Al entregarte mi alma corrí muchos riesgos que perdiera mi calma o ganarme tus besos. Que la dejaras escapar y nunca volviera a tus manos que no la quieras aceptar y siguiéramos como dos extraños. Gracias a Dios la recibiste aún no las hecho pedazos aún no estoy triste pues me colmas de besos. Aún no me has cerrado la puerta ojalá siempre la dejes abierta que mi alma siga intacta y que nunca la espantes. Se podría ir muy lejos y no regresar jamás escucha estos consejos y ámame cada día más. AUTOR: PEDRO MORENO MORA @
Texto agregado el 16-12-2018, y leído por 130 visitantes. (5 votos)