Cuando supe que me convertiría en madre, tuve tantos miedos que no podría ni siquiera enumerarlos. Sólo tuve una certeza y es que quería convertirme en TU madre. Pese a que tengo muchísimos defectos.
No sé qué tipo de madre soy. Pero sé bien qué tipo de hijo quiero que seas: Un Hijo Feliz.
Quiero ser el tipo de madre que te deje vivir al máximo tu vida, con todo lo que eso conlleva. Que te equivoques, que ames mucho y muchas veces, que pruebes todo tipo de experiencias, las que tú decidas. Quiero ser el tipo de madre que acepte a las personas que tú quieras en tu vida, que no importa si te enamoras 3 o 4 o 100 veces de distintas, si lo haces de chicas o chicos, porque eso no hace diferencia.
Que no importa si eres científico, humanista, artista, o si eres todo eso o nada. Que no importa si pierdes el rumbo un par de veces en tu vida, o si nunca lo encuentras.
Si consigues todo lo que deseas o no consigues nada. O si no sabes lo que deseas, siempre, siempre, siempre estaré con el corazón abierto para ti, para escucharte, para apoyarte, para estar ahí, no como una guía, ni como un referente, ni como una amiga. Sino como una Madre.
Como tu Madre.