Cuando te conocí, descubrí
que tienes un don especial.
Pero no sé lo qué es.

Eres alegre, simpática,
extrovertida, trabajadora
sin igual, y aunque estés
cansada, siempre tienes
palabras de ánimos para
quien lo necesite.
Pero sigo sin ver esta
facultad.

Un dia me miraste y lo
comprendí todo.

Una mirada serena,
capaz de penetrar en el
pensamiento y anticipar
a las palabras.
Una mirada de no ver la
discapacidad como un 
obstáculo, sino realizar
las cosas de otra manera.
Una mirada de superación,  
de valentía, de intentar algo
antes decir que no,
de ilusión,
de no rendirse ante las
dificultades,
de amistad...
Pueden haber personas
con esta habilidad pero
nunca podrán superarte.

Serrat le comentó a un
amigo:
"Desengáñate, en esta
vida solo hay dos cosas:
querer y ser querido".
Tengo una definición
más precisa:
la mirada de Raquel Aguar.