Salió de la casa a las tres y media de la mañana.Él vivía en el sur y tenía que ir al norte a que le expidieran el pasado judicial. Era un hombre que nunca le había hecho daño a nadie. Esa madrugada llovía a cantaros . El iba corriendo a esperar un taxi porque donde vivía la calle estaba bloqueada, iban a cambiar el alcantarillado. Tenía que caminar cinco cuadras de las que ya había caminado tres. De repente el silencio de la noche se rompe y una voz amenazante dice:
- ¡Detente!
El hombre duda si detenerse o seguir de largo y sigue caminando.
De nuevo se escucha la voz amenazante diciendo:
-Si no te detienes te pegó seis balazos.
El hombre se detiene y sale otro hombre que estaba oculto tras de unos tubos. Corre donde el hombre lo espera. No tarda en llegar al lugar, luego le dice:
-Esto es un asalto así que entrégame todo lo que llevas encima.
El hombre le responde:
-Lo único de valor es un reloj, veinte mil pesos y un lapicero
El hombre le dice:
-El lapicero mételo por tu culo, dame el reloj y el dinero y la chaqueta.
No te voy a dar nada - responde el hombre
El ladrón saca una pistola y le apunta al rostro, acciona el gatillo y la pistola se encascara
El hombre saca el lapicero y lo clava con toda la fuerza en el pecho. El hombre se desploma sobre una zona verde, al caer suelta la pistola que la víctima aleja de una patada. Luego desentierra la pluma y se pierde en la noche. La pluma era de oro.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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