Me llaman...

Si supieras las horas
que paso de angustia y dolor,
y es algo que tú no atesoras,
porque tu vida es de lo mejor.

Atrapada estoy en un mundo
del que es difícil salir,
hay un sentimiento profundo,
que no lo puedo describir.

Vez mi cuerpo bonito y esbelto
porque lo miras por fuera,
aunque todo está revuelto,
por dentro aunque no lo quiera.

La profesión más antigua
así la conocen,
si supieran que dura rutina,
muchas cosas que se desconocen.

Nos desprecia la gente
y hasta nos humila,
nos tienen por indecente
y en la calle nos gritan.

Una frase hiriente
que muchos disfrutan,
lengua latente
al llamarte...

Si supieran lo triste
que es esta vida,
casi nadie resiste
por dentro la herida.

Amanece y no quiero despertar,
el calvario de nuevo ha de comenzar,
otra vez la cochina rutina
que lacera y lastima.

A vagar por las calles
fingiendo sonrisas,
a cuidar ese talle,
y mostrarte sumisa.

A sufir por dentro
esos crueles dolores,
a llorar en silencio,
esos sinsabores.

No hay para mí
ni una palabra de aliento,
todo es un sufrir,
Yo así lo siento.

Ojalá que cambiara mi vida
y una luz alumbrara mi cielo,
sanarían estas mis heridas
y tendría dicha y consuelo.


Uriel López Guillén