Tus ojos
Mar sereno
Por dónde mil barcas
Paseaban sus riquezas
Mis manos
Ausentes
Austeras
Por una caricia
Hubieran perdido los dedos
No es nada
Me digo valiente
Trago de aguardiente
Segura decadencia.
Es algo
Me dicen los sentidos
Se escuchan los aullidos
De tu derrochada ausencia.
Tu boca
Roja
Pesada
Perdida.
Mujer piel de porcelana
Nunca fui el único
En despojarte de tus secretos.
La tinta en tus brazos
Bellos trazos artísticos
Sirvió para escribir
Poemas en libros ajenos.
Jamás fuiste mía
Jamás navegue en tu sangre
Mujer compartida.
Texto agregado el 04-06-2020, y leído por 79
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Lectores Opinan
05-06-2020
Esta publicación no es una reflexión. De cualquier modo, leo un buen poema que habla sobre una mujer a quien el declamador desea sin lograr alcanzarla. Sólo le queda observar cómo otros la poseen. Me gustó. OBSERVACIÓN: le faltó colocar comas y puntos para captar de primera leída cada estrofa. Este error, incluso, impediría recitarla. Enrique_Orellana
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