Magro, oleoso y enjuto,
El mendigo alaba la única moneda,
El solitario cobre sobre el fieltro raído,
Que duerme divina, angelical y grácil,
En el fondo averno del triste sombrero.

"¿Es acaso esta mi culpa?
Mientras las morales hipócritas pasan
Sobre las sucias camas que son mis calles,
Muero sobre su cariada sonrisa metálica,
Y petrificado espero que acabe el sufrimiento".

Los barrotes invisibles del artista,
Al que nadie o todos compadecen,
"¿Cuándo una moneda pesó más que el alma?"
Y sobre sí caen géminis,
Los hombres que caminan en el tiempo,
Y los casi extintos sentimientos.

La bolsa está vacía y llena de fantasías,
Agua, pan, amor, viento.
Humano.
Cambio, crédito, consumo, dinero.
La bolsa bajo su piel, bajo su inmortal piel.

"¿No ven en mis ojos los suelos?
¿Los mares, el follaje sonriendo?
¿El durmiente león y la divina montaña?
¿El ande canoso, la selva barbuda?
¿La estepa solitiaria, la sabana que nos cubre?
¿El leviatán y nuestros imperios?
Muero por inexistencias,
Fallezco por ausencias,
Muero,
Desfallezco en el avernal abismo
Al corromperme a mí mismo."