Pensando en que siempre tal vez, la historia ha sido otra y me da miedo el ponerme a escribir sobre aquello, pues desconozco lo que podría aparecer en el papel. Tal vez cosas como que el sol abortó a las estrellas y las estrellas en venganza nos abortaron a nosotros y la luna en su historia de sin opinión. Y las rocas abortaron la arena y las que no quisieron hacerlo a golpes fueron castigadas en toda la eternidad por las olas que a su vez son las hijas abortadas por el mar. Y miro y pienso en mi gatita cuando fue primeriza mamá y operó a uno de sus recién nacidos que venía con el tendón de un muslito encogido y le dio la movilidad con esa dentada intervención y cuando mi perrita abandonó a una cría porque venía muy dañada, sabía no viviría y la apartó con el hocico a una esquina de su cajón, lejos del resto de la camada, sin siquiera lamerla para que muriera acompañada de su calor, como también se de conejas que se comen a sus crías cuando saben que no están aptas para sobrevivir, pero le permitió nacer, entonces, no hay dónde o hay muchos de mirar, aprender, enseñar o ser luna sin opinión. Siempre pienso en que la historia, tal vez y digo, solo tal vez, ha sido otra y me da miedo el ponerme a escribir sobre aquello, pues desconozco lo que podría aparecer en el papel. Tal vez cosas como que la tierra prometida nunca se encontrará, nunca se llegará, tal vez nadie nos dijo que estaba en otro planeta, pero ya sabemos que en la luna no está. Tal vez nadie nos dijo que el viaje es más largo aún y más peligroso, tampoco es al fondo de la tierra, porque también sabemos por Julio que ahí no la encontró. Tal vez es más allá del horizonte, pero también sabemos por Cristóbal que tampoco estaba. La historia, tal vez es otra y nadie la cuenta, pero todos posiblemente lo sabemos, estamos todos en esto por milenos, ¿como no saberlo?, filósofos lo saben pero tampoco lo dicen y ¿quien yo para decirlo?. Los grandes de las revoluciones del amor, de la justicia, de la paz, de la igualdad y yo sumergida dentro de mi tazón de café con leche como mi única rebeldía, de decir con estas letras que desconozco como llegarán al papel y que tal vez, solo tal vez digo, que la tierra prometida seamos, tal vez cada uno en nuestro interior de la mano en este viaje con todos los ancestros que nos antecedieron en el linaje familiar en una mezcla perfecta, elegida uno a uno como nuestro regalo de propia nueva vida que Dios nos entrega y como misión no nos dicen, o tal vez está dicho, pero lo olvidamos en el mundo moderno, de conocernos, aprendernos, perdonarnos, amarnos y hacer de este lapsus una vida comunitaria mejor y que el castigo de la salida del Edén, tal vez, digo, solo tal vez, fue eso, la expulsión de nuestro propio Paraíso del conocimiento interior, dónde en el árbol de la sabiduría estaba todo vivido lo por vivir y que el viaje a la tierra prometida no es más que nuestro viaje de retorno a ese interior perdido por malas praxis de vida y mientras más descubro que la historia tal vez, digo, solo tal vez, no sea como nos la contaron.

jdp
NOTA: Lo escribí por el 2012 y así nació y así lo encontré hoy, lo releí y claro nada de bien desarrollado como texto pero su contenido pienso da para retomarlo y trabajarlo con mayor prolijidad literaria cuando llegue la inspiración.