ARCOIRIS, SIN TI.

Es difícil elegir otro camino cuando mis pasos sólo conocen el que me lleva a ti.

Me hiciste recorrer un sendero que cual miel al paladar, saboreaba cada momento.

A cada paso, tú acomodabas y diseñabas de tal manera el paisaje, que el cielo y la tierra mostraban arcoiris de esperanza.

De noche y de día iluminabas mi cielo con tu sonrisa, tus palabras, tus caricias, tu presencia…

Acostumbrada que llevabas mi mano con firmeza y dulzura, se hace difícil elegir otra vereda.

Ahora, ahora todo sabe amargo. Y sólo tinieblas rodean mi espacio.

Fingiendo llevar mi mano con seguridad, llevabas tu mirada en dirección opuesta y tus labios que besarme con amor creía, gustaban la pasión con otra, con otra…

He vuelto a mirar el camino. Está lleno de espinos.

No retrocederé, a medida que avance buscaré con llanto un nuevo sendero. Con toda seguridad, después de cada tormenta el sol vuelve a brillar y posiblemente con él, un nuevo arcoiris pueda contemplar, sin ti.