usted haga lo mejor que pueda, que lo demás, es lo demás.


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Marcelo Arrizabalaga.
Buenos Aires, 13/12/2020.